viernes, 26 de febrero de 2010

SOLO DE A RATITOS

Por Lavinia del Villar

“Bueno es el cilantro… pero no tanto.”
Dicho popular.

Todos los seres humanos, por nobles que seamos, tenemos dentro nuestro monstruo.

Esta parte de nosotros es la que nos invita a atacar, a rechazar, a dañar, a maltratar, a maldecir, a desear mal, a rebelarnos, o simplemente a no hacer nada.

Cuando explotamos, como comúnmente decimos, podemos ser hirientes, irónicos, injustos y hasta peligrosos. En esos momentos perdemos la paz interior.

A veces nuestro monstruo se nos sale sin permiso, y nos hace quedar mal ante los demás. Otras veces nos sentimos orgullosos de él y lo dejamos salir a sabiendas. Lo paseamos, lo exhibimos, lo alardeamos, y nos protegemos con su compañía…

Es un “yo no me dejo”, “conmigo nadie inventa”, cuyo objetivo principal es impresionar o intimidar.

Y es que ese monstruo sabe de nuestros miedos y conflictos, de nuestras frustraciones e insatisfacciones, de nuestras penas y carencias… por lo que se muestra incontrolable cuando se siente provocado.

Controlar nuestro monstruo es un trabajo de crecimiento emocional. Es nuestro afán para estar en equilibrio, es la lucha constante para no actuar por el sentimiento, y el intento diario de alcanzar la tranquilidad de espíritu.

El primer paso para controlarlo sería conocerlo, luego entenderlo, después aceptarlo, para entonces aprender a manejarlo. No olvidemos que hay ocasiones que se nos sale por razones justas.

Que se nos salga de vez en cuando está bien... El mismo Jesús lo dejó salir cuando encontró los mercaderes haciendo negocios en el templo, y los echó a latigazos.


Que lo dejemos afuera mucho rato nos puede meter en problemas… Podríamos convertirnos en personas agrias o poco gratas.

Así que, si se nos dificulta dejarlo guardado, y se nos sale sin remedio, dejémoslo pasear, pero… Solo de a ratitos.
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jueves, 25 de febrero de 2010

Recetas de Semana Santa


El fogón de Tía Angie

Hola mis queridos sobrinas y sobrinos, porque desde ahora serán mis sobrinos lectores, hoy comienzo mi sección de cocina donde les traeré cada cierto tiempo recetas, consejos y otras cositas más del arte culinario. Espero que sea de su aceptación y les guste.

Como estamos en Cuaresma lo más indicado son las recetas adecuadas para esta temporada, por eso les traigo mis dos primeros aportes, sabrosos y de fácil preparación.


Mero a lo Peguero
Ingredientes:
1 libra de Filete de Mero
1 libra de Camarones
Aceite
½ Cucharadita de orégano
Pimienta al gusto
jugo de 3 limones
1 diente de Ajo (grande)
Sal al gusto
Salsa Blanca

Salsa Blanca
- 1 taza de leche
- 4 cucharadas de harina de trigo
- 1 cucharada de sal
- Pimienta al gusto

Sazonar el filete de mero con orégano, pimienta, el jugo de los limones y sal al gusto. Deje marinar por unos minutos. Luego fría en aceite bien caliente los filetes de mero dejándolos luego reposar en una servilleta de papel para que se escurra la grasa. Aparte cocinamos los camarones al vapor con un diente de ajo. Cuando nuestros camarones estén cocidos y sin cola los unimos a nuestra salsa. En una cacerola ponemos los filetes de mero ya fritos y le echamos nuestra salsa por encima.

Albóndigas de Berenjenas
Ingredientes:
4 Berenjenas
1 Diente de ajo
1 Ají gustoso
1/2 Cebolla picadita en cuadritos
1 Cucharadita de sazón en polvo
2 Huevos
1 Taza de Polvo de pan (pan molido)
Sal al gusto

Se pelan las berenjenas y se asan, luego se cortan por mitad para sacarles las semillas. Una vez sin semillas se hace un puré y se mezcla con el resto de los ingredientes, se forman albóndigas y se fríen en abundante aceite.

Nota: Pueden acompañar estos platos con Arroz Blanco y Ensalada Verde (Opcional)

Bueno, mis queridos sobrinos, pórtense bien y coman mucho y bueno que es saludable. Hasta la próxima.
Besos, Tía Angélica
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Rumor de Soriano: Un hombre solo frente a sus emociones

Por Randolfo Ariostto

El autor es poeta, novelista, cuentista y ensayista. Su labor literaria ha sido reconocida en los premios que ha obtenido y por haber sido escogido sus trabajos para formar parte de varias antologías, la más reciente de ellas Letras del Sol, una recopilación de autores de la línea Noroeste. Randolfo es miembro fundador y actual director del Círculo de escritores de Valverde.

El poeta del siglo 22 lo apetezco residente en la tierra, crepuscular, atrilcerado. Eso. Cayendo en paracaídas altazoradamente mediando tembladeras de cielo, y, unhhh, pazborgeano; con ese raro airecillo a guimaraes en los recovecos del ritmo-sentido. Un poeta culto, de perfecto acabado, cincelador inspirado poseso de las temáticas fundamentales que hacen imperecedera la poesía: un hombre solo frente a sus emociones. ZZZZZZZassssss, y, a propósito del Premio Nacional de literatura en República Dominicana y de que Mateo Morrison, receptor del mismo hace unos días, es mi amigo y de que Roberto Marcallé Abreu es el preferido de Diógenes Céspedes, mi crítico dominicano favorito, y ambos son inclusivos de una literatura de renombre que merece ser degustada a la par de los argentinos, españoles, mejicanos o chilenos e-t-c-…: René Rodríguez Soriano: ¿qué tal? Sí, René; o sea, ¿qué se espera?

Pero antes hablemos de Rumor de Pez: Un hombre decide escapar de la oficina sin abandono de esa cárcel-rutina y vuela sobre el azul de la pluma, es un vuelo ondulante que recorre el papel con charquillos de agua infectados de peces voladores para nada surrealistas. Realismo célebre de estatura irreal. Todo el poemario es un canto a la desnudez total, la vuelta al código poético de los poetas temerarios, aquellos que no temen acabar la frase un poema tras otro, desnudos frente a la cotidianidad y el ¡amor! Y la rutina y la conciencia de su Art Poétique.

Rumor de Pez es un poemario para volver a disfrutar el poema, tomar por la cintura el ritmo-sentido de un texto refrescante verso a verso y humano. También instituye una protesta contra ese hombre idiotizado de un seudo complicacionismo fácil y maleable. Es que el poema no exige claridad ni novilunio, se es poesía en el poema como una necesidad creadora que no intuye reglas dadaístas de nueva camada. Se llega a la poesía transitando una vereda siempre beligerante siempre aventurada que el poeta debe conquistar y lejos de querer instaurar un estilo, el bardo busca instaurar un poemario a la vez, para luego reanudar esa lucha titánica en pos del poemario que aflorará más tarde.

Visitamos nueva vez el poema melódico y grato al paladar del tímpano para degustar en alta voz y presenciar con los ojos cerrados en la sonoridad que calla y musita.

Tiene de miel los decibelios
un pantagruélico espín en la palabra
un do de pecho en el momento mismo
de la eterna sonrisa –que imagino. (La cero uno)
P. 29.

Poemario si se quiere erótico pero salvándonos de eso que llaman realismo sucio y que prefiero definir como realismo de poca luz. En Rumor… el erotismo tiene la dúctil sensualidad de la secretaria pechugona que no advierte el festín que desparrama entre el papeleo y su monitor.

Deja que te diga melón o mandarina
que te frote papel mojado, caramelo
perdido entre tus piernas, ahogado
en tu pelo, bajel sin velas, aroma navegable;…
(Vuelvo al poema y enciendo aquella lámpara)
P.30.

Neruda debería firmar esto que diré: cada poema de Rumor… es un canto general al amor y la vida, dulce fragor de violines, piano, violonchelo, caderas, murmullo de mariposa en voz (ir a la p. 31); en este erotismo enamorado volvemos al viejo mito del nacimiento -según Rack o/e Incháustegui- pero no del traumático pos-nato que ansía regresar al vientre de la madre sino que, advertimos en el nuevo rito de la madre, un canto desposeído de cualquier necesidad sicótica para exaltar abiertamente la sexualidad de esa mujer que lucha con todo su germen por persistir como la primera en importancia.

A mí que ya no soy desde que no me nombras;
no soy si no he nacido entre tus pierna
(para morir todas las veces que volveré a nacer
naciendo desde adentro de ti). (Callado rumor)
P. 32.

Nada escapa al buril del Vate y a veces presentimos que el texto se enrumba por derroteros atrilcerados o alguna vez un aliento huidobriano. Pero incluso allí donde pudiera acusársele un verso tzariano o bretoniano emerge un Neruda residencial esparciendo “el agridulce zumo, frutal y jugoso…” (Ciega sed). P. 34.

Sin desmedrar en absoluto a mi hermano Mateo, mi favorito para el premio nacional de literatura es y será René Rodríguez Soriano, y de paso me disculpo con Diógenes por no coincidir con él respecto a Marcallé Abreu, sin dudas un grande de nuestro suelo. Rumor de Pez evidencia lo que todos deberían conocer de palmas: un escritor de tesitura consistente y formación literaria acabada que ha venido ofertando una literatura seria, de respeto y holgura, que nos dignifica ante el mundo y ante las generaciones por venir, para muestras basta un rumor.

