miércoles, 30 de diciembre de 2009

7 preguntas a Francisco Almonte

Con la reciente puesta en circulación del libro La atesorada luz poética de Juan de Jesús Reyes del Ing. Francisco Almonte (FA), Mao en el Corazón (MEEC) quiso conocer las motivaciones que condujeron al autor a intentar un proyecto de tal envergadura y cómo se las arregló para llevarlo a feliz término: los retos enfrentados, manejo de prioridades, cómo, entre tantos importantes, escoger los poemas mas representativos del bardo, etc. He aquí como el autor contestó nuestras 7 preguntas.

MEEC: ¿Cómo nace, y se sostiene para llevarse a feliz término, un proyecto como el de La atesorada luz poética de Juan de Jesús Reyes?

FA: El proyecto nace por iniciativa de Manuel Mora Serrano y Monchy Mateo, quienes manifestaron interés para que se editara un libro con las producciones más sobresalientes del poeta. En consecuencia, como la poética del bardo maeño es de calidad incuestionable inmediatamente me dispuse a escribir: primero un escolio con los valores más sobresalientes de la poética reyiana. Luego, ese análisis literario es complementado con una antología que permite apreciar el sistema poético del vate en su totalidad. Por demás, mi tesón en la escritura permite dar feliz término a la obra.

MEEC: ¿Cuál es el propósito de un libro como La atesorada luz poética de Juan de Jesús Reyes?

FA: El propósito básico es difundir la importante obra del poeta, cuyos poemas se encontraban dispersos en diversos medios escritos y, en algunos casos, aparecían poemas en hojas sueltas. Otros conjuntos de poemas aparecen manuscritos en cuadernos del tipo récord que reposan en los archivos de la familia Reyes, que no han sido incluidos en este libro. Cuando se lea la producción poética del bardo maeño de dimensión nacional, el lector podrá apreciar que se encuentra a nivel de los más destacados poetas nacionales.

MEEC: ¿Cuál fue el mayor reto (o los retos) que tuvo que enfrentar usted para completar este libro?

FA: Esta investigación literaria ha confrontado tres retos fundamentales. En primer lugar, la localización de los libros escritos por el poeta que se encontraban bien dispersos, algunos se encuentran en instituciones como el Archivo General de la Nación y otros reposan en el archivo de la familia, en la casa del Dr. Estévez Reyes; de igual manera, el Dr. Antonio Mateo tiene algunas fotocopias de libros y yo conservo algunas también. Otro reto muy significativo es la tediosa indagación que conlleva realizar una bibliografía pasiva, vale decir, lo que otros autores han escrito sobre el poeta del cual recojo poemas y escritos publicados a partir del año 1906 en la revista El pensamiento y de otros medios que luego reseñaron aspectos de su obra. Figúrese usted el esfuerzo que implica recoger datos desde el 1906 hasta el año 2009. La bibliografía pasiva de la obra escrita por este servidor tiene un total de treinta y cinco títulos, cantidad de datos bibliográficos que nunca lo había compilado ningún escritor sobre el aeda maeño. Es la sección de un libro más difícil de estructurar porque conlleva una investigación acuciosa de los autores que han escrito en diversos medios, como libros, revistas, diarios y, ahora, en portales de Internet. En adición, los escritos son realizados en diversas épocas. Luego de ser acopiados los datos e informaciones anteriores, se procedió a realizar la aproximación literaria a los poemas, dando fin al tercer desafío.

MEEC: En términos generales, aparte de unos cuantos lectores entusiastas, ¿cree usted que una obra de la envergadura de La atesorada luz poética de Juan de Jesús Reyes, y otras como ésta, son apreciadas en todo su valor por la población?

FA: Este tipo de obra se escribe para un público selecto que posea sensibilidad para disfrutar el encanto de la poesía. Lamentablemente, no son tantos hoy en día los lectores que se deleitan con la magia de la poesía, creo que la narrativa, ora cuento ora novela, tiene mejor suerte con los lectores; pero sucede que para la época que el poeta escribía sus libros, los poemas que incluían eran muy leídos y declamados en Mao, especialmente los de poesía patriótica que constituían verdaderos acontecimientos porque eran recitados en parques y tarimas, en ocasión de la celebración de efemérides patrias, especialmente aquellos que aludían al combate de la Barranquita provocado por la ocupación norteamericana. Tal es el caso del poema Clarinada Cívica, escrito en 1926 para conmemorar el décimo aniversario del combate de la Barranquita. Ese 3 de julio, sin gobierno alguno declararlo, fue de regocijo patriótico en Mao porque hubo desfiles y protestas contra la intervención, motivadas por las declamaciones reiteradas del poema por diversos munícipes y en escenarios adecuados. En el género lírico, también la producción literaria de don Juan alcanzó significativa notoriedad porque sus poemas obtuvieron premios en diversos certámenes, como en Los Juegos Florales que se celebraban a la sazón en la Vega y Moca. Algo que llamaba poderosamente la atención del público maeño era el procedimiento que utilizaba el poeta para intuir sus poemas, debido a que se internaba en la naturaleza y hurgaba hasta encontrar los temas y asuntos adecuados para sus poemas. Caminaba largos e intrincados vericuetos buscando inspiración poética y se embriagaba con la belleza de la paisajística, las costumbres aldeanas, la inmensidad del espacio sideral, la flora y la fauna. De los viajes que emprendía, a veces, le daba trabajo regresar a su lugar de origen, debido a que muchas veces perdía la orientación como cualquier normal, situaciones que provocaban diversos comentarios en forma de leyendas que engrosaban la fama poética del portalira maeño.

MEEC: Veo que hay en Mao, y en la provincia Valverde en general, mucha actividad literaria por medio de talleres y círculos literarios. ¿Significa eso que podamos esperar que de ahí salgan grandes autores que en el futuro produzcan obras de calidad indiscutible que puedan competir a nivel nacional e incluso internacional? ¿Qué deben hacer los círculos literarios para que eso suceda?

FA: Sí, los círculos literarios contribuyen al surgimiento de escritores de todo tipo; empero, las competencias y las técnicas literarias para cultivar cualquier género se obtienen mediante la lectura comprensiva de textos literarios, especialmente de los libros de nuestros escritores mayores. Luego de abundante lectura sobre teoría literaria y buenas obras, se puede uno atrever a escribir algunas cuartillas, y otras y otras… Fíjese que los mejores escritores han sido autodidactas y su superación se ha debido a la lectura asidua de buenos libros: el que bien lee, corrige al que mal escribe. Entonces, cuando se domine la técnica del género predilecto del escritor, su techo será el cielo, siempre que tenga el favor del público lector.

MEEC: ¿Cuáles méritos puede usted resaltar de Juan de Jesús Reyes que lo haga merecedor de compartir un sitial de preferencia con los grandes poetas del parnaso nacional?

