Bienvenido a nuestro pueblo,
a mi casa puedes llegar.
Tomaremos café en familia,
gran momento para celebrar.
El anhelo de todo maeño
es que el mundo disfrute de paz
Que florezca amor por doquiera,
cual un sueño de blanca verdad.
Bordemos con hilos de oro,
la bandera del bien proceder.
Quienes marchen con sanos principios,
bellas rosas verán florecer.
El arado rompe la tierra,
y el sudor la hace parir.
Nuestro escudo se ve muy triunfante
anunciando un mejor porvenir.
Nuestro pueblo está lleno de gloria
con orgullo podemos narrar.
Que la gesta de La Barranquita
es un templo de honor nacional.
Hasta pronto mi querido Merejo, las condolencias a la familia, a mi padrino Domingo Almonte, quiero decirle que estoy con él en este momento de dolor.
ResponderBorrarAngel Berto Almonte
La Pantera" ,así nos decíamos, tremendo sastre,tremendo bailador salsero. En el Samoa, cuando Merejo se paraba a bailar su salsa,algunos de nosotros disimuladamente nos quedábamos sentados para verlo y tratar de aprender algunos pasos de él. Pura verdad.
ResponderBorrarMe uno al dolor de los Almonte,viejos amigos.
Paz a sus restos.
Manito
Después de muchos años, volví a encontrarme con Merejo durante mis años en Cornell University, 1969-1972. Fue en la sastrería que tenía en New York, no recuerdo la calle porque no soy gran conocedor de La Gran Manzana, pero vernos y confundirnos en un abrazo ocurrió simultáneamente. Desde entonces, no le volví a ver, pero siempre recuerdo aquel maeño jovial y espontáneo, amigo de los amigos, sincero y servicial.
ResponderBorrarDescansa en paz amigo. Sé que ayudaste a todo a quien pudiste, sin esperar recompensa alguna.
Mis condolencias a sus hermanos, especialmente a Domingo y a mi carnal Pechito.
Fernan Ferreira.