Escribo para espantar dinosaurios y otras sierpes de bífidas ponzoñas,
para lavarme del tedio, la envidia y la desidia. Voy con el sentimiento en ristre,
a toda marcha, y un detector de adulaciones siempre a mano.
Confieso que he mentido:
(rrs; blog del autor).

Rumor de pez es uno de los libros necesarios para la defensa de la buena literatura hispanoamericana, española y contemporánea, no sólo por la fortaleza de sus imágenes y la perfecta coionía/univocidad del tejido acuoso que hidrata su solventado lirismo o la alucinante madeja de melódicas ondulaciones que rasgan el monopolio de la versificación manida; sino porque abre un dique entre autor y lector consustancial al texto. El poeta que no teme afrontar al lector en sus mismos anhelos y temores, sueños, poeta humano, de ideas terrenas, socialmente aclimatado y dueño absoluto del lenguaje todo esto en total congruencia en el sistema del poemario-sujeto-sentido-lector. Ya este bardo ha sido laureado en República Dominicana con importantes reconocimientos que lo enfilan hacia el Premio Nacional y el acopio internacional irrefutable:

…entre los que trato de no olvidar, el Premio de Cuentos Casa de Teatro, 1996 y Premio Nacional de Cuentos "José Ramón López", 1997. Desde hace algunos años… (rrs; blog del autor).

Un poeta de la comunidad dominicana y el mundo que vive y respira su patria a diario y por ende una bandera que amerita embajarnos en los distantes muelles literarios.

…-aunque suene mal pensar la patria ausente por razones ambientales- "daría la vida por diez lugares suyos, cierta gente (...) varias figuras de su historia, montañas -y tres o cuatro ríos." (rrs; blog del autor).

René Rodríguez Soriano es además narrador de claro resplandor que asalta al lector desde la primera palabra: {en cada ofrecimiento y no} “Sólo de vez en cuando” que además ha obtenido un galardón nacional en novela.

En una época en que la globalización ha pasado de la sacralización a la cotidianidad el mundo bien puede arrimar sus ojos a los bebederos de este poeta altamente capacitado, como el mejor Cortázar, para llenar de magia y multivocidad la enmarañada cotidianidad de nuestras sociedades cibernéticas:

Una mujer con su perro
Cruza la cruz del sur para escribir mi nombre
En el ala de una mariposa

Azul la mariposa
Deshila mis contornos
Rehila la esperanza de mi sed
Al borde de sus labios.
(Rumor de pez, p. 40)

rrs = René Rodríguez Soriano
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Conociendo a Haití en una situación especial

“En tiempos difíciles es cuando conocemos a nuestros amigos”

Por Dayanara Reyes

Luego de un mes de acontecido el terremoto en nuestro hermano país de Haití, un grupo de amigos y compañeros de trabajo, de la mano de Productores Bananeros de Comercio Justo en República Dominicana, acordamos llevar raciones alimenticias a un grupo específico afectado allí.

Días previos a nuestro viaje, las fechas no encajaban, había demora en las compras y en el viaje, una de las gomas delanteras del furgón que llevaba la donación estalló… En esos días y durante el trayecto me preguntaba: ¿Será que debemos cancelar este viaje?, ¿Si todo esto ha acontecido aquí, qué nos esperará allá?

De camino, muchos teníamos la expectativa de que la entrada a dicho país iba a ser difícil, traumática… Justo a unos pocos kilómetros de haber entrado a Haití, nos detuvimos a comer algunas picaderas que llevábamos para poder tener energía para lo que nos esperaba y Carlos, quien nos acompañó y además fue nuestro conductor durante todo el trayecto, se sorprendió al ver a un grupo de haitianos que se detuvo al vernos, pues pensaban que teníamos alguna dificultad con el vehículo y venían a socorrernos… En ese momento hicimos una pequeña reflexión: “Siempre se piensa que los haitianos son personas sin sentimientos, que piensan para sí mismos”. Esa primera acción nos demostraba que existe una mala imagen de su país y de sus personas.

Cuando finalmente llegamos a nuestro punto para descargar las donaciones, un haitiano, notablemente emocionado y al que se le percibía que pertenecía a una clase social alta (En Haití solo hay dos clases sociales: muy alta y muy baja) se detuvo al ver el furgón y dijo: “Gracias por toda la ayuda que han traído desde República Dominicana; eso nos demuestra que somos hermanos”. Una segunda lección que nos demostraba y reconfirmaba que existe un mal concepto de los hijos de esa nación.

Mientras se descargaba la mercancía, procedimos a realizar un “tour” por la ciudad con la finalidad de ver cómo realmente había quedado ésta y el impacto que había producido el terremoto entre sus habitantes… Las imágenes fueron devastadoras: oficinas públicas totalmente disfuncionales, destruidas; los sobrevivientes ubicados en los distintos parques, en las áreas verdes con baños públicos, donde se ven las ropas, las casas de campañas, las pocas donaciones que han recibido… En ese instante se veía cómo niños, adultos y ancianos se entremezclaban y nosotros pensábamos en todas las enfermedades que podrían brotar y contagiar a todos, pero ni nosotros, ni ellos en este instante podíamos hacer nada. Observar esto nos causaba cierta impotencia.

Seguimos nuestro recorrido y nos encontramos con un señor ciego, frente a la Catedral, la cual quedó parcialmente afectada, pero impresionaba el Cristo en la cruz intacto… ese señor, nos conmovió, pues sin ver, narraba en su canción y con su guitarra lo acontecido allí, como si hubiese visto todo… las muertes, las destrucciones, los niños llorando…

De todo lo vivido durante esos tres días, el gran mensaje que nos dejó uno de nuestros hermanos haitianos fue: “Muchos haitianos se han ido de nuestro país, sin embargo necesitamos haitianos que tomen la firme decisión de quedarse aquí para reconstruir nuestro país”. Su entrega, patriotismo, fortaleza y amor a los suyos para levantarse, a pesar de esta gran caída, me contagió y al regresar, cuando me preguntaban cómo había regresado, y todos suponían que iba a decir deprimida, mi respuesta era: “Con mucha fortaleza”.

Durante el recorrido, con las emociones de aquel 12 de enero aún intactas, Jean Marc, quien fungió como guía nuestro nos contó cómo sobrevivió junto a sus dos hijos de 6 y 3 años: “Estábamos en casa de mi hermana, anteriormente había estado en otros temblores de tierra, pero cuando vi que el temblor seguía, que no se detenía y era con mucha más intensidad, veía la casa agrietarse, entonces salí con mis hijos corriendo, hasta llegar a mi casa. Durante ese trayecto vimos, tantos mis pequeños hijos como yo, cómo casas caían, cómo personas morían, cómo caían piedras encima de las personas y sus tripas salían. Lo más traumático y conmovedor de ese trayecto fue cuando mi hijo de seis años me dijo: -Papi, ya sé cuando la gente dice que el mundo se está acabando-”.

A nuestro regreso redefinimos nuestro viaje como: “Amistad, solidaridad y Comercio Justo”.
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miércoles, 24 de febrero de 2010

Baúl del recuerdo - V

Esta foto data de 1995, fecha en que la Asociación de Maeños Ausentes (ASOMAU) hizo un reconocimiento a las profesoras Dña. Ana Delia Jorge, Dña. Patria Deschamps y la Srita. Moraima Gil. El reconocimiento a Dña. Ana Delia lo recibió en homenaje póstumo su hija, la ex profesora Dña. Lavinia del Villar de Fernández, hoy colaboradora de Mao en el Corazón. Acompañando a Dña. Lavinia aparece otro colaborador nuestro, el Sr. Fernando Rodríguez Céspedes.


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Libre Expresión


AUTO DEFENSA CONTRA LA DELINCUENCIA
Por Ignacio Márquez

El autor es director del periódico El Universal, de Mao

Todos los días la delincuencia pone en práctica nuevos trucos, nuevos métodos para sorprender y despojar a la gente de su dinero, de sus prendas preciosas, de sus celulares y hasta de sus artículos del hogar.

Hay quienes han formado grupos en los que participan mujeres, incluyendo algunas en estado de embarazo, y hasta niños a los que entrenan para persuadir a sus víctimas.

Esos grupos a veces son integrados por gente de aquí, de Mao, pero otras veces vienen desde otros pueblos, invitados por delincuentes locales.

Su trabajo es como cualquier otro, sólo que sus herramientas son la estafa, las armas de todas clases, la maldad y las habilidades para el engaño.

Una coartada rutinaria: un grupo de tres personas, dos mujeres y un hombre, llega a una tienda, a un colmado o a cualquier negocio. Una de las mujeres pide permiso par ir al baño y en lo que el dependiente presta atención a uno de ellos, el otro le roba el celular, la cartera o algún artículo de valor.

Salen del lugar sin haber comprado nada, dando las gracias por las atenciones; con sonrisas en sus labios dejan la impresión de que son buenas personas, pero después de varios minutos, el personal del negocio empieza a notar que falta esto o que falta aquello.

Esto es aun más frecuente en las viviendas. A veces son unos supuestos vendedores o personas que piden ayuda. Con sus expresiones de víctimas convencen a cualquier incauto para que le abra las puertas de su casa, y ya dentro, les da sed, hambre, necesidad de ir al baño y hablan como si fueran viejos amigos.

El asunto es que al final, cuando todavía el rostro del anfitrión no ha empezado a borrar el gesto de alegría por creer que ha hecho un bien, llega la sorpresa.
…No aparece el celular, la cadena de oro que había en una gaveta parece que se la tragó la tierra y hasta el dinerito guardado bajo el mantel para pagar la luz desaparece como por arte de magia.