FA: Entre otros méritos no menos importantes puedo enumerar los siguientes:
• Su obra es prolífica y de una calidad a toda prueba por los valores líricos, éticos y estéticos que proyecta.
• La poesía del vate es adamantina porque gira en torno a la transparencia y a la belleza del verso.
• Don Juan es un patriota a carta cabal y su poesía política está lejos de ser panfletaria, porque es trabajada con pulcritud y visión épica.
• Es un gran conocedor de nuestra historia patria, cuyos acontecimientos son cantados, en sus poemas, con armonía rítmica y exquisita musicalidad.
• Nuestro lírico de alto vuelo posee profundos conocimientos sobre mitologías griega y latina que confieren tonalidad clásica a sus rapsodias.
• La variedad temática que exhibe en su poética no la habíamos apreciado en ningún otro poeta dominicano.
• Sus poemas bucólicos y aldeanos lo consagran como el precursor del criollismo en nuestro país.
• Don Juan sobresale como un renovador de la preceptiva literaria de su época y recurre a todas las licencias y libertades para rimar sus versos, con un acervo cultural que impresiona por la riqueza y variedad léxica que exhibe.
• En el aspecto humano, la mujer constituye siempre un referente de suma importancia en su poética, a la cual eleva a un sitial sin parangón en su época.
• Su obra poética ha sido elogiada por escritores dominicanos de la estatura de Joaquín Balaguer y otros escritores importantes que por falta de espacio no menciono. Su obra poética también fue merecedora de reconocimiento de poetisas de la talla de Gabriela Mistral (premio Nóbel) y Juana de Ibarbourou.
• Como promotor literario, el bardo contribuyó a la fundación de varias instituciones culturales, revistas y periódicos y cultivó amistad con los literatos más sobresalientes de su época.

MEEC: ¿Cuál es el próximo proyecto literario del Sr. Francisco Almonte?

FA: Bueno, hace tiempo que tengo en preparación un libro sobre la poética de Franklin Mieses Burgos y otro sobre Andrés Avelino; pero ambos están muy rezagados esperando que el cálamo se entusiasme a terminarlos. En adición, estoy preparando una antología muy curiosa y extraña la cual, estoy seguro que usted, Isaías, la disfrutará sobremanera. Además, un amigo cercano me ha estado solicitando que escriba sobre otro poeta maeño. Pero recuerden que mi profesión habitual es profesor universitario y no escritor, razón por la cual primero trabajo y luego escribo, cuando puedo.

Profesor, Mao en el Corazón agradece el tiempo dedicado a contestar estas preguntas. ¿Algo más?

Gracias, a ti Isaías, por tu entusiasmo en esta empresa de mantener a los maeños unidos a través de este medio, MEEC, y por mantener un archivo para la posteridad. Sí, también quiero recordar a los lectores que el libro está siendo distribuido por la Librería Mao.
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martes, 29 de diciembre de 2009

50 aniversario de fundación del 1J4 - Monumento


Creemos, como dice Monchy Mateo, que es imperativo "que se construya un monumento para recordar la memorable fecha y a los valientes hombres que el 10 de enero de 1960 se reunieron en Mao en la finca propiedad del señor Charles Bogaert para fundar el historico Movimiento 14 de Junio quien jugo un papel trascedental para la democracia y la libertad del pueblo dominicano".
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lunes, 28 de diciembre de 2009

Tres poemas del libro Mitologías de Carlos Reyes

Alma de

Sus ojos se han acercado
para morder
reír, caminar...
Yo les hablo desde la noche
con voz de viento
como saxo
que en la escena instrumental
de su vértigo
escribe las lágrimas de su sombra.

Salvaje

Gemir de la sombra
girando en derredor de tu suave
arena, cabello, alhelí.
Mi charla de manos te sostiene
en la telaraña de voces, de secretos
con garras de rayo desnudo
bajo la eléctrica garganta de tu ombligo.
A tu burla danzante adhieres
el corazón
de cadenas vaporosas y borde dentado
en este mi paso agrio
hacia los peces metálicos.

Munch

Copulan los abdómenes
su frío de espaldas
sin caer sobre la grama,
negros soles se desnudan
invirtiendo el incendio
de una mosca durmiente.
Los que sangran
arguyen peludas maneras
de morir
como en la soledad sin peso
de una llave esponjosa.



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domingo, 27 de diciembre de 2009

Baúl del recuerdo - IV

El Dr. Nelson Amaro en medio de sus padres, don Polín Amaro y la Lic. Aleja de Amaro.






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sábado, 26 de diciembre de 2009

Creciendo en Mao (II)

Cosas de Mao
Por Isaías Medina-Ferreira

Vínculo a Creciendo en Mao-I

Vínculo a Creciendo en Mao-III

Ese mundo mágico del Mao en que crecí era reciente, como he dicho. Apenas unos años atrás, a principios de la década de 1950, el pueblo había comenzado a recibir las amenidades básicas de la modernidad que había traído el Siglo 20 cuando la “yompái” (supongo que era Joint Pipe) instaló el acueducto. (1)

La electricidad también había llegado al pueblo por esos tiempos, mediante una planta que antes de ser reemplazada por la “luz” permanente que proveía la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), estaba ubicada en la calle Gregorio Aracena; por los alrededores de la escuela primaria Juan Isidro Pérez, cerca de los Rodríguez Rojas: Coplé, Niña y sus hijos; y de Dña. Aleja de Amaro. La planta la regenteaba un señor gordo, llamado Juan. Antes, según me dicen, la misma había estado frente al llamado parquecito “Julia”, ubicado en la bifurcación (o unión, dependiendo de cómo se viaje) de la 27 de Febrero y la Duarte.

La luz no era potente y sólo estaba alumbrado el sector céntrico de la ciudad.

Por vivir en una dictadura, las calles no eran muy transitadas después de entrada la noche. Recuerdo los “cepillos” (2), con dos y hasta tres “calieses” dentro, que como escarabajos de metal se movían lentamente en la penumbra de la luz débil del alumbrado. Según los rumores, los cepillos estaban equipados con potentes receptores y micrófonos tan sensibles que permitían a sus ocupantes escuchar lo que se hablara dentro de las casas. El pánico dominaba, pero ello no era obstáculo para que los muchachos nos divirtiéramos de noche, jugando a las “escondías”, libertad o “camán” (3) dentro de los patios, después que rezábamos el rosario que por ese tiempo difundía la Voz Dominicana, como a las 7 de la noche.

Radio Mao fue inaugurada a principios de los años de 1960. La Voz Dominicana y las emisoras de Santiago suplían el mercado maeño antes de inaugurarse la emisora maeña y más tarde Radio Santa Cruz. Había algunas emisoras internacionales, especialmente cubanas y puertorriqueñas, que se podían sintonizar en onda corta.

Recuerdo vívidamente las novelas radiales a partir de las doce del mediodía como “Los Tres Villalobos”; “Rafle, el ladrón de las manos de seda”; y alguno que otro libro clásico narrado. Recuerdo, además, los programas de chistes en las tardes en que se destacaban Verdaguer, un cómico argentino (4); el panzón panceco; Manolín y Chilinski; Tin-tán y Marcelo (Mejicanos) y la “Tremenda Corte”, con Tres Patines. Como a las dos de la tarde radiaban el Informador Policiaco, donde a diario Rodriguito recreaba alguna riña de barrio o de provincia: “…y todo marchaba muy bien, hasta que un dííííííaaaaa….”, rastrillaba Rodriguito y ya sabía uno que venía lo bueno de la narración: un pleito a machetazos, a patadas, a cuchilladas o a mordidas en que quedaba una cantidad de heridos que metía miedo. Al final decía Rodriguito: “… yyyy la vida no se detiene… prooosiiiigue su agitado curso…”. El éxito del programa era increíble.

A las seis de la tarde le tocaba el turno a “Felipa y Macario”, programa de estampas campesinas. “Heroína, cola ‘e pato, sin zapatos, ay mamá; Heroína cuando venite, Heroína cuando te va; mi compadre yo vine anoche, y me voy poi la madrugá…”, llegué a escuchar en ese programa.

A ese mundo tierno y reciente llegó el teléfono para uso generalizado a finales de la década de los años de 1950. Ya antes, en el Hotel Central de Dña. Tatá, según me cuentan mis hermanos, había un teléfono que ella usaba comercialmente y así se comunicaban los interesados con otras partes del país. El Hotel Central estaba ubicado en la calle Duarte, por las inmediaciones de la Farmacia Bogaert, casi llegando al parque de recreo. Supongo que la Grenada Company tenía su red de comunicaciones privadas, como tenía sus equipos para la producción y cuido del banano, entre los que se contaban helicópteros para fumigar con “perenó”.

