domingo, 25 de septiembre de 2016

LA RECONCILIACIÓN CON VARGAS LLOSA

Por Fernando Rodríguez Céspedes

El país se crece como nación civilizada ofreciendo al mundo una muestra de tolerancia y democracia con el otorgamiento del premio Pedro Henríquez Ureña al controversial y laureado escritor peruano Mario Vargas Llosa quien, al igual que muchos dominicanos, criticó la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.

Como se había anunciado, grupos con poca incidencia en la vida nacional entregaron un documento de protesta y organizaron una débil manifestación contra el otorgamiento del Premio a quien, por fanatismo e intolerancia consideran enemigo de la Patria.

Contrario a esa actitud, el ministro de cultura, escritor Pedro Vergés tocó sutilmente el tema de la crítica de Vargas Llosa y dijo abrigar la esperanza de que la premiación sirva para fortalecer el confesado afecto del escritor por nuestro país y la admiración de los dominicanos por su obra literaria.

Al recibir el galardón, el Nobel de Literatura se desbordó en elogios para el país del cual dijo sentirse enamorado. Consideró la entrega del Premio como una magnífica demostración de tolerancia y espíritu democrático del Gobierno Dominicano considerando las reacciones a sus críticas.

Aclaró que "ejercer una crítica no es una manifestación de hostilidad ya que puede ser también una expresión de ese amor, de ese sentimiento profundo de solidaridad con un país que uno siente como suyo..."

Dijo tener con el país una relación de amor tropical, tempestuoso como el Caribe, "Un amor del que no está exonerado el trauma, la diferencia y desde luego las críticas".

El encuentro se convirtió en una exquisita velada donde, entre aplausos, se dio el fenómeno de la reconciliación entre uno de los más grandes escritores del mundo y un pequeño país caribeño lleno de grandeza espiritual como se demostró en los sucesivos y cordiales encuentros que sostuvo el escritor con los dominicanos.

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MARÍA DÍAZ, NUESTRA REINA AUTÉNTICA DEL ACORDEÓN

UN MOMENTITO CON MIGUEL
Por Miguel de Jesús Rodríguez
Locutor y Abogado Dominicano


Pablo Díaz su padre y Adolfo su hermano, fueron la inspiración para abrazar el acordeón. Con apenas 10 años formó un grupo juvenil cuyos integrantes eran parte de su familia; todo esto le fue dando la destreza necesaria para alcanzar los éxitos de hoy.

Emigró joven a los Estados Unidos de Norteamérica, se estableció en la ciudad de Nueva York donde inició su carrera a nivel profesional. Es arreglista, compositora, cantante y dueña de una gracia natural que se mezcla en el escenario con el sudor que en su cuerpo produce su baile cadencioso y la elegancia de una mujer delicada.

La comunidad el Guayabo, del Municipio de Nagua, fue testigo de su nacimiento junto a la brisa de un Septiembre que anunciaba entre merengues y vaivén de las olas la llegada de una flor que años después acariciaría al mundo con su arte.

Exhibe más de 10 producciones. De las mujeres acordeonistas es la de mayor actividad dentro y fuera de la República Dominicana; no es controversial, solo procura trabajar para llevar el pan con dignidad a la mesa de su hogar.

Ella con su música siempre pone una alfombra dorada al merengue, tiene la capacidad de transmitir a sus seguidores energías positivas, su voz tiene el sabor aguardentoso de un pueblo que se levanta cada día con el deseo de vivir en armonía con los colores de la vida.

Sus labios cuando abren para cantar lucen como fruta dulce; sus movimientos son chispas divinas de esas que resucitan muertos, es manantial de nuestro folklore, es una guía perfecta que nos lleva por los caminos de la paz.

Hoy escribo de una artista exitosa, que se entrega sin reservas a sus seguidores, de una hembra valiente que ha enfrentado más de mil batallas y se mantiene en pie y con la frente en alto para enarbolar nuestra bandera en playas extranjeras; hoy escribo de un orgullo nacional que vive dentro del pentagrama del arte popular, escribo de, María Díaz, nuestra reina autentica del acordeón.
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viernes, 23 de septiembre de 2016

S.O.S. POR MORADORES DEL SECTOR LAS 300

Por Ignacio Márquez

Más que una crítica o una nota informativa, es un llamado a la conciencia de alguna autoridad local que se conduela de la situación deprimente que viven los moradores en las calles Sabita Rodríguez, Luis Segura, antes calle 33, y otras en esos alrededores del sector Las 300 de la ciudad de Mao.

Es una corriente de agua permanente que arrastra toda clase de inmundicia y destruye el asfalto de las calles, inunda los frentes de las viviendas y es criadero ideal de mosquitos, con todo lo que implica ese insecto para la salud de esa pobre gente.

Lo grande del caso es que pasa frente a frente al liceo Juan Pablo Duarte, antes el CURNO-UASD, y hay que ver el desastre que esa corriente de agua permanente ha causado en el badén de la calle Toño Brea esquina Luis Segura.

Les solicito muy amablemente al buen amigo y Alcalde Odalís Rodríguez, a quien dirija el INAPA en Mao y al señor Gobernador José Valdez, que “por piedad” se den una vueltecita por ese lugar, vean lo que ocurre y al menos le den una esperanza a esos sufridos munícipes.