¡Y qué decir de los robos a plena luz del día, en pleno centro de la ciudad!

El otro día, a las 11.00 de la mañana, frente al club Quisqueya en la 27 de Febrero, una dama fue asaltada a punta de pistola; en esos mismos días se supo de tres mujeres a quienes les fueron arrebatadas sus cadenas de oro de sus cuellos.

Esta modalidad de robo sorpresa la ejercen unos jovencitos que, luego de cometer el hecho, suben rápidamente a una motocicleta conducida por un compañero que le espera y huyen sin que sea posible darles alcance.

Pero, oigan ésta: el otro día una joven señora que estaba sentada en un banco de la catedral Santa Cruz, rezando, de repente vio sentarse a dos haitianos, uno a su izquierda y otro a su derecha. Sin ruido alguno, como en secreto, los extranjeros obligaron a la dama a entregarles dos anillos de oro que portaba, incluyendo el de su graduación. ¡Un asalto en la iglesia, Dios santo!

Así de frágil está la seguridad ciudadana. Así de sencillo a cualquiera le roban hasta el alma, y ni hablar de los delincuentes que, poseídos por un demonio que se llama droga, asaltan hasta a los mendigos a punta de chagones (armas de fuego de fabricación casera), malogran a gente inocente con armas blancas, de las que denominan “saca hígado”, violan niñas y cometen toda clase de atropellos.

No es que hagamos justicia por nuestras propias manos, pero cada quien, como decimos en buen dominicano, “debe andar chivo”, evitar roces físicos con extraños en las calles, no confiar en nadie, no abrir nuestras puertas a desconocidos, evitar caer en las trampas de la maldad, estar despiertos ante una delincuencia que no duerme, y aunque duela decir esto, pero para que la cruz vaya a mi casa, que vaya a la ajena.
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BIEN POR MIGUEL VARGAS MALDONADO

Por Fernando Rodríguez C.
Hay que felicitar, por atinada, la decisión del presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ingeniero Miguel Vargas Maldonado de eliminar la candidatura a diputado del señor Julio Romero, envuelto en el escándalo de violación y embarazo de una menor a quien negó la paternidad y manutención de la criatura, teniendo la madre que someterlo a la justicia para que asumiera sus responsabilidades.

Creo que la saludable decisión debe extenderse, como señal de adecentamiento del ejercicio de la política, a las candidaturas del “Chino” traficante de chinos y a la del vago que sin asistir un solo día al Congreso, tuvo el tupé de cobrar sueldos y demás incentivos por cuatro años y ahora aspira a que lo premien con la sindicatura de Santiago.

Me refiero al diputado por La Vega, Radhamés Ramos García quien pretende repetir en el cargo pese a su pasado delictivo de tráfico de indocumentados, acción por la que fue condenado por la Justicia; y a su tocayo Radhamés Fermín de Santiago, quien cobró cuatro años sin trabajar en la Cámara de Diputados y ahora es candidato a alcalde por el PRD.

Ese tipo de situaciones, que no son exclusivas del PRD, son las que alejan a las personas decentes del quehacer político dejando esta actividad al tigueraje adinerado que a base de dar y “resolver” a los compañeritos de las bases, son capaces de obtener las mayores puntuaciones en las encuestas que haga su partido y hasta en las urnas, como paso con el “Chino’’.

En el caso de Julio Romero, influyeron las protestas contra su inminente repostulación al cargo de diputado realizadas por un grupo de damas presididas por la dirigente feminista Lourdes Contreras y siguiendo este ejemplo, empezaron ya a empoderarse otros grupos sociales para forzar a los partido a presentar en sus boletas congresionales y municipales a sus mejores hombres y mujeres.

SANTO DOMINGO, D.N.
22 de Febrero del 2010


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lunes, 22 de febrero de 2010

La independencia dominicana (¿ ?)

Por Isaías Ferreira Medina

Este 27 de febrero, como otros anteriores, muchos dominicanos, dondequiera que estemos, elevaremos con respeto nuestras frentes a las alturas, henchido el pecho por el orgullo patrio, para conmemorar un aniversario más de nuestra independencia, gestada en 1844.

Las ofrendas florales a los padres de la patria abundarán a lo largo y ancho de la República y dondequiera que haya una estatua o busto de los héroes de la lucha independentista; se izará nuestra bandera tricolor y se entonará el Himno Nacional Dominicano en miles de salas alrededor del mundo y se escucharán las voces emocionadas que discurso tras discurso expondrán las virtudes de los prohombres que sacrificaron todo para legarnos a nosotros la patria.

Y habrá satisfacción en los rostros de los organizadores. Lo cual está bien y es loable.

Lo irónico es que la mayoría de nosotros, incluyendo a los organizadores, acabado el acto, guardaremos nuestro patriotismo en el closet, como si fuera un traje que nos ponemos y quitamos según lo exija la ocasión, hasta la próxima vez que debamos exhibirlo en público. Y nos contentaremos con ser “orgullosamente dominicano” y con citar algunas “frases hechas” de por qué ese orgullo. Mientras, volveremos a la rutina diaria y muchos de nosotros a practicar una vida que en esencia podría ser la antítesis, la negación, de la de nuestros ilustres patricios; volveremos a vivir una vida en consonancia con los vicios y lacras que en su tiempo ellos, o quienes después enarbolaran su bandera de lucha, combatieron. Lo cual, si ellos vivieran, de seguro que también combatirían.

En ese sentido, de enemigos de Duarte está llena la República Dominicana.

Y he ahí nuestra gran falta y lo que todo dominicano consciente debe rechazar. Mientras que en nuestras conciencias las luchas independentistas y restauradoras sean una cosa del pasado, algo muerto, patriotismo “rancio” y “romántico”, como dicen muchos, y no un ideal viviente, que necesita ser atizado constantemente no sólo con ideas, sino con hechos, la celebración de nuestra independencia será un simple ejercicio en el vacío, inconsecuente, que hacemos mecánicamente para calmar nuestras conciencias, y para darnos una falsa satisfacción de legitimidad.

De ninguna manera me opongo ni miro con desdén los homenajes a nuestros héroes. ¡No! Lo que propongo es que no sea éste sólo un evento anual, de un día, en el que se dicen discursos bonitos, sino labor diaria en que nos esforcemos por comprender y difundir el gesto de los Trinitarios, en que analicemos el verdadero significado de sus sacrificios y nos dediquemos a imitarlos, para actuar en consonancia.

Es escoger no ser corruptos, aun se nos presente la oportunidad; es no vender nuestras conciencias; es verdaderamente servir a la patria antes que a sí mismo; es escoger la justicia social por encima de todo; es denunciar con valentía todo lo que sea contrario al desarrollo de la patria como la concibiera Juan Pablo Duarte y los que como él lucharon para preservarla, dispuestos a morir en el intento.

Ser Duartiano, es imitarlo; no es menos que esforzarnos por ser mejores seres humanos, a la altura de la enseñanza y el ejemplo que nos diera Duarte al sacrificar todo en nombre de la causa en la que creyó con firmeza. Muchos de nosotros somos una contradicción andante que trafica con influencias mientras recita las frases filosóficas de Duarte. ¿Hay coherencia?

Reconozco que son otros tiempos, pero como República no hemos superado aún las causas que dieron lugar a las inmolaciones de nuestros héroes llámese éste Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Tavárez Justo, Caamaño, o lleve uno de los nombres de tantos otros que creyeron en una República mejor. Sólo miremos a nuestro derredor para comprobar que están ahí vigentes, entre otras, la miseria, la falta de instituciones confiables, la falta de justicia, las tremendas desigualdades sociales, la corrupción burlona y criminal, el rampante clientelismo político y la tiranía solapada del pudiente. Ni siquiera soberanos somos.

Además, la integridad, ser justos, honrados y abrazar la ética en todos nuestros intercambios sociales, nunca pasa de moda. Lo demás es pura bazofia injustificable.

Aspirar a algo menos que a mejorar la patria, si es posible con fuego, como la soñaron los hombres y mujeres que se sacrificaron en aras de nuestra libertad, es un simple ejercicio en futilidad e hipocresía. Mientras el día de la patria no sea un continuo acontecimiento de superación social que nos acerque a lo que soñaron nuestros patricios, nos seguiremos engañando en creer que con un acto anual honramos sus memorias.

Saludamos con orgullo, y endeudados, el sacrificio de nuestros héroes. Pero es preciso comprender que Duarte, Sánchez y Mella no son seres mitológicos y de leyenda, sino que fueron hombres de carne y hueso, y que más que plasmar simbólicamente su nombre en una calle, un municipio, un puente, o el retrato en el billete monetario devaluado, debemos honrarlos siendo combativos e imitarlos como lo que fueron: conspiradores conscientes, sin temor a ser perseguidos y expatriados, siendo enemigos del status quo, al cual procedieron a cambiar con sinceridad, sacrificando por ello sus vidas.

Debemos la condición de dominicanos a Duarte, Sánchez, Mella y Luperón. Ojalá y en esta oportunidad y las que sigan escudriñemos con profundidad nuestras conciencias y sea el resultado una decisión firme de cambiar el status quo como ellos lo hicieron. Sería la mejor manera de honrar a quienes tanto nos han legado. Presentarles algo de menor valía, es pagarles con moneda falsa.
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domingo, 21 de febrero de 2010

Feliz cumpleaños Isaías Ivanhoe, II

Este jovencito es Isaías Ivanhoe, II, quien cumple 9 años de edad. Sus padres, Iván y Sheri; sus abuelos: Isaías y Julia; Donald y Carolee; sus bisabuelos Vitalino, Felicia y Senovia, y sus tíos Arlette, Julio, y casi una centena más de tíos y primos, les deseamos que siga cumpliendo muchos más.