Al principio, todos los teléfonos eran negros y nadie tenía número asignado. Para llamar, el usuario le daba a una manigueta que estaba colocada donde más tarde estaría el disco marcador, y al accionar la manigueta se comunicaba con la central, manejada por una eficiente operadora, que conectaba unos hilos gruesos color vino o negro con terminales de metal que parecían balas, (sólo que más largos y más finos), los cuales se enrollaban y permanecían cabeza para arriba cuando no estaban conectados al panel vertical que servía de conmutador comunicador. Recuerdo como operadora a Yanela Reyes, y luego a Claritza Brito Reyes (Claritza de Almánzar), pero no estoy muy seguro de esta última. La central la recuerdo ubicada en la calle Duarte, cerca de mi casa paterna, entre el medio de lo que después sería la Librería Mao, por un lado, y la Asociación de Ahorros la Noroestana, por el otro. En esa misma casa vivieron los Brito Reyes: Claritza, Roberto, Fanfa, Niurka (o Norka). A principio de los años de 1960 Mao fue dotado de una central automática, con conmutadores de “relays” que permitían la comunicación directa de un teléfono a otro. Bastaban tres números para comunicarse en ese entonces.

A pesar de que en la capital la Voz Dominicana —canal de televisión y radio que regenteaba Petán Trujillo, hermano del “perínclito” jefe—, había existido por más de una década, hasta que no se montó una antena repetidora en el Cibao, no pudimos ver televisión en Mao. La Voz Dominicana celebraba su aniversario de fundación con una semana de fiestas para las que traía artistas de todos los confines de la tierra.

En nuestro vecindario, creo que sólo tenían televisores Dña. Jeanne Bogaert y Lucila Vda. de Bogaert, donde llegué a ver a Tom & Jerry y todos esos muñequitos que hasta la fecha a veces disfruto y uno que otro show de la Semana Aniversaria. Recuerdo a la despampanante actriz italiana Silvana Pampanini darse un “baño de leche” en uno de esos programas. Por los alrededores de 1960 llegué a ver televisión donde el amigo, (más que amigo, hermano), Gregorio Castillo, parte importante de la pandilla de tigueritos del vecindario. Recuerdo que no salía de su casa, pues una de sus hermanas me ponía de remate; aunque ella nunca lo supo. Una de las películas que vi en su casa fue “El corazón no miente”, que nos sacó a todos un río de llanto. El tema musical de la película luego lo grabó Niní Cáffaro. Todos los shows eran en blanco y negro, por supuesto. Después hubo otro canal de televisión, también en la capital, Rahintel, Canal 9, si mal no recuerdo. Color Visión se inauguró en Santiago, mucho tiempo después.
(Continuará)

NOTAS: (1) Mi propósito aquí no es la corrección histórica, sino describir el ambiente. Estoy seguro que los miembros del Comité de Historia de Mao y el Lic. Rafael Darío Herrera podrían dar una versión histórica más correcta de la que presento.

(2) El pueblo llamaba Cepillos a los carros Volkswagen, que fueron los preferidos del SIM (Servicio de Inteligencia Militar) de Trujillo. Se decía que la preferencia de esos vehículos por parte del grupo represivo se debía a que, como los anfibios, eran capaces de andar en agua y tierra.

(3) El “camán” (“quitimani” o arriba las manos), era una combinación de películas de vaqueros y persecución policíaca en que dos bandos se perseguían en la oscuridad, “pistola” en manos; a veces había “pleitos” y se tomaba prisionero al perdedor o perdedores. Un bando era ganador cuando tomaba a todo el bando contrario prisionero. Liberar los prisioneros de un bando era una misión que daba al juego uno de los momentos más excitantes, pues requería planificación, audacia, habilidad y fuerza, por las luchas cuerpo a cuerpo que requería.

(4) Verdaguer se caracterizaba por sus chistes secos, a los que había que poner atención para entender, pues los decía en sucesión de metralla, sin inmutarse. “Che, en este mundo, todo está al revés”, decía en su acento argentino. “El pobre quisiera ser rico, las mujeres quisieran ser hombres, algunos hombres quisieran ser mujeres; el soltero quisiera estar casado… y el casado quisiera estar muerto”.



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jueves, 24 de diciembre de 2009

Un nuevo despertar

TERCER CAMINO
Lavinia del Villar
Listín Diario

Todos los años Jesús nace un 25 de diciembre. ¡Es Navidad!... La Natividad del Señor... El Nacimiento del Niño Dios. Es alegría, fiestas, regalos, promesas, viajes, reuniones, encuentros... y muchos excesos.

Pero... ¿por qué Jesús nace todos los años? ¿No será que nos invita a todos a nacer de nuevo también?... ¿No será que nos exhorta a un nuevo despertar?... ¿No será que nos sugiere un nuevo comienzo?

Creo que sí, creo que la Navidad del Señor nos ofrece la oportunidad de renacer espiritualmente y de prepararnos para empezar un nuevo año libre de miserias, superando errores cometidos, malentendidos, resentimientos, frustraciones y tristezas. Creo que nos permite librarnos de cualquier sentimiento de esos que destruyen nuestro espíritu de lucha, y nos ofrece la ocasión de reafirmar nuestra confianza en el poder que tenemos para alcanzar nuestras metas.

Creo que este Nacimiento nos invita a tomar decisiones más allá de bajar de peso, hacer ejercicios, comenzar una carrera y dejar de fumar.
Más allá... mucho más allá...

Creo que nos anima a ver el prójimo como un hermano al que le debemos respeto y compasión, y a abrir nuestra mente para ver cosas viejas de una forma nueva. Creo que nos recuerda que el amor más que un sentimiento es una energía, y por tanto es capaz de producir los cambios que nuestra sociedad necesita.

Creo que el Nacimiento de Jesús nos exhorta a un nuevo despertar lleno de esperanza, y nos da la seguridad de que todavía tenemos tiempo de ser mejores, y de hacer una diferencia en nuestro mundo.
Creo que Cristo nos desea que el nuevo viaje que vamos a emprender esté lleno de gratitud por lo vivido, y de gozo por el privilegio de seguir viviendo.

Creo que al nacer un 25 de diciembre, Jesús nos dice:
“Hoy encenderás una luz, y esa luz es tu propia existencia”.




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Mitologías de Carlos Reyes

VIVENCIAS: ¿QUÉ LEER?
Ibeth Guzmán
Listín Diario

La Secretaría de Estado de Cultura, a través de su sello editorial, Ángeles de Fierro, publica el poemario “Mitologías”, del escritor maeño Carlos Reyes. Un libro de poemas para poetas, pues solo quien sabe apreciar los cultos juegos del idioma con que Carlos plantea su lírica, podrá encontrar el tesoro que se asienta en las profundidades de cada verso. Quien no sea creador también podrá disfrutar el libro, pero no con la misma fuerza.

En este libro se nos presenta una poesía hecha de instantes contemplativos donde el autor se presenta como mero observador de una realidad que no requiere que él actúe o intervenga. En casi todos los versos se da una especie de diálogo entre quien escribe y su voz interna. Nada, excepto sus pensamientos, penetran en esa intimidad. Pero hay un alguien al que se le habla y no se le dice nada; una persona a la que se le pide palabras y tampoco dice nada, como una musa imperfecta a la que se termina amando y odiando, y solo en la estrecha relación palabra-pensamiento se concibe encararle sus imperfecciones.