Quien escribe sabe que es un problema viejo, al parecer un mal eterno e incurable, pero caramba, algo se puede hacer aunque sea aunando esfuerzos, aun sea periódicamente, para que ese malestar no sea tan prolongado.

Las imágenes adjuntas dicen mucho más de lo que mi limitado vocabulario pueda decir.


Calle Sabita Rodríguez, entre la Gastón F. Deligne y Luis Segura o calle 33


Calle Sabita Rodríguez, incluyendo la esquina de la Luis Segura o calle 33


Calle Luis Segura en dirección este-oeste

¡Auxilio!
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lunes, 19 de septiembre de 2016

ROGELIO CRUZ

TERCER CAMINO

Por Lavinia del Villar


Este pasado 9 de septiembre de 2016, en el quinto día de celebración de las Fiestas Patronales de la Santa Cruz de Mao, tuvimos el privilegio de participar en la Eucaristía oficiada por el Padre Rogelio.

¿El Padre Rogelio?

Sí, el mismo que pelea por la preservación de Loma Miranda, el que penetra en el Congreso Nacional sin autorización, el que se sienta en el suelo de esos salones con un grupo de seguidores hasta que un “no me hagas esto Rogelio” lo convence a salir… el mismo que lleva su pelo en desaliño y que se precia de ser defensor de los pobres, y de los recursos naturales de nuestro país…

Sí… el mismo que viste y calza.

Cuando lo vi desfilar por el pasillo que lleva al altar, supe que algo especial iba a pasar esa noche en la Catedral de Mao, y así fue. Salimos de la iglesia con la alegría que produjo su prédica sencilla y divertida, y con la enseñanza que destila su mensaje llano y lleno de sabiduría.

En ese oficio, dos cosas llamaron mi atención: primero, ningún monaguillo o diácono sostuvo el libro sagrado para que el oficiante leyera la liturgia de la misa, no hizo falta, se sabía todo; y segundo, no usó el ambón para la homilía, si pudo llamarse así, porque según dijo, Jesús no se subía en pedestales para predicar, sino que se confundía con el pueblo para compartir su mensaje de amor y paz.

Su prédica debía cubrir “la misericordia y la ecología” dos temas aparentemente sin conexión, que él unió diciendo que podemos crear un mundo nuevo, un mundo posible, un mundo necesario, a través de practicar la misericordia en nuestra casa común que es nuestro planeta Tierra. Nos invitó a usar la razón sobre la fuerza, y a reconocer que paradójicamente cuando somos débiles, la razón nos hace fuertes. En fin nos motivó a internalizar que no basta con tener misericordia, sino que debemos practicarla para así contribuir a crear el cambio que nuestra sociedad necesita.

Al momento de agradecer su presencia en nuestra festividad, la moderadora de la ceremonia expresó que cuando quiso pedirle datos sobre su vida para compartirlos con los feligreses, solo dijo: Yo soy Rogelio Cruz.
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martes, 6 de septiembre de 2016

REFLEXIONES AL RECIBIR UN NUEVO AÑO DE VIDA

Por Dayanara Reyes Pujols

Cumplir un nuevo año de vida no es solo la celebración por lo coexistido y por la novedad de otro período. Renacer merece hacer una reflexión de lo vivido, pasar balance para modificar, repetir y reafirmar.

Lo vivido deja sabidurías, grandes aprendizajes, mucho gozo y confirmaciones. Aquí algunas reflexiones:

1. La pasión, entrega y entusiasmo deben existir en todo lo que hacemos, sin olvidar el balance.
2. “Si no lo has aprendido, la vida te lo repite hasta que lo aprendas”, reza el refrán y reafirmo este proverbio, por lo que caminemos en tierra firme.
3. Hay que vivir el día a día, sin hacer grandes expectativas. Solo tenemos el presente, el ahora; del futuro no sabemos nada, solo el que está en nuestra imaginación, en nuestros sueños y anhelos.
4. Hay que admirar y ver los atributos ajenos, pero dejar esa brecha para que cuando afloren las particularidades no haya asombro, ni decepciones. Cada cual tiene su sello, de fortalezas y puntos a mejorar.
5. El amor llega donde y cuando menos lo esperas. Nos han ideado una serie de historias lejanas de la realidad. El amor que nos hace vibrar, que nos llena de afecto, cariño y que toca hasta las almas más sensibles existe a la medida de cada cual, no por las fábulas exóticas.
6. La vida es más simple de lo que creemos. Se nos ha enseñado a juzgar, en buscar en otros escenarios lejanos al nuestro y la vida es lo que cada uno vive sin importar la existencia ajena.
7. Es tan fácil enfocarse en ayudar a otros, para descuidarnos de nosotros mismos.
8. La importancia de las cosas está en la relevancia que le damos.
9. No hay que darle importancia a terceros. Solo tienes una vida y solo tú puedes impactarla.
10. Los mejores momentos de nuestras vidas se viven, no se planifican ni se estampan. Solo están grabados en nuestra memoria.

Dayanara es una destacada comunicadora maeña, quien demuestra en cada uno de sus actos su pasión por lo que hace.
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