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sábado, 20 de febrero de 2010

ENERO DEL 2010: Los 100 Años del Poeta Azuano Héctor J. Díaz

Por Juan Carlos Espinal
Cortesía de Con Punto y Coma

Héctor José Díaz nació en la ciudad de Azua de Compostela el 21 de Enero del año 1910. Locutor, escritor, declamador, trovador y poeta. Estrella que brilló con luz propia en el difícil y escabroso sendero del arte en la República Dominicana.

Desde su infancia en Azua, sus compueblanos oían con deleite, esa oratoria fácil y brillante que brotaba a raudales cual si fuera el Dios Apolo inspirado en el Olimpo.

Aún recuerdan los azuanos octogenarios, a este singular decidor de versos enseñoreado en las ventanas de beldades de su tierra, en la compañía de insignes trovadores hijos de Compostela, entre los cuales puedo citar al inolvidable Armando Pérez Hardy, al que tuve honor de conocer y tratar, al casarse con mi pariente Iluminada Caamaño con quien procreó una hermosa y ejemplar familia.

Héctor J. Díaz durante años, ha sido subestimado por quienes a base de falacias transforman los medios periodísticos, no en las fuentes para obtener informaciones fidedignas y enriquecedoras, sino en vulgares páginas alienantes al servicio de espurios intereses.

El bardo azuano con toda su grandeza, no figura en esas antologías contaminadas ex profeso por manejadores de opinión pública en los asuntos literarios y poéticos.

Apóstatas carentes de principios, claudicantes de vergüenzas que se postran cual lacayos, bajo el manto putrefacto de esa burguesía que reniega aceptar que Héctor J. Díaz no fue poeta por voluntad de las élites, ni se arrastró pedigüeño en busca de limosna.

Fue poeta por elección y voluntad de un pueblo identificado con esa elocuencia viril, con ese arte genuino que generoso regaba por doquier, memorizando sus poemas y cantando sus canciones.

Por encima de las mezquindades de la llamada aristocracia, las figuras de más renombre en el parnaso nacional fueron pródigas al emitir sus consideraciones sobre este genial sureño, romántico y bohemio.

Para Don Héctor Incháustegui y Cabral, fue un poeta fuerte y perdurable, que en parte tenía tinturas de poesía negroide y un ritmo inmejorable, donde prevalecía un estilo limpio, repleto de imágenes claras y llenas de vida.

Don Franklin Mieses Burgos decía de él lo siguiente: “Poseía una personalidad única e inconfundible. La de no imitar a nadie. Razón por la cual, en su verso ágil y sonoro, jamás podremos encontrar el grillete mohoso del esclavo, ni mucho menos la humillante librea de un lacayismo bochornoso. Él era él en él mismo.

Por su parte Don Juan Lockward, el impertérrito Mago de la Media Voz, se pronunciaba de esta forma: Fue antes que nada poeta. Espontáneo, natural y de fácil estro; jovial e ingenioso a quien recuerdo siempre como ente inolvidable y un amigo insustituible.

El Periodista Miguel Ángel Peguero Hijo, fue la excepción al hablar Héctor J. Díaz, fue el último juglar dominicano, un juglar que arropó de amargura sus últimas canciones. Es de entonces que su verso, sencillo o desconsolado, apasionado o candoroso, irónico o tierno, deja escapar sin quererlo un acre aroma fúnebre, como esas rosas solitarias abiertas junto a una tumba.

Parte de su vida, la dedicó a la ingente tarea de impulsar la presentación de artistas en el interior del país, en una nueva faceta de su profunda sensibilidad.

Valiente y osado, amigo sincero a carta cabal. Decía lo que pensaba de frente, no sabía fingir ni mentir. Era cual fenómeno en una sociedad veleidosa.

Falleció en la Ciudad de New York el 30 de Julio del 1950. Sus restos mortales descansan en el Panteón de los artistas en el Cementerio de la Avenida Máximo Gómez de la ciudad capital.

El amigo de siempre, compañero en orgiásticas serenatas; el locutor Alfonso Martínez, realizó la recopilación de sus mejores poesías y las publicó como homenaje póstumo.

LO QUE QUIERO
Héctor J. Díaz

Que nadie me conozca y que nadie me quiera
Que nadie se preocupe de mi triste destino
Quiero ser incansable y eterno peregrino
Que camina sin rumbo porque nada lo espera.

Que no sepan mi vida
Ni yo sepa la ajena
Que ignore todo el mundo
Si soy triste o dichoso.

Quiero ser una gota
En un mar tempestuoso
O en inmenso desierto
Un granito de arena.

Caminar mundo adentro, solo con mis dolores,
Nómada, sin amigos, sin amor, sin anhelos,
Que mi hogar sea el camino y mi techo sea el cielo,
Y mi lecho las hojas de algún árbol sin flor.

Cuando ya tenga polvo de todos los caminos,
Cuando ya esté cansado de luchar con mi suerte,
Me lanzaré en la noche sin lunas de la muerte
De donde no regresan jamás los peregrinos.

Y morir una tarde,
Cuando el sol triste alumbre
Descendiendo un camino
O ascendiendo una cumbre
Pero donde no haya quien me pueda enterrar.

Que mis restos ya polvo los disipen los vientos,
Para que cuando ella sienta remordimientos
No se encuentre mi tumba,
Ni me pueda rezar.
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El arte de convivir

Por Lavinia del Villar

“La virtud más útil en la vida social es la tolerancia.”
Pequeño Larousse.

Triunfar en sociedad es una tarea que requiere de mucho esfuerzo, y cuyo mayor reto es aprender a vivir con las personas que no nos gustan, las cosas que no nos gustan, y las situaciones que no nos gustan.

En todas las relaciones hay cosas en común y puntos diferentes, que son los que realmente deciden si la relación permanece o se rompe. Estar de acuerdo con el que está de acuerdo con nosotros, es tarea fácil; respetar y considerar las maneras de pensar, sentir y actuar de los que difieren con nosotros, es tarea de vencedores.

Los seres humanos tenemos la tendencia errónea de juzgar las actuaciones de los demás, según nuestra propia apreciación. En ese juicio involucramos nuestra formación, creencias, carencias, estado de ánimo, grado de aceptación o rechazo a la persona, etc., y muchas veces condenamos sin dar al acusado la oportunidad de defenderse. Es el caso por ejemplo cuando hablamos de alguien sin que esté presente.

En las relaciones laborales, muchas veces y sin darnos cuenta, también se conjugan, si no todos, parte de estos factores, debido a que es en el trabajo donde pasamos la mayor parte de nuestra vida. Es el lugar donde compartimos ideas, metas, logros, caídas, y por ende aunque no sea saludable, terminamos envolviendo los sentimientos, ya que nuestros compañeros de trabajo se convierten en parte de nuestra familia.

Por eso, aunque a menudo decimos “Nuestra relación es estrictamente laboral”, no deja de inquietarnos cualquier desavenencia que se nos presente en ese entorno. Los celos profesionales por ejemplo, son muy comunes en el ambiente laboral, porque regularmente se produce allí una lucha interna por liderazgo.

De todas formas, la única verdad es que somos humanos y como tales nos equivocamos. Así que permitamos que los que comparten nuestro tiempo también se equivoquen, aprendan de sus errores, y crezcan a través de sus tropiezos, porque como dice Tagore, “Si cierras la puerta a todos los errores, dejarás fuera la verdad”.

Seamos tolerantes con los demás, pero siempre entendiendo que eso no significa permitir que otros hagan lo que consideramos inaceptable, incorrecto o inadecuado.

No olvidemos que hay dos partes importantes que se deben involucrar en nuestras relaciones, no importa si son personales o laborales: La razón y el corazón, porque definitivamente eso es el Arte de Convivir.
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jueves, 18 de febrero de 2010

Ramón de Jesús Martínez (Pepeguén)

UN PERSONAJE PREEMINENTE
Por José Alfonso Peralta

Cortesía de Universalcable.com.do

MAO.-.-Nació el día 15 de enero de 1930 en un campo llamado Los Cercadillos de la ciudad de Santiago Rodríguez. Fueron sus padres Angélica Martínez, ama de casa, y Bienvenido Vásquez, agricultor.

Nuestro personaje ha procreado 13 hijos con diversas mujeres, de lo que él mismo dice, no arrepentirse.

Desde los 14 años comenzó a jugar béisbol con pelotas de soga; dos años más tarde, cuando llegó a esta ciudad, se dedicó más a la vida deportiva. Recuerda que en ese entonces le apodaron el avión, por sus habilidades para correr y su peculiar forma de lanzarse de cabeza a las bases.

Se involucró en equipos de distintos barrios de la ciudad, lo que le permitió aumentar su interés y conocimientos en el deporte rey de la República Dominicana.

Su primer año en el béisbol amateur lo jugó en el año 1951 en la ciudad de Santiago de los Caballeros, donde permaneció hasta 1955 y un año más tarde inició su participación con el equipo Central Esperanza hasta el año 57.

Nuestro personaje, cuya especialidad era el pitcheo, jugó beisbol en diversas ciudades del país, entre las que podemos citar Luperón, Monción, Las Caobas, Laguna Salada y Santo Domingo, donde participó en los Juegos Nacionales del año 1977.

En el año 1967 viajó a la ciudad de Puerto Rico como selección nacional para representar a la República Dominicana en un torneo internacional.