Carlos Reyes es un poeta del buen decir, disfruta las frases bien construidas, las palabras bien puestas: “Me laten llamadas/de cristales que pudren/la caída del sol. En el árbol de mi ayuno/he podido congregar/temblores de fruta/solitariamente fácil”. Es por esto que las palabras en esta poesía son, además de elementos inherentes a la expresión, un juego de cartas con las que se puede jugar, hacer figuras, trampas y hasta inventar un nuevo sistema para utilizarlas: “Saca tu ruido, urge el crepúsculo/su vampirizado color de menta/que labio a uña templa/la tibieza del papel”. Son apreciadas en su individualidad y admiradas por lo que pueden lograr en conjunto, como si desde el ladrillo pudiera proyectarse la obra del arquitecto.

Los temas se aprecian a simple vista en “Mitologías”, pues lo que reina en cada verso es la supremacía del momento, no la trascendencia de los hechos, ni la grandeza de los personajes que menciona. Esto hace que la temática solo la conozcamos a través de un diálogo con el autor y no con la lectura de su poesía.

En cuanto a la forma, la estructura del libro es de bastante homogénea; los poemas regularmente son de un volumen similar, y la extensión del libro no transgrede los límites de la mesura.

Otros libros de Carlos Reyes son: “Juego de espantos”, editorial Ciliya y “Saudade”, ediciones Paulino.





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miércoles, 23 de diciembre de 2009

El brazo biónico

Cosas de Mao
Por Isaías Medina-Ferreira

Donde haya un maeño, ahí está Mao. Aunque esta anécdota no ocurriera en Mao, sino en Manhattan, NY, ocurrió en el negocio de un maeño y por su comicidad la incluyo aquí.

A finales de los años 60 y principio de los 70, Merejo Núñez tenía una tremenda sastrería en Manhattan, que era como un consulado latinoamericano. Merejo (el sastre de los artistas, pues entre sus clientes se contaba El Gran Combo, de Puerto Rico) y su equipo eran tan famosos, que se conocían como los “Magos del Polyester”, material que entonces estaba muy de moda. Entre los asistentes de Merejo estaba Lolito, a quien conocía desde sus tiempos en la capital dominicana, donde habían trabajado juntos. Lolito no podía trabajar si no era con una botella de licor al lado.

Como Lolito era eficiente y seguro, a Merejo no le molestaba que bebiera y lo consideraba como una necesidad que estuviera borracho para poder funcionar.

Un día va un boricua a hacerse un traje y Merejo le dice a Lolito: “cójale la medida a ese hombre, compay Lolo”. Lolito diligentemente le toma las medidas al cliente, pero al marcar la tela con la tiza, confunde los números de una manga y le sale una manga normal y la otra que es tres cuartos del tamaño normal. Lolito corta su traje, lo confecciona, y ni cuenta se da que hay una manga más larga que la otra. En un par de días está el traje hecho.

Cuando el boricua va a medírselo, Lolito lo saca de su funda plástica y se lo pasa al cliente; éste va a un cuarto, se encaja el pantalón, pero cuando se pone la chaqueta, nota que una manga es mucho más corta que la otra y se lo dice a Lolito, quien comienza a forcejear con la manga, para tratar de “estericarla”. En eso, Lolito llama a Merejo: “Mejo, ven a ver este fenómeno. Fíjate en el brazo derecho de ese muchacho, ¿tú notaj algo raro?”, dice Lolito. “Adió, Lolito, sí, lo que veo es que hay una manga más larga que la otra; ¿pero cómo se atreve usted a entregar un trabajo así? ¿Dónde está su vergüenza, Lolito?”.

Lolito, en medio de su jumo, en su propia defensa sólo atinó a decir: “Merejín, ¿pero qué culpa tengo yo que a ese boricua le creciera tanto ese brazo en un par de días?”
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lunes, 21 de diciembre de 2009

Comité Historia de Mao juramenta nuevos miembros

El Comité de Historia de Mao, Inc. juramentó nuevos miembros en acto reciente organizado por la entidad que desde el 1982 promueve la investigación histórica del municipio de Mao y la proyección de sus valores más representativos.

El acto se desarrolló en el local del Centro de Damas de la ciudad de Mao y en el mismo fueron juramentados los señores Rafael Estévez Reyes, destacado médico cirujano descendiente de una familia con grandes aportes en el desarrollo cultural de la provincia y la región; Handry Santana, excelente comunicadora y artista de la coreografía, actualmente Vice Síndico de la ciudad de Mao; Manuel Güichardo, actual Gobernador Provincial, de mucha sensibilidad por los hechos y movimientos sociales que han conformado la nacionalidad; y la educadora Lavinia Del Villar, articulista en medios escritos de circulación nacional, hija de la extinta maestra Ana Delia Jorge.

El Comité de Historia de Mao, Inc. es un organismo sin fines de lucro que desde la celebración del Centenario del Municipio de Mao trabaja cada año de manera ininterrumpida en la investigación y divulgación de los principales acontecimientos y personajes que registra la historia de este importante municipio. Realiza concursos entre estudiantes, edita y distribuye material de interés histórico y los 25 de noviembre organiza junto al Ayuntamiento Municipal el acto de reconocimiento a personalidades e instituciones que han contribuido con el desarrollo o proyección positiva del municipio maeño.

La juramentación de los nuevos miembros fue hecha por su Presidente, la licenciada Lucía Taveras de Fereira.

Presentes en el lucido acto estuvieron los miembros señores Doctor Samuel De Moya, Lic. Francisco Bonilla, Dra. Argentina Rodríguez de Ferreira, Lic. Aleja Bonilla de Amaro, Doctor Antonio Mateo Reyes, Profesor Alcides Bonilla, Lic. Aurelio Almonte, Monseñor Jerónimo Tomás Abreu y Lic. Manuel Rodríguez Bonilla, señor Víctor Almonte, Doctor Norman Ferreira y Don Antonio Gómez, entre otros.

Con esta actividad de juramentación de nuevos miembros, el Comité de Historia de Mao cerró su programación correspondiente al año 2009.



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Fotos de puesta en circulación libro de Niño Almonte

Portada de La atesorada luz poética de Juan de Jesús Reyes



El autor, Ing. Francisco Almonte, se dirige a los presente.





Lic. Lucía Tavera de Ferreira, Presidenta del Comité de Historia de Mao, Inc.



Mesa directiva: De izquierda a derecha: Rafael Estévez Reyes, Manuel Rodríguez Bonilla, Manuel Mora Serrano, Francisco Almonte, Lucía Tavera de Ferreira y Manuel Güichardo, Gobernador Provincial de Valverde.



El Dr. Rafael Estévez Reyes, nieto de don Juan de Jesús Reyes, da las gracias a nombre de los familiares del bardo.



Lic. Manuel Rodríguez Bonilla, miembro fundador del Comité de Historia de Mao, Inc., se dirige a los presente.



Lic. Aleja Bonilla Vda. de Amaro, pasada presidenta del Comité de Historia de Mao, Inc.



Jorge Ferreira con su Saxo interpreta canciones alusivas al acto. Le acompañan el compositor Antonio Mateo Reyes (Monchy) y el Director de la Banda Municipal de Músicos, profesor Alcides Bonilla



Parte del numeroso público asistente. Se puede destacar entre los presentes a los Dres. Monchy Mateo y Samuel de Moya.
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domingo, 20 de diciembre de 2009

Papá Noel

La palabra del día
Por Ricardo Soca
www.elcastellano.org

El viejecito de ropas rojas y barba blanca que vemos en vísperas de Navidad en los centros comerciales de todo el mundo, se ha convertido en ícono cultural de la sociedad de consumo del tercer milenio. El mito del sonriente personaje que encanta a los niños, fue forjado a lo largo de los últimos diecisiete siglos, basado en la historia de un obispo que vivió en el siglo IV.