Como lanzador tiene un récord de por vida de 196 juegos ganados y 104 juegos perdidos.

Durante su carrera de lanzador, por su capacidad y habilidades tuvo que participar en ocho doble juegos, entre ellos dos que se extendieron a 20 entradas.

Asimismo, recuerda como logros en su trayectoria el haber lanzado en tres juegos sin hits, lo que le trae satisfacción por lo difícil que es lograr esa hazaña.

Otra proeza que se inscribe en la lista de logros de este personaje fue el récord de más ponchados en un estadio bajo luces en la ciudad de Santiago, donde logró abanicar a 17 bateadores.

Durante 12 años consecutivos, nuestro homenajeado fue líder en efectividad.

En el año 1974 vino a Mao el equipo Goya desde Nueva York y durante su estelar participación como pítcher contrario, logró el máximo galardón en juegos ganados y perdidos.
En el año 2000, nuestro personaje preeminente dirigió el equipo selección de béisbol de la provincia Valverde en los Juegos Nacionales de la Romana, donde los valverdenses obtuvieron medalla de oro.

Desde el año 1960 hasta la actualidad se ha dedicado a dirigir equipos de béisbol integrados por niños, jóvenes y adultos.

En el 63 fue Presidente de la Liga Campesina que hoy día lleva su nombre, mientras que en el año 1967, junto a los también deportistas Berto Batista, Archivaldo Taveras, Hipólito Lozada y Antonio Espinal, fundó la Asociación de Béisbol de la provincia Valverde.

Estamos hablando de Ramón Martínez, mejor conocido como Pepeguén, quien en el año 1993 se retiró de su agitada vida deportiva, pero no del todo, porque en ese año fundó el equipo de las Viejas Glorias, y también contribuyó al desarrollo del béisbol femenino.

Pepeguén se ha caracterizado por los estrechos vínculos que les han unido al desarrollo del deporte, no sólo en la práctica de béisbol, sino también en la dirigencia y en la organización del movimiento deportivo, por lo que le consideramos como un personaje preeminente.
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La Revolución Agrícola de Musié Bogaert en Mao (II)

Por Rafael Darío Herrera R.
El autor es historiador y en la actualidad funge como Subdirector Ejecutivo del Archivo General de la Nación

Primera parte

Con esta obra se inició en Mao una verdadera revolución agrícola. A modo de ensayo, se sembraron 10 tareas de arroz aplicando las técnicas de la agricultura moderna: roturación de la tierra, mureo, nivelación, reguío, fertilización, desyerbo, etc., las cuales eran desconocidas tanto por los agricultores nacionales como por los nativos de aquí...

La Construcción del canal de riego

El hito más relevante en la historia de Mao tuvo lugar cuando el ingeniero belga flamenco Louis Libert Bogaert (1866-1935), basándose en cálculos topográficos, determinó que el río Mao estaba situado a una altura superior a la del valle del mismo nombre, y ante la mirada escéptica de los maeños, emprendió el 1º mayo de 1918 la construcción de un pequeño canal de riego que partía desde el paso del Mamón en el río Mao hasta el Palmar de Hatico, con una extensión de 7 kilómetros y una inversión de siete mil pesos.

Para la construcción de la obra, Musié Bogaert debió contar con la autorización de los propietarios de los predios por donde pasaría el canal, entre los cuales se encontraban Juan Colón, Domingo Bonilla, Benjamín Peña, Félix María, José Dolores Madera, Julio Enrique Madera, Rafael Reyes, Ramona Lozano, Manuel de Js. Güichardo, Alejandrina Reyes, Estanislao Reyes y Agustín Rodríguez.

En la construcción de la obra, dirigida por Alberto Bogaert y Juan Rosario, participaron decenas de jornaleros haitianos y campesinos locales, quienes laboraban por vez primera a cambio de un salario. Por cada jornada laboral, que se extendía desde las seis de la mañana hasta las cuatro de la tarde, los jornaleros percibían la pírrica suma de 20 centavos, lo que provocó la paralización de la obra el 29 de julio de ese año. Este hecho debe quedar registrado como la primera huelga acontecida en esta provincia. De esto dio cuenta el periódico La Información de Santiago.

El 28 de diciembre de 1918, a las 5 de la tarde, corrieron las aguas a modo de prueba por el esperado canal, que llegaron a las 11 de la noche al palmar de Hatico y hasta allí acudió todo el pueblo con jachos de cuaba y velones encendidos a contemplar la regola. Según la Gaceta Oficial, Bogaert solicitó al Gobierno Militar norteamericano que le asignara una dotación de 0.674 metros cúbicos de agua por segundo para irrigar unas 539 hectáreas.

Con esta obra se inició en Mao una verdadera revolución agrícola. A modo de ensayo, se sembraron 10 tareas de arroz aplicando las técnicas de la agricultura moderna: roturación de la tierra, mureo, nivelación, reguío, fertilización, desyerbo, etc., las cuales eran desconocidas tanto por los agricultores nacionales como por los nativos de aquí, con excepción de las áreas cañeras. Antes de eso Bogaert había sembrado plátano, algodón, yuca, batata, maíz, etc.

Siguiendo el ejemplo de Musié Bogaert, en los primeros meses de 1922 los maeños dieron un valioso ejemplo de integración comunitaria cuando constituyeron la Sociedad de Regantes, cuyos mayores accionistas fueron José Espinal (padre de Luis casona, 7 acciones por $2,800), Rafael –Feso- Madera, Mercedes Inoa, Jaime Tió y Casiano Gómez con 4 acciones (a $400 cada una). A esta organización se integró desde sus inicios el carismático caudillo noroestano Desiderio Arias así como los árabes Salomón y Nazín Haddad. El canal, inaugurado el 1º de abril de 1923, con la presencia del presidente de la República, Juan Bautista Vicini Burgos, tenía una extensión de 12,300 metros. Ese día, en un baile celebrado en el club Quisqueya, se coronó a la señorita Ceferina Reyes como Reyna del Agua.

Sin embargo, los integrantes de la entidad confrontaron graves dificultades para poner a producir las tierras, pues quedaron descapitalizados. Para cultivar la tierra se requerían diversos procesos: desmontar los predios, rotulación, nivelación, construcción de muros, adquisición de simientes, pago de mano de obra, etc. El costo promedio en la época para la tumba, tala y quema de una tarea de bosque era de $3.00.

En septiembre de 1935 los agricultores de Mao le dirigieron una carta a Trujillo en la que exponían las dificultades materiales por las que atravesaban y solicitaban la ayuda del Estado. Pero en lugar de ayudarlos, el dictador los despojó del control del canal y le otorgó preferencia en el uso de las aguas a la Hacienda San Rafael que funcionaba en unos terrenos que eran propiedad del general Desiderio Arias a quien Trujillo había liquidado en 1931.

Pero el hecho más relevante que debe resaltarse es que la actividad productiva de Mao todavía depende de la existencia de esos dos canales, ambos resultado de la iniciativa privada. Sin esos canales simplemente no hubiera agricultura y esta fértil región no hubiera tenido la capacidad que exhibe en la actualidad para producir alimentos. Mao es la única ciudad del país atravesada por dos canales de riego.

Lunes, 24 de diciembre de 2007
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miércoles, 17 de febrero de 2010

Atardecer maeño

Agradecemos la gentileza de Joan David Santos Ferreira (nuestro sobrino), por enviar estas fabulosas fotos. Dice Joan:

Le adjunto algunas fotos de un atardecer maeño que tomé por allá en Diciembre, desde el Complejo Deportivo, donde se celebraron los Juegos Nacionales, Mao '97.

Fue un día totalmente nublado y de repente, a eso de las 6pm, algunos rayos del sol se dejaron ver y dio una luz anaranjada increíble que daba de frente a las casas y los negocios frente a la casa de Papá (Vitalino). Ahí papi (Juan Santos) y yo decidimos ir velozmente al Complejo a ver qué salía de allí y como pueden ver parece un cielo en llamas.


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martes, 16 de febrero de 2010

EL FRAUDE DEL GAS: CRIMEN CONTRA LA SOCIEDAD

Por Fernando Rodríguez Céspedes

Robar siempre es delito; pero robar a los más pobres, es criminal.

Pienso en los indulgentes del sistema de subsidios denominado Bonogás.

Pienso en los infelices que tienen que hacer malabares para reunir el dinero para comprar un cilindro de gas.

Pienso en los mal pagados empleados públicos y privados que tienen que diezmar su presupuesto para comprar gas.

Y hasta en los choferes de carros públicos y privados, taxis y minibuses cuyos vehículos funcionan con sistemas de gas.

Todas estas personas son víctimas de comerciantes inescrupulosos que les roban desde un 50 hasta un 20 por ciento del contenido de los cilindros que llevan a llenar a las estaciones de expendio.

Y lo peor del caso es que tienen años cometiendo fraudes en contra de la gente del pueblo, acumulando millones de pesos mal habidos para al final ser sancionados con una medida de coerción, una que otra multa y el cierre por dos o tres días de las máquinas de expendio preparadas para el fraude.

Pero algo es algo, en un país donde la impunidad constituye el principal aliciente para los corruptos de siempre tanto en el sector privado como en el público.

Antes, los pocos inspectores de la Dirección Nacional de Normas y Sistemas de Calidad (DIGENOR) que se dignaban verificar estos fraudes se limitaban a sugerir a los administradores y dueños de estaciones de expendio que calibraran sus máquinas correctamente

Ahora, con la creación del Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor), las cosas han cambiado por la facultad legal que tiene este organismo de someter a la justicia a los infractores, y lo está haciendo y denunciándolos públicamente lo que constituye una sanción moral adicional.