La ciudad de Mira, en el antiguo reino de Licia, actual territorio de Turquía, tuvo un prelado llamado Nicolás, célebre por la generosidad que mostró con los niños y con los pobres, y que fue perseguido y encarcelado por el emperador Diocleciano. Con la llegada de Constantino al trono de Bizancio —ciudad que con él se llamó Constantinopla—, Nicolás quedó en libertad y pudo participar en el Concilio de Nicea (325). A su muerte fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de san Nicolás.

Surgieron entonces innúmeras leyendas sobre milagros realizados por el santo en beneficio de los pobres y de los desamparados. Durante los primeros siglos después de su muerte, san Nicolás se tornó patrono de Rusia y de Grecia, así como de incontables sociedades benéficas y, también, de los niños, de las jóvenes solteras, de los marineros, de los mercaderes y de los prestamistas.

Ya desde el siglo VI, se habían venido erigiendo numerosas iglesias dedicadas al santo, pero esta tendencia quedó interrumpida con la Reforma, cuando el culto a san Nicolás desapareció de toda la Europa protestante, excepto de Holanda, donde se lo llamaba Sinterklaas (una forma de san Nicolás en neerlandés).

En Holanda la leyenda de Sinterklaas se fusionó con antiguas historias nórdicas sobre un mítico mago que andaba en un trineo tirado por renos, que premiaba con regalos a los niños buenos y castigaba a los que se portaban mal.

En el siglo XI, mercaderes italianos que pasaban por Mira robaron reliquias de san Nicolás y las llevaron a Bari, con lo que esa ciudad italiana, donde el santo nunca había puesto los pies, se convirtió en centro de devoción y peregrinaje, al punto de que hoy el santo es conocido como san Nicolás de Bari.

En el siglo XVII, emigrantes holandeses llevaron la tradición de Sinterklaas a los Estados Unidos, cuyos habitantes anglófonos adaptaron el nombre a Santa Claus, más fácil de pronunciar para ellos, y crearon una nueva leyenda, que acabó de cristalizar en el siglo XIX, sobre un anciano alegre y bonachón que en Navidad recorre el mundo en su trineo, distribuyendo regalos.

En los Estados Unidos, Santa Claus se convirtió rápidamente en símbolo de la Navidad, en estímulo de las fantasías infantiles y, sobre todo, en ícono del comercio de regalos navideños, que anualmente moviliza miles de millones de dólares.

Esta tradición no demoró en cruzar nuevamente el Atlántico, ahora remozada, y en extenderse hacia varios países europeos, en algunos de los cuales Santa Claus cambió de nombre. En el Reino Unido se le llamó Father Christmas (papá Navidad); en Francia fue traducido a Père Noël (con el mismo significado), nombre del cual los españoles tradujeron sólo la mitad, para adoptar Papá Noel, que se extendió rápidamente a América Latina.






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viernes, 18 de diciembre de 2009

El manco que vino, venció y se burló

Instantánea de Mao
Por Isaías Medina Ferreira

Antes de convertirse en don Frank Taveras, el fenomenal robador de bases y campo corto excelente de los Piratas de Pittsburgh, Montreal y los Mets, éste vivió en Mao, y si bien no puedo decir que se crió entre nosotros, pues llegó allí bastante crecidito, sí puedo decir que convivió con nosotros lo suficiente para que le llegáramos a tener mucha estima pues era una pieza importante de nuestros equipos de pelota juvenil. Para nosotros él era simplemente Boroto o Alboroto, de personalidad abierta, un poco allantoso, siempre discutiendo a alto volumen y con un orgullo rayano en la rabia de su pueblo natal, Las Matas de Santa Cruz.

Por su intermedio llegamos a intercambiar con equipos de las Matas en varias ocasiones y casi siempre llevamos las de perder, tanto en Mao como cuando los visitábamos. Era difícil verificar su roster que parecía ser un compendio de lo mejor de toda la comarca y más allá.

En una de nuestras visitas ganábamos el partido con dos “outs” por una carrera en la última entrada, cuando de pronto vimos un jinete galopando a todo vapor que se acercaba por el jardín derecho y tan pronto llegó, se apeó del caballo, agarró un bate y se apresuró a batear, mientras el manager pedía “time” y anunciaba al “ampaya” su sustitución por quien en ese momento agotaba el turno al bate. No valieron nuestras protestas de que no era aquel un jugador juvenil… ¡el hombre bateó!

De más está decir que nos dejó en el terreno de juego con un tremendo trancazo que fue a esconderse entre unas breñas que adornaban la parte derecha del jardín central.

Tan pronto circundó las bases, sin tiempo para celebrar, el jinete se montó en su caballo y emprendió su marcha apresurada y, para añadir burla a la lesión causada, mientras se perdía por el jardín derecho, como todo un Llanero Solitario triunfante, levantaba en alto el muñón al que le faltaba la mano izquierda.
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jueves, 17 de diciembre de 2009

Daniel Antonio Colón, Lucero

DO-RE-MI
Por Juan Colón

Educador musical nacido en Mao, el 29 de diciembre del año 1915. Falleció el 30 de agosto de 1994. Era hijo de Genaro Ventura y Daniela Colón. En 1943 contrajo matrimonio con Dolores Rodríguez y procrearon 8 hijos: Carmen, Sonia, Juan, Fátima, Domingo, Úrsula, Daniel hijo, Julia, y luego acogieron en sus corazones a mi querido hijo Jochy, haciéndolo suyo, un gesto de amor de grandes proporciones por lo que siempre les estaré agradecido.

A los catorce años estudió solfeo y armonía con Emilio Arté y con Fello Ignacio, en Santiago.

Trompetista con un gran sentido de la afinación, interpretación y la técnica para tocar, una de sus cualidades más brillantes era su sonido. Un sonido con un concepto muy clásico pero con la brillantez para la música popular. Estudió con el método de Arbam, uno de los mejores libros para trompetistas.

Era uno de esos músicos que tenían un oído perfecto (perfect pitch). Cualquier nota que tocara otro músico, él la identificaba por su nombre exacto. Debido a que era autodidacta, y como ese término, oído perfecto, no era conocido en nuestro medio en ese entonces, no creo que él mismo supiera el don que tenía.

En 1930 ingresó a la Banda Municipal de Música de manera honorífica, un año más tarde de manera oficial ganando un salario de $4.00 pesos mensuales.

Desde muy temprano empezó a tocar en bandas y bailes con las orquestas de su tiempo. En el año 1945, durante un viaje al municipio de Mamey el vehículo que lo transportaba sufrió una volcadura quedando muchos de ellos muy afectados, principalmente su padre Genaro.

Fue un arreglista natural, en base a hacer el papel de un instrumento seguía con los restantes hasta completarlo. Tocaba con las agrupaciones de Esperanza, Guayubín, Monción, Santiago Rodríguez, Santiago, Villa Vásquez, Monte Cristi, Mao, etc.

Formó un sexteto por los años 1950 y más tarde una orquesta, Lucero y sus Estrellas, donde el Negrito Corcino era su principal cantante.

También se desempeñaba como agrimensor y pudo manejar muy bien las dos posiciones, siendo director del departamento de catastro por más de veinte años. Su coraje como hombre de familia me hace sentir realmente muy orgulloso de su gran hazaña en la lucha para llevar adelante ocho hijos. Como padre ha sido el regalo más grande que la vida me haya dado. Hombre ejemplar, junto a nuestra madre se quitaban el pan de sus bocas para darnos a nosotros un poco de toda su muestra de amor.