Y se denuncia públicamente porque al frente de Pro Consumidor está una persona que desde sus tiempos de combativa reportera radial, en los doce años de Balaguer, ha demostrado su identificación con los mejores intereses del pueblo sin temor a las consecuencias de tal osadía
.
Bien pudiera la licenciada Altagracia Paulino de Toribio, Altagracita, como se le conoce y se le llama por su sencillez, vivir tranquilamente disfrutando de su estatus de casada con uno de los funcionarios más importantes del área económica del país, sin embargo, su decisión es firme y así lo ha proclamado ante las reacciones de los poderosos que no admiten ser tocados ni con el pétalo de una rosa a pesar de sus desafueros.

Pienso que la sociedad, representada por sus mejores hijos e instituciones, debe respaldar, sin reservas, la cruzada que en defensa del maltratado y abusado consumidor ha iniciado esta valiente francomacorisana junto a otras entidades oficiales que les sirven de soporte técnico y legal como DIGENOR y la Fiscalía.

Por su parte, los jueces que conozcan los sometimientos por fraude en el expendio de gas tienen una gran responsabilidad ante el pueblo víctima de un delito que por las implicaciones y daños que conlleva en perjuicio de las clases más necesitadas, puede considerarse un delito de “lesa sociedad”.

Porque, si los poderosos distribuidores de gas sometidos a la justicia logran con su influencia económica, política y hasta militar, doblar el brazo de la ley, hay que olvidarse de la defensa del consumidor en otros muchos casos de robo y especulación que tiene en agenda Pro Consumidor, y lo que es peor, las expectativas y esperanzas de un pueblo secularmente engañado, nuevamente se habrán perdido.

SANTO DOMINGO, D.N.
15 de febrero del 2010
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Amanecer maeño

Por Pedro Pablo Jiménez

 Saludos a todos: quiero compartir la belleza de los amaneceres maeños, que son tan espléndidos como cuando se acuesta en nuestros arrozales el protagonista de las fotos. Estas fueron de esta mañana camino a la finca (16 de febrero 2010), detras de los multi de Hatico.






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lunes, 15 de febrero de 2010

Hola

Por Rafelito Marrero

El autor es un destacado hijo de Mao. Poeta, compositor galardonado, ganador de premios tan prestigiosos como el John Lennon Festival, en la ciudad de New York, en el año 2000, y productor de Radio, el Sr. Marrero es un emisario cultural que ha dejado huellas profundas en todas las ciudades de los Estados Unidos en que ha residido. En el futuro haremos una entrevista extensa a este distinguido ser humano que se da a querer de todos quienes le tratan.

Hola, ex-amor,
al fin que ya me he dado cuenta,
que ya no extraño tu presencia,
que solo fuiste en mí un error,
hola, sin rencor.

Lo que te digo lo he pensado,
no quiero estar más a tu lado
pues para mi es lo mejor.

Hola, te diré,
una y mil veces que te encuentre,
acompañado de otras gentes,
porque yo fui quien te dejé.

Si me amaste ayer,
ya eso es cosa del pasado,
no quiero estar más a tu lado,
ya ese momento superé.

Hola y nada más,
no quiero nunca explicaciones,
ni vivir más desilusiones.

No digas nada, por favor,
ya me acostumbré
a ver las cosas diferente,
ya no te tengo en mi mente,
y sé que nunca te tendré.

Quiero ser feliz,
caminar por otros caminos,
averiguar lo que el destino
ha preparado para mí.

No renunciaré
ni recordaré mi pasado,
y cuando venga otro a mi lado,
con mucho gusto le diré,
hola, nuevo amor,
hola a la ilusión,
hola.
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domingo, 14 de febrero de 2010

Creciendo en Mao (III): el comercio

Cosas de Mao
Por Isaías Ferreira

Vínculo a Creciendo en Mao-II

Vínculo a Creciendo en Mao-I

A finales de los años de 1950 y a través de los de 1960, como he dicho, Mao era breve. Apenas lo componían 5 barrios y el centro de la ciudad. A grandes rasgos, los barrios principales eran el Rincón, las Trescientas, los Cambrones, Sibila, y Hatico; Yerba de Guineas era diminuta, con Cuta Vargas como su habitante más celebrado; los Cajuiles apenas comenzaban a tomar forma, aunque era un barrio bastante extendido. Estaban, además, las cuarentas, pequeña también, y el barrio del Samán.

La posición geográfica del pueblo y lo incómodo de las carreteras, lo mantenían un poco aislado. Para entrar a Mao, había que salir de la carretera principal, la que lleva a Montecristi. Después de Mao, el pueblo principal era, y es, Santiago Rodríguez, que en ese entonces, salvo el Hotel Marién, tenía muy poco para atraer visitantes. Y no es que Mao tuviera mucho más atractivo, aparte del Samoa, y después el balneario Brisas del Mao.

Quizás por ese aislamiento, Mao era un pueblo autosuficiente, con un comercio floreciente.

Desde el bracero que arreglaba y “estiraba bastidores” (1), hasta el talabartero que te arreglaba o hacía una silla de montar caballos, o el hacedor de aparejos o esterillas para aparejar burros: todo aparecía en Mao. Por los alrededores de Salomón Arbaje, estaba la fábrica de colchonetas, hechas de “guata, algodón y capó”, como decían sus anuncios.

En Mao abundaban los zapateros que te ponían desde una media suela hasta un remiendo en los zapatos. Recuerdo a Chichito, al timbre (el Chino), a Dermis, a Chiche. Había otros no menos importantes. Mao tenía hasta una fábrica de zapatos por los alrededores del mercado municipal. Al dueño le llamaban Antonio, el gordito.

Los barberos que recuerdo con cariño: a Siboney Madera y a Elido Güichardo.

Mao tenía su central de meteorología, aunque no lujosa, sí funcional. Los encargados de esos menesteres eran el Sr. García y sus hijos Máximo y Nelson. ¿Quería saber cuántas pulgadas de lluvia cayeron en el pueblo durante el último chubasco? Los pluviómetros de esa entrañable familia se lo decían. No creo que fueran capaces de hacer pronósticos, pero para eso estaba meteorología, en la capital

Debido a la presencia de la Grenada Company, que utilizaba helicópteros para regar sus guineos con insecticidas y pesticidas, hubo en el pueblo un helipuerto, en Sibila.

¿Necesitaba un plomero? Toila Minaya, Gasó o Rafael Herrera le resolvían. Si necesitaba una cama de camión o camioneta, ahí estaba Ramón Bonilla con sus hijos Euclides y Simán para hacer un trabajo extraordinario. ¿Necesitaba muebles a su gusto? Neo “el tornero”, era el hombre ¿Darle lustre a los muebles de palito? No había problemas, Ramón y Neo, otra vez.

Mecánicos los había de muy buena fama: Andrés Liranzo, Coty, Cory, Joselito, Josesito, casi todos excelentes tanto en vehículos de gasolina como de gasoil. Juanito Núñez, en las Trescientas, era el especialista de carros Austin. Siendo la bicicleta uno de los principales medios de transporte en el pueblo, había un par de hermanos (Blanco y Orlando) quienes eran excelentes mecánicos en ese ramo. En las Trescientas también estaba “Papaíto” y sus hijos, Chiqui y Chandy.

Los choferes abundaban. De Camión estaban Piquilín, Ramón “Cana”, Monino (que creo manejaba desde los 13 años) y unos cuantos más. Recuerdo a Coplé, a Ñeño, y a Pomplín, hermanos los tres, quienes viajaban a diferentes puntos del país. Los choferes de carros públicos que recuerdo: a Mon Espinal, a Chilo y a Antonio Tavera. Estos últimos tenían carros de lujo, Chevrolet Impala, equipados con toca cintas de “8-tracks” y aire acondicionado, y generalmente iban “fletados” a la capital o donde fuera. También recuerdo a Felito Núñez, a quien los amigos de Juanito, su hijo, le llamábamos “la volanta gris” (por manejar un Austin gris). El más famoso de los choferes de Mao en su tiempo creo que fue “Chanfla”, por lo alborotao y campechano, a quien le decían “la saeta”, por su fama de andar rápido. Todavía recuerdo un anuncio que tenía Chanfla en una emisora de Santiago: de Mao a Santiago, Chanfla pa’quí y chanfla pa’llá. El “caballo” era un joven chofer que se ganó su sobrenombre porque si alguien lo “punchaba” (lo tocaba en los costados), como acto reflejo tiraba una patada hacia adelante.

A los limpiabotas que más recuerdo: Papo, en el parque, y a Mañé, por las inmediaciones del mercado.

Para pintar vallas (en el play municipal o el play de softball), no había gente con más pericia que la que exhibían los hermanos Federico y Oscar Peña. Federico emigró a los Estados Unidos y renunció a la pintura, pero Oscar siguió pintando. No sé donde están hoy.

Las ropas eran hechas a la medida, por eso las costureras (¡muy buenas!) y los sastres eran muy populares en el pueblo. Entre las primeras recuerdo a Filomena Núñez, a Ligia, a Chin, a María Diloné, y entre los sastres, a Toño Colón, a Coté (quien fuera una escuela para otros sastres que surgieron en el pueblo, entre ellos el hoy ingeniero Isidro Ventura, un tremendo sastre en su tiempo. Según tengo entendido, por ahí también pasó el amigo Berto Almonte), a Nicolasito, y muchísimos más. Entre la juventud de entonces, las camisas que causaban sensación eran las llamadas “Tineyi”, que constaban de un botón a cada lado en la parte inferior. Se usaban por fuera. ¿Te acuerdas, Juan Colón?