Fue director de la Banda Municipal de Monción en el 1949 y un año más tarde ingresa a la Banda Municipal de Mao siendo director por unos treinta años, y al final su gran amor por la educación del músico lo hizo dedicar sus últimos años a su gran pasión, la enseñanza.

Compuso algunas piezas musicales: los boleros Mendigo de Amor y Soledad; los merengues, En la Serranía, (este fue grabado por Humberto Reyes, El chivo, cuando formó su orquesta), y “vamo’ a dai tiza con ei mingo”, un merengue con letras de doble sentido, bien jocoso; también himnos para la escuela y el ayuntamiento.

Fue un educador musical en todo el sentido de la palabra; lo hacía con mucho amor, dedicación, coraje y entrega. Fue un maestro innato. Hay músicos muy bien preparados pero no saben enseñar. Para enseñar hay que tener un gran desprendimiento del ego personal, es abrirse a los ojos de un extraño.

Podía enseñar no sólo trompetistas, sino también clarinetistas, flautistas, saxofonistas, porque tenía la intuición del educador por excelencia y sabía por dónde dirigir al alumno.

Sufría cuando muchos estudiantes no podían cantar las lecciones de solfeo (el arte de aprender a leer música). Exigía que fueran cantadas y era muy impaciente cuando no veía el talento para el aprendizaje en el alumno, llegando a veces a ser rudo al decirle a un estudiante que no tenía talento y se lo estrujaba en la cara, lo cual le creó muchos conflictos con padres de los estudiantes. Esto es algo muy normal en las personas con extraordinarias condiciones y mucho más cuando las emplea en la enseñanza.

Tuvo muchos problemas con alumnos que querían que se les “enseñara” a como diera lugar. El problema con la música, la pintura, el baile, (las Artes en general) es que hay que nacer con ciertas condiciones especiales para su desarrollo. Estas profesiones son arte y ciencia al mismo tiempo, y no solo se puede aprender a través de los libros, hay algo más que los libros no pueden enseñar. Hoy día se ha estudiado el cerebro de las personas con inclinaciones a las artes y existen diferencias con el de una persona normal.

Tener esa gran capacidad para enseñar es una virtud, y al mismo tiempo hay que estar preparados para que luego personas que no pudieron ser músicos por su falta de talento quieran pagar sus frustraciones con el maestro.

Me considero un privilegiado al haber sido enseñado por Lucero, y tenerlo como padre al mismo tiempo. Fue mi gran modelo a seguir en todos los aspectos y aunque no lo haya logrado siempre, traté de no defraudarlo del todo.

Por sus manos pasaron grandes músicos que han logrado ser excelentes profesionales: Humberto Reyes, Papo Núñez, Diómedes Núñez, Estenio Castellanos, Caín, Patricio Bonilla, Domingo Ventura, Juan Colón, y otros muchachos cuyos nombres no recuerdo.

Lo que soy como músico se lo debo en un enorme porcentaje a las enseñanzas de mi padre, el cual de una manera amorosa puso todo su empeño en enseñarme lo mejor de sí, lo cual hizo, aunque de una manera inconsciente me privó de la niñez, para darme todos sus conocimientos. Por eso lo amaré hasta mi último suspiro en este plano terrenal.

Daniel Antonio Colón, Lucero, fue un excelente educador musical, con una fuerza de lucha admirable, ejemplar. La impaciencia que mostró con algunos alumnos puede verse como un sentimiento de frustración fruto de lo mucho que le importaba el aprendizaje de sus pupilos que se manifestaba al no ver los resultados que esperaba.

Toda la familia se siente honrada de que nuestra banda municipal de música lleve su nombre.

Aunque siempre supe de su gran valor como persona, me tomó muchos años de estudios para entender su gran obra como educador y su enorme capacidad musical en todos los aspectos.

Dio todo por la enseñanza y solo exigía ser correspondido al ver la superación del estudiante. Loor a ti excelente padre, amigo y educador. No ha habido día después de tu partida que no recuerde cuanto te extraña mi corazón.

Amor eterno en nombre de una familia cuyos miembros agradecemos en el alma a ti y a la Dña. (nuestra madre) los sacrificios que hicieron para criarnos como hombres y mujeres honestos y de bien. Estamos orgullosos de ti, Pío. En paz descanses.

El autor es un destacado saxofonista maeño, quien ha formado parte de las orquestas de Millie y los Vecinos, Rafael Solano y Juan Luis Guerra, entre otros grandes. Reside en Nueva York y hoy día se dedica a interpretar jazz con su grupo Sonido Latino.



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miércoles, 16 de diciembre de 2009

INTROITO POUR LA POÉTIQUE DE HENRI MESCHONNIC - I de IV

Por Randolfo Ariostto

Henry Meschonnic (quien nació en París, el día 18 de septiembre de 1932 y murió en Villejuif el día 8 de abril de 2009) fue un poeta francés, lingüista, teórico del lenguaje y ensayista. Meschonnic fue renombrado traductor del Viejo testamento. Su libro teórico más popular es quizás Critique du rhythme. El joven autor de este ensayo, un arduo trabajador y fomentador de las letras en Mao y en toda la Provincia Valverde, persigue “promover una de las mentes más preclaras del arte, la filosofía y la literatura, fundador de la poética”.

LA POÉTICA

¿Puede hacerse un estudio del estilo de un escritor con los únicos criterios del gusto y las palabras del intercambio diario? (Meschonnic 1970; Traducción de Diógenes Céspedes, De Colores, 1986) Cuestiona Meschonnic, a propósito de ese, universo cerrado-abierto, que es, lenguaje de todos y lenguaje único. E inmediatamente formula su envestida dialéctica tan rica en literalidad desmetaforizada y carga de subjetivismo objetivo.

Ocurre que una poética en el sentido meschonniano del término requiere ante todo de un uso adelantado del lenguaje, esto es, dominio cabal del término más allá de las divisiones y sistematizaciones de los diversos lingüistas que tan en vano intentaron circunscribir la poética al espacio del signo lingüístico, puro y simple. Desde un inicio Meschonnic deja por esclarecido que un estudio de cualquier obra literaria amerita ser vista como un todo y no de otro modo. Ese todo que revela la existencia de una obra peculiar, identitaria, historicidad, realidad social, lenguaje, ideología e inmanencia al servicio del texto como obra sujeta a un ritmo que ha de determinar el sujeto singular que le es objeto de la obra al mismo tiempo, ambos indisolublemente conectados, más allá de las lectura sicológicas o sociológicas; una obra que debe ser un sistema en sé misma con una total y absoluta adherencia en cada una de sus partes, dicho en otros términos: lo particular fluyendo al ritmo de lo universal; lo universal, en congruencia dialéctica con lo particular.

Citando a Meschonnic vemos: El estudio de una obra como tal, y no de la lengua o en la lengua, debe definirse primeramente en relación con la estilística (recordándose siempre todo lo que se debe ), a fin de reconocer los problemas específicos de la, o de una, poética.

Se trata de entrar en la obra, de reconocer lo que la constituye, y que es su lenguaje, un lenguaje que no es ni una confesión ni, como lo planteaban desde sus inicios los formalistas rusos, una convención. Eso es, no atravesar la obra para ir a parar al sicoanálisis, el cual no es otra cosa que una profundización de la crítica biográfica (Meschonnic-Céspedes 1996, pág. 18). Esto así exige que nos cuidemos de caer en las tentaciones de Roman Jakobson (Jakobson 1976.) “al designar el estudio y la teoría del discurso literario y definir la búsqueda de las razones de la originalidad en la obra misma (M. pág. 19). Puesto que, no se limita el análisis poético a la vieja revisión de la dicotomía entre palabra y metáfora y la solución entre la ambigüedad y el leguaje poético. (Vico, lógica poética; Cáp. II y Cohen ed, francesa, págs. 210-224). La obra literaria para las pupilas de Meschonnic recrea su fortaleza en la transfiguración de las figura; transmutación de las figuras en visión, no retratismo descriptivo, sino, “como un fantasma de luz deambulando la oscuridad” (Ariostto, 2009), una visión abarcadora del acto poético no puede ser alojada en un recipiente de signo por separado, y solo puede ser plausible en una relectura igualmente abarcadora. En la noción de estilo artístico de una obra literaria entran no solamente los medios lingüísticos, que constituyen en sentido estricto el sentido de la estilística, sino también los temas, las imágenes, la composición de la obra, su contenido artístico, encarnado por medio de palabras, pero que no se agota con ellas. (Jirmunski, 1961, citado por Meschonnic pág. 21). En ese tenor, la poétique, rechaza una visión tautológica que tiende ha perder de vista el objeto y afirma: El objetivo, o sea, el valor. Y eso no corresponde a ninguna lectura. El valor contiene elementos propios de la teoría de la literatura, de la historia, de la biografía, de todo el conjunto cultural. Es al mismo tiempo inquietud técnica y espiritual. Existe un trayecto ininterrumpido y recíproco entre la obra como objeto y la obra como sujeto. Y ese trayecto constituye también el valor. Si la obra fuera objeto, únicamente sería posible la descripción, una descripción indefinida, pero sin llegar al valor, sino por juicio exterior, dado por algo que no es la obra, y arbitrario: ¿qué es un poema malo? …La obra fuerte es precisamente, como dice Genette, la que es susceptible de ser vivida por la conciencia crítica -no estrictamente la única literatura viva, sino cada obra, si es respuesta-, es decir, dentro de la historia, dentro de un contenido, de ahí la comunicación. Existen dos tiempos diferentes de la lectura. Como escribe Paul Ricoeur (Ricoeur, 1963, pág. 597) Alguien se apodera de lo que se ha tenido a distancia para juzgarlo. Una poética que trata de mostrar cómo, a todos los niveles y en todos los sentidos, una obra es la homogeneidad del decir y del vivir, no es ciencia del estilo ni subjetivismo.

¿Nos queda clara la lectura que busca el descubrimiento del sistema no inventarlo, como afirma meschonnic? Se precisa develar la poesía como una conjunción signo-símbolo. No signo o símbolo por separado. Se entiende a través de la poétique que toda obra es un sistema, la misma que, puede ser antinomia esclarecida de lengua y habla, signo/símbolo, intención, creación y creatividad, agrega Meschonnic: intención de poesía que es una relación particular del lenguaje con el mundo, al mismo tiempo que del lenguaje con el lenguaje, y fuente primaria del valor; es una habla asida cada vez, desde el primer instante, al estar cabalmente ligada a lo que la precede y continúa; un habla que está no solamente en el mundo sino que es poder sobre el mundo, porque es homogénea, orgánica, densa. Palabras, ritmos, sintaxis, (aquí se detiene la imitación), son una metafísica y una sociología de la escritura. Es una obra: la obra generadora de lo fabuloso en el interior de sí misma (el escritor describe su vida) que se caracteriza por sus propias transformaciones, desde el nivel rítmico y metafórico, es decir, es una forma cerrada en torno a una vida; es una obra: la obra que abre su forma-sentido, su forma histórica, a un lector siempre nuevo (M. pág. 28).

EL SISTEMA

El trabajo de la poétique consiste en partir de la obra total, vista esta como sistema generador de formas profundas, esto es, cierre-apertura. Sólo una lectura-escritura nos devela o permite entender el hecho poético constituido. En este análisis existe únicamente una jerarquía, a saber, el sentido o los sentidos de la obra, siendo que la obra no es lineal, teniendo lugar en ella la correspondencia fuera del orden que los elementos poseen en el tiempo (M. pág. 30). Aquí se han de establecer las características de pertinencia y estas no son inventadas, sino que han de ser encontradas descubiertas, una relación que obtiene su valor en el modo en que resulta convergente la obra dentro del todo delimitado en sí misma. Siendo la obra deudora de la lengua al ser ésta comunicación comunicadora, la obra pues depende de lo colectivo, así como también por el lado de los valores ostenta su código particular que nos permite desnudar ese universo particular solo visto por nosotros: …son internas al sistema, oposiciones y desviaciones que funcionan desde las grandes unidades hasta las pequeñas, autodeterminadas, porque son la obra, y no lo fragmentario y lo indeterminado. Hay traspaso de dominio y no traspaso de sentido: la lengua es sistema dentro de la información, la obra es sistema dentro del valor. Un valor al mismo tiempo en el sentido de principio de organización del mundo (un sentido que ha creado su forma), y en el sentido saussuriano de una reciprocidad interna infinita. El sistema–lengua descansa en un código establecido transmitido. El sistema obra también. (M. pág. 36). Una lectura de un código que preserva indisolublemente la relación entre la creatividad del sujeto obra y el código común a una época o grupo. El escritor verdadero crea valor (M. Pág. 36). En el mensaje literario, no el lingüístico, sostiene Meschonnic, el contenido nocional no puede separarse del valor, significación sistema ni el sistema sin su mensaje. De ahí que se afirme que la originalidad de la obra debe estar a la entrada no a la salida descartando que la originalidad en sí pueda fundar un sistema, quedando demostrado que la obra no puede ser reducida a lo lingüístico ya que ésta es un valor en el mundo; esto es, el estilo es la obra misma. En ese tenor no existe el lenguaje poético sino el de los poetas individuales de ahí que la obra sea antiliteratura, antigénero. Se modifica, actualiza la escritura y el género ambos posibles dentro de la obra y al servicio del sistema como un cosmo peculiar. Explica Meschonnic: “El método de la lectura-escritura exige cierto dominio, por ejemplo para no confundir la poesía y el estado poético, el verso y la poesía, el verso dramático y el verso lírico; registro escritura y estilo; prosa, lenguaje común y prosa científica; sentido y denotación, significado y referente…” (M. pág. 41). Se ha de conjugar sistema, contexto y transformación que incluya la historia. Esto nos permite asimilar, la figura, como sentido literal, un lenguaje poético que participa de la totalidad de la obra ya que al final lo que se obtienen son obras precisas no poesía. La poesía no es más que una forma de vivir afirma Tzara (Tzara 1948, pág. 14); se precisa pues de una lectura lógica y lingüística a la par. La lingúística sola no puede captar todo el hecho literario, pero la poética tampoco puede prescindir de ella. (M. pág. 49) y también se afirma la palabra poética pertenece a un sistema cerrado de oposiciones y relaciones, y toma ahí un valor que no tiene en ninguna otra parte, que solo puede ser entendido ahí: en tal escritor, en tal obra, y por eso se definen la obra y el escritor (M. pág. 51). Para cerrar este capítulo, de ese modo, el objetivo de semejante poética es la obra en lo que su lenguaje tiene de único. La obra es sistema y creatividad al ser unidad de visión sintagmática y unidad de dicción rítmica y prosódica, sistema y creatividad, objeto y sujeto, forma-sentido y forma-historia.

Fuentes bibliográficas

- Henri Meschonnic Crisis del Signo, Política del ritmo y teoría del lenguaje…/traducido del francés por Guillermo Piña Contreras. —Santo Domingo: Comisión Permanente de la Feria del Libro, 2000. 107P.