El comercio de Mao (tiendas y establecimientos) tenía algo peculiar: en su mayoría se concentraba en la calle Duarte, en una franja que iba desde el parque municipal hasta la calle Talanquera, salpicando un poquito la calle 27 de febrero, por los alrededores de la Independencia. Alrededor del parque estaba el teatro, primero el Jaragua en las Hermanas Mirabal, al lado de los del Villar, y luego el Elda (2), que al lado tenía el restaurante de Manchado. Por ahí mismo, detrás del teatro, en la Máximo Cabral, estaba la fábrica de vinagre y sazonador (páprika), Patrón Santiago, de Chichito Rodríguez. Frente al parque estaba (y está) el Samoa bar; una ferretería al lado de don Manuel Tineo, que luego se convirtió en el Colonial (bar), y la barra de Milito, en la esquina de la Duarte con Hermanas Mirabal.

En la misma Duarte, caminando hacia Sibila, estaba (o está) la panadería Reyes. La otra panadería que recuerdo es la de Mallía, en Sibila, detrás del bar Jimenoa.

Caminando por la Duarte, desde el parque, pero esta vez hacia la entrada del pueblo (Hatico), podíamos encontrar la fabrica de hielo de Yuyú, el hotel Central, la foto El Arte (de Quírico Güichardo), la farmacia Bogaert, la barra Central, la ferretería el Paraíso, la Dalinda, la Farmacia Mao, la Castianola (de Ligia de Núñez), enfrente de ésta estaba el hospital Luís L. Bogaert (luego guardería infantil); más adelante la tienda Ferreira, la tienda de Fello Reyes (Buy Buy), frente a la Opera; más abajo, la tienda Tejada (de Chelo y Minerva) y más allá la foto Viena, de Rafael Reyes. En la Talanquera estaba, además, el almacén de Fausto (creo que de apellido Herrera), la tienda de Estanislao Ferreira (antes de unirse a Vitalino) y frente a él, la farmacia Santa Rita. Todo concentrado en aproximadamente 7 cuadras.

Fuera de esas inmediaciones, las tiendas más populares eran la Mano Poderosa, en Sibila, y la tienda de “Tango”, en las Trescientas.

Las esquinas más activas eran las que formaban la calle independencia con la 27 de febrero. En una esquina estaba don Emilio Reyes, en la otra Manuel “el Portugués”, en el frente estaba el mercado municipal de verduras (donde después estaría el supermercado la Buena Esperanza de Polín Amaro y la repostería de Kin García) y la parada de carros que iban para Santiago y la capital. En la otra esquina (donde está hoy el supermercado Morel), estaba la ferretería Amaro-Peña.

Del mercado de verduras, cuando estaba en la 27 de febrero con Independencia, recuerdo a una persona con cariño, su nombre era Ernestora.

Excepto por la Dalinda y la Opera de Mao (de un comerciante español), que eran solamente de telas, todas las tiendas eran mixtas (mitad colmado y mitad tienda de ropas). En las de Fello Buy-Buy y don Emilio, se podía encontrar desde andullos (tabaco solidificado en un tubo, que era usado para picadura de cachimbos) hasta aparejos y ropa.

Otro sitio de mucha actividad era (y es) la parada situada en la salida para Pueblo Nuevo, Monción y Santiago Rodríguez. Chanito, con su ayudante la Macana (hoy ingeniero civil), se destacaban por el mondongo y la boruga que servían. Quizás la mejor boruga y el mejor morir-soñando, sin embargo, eran los de don Pepe, que estaba situado en la Mella, entre la Duarte y la 27 de febrero.

Las “marchantas” y los buhoneros eran muy activos, también. De vez en cuando aparecía uno que otro vendedor ambulante que venía de “otras tierras”. Los dos más notorios eran “Puerto Rico a pie” y al que le decíamos “Jojojojo”. Puerto Rico a pie llegaba con dos bultos repletos de cosas desde espejitos, gorras, estampas de peloteros, hasta LPs usados. El Jojojojo, como le decíamos se concentraba en cosas como agujas, dedales y elástico (que él decía era para jojojojo, por no decir para “panties”, que en esos tiempos eran mayormente de fabricación local; según tengo entendido).

Dentro de lo que se consideraba el centro del pueblo, había uno que otro bar. El bar Cidra, de Nanito, estaba frente a Chelo y Minerva, en la Duarte. Allí se celebraban los famosos concursos y maratones de baile en que participaban parejas desafiando a un tal “torito”, quien duraba días consecutivos bailando sin parar y los concursos de los “casquetes de oro molío”, que eran a base de las etiquetas del “cara e’ gato” de Bermúdez, las cuales usted coleccionaba y podía usar para ganar premios en efectivo. El bar Colón, de Francisco Colón, estaba en la Independencia casi con Gregorio Aracena. Los otros bares que se consideraban “decentes”, eran el Casino bar, de Faustino Rodríguez, que luego fue sustituido por el Típico, ambos en la Mella, en el Rincón. Por supuesto, en los llamados suburbios abundaban los bares de otra reputación. Entre los más sonados estaban Tomasina y el bombillo Rojo, pero yo de eso no sé.

Al caer la tarde, abundaban los sitios de carne azada, morcillas, longanizas, butifarras (3) y fritos, en casi todos los barrios. Recuerdo a Dña. Rosa (donde comí las mejores butifarras), cerca de Chelo y Minerva; y a Amalia, en Sibila

Mao, pueblo luchador, sigue siendo como entonces un pueblo pujante y trabajador. Siento gran orgullo cuando escribo estas crónicas, pues ninguna de las personas que menciono, aunque para ellos su labor de cada día era una forma de sobrevivir, fueron anónimas para mí, sino seres humanos a quienes respeté y admiré, y admiro, por su tesón. Espero haberles hecho justicia.

Notas:

(1) Las camas de dormir más populares de entonces constaban de un cuadro de madera que soportaba un “bastidor” (hecho de alambres tejidos); el bastidor a su vez era el soporte de la colchoneta, la que creaba una superficie más o menos flexible, suave y confortable para dormir. Con el tiempo, los alambres perdían su tensión. Para estirarlos, se necesitaba un experto.

(2) Antes de estar ahí el teatro Elda, estaba la escuela secundaria Presidente Trujillo (luego Eugenio Deschamps) y la biblioteca pública. Don Leo Ricardo era tanto el director de la secundaria, como el celoso bibliotecario. En esa biblioteca se podía oír hasta el zumbar de una mosca de lo silenciosa.

(3) Las butifarras, eran (o son) bolitas de carne, muy parecidas a las longanizas, pero más picantes.
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sábado, 13 de febrero de 2010

Bachata, ¿nuestro ritmo nacional?

DO-RE-MI
Por Juan Colón

Hemos visto con el correr de los años cómo la Bachata ha ido desarrollando su naturaleza, cultivándose, y logrando entrar a lugares jamás soñado por el merengue.

Muy contrario a lo que ha pasado con el merengue, que ha ido desmejorando hasta convertirse en un merengue que jamás llegará a los lugares donde un Johnny Ventura, Wilfrido Vargas y Juan Luis Guerra lo llevaron.

Los hechos se fueron sucediendo en una cadena de éxitos y de repente ésta se detiene para dar paso a unas fusiones que como reacción en cadena le han ido restando calidad musical e interpretativa a nuestro merengue.

En contra de quienes lo defienden a como dé lugar, es una verdad que no quieren aceptar, el merengue está en su etapa de desintegración definitiva a menos que surjan intérpretes con clase y fuerza para reconquistar los mercados internacionales, a los cuales no llega el merengue actual por no ser del agrado, y mucho menos del consumo, de un público que asimiló el merengue en sus etapas de calidad: la de Johnny, Félix, Wilfrido, Sergio, Fernandito, Ramón Orlando, Dionis Fernández y, el más trascendental, Juan Luis Guerra.

El éxito de Juan Luis Guerra, es de conocimiento de todos, no obstante tener muchos merengues de excelente calidad, tuvo en la bachata su gran baluarte. Su fusión de la bachata con las armonías de la música pop lo hicieron ser el eje central de la internacionalización de este ritmo, al cual siguieron Monchy y Alexandra, y, finalmente, Aventura, conjunto éste que con éxito arrollador ha transcendido a los niveles de los grandes de la música popular latina en todos los ámbitos del espectáculo.

Recientemente hemos podido ver su éxito monumental en el Madison Square Garden, el cual se vieron precisados a repetir y romper las hazañas de muchos grandes que habían abarrotado dicho lugar.

Luego, en un nivel un poco menor, tenemos a El Torito, Anthony Santos, y otros quienes están rompiendo las barreras de los tradicionales restaurantes del Alto Manhattan, Brooklyn, New Jersey, Providence, Boston, etc.

La trascendencia de Aventura y Juan Luis Guerra, debido a la degradación y decadencia del merengue, nos está llevando a asumir una posición quizás única, la de sustituir un ritmo de identidad musical por otro, algo nunca visto en la historia musical de los pueblos.

México aun con un gran desarrollo del Rock, Balada, Música Grupera, sigue teniendo la Ranchera como baluarte musical; lo mismo que la Cumbia para Colombia; el Bossa Nova y la Samba para Brasil; el Jazz para Estados Unidos; el Rock para Inglaterra; la Bomba y Plena para Puerto Rico, y así diferentes pueblos.

Nuestro pueblo, por ignorancia, por desconocimiento, víctima de la arrogancia de productores insensibles y poco educados, ha sido obligado a aceptar un desmantelamiento musical que ha dado con la agonía de nuestro merengue, porque eso les permite a los mercaderes responsables una serie de beneficios muy por encima de cualquier sentimiento patrio.

¿Dónde están los llamados líderes, los que han acumulado millones y lo pregonan desde las tarimas y programas de tv? ¿Por qué no se dedican a trabajar para mantener en alto nuestro folclor? ¿Por qué no trabajan un mejor merengue, con disqueras de alcance internacional?

Si observan, no existe un merenguero, llámese Sergio, Millie, Fernandito, El Torito, Eddy Herrera, Los Rosario, que esté representado por un sello discográfico de alcance internacional; entonces, ¿cómo podremos hacer llegar nuestro merengue? ¿A qué cree usted que se deba esta situación: a la falta de calidad de nuestros intérpretes, mentalidad estrecha de estos que se conforman con el mínimo o a un simple desdén de las casas disqueras por una clase que ha demostrado ser indisciplinada e irresponsable, con la que se hace difícil trabajar?

Somos un país rico musicalmente, de mucho talento, pero nuestra propia idiosincrasia nos hace ser indiferentes a lo que tenemos.

Nos queda el consuelo de que al menos la Bachata es nuestra y está representada por excelentes intérpretes, desde Luis Segura, Encarnación, Inocencio Cruz, Anthony Santos, Jeremías, El Torito, los ex Monchy & Alexandra, y nuestros dos grandes baluartes ahora mismo: Aventura y Juan Luis Guerra. En ese renglón, por lo menos hemos venido desarrollando una calidad profesional incuestionable la cual ha culminado en un éxito arrollador que ha trascendido y llegado a lo más alto de la música popular.

Bienvenida nuestra nueva representación musical, La Bachata, orgullo y honra de nuestro folclor.
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jueves, 11 de febrero de 2010

El banano

Vivencias
Por Pablo Mustonen

Esa tarde llega a la casa un desconocido y pregunta por don Eduardo (Bogaert); se notaba cansado y ya pasaban de las 2 de la tarde. Su chofer, apodado Alemán (porque así parecía y era su apellido), pide agua. La niñera que era de Montecristi, le baja un vaso de agua helada el cual tomo casi de un solo sorbo y de inmediato pide otro más; la niñera le complace. Don Eduardo se levanta y sale al patio, saluda al extraño y de inmediato se meten al nivel bajo de la casa. Don Eduardo me llama y me dice: Trae dos vasos con hielo, uno para mí y otro para el Sr. Breack. Obedezco como siempre. Los vasos van y vienen. La botella de Whisky se agota y enviamos a Ramón al pueblo, que con vale en mano irá en busca de otra botella fiada. La bebentina sigue hasta entrada la medianoche.

Ese día el Sr. William Breack, administrador general de la Grenada Company, pernocta en nuestra casa. Al día siguiente nacerían las plantaciones bananeras en nuestro querido Mao.

En menos de un año, ya se habían plantados 350,000 tareas de guineo (unas 35,000,000 de matas de la sabrosa fruta tropical). Se aprovechan todas las tierras colindantes a los tres ríos, las inmensas bombas movidas a gasoil (Diesel Oil) se encargan de la precisa y necesaria irrigación; todo financiado por la compañía, como le llamábamos.

Hatico y los Cambrones se transforman. Llegan obreros de todas partes; el dinero corre a raudales; los prostíbulos y los salones de billar, florecen por doquier, nuevas casas y también llega el Royal Bank. Todo está programado, la línea férrea se extiende desde el puerto natural de Manzanillo hasta El Pocito, una sección de Guayubín. Los camiones empiezan a llegar: Magirus Deutz, International, etc. Igualmente financiado por la compañía. De las Canarias llegan expertos, que luego descubrimos que para el trópico, no eran útiles

Apenas 11 meses más tarde, el primer embarque.

El gran ceremonial empieza temprano en la mañana. El embarque estaba destinado a Europa, que consume un guineo pequeño, por lo que no se requiere una mata adulta. El barco venía de Honduras y sería rellenado en Manzanillo. Todo se cumplió al pie de la letra. 2000 toneladas en dos días de guineo Johnson o Dominicano, clase "AA". Éxito rotundo.

La rutina del éxito se mantiene por largo tiempo hasta que llegan los ciclones naturales y los otros políticos. Trujillo, que obtenía como peaje U.S. $ 0.10, los que eran descontados a cada propietario de finca (Colono) por cada racimo de guineo exportado, ya no existía.

El país está ansioso de libertad y la compañía no quiere sindicatos; las presiones empiezan a ser advertidas; repiten el eslogan: Con sindicatos nos vamos, sin ellos nos quedamos. Latinoamérica está revuelta; ya Fidel ha tomado a Cuba y sus ideales retumban por cada rincón de las llamadas banana republics. La otrora compañía, que quitaba y ponía gobiernos, trata de enrumbarse por los nuevos caminos y acepta ciertas libertades… entonces el desastre: Aparece el mal de Panamá, luego de un ciclón que inunda todo el valle del Yaque del Norte; el pánico cunde por doquier, hasta que aparece una variedad resistente a este mal; la llaman Cavendish o Media-mata. Luego descubriremos que su manejo es costoso y muy tedioso. Sus frutos son muy delicados, no admiten ser golpeados y para su embarque deben ser lavados y bien empacados… decíamos a tono de broma, que parecían un bebe recién nacido.

La bonanza está llegando a su final y en América Central todavía existía una mano obra más barata. La compañía decide tomar las de Villas Diego y abandona el país, tan de repente como apareció. Aún tenemos esta variedad, que se quiso mantener en secreto, pero que la prisa la dejó cimentada en nuestra provincia.
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UN ACTO DE AMOR

Por Lavinia del Villar

La grandeza del corazón no se mide por lo mucho que ames, sino por lo mucho que te amen. El Mago de Hoz.

En cierta ocasión fui a una tienda a comprar un regalo que necesitaba llevar a un Baby Shower al que estaba invitada.

Compré una pequeña cunita con todo mi entusiasmo y alegría, pero al salir de la tienda descubrí que no podía sacar la caja del carrito, y mucho menos cargarla para entrarla en mi carro.

En esos momentos en que no encontraba qué hacer, apareció de pronto una señora, que al parecer notó mi impotencia, y me preguntó si me podía ayudar. Humildemente le dije que sí, entonces ella cargó mi caja y la depositó en mi carro. La señora no quería nada a cambio, y seguramente jamás nos volvamos a ver, pero en ese acto de amor, ella se llevó la alegría de dar, y yo experimenté la humildad de recibir.

Muchas veces he escuchado decir: Yo doy a quien lo merece, o No doy porque no me lo van a agradecer. Sin embargo, diariamente el sol nos da luz… las plantas nos dan frutos… el aire nos da vida… sin preguntar si lo merecemos, o si nos sentimos agradecidos.

Cuando damos, el acto no se completa si dentro del paquete no va amor y desprendimiento. Cuando recibimos, la gratitud no debe constituir una pesada carga que al final sea un yugo, que nos esclavice de por vida.

El saber dar es un arte que no todos dominamos. La mayoría de las veces pretendemos hacer nuestra obra limpiando nuestros closets, o tratando de desempolvar nuestra alma. El saber recibir tampoco es tarea fácil. A menudo pensamos que aceptar que otros nos favorezcan nos coloca por debajo del dador. Sin embargo, en este Día de San Valentín practiquemos el maravilloso acto de amor que es dar y recibir. Regalemos sonrisas y abrazos con alegría, y aceptemos con humildad y gratitud nuestra cosecha de bien.
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Fraternidad, desprendimiento... apostolado ejemplar

Fraternidad. La madre dominicana Sonia Marmolejos da el seno a un bebé haitiano que sufrió lesiones en su cráneo durante el terremoto que azotó a Puerto Príncipe el pasado martes, y cuya madre se encuentra en estado de gravedad en el hospital de Jimaní.

Santo Domingo.- Sonia Marmolejos dejó en su casa a su bebé recién nacido, tomó un autobús del transporte público y se trasladó al hospital Darío Contreras, para amamantar a niños haitianos víctimas del terremoto que están internos en ese centro traumatológico. La madre dominicana alimentó a varios de los más de 20 niños del vecino país internos en el Darío Contreras por lesiones que sufrieron al caer sus viviendas en Puerto Príncipe, fruto del devastador sismo en Puerto Príncipe.

Nota que acompañaba al correo electrónico en que recibimos esta hermosa noticia:

MI QUERIDA SONIA MARMOLEJOS:

¡Hoy me siento tan orgullosa de ser Dominicana! Tantos años de ocupación, de luchas raciales, de negociaciones diplomáticas, maltratos, odios, saqueos, maltratos a la naturaleza, hambre, enfermedad, irrespeto a los más mínimos derechos humanos, desperdicios, dinero mal invertido en tantos profesionales insensibles que han estudiado desde la Sorbona hasta Harvard... y en un instante, apareces tú: Una mujer simple, pero "pechúa". Surges de la nada, con una fuerza interna inexplicable, le das una patada a un terremoto de 7.4, levanta tu pecho firme, expones tus dientes al sol y te conduces hacia el hospital Darío Contreras y al de Jimaní. No tienes dinero, pero le ofreces a los niños haitianos afectados por el terremoto, tu hermosa sonrisa y la tibia leche de tus senos. JESÚS te está mirando con ojos tiernos y una amplia sonrisa.
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