- Filosofía del Lenguaje I. Piña Contreras, Guillermo, tr. II. Título: Crise du signe: politique du rythme et théorie du langage. 401. M578c. CEP/INTEC. C: 2000 EDICIONES FERILIBRO. ISBN 99934-802-9-0

- Meschonnic, Henri. Para la Poética/Henri Meschonnic. - Santo Domingo: Editora de Colores, S. A. 1996. 145P. – (Cuadernos de Poética; vol., 2) 1. Poética 2. Poesía 1. Tít. 801.951 M578P.


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Un profesor muy querido

Cosas de Mao
Por Isaías Medina Ferreira

(Lenguaje adulto)

Fue profesor del liceo por muchos años y por ende educó a muchos de los profesionales maeños de hoy día. Enseñaba Física, Geometría y Trigonometría. Su voz nasal, nerviosa, salía a borbotones, como si escupiera por la nariz, y aunque tenía un talante grave y serio, era más “relajao” que el diablo.

Le encantaban los motores. Una vez compró uno grande, de color rojo, y su orgullo era decir que parecía una “colchoneta de aire... así, como la de Aladino”, pues según él, no se sentía cuando pasaba por los hoyos. Para probarlo, montaba a la esposa, también profesora, en el “anca” del motor y pasaba “volao” por los “policía acostao” y los pedregales, y la mujer atrás, más agarrada que una garrapata, le voceaba, “fulano, desgraciao, pero qué ‘e, ¿me va a matar?”, y él le preguntaba, como sorprendido: “¿qué?..., ¿lo sentite?... ¡no me diga que lo sentite!... ¡jabladora! Eto no se siente”.

Una vez se le metió en la cabeza fabricar una casa en un solar que tenía para la cual él mismo diseñó el plano, pero parece que en los cálculos no entró el grosor de los bloques y otras “minucias” como decía, y los pasillos quedaron tan estrechos, que no pasaba una mujer encinta, y hubo que desbaratarla y hacerla de nuevo.

En una de sus clases de Trigonometría una vez le tocó un grupo de muchachos que además de inteligentes eran estudiosos. Entre ellos estaban los hoy ingenieros Monchy Colón, Fernando Ferreira e Isidro Ventura, y los Dres. Diógenes Castellanos (Diogenito) y Rafael Rolando Taveras (Ningue), quienes a menudo acorralaban a nuestro querido profesor con sus preguntas y lo ponían tan nervioso que sus clases eran una equivocación tras otra. Una de esas sesiones fue un desastre tal, que al terminar, nuestro profesor llamó a Isidro y le dijo, con su voz fañosa: “Isidrito querido, por favor, no me haga jeso; no me haga quedar mal delante de los muchachos. Isidrito, mira, hay gente que si se enteran de’eto, me pieiden ei repeto. ¿Qué e’ lo que tú y tuj amigo quieren? ¿Quieren romo? ¿Quieren mujere? Díganme, pa’ llevarlo a todos donde Tomasina… ¡to’pago por mí!”.

Profesor de Física al fin, las conversaciones con sus amigos a menudo giraban en torno a fenómenos, principios y demostraciones. Una vez, departiendo con un grupo en el “Charco de los Indios”, una hondonada del río Mao que se usaba como balneario, dice uno de los compañeros, agarrando un litro de Brugal (casi lleno), “… profesor, de acuerdo al principio de Arquímedes, si yo tiro esta botella al lago, debe boyar”. “No, no jodas con eso, que no boya”, dice el profesor. El amigo, no obstante las protestas del profesor, tiró la botella al lago. Y esperan, y esperan, y la botella no sube… finalmente le dice el profesor: “carajo, te dije que no boyaba… más fácil boya tú, con tu cabezota llena de aire caliente, que la botella... ¿y ahora, qué bebemo, coño?”.

Anotaciones:
Relajao = Dícese de quién frecuentemente se ríe, usa expresiones burlonas o se toma las cosas con un tono burlesco (Diccionario de dominicanismos de Jose Llibre)

Tomasina = Famoso bar-burdel ubicado en Las Trescientas en los años 60 y principio de los 70, donde recibieron su bautizo de fuego y “hombría” muchos jóvenes maeños y de otras comarcas.
Policía acostao = Obstáculo de cierta altura que cruza la carretera erigido para obligar al conductor a reducir la velocidad.




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lunes, 14 de diciembre de 2009

PEDRO QUILVIO PELAYO TIO JIMÉNEZ (1 de 3)


UN DIAMANTE QUE QUEDÓ EN EL CAMINO
Por Manuel Rodríguez Bonilla
Miembro Fundador del Comité de Historia de Mao, Inc.

Segunda parte

Tercera parte

El 31 de enero del año 1940, en el hogar de los señores Pelayo Tió y Josefa Jiménez (ambos maeños), nace el niño Pedro Quilvio Pelayo. Desde muy niño le gustó el juego del béisbol, deporte que inició de manera organizada siendo aún muy pequeño y desde donde exhibió cualidades de un portento.

A los 10 años de edad se inició jugando con uniforme en el equipo “Rivadavia Bar”, representando el negocio de diversión que en esos años estaba ubicado en la esquina de las calles 27 de Febrero con Hermanas Mirabal (donde hoy está el negocio “Panchito Sport”). El "pley" de pelota donde los niños de la época desarrollaban los juegos estaba en el área donde hoy está el Mercado Municipal, a unas tres manzanas o cuadras del Parque Amado Franco Bidó, el principal de la ciudad. Muy próximo a éste, estaba el llamado “pley de los grandes”, en la porción donde hoy está la iglesia evangélica frente al Colegio de Doña Camelia.

Recuerda nuestro presentado que el manager de ese primer equipo en el que jugara lo era, el también jugador, Carlos Juan Fermín, quien más tarde se destacaría como uno de los más seguros jardineros centrales que haya producido en su historia el municipio de Mao. Quilvio inició la práctica del béisbol como "utility", es decir, jugando en diversas posiciones, pero ante su potente brazo, en poco tiempo fue dejado como lanzador del equipo. Esto ocurría por el año 1950. Posteriormente, teniendo una edad entre 12 y 13 años, jugó con el equipo “Tienda Ferreira”.

SU PARTICIPACIÓN EN EL BEISBOL AMATEUR

A los 15 años de edad Quilvio Tió fue integrado al equipo “Hacienda Bogaert”, patrocinado por la finca Bogaert de la ciudad de Mao, teniendo como manager al ya experimentado Archibaldo Taveras, de quien aprendió muchos de los secretos del juego de pelota. Desde este equipo pasó a jugar amateur con el conjunto “Estrellas Maeñas” que dirigía el puertoplateño César Reyes Kunhart (quien casó con Flérida Eneida Tió Brea, hija de su tío Marino Tió). Destaca que para estos tiempos, los guantes de jugar en el nivel amateur eran confeccionados de lona de camión, y los "spikes", o zapatos de jugar, eran diseñados de polaina de guardia ya inservibles para el uso militar, a los que colocaban los ganchos que hacían comprar en el comercio de la ciudad de Santiago. Destaca que Blas Ventura, quien más tarde se destacaría como uno de los más grandes lanzadores amateur del municipio maeño, era zapatero y quien hacía estos famosos calzados.

Recuerda Quilvio Tió que los ocho jugadores regulares de posiciones que integraban ese primer equipo amateur que participó representando a Mao en diversas competencias lo integraban el fogoso Neney Ventura (receptor), Negro Minier (primera base), Lulú Santos (2da base), Félix Santana (campo corto), Rafael Reyes Gómez (mejor conocido como Pitifa) en la tercera base; los hermanos Hugolino y Mario Guzmán (hijos de doña Patria Guzmán Deschamps, maestra que llegó a Mao desde la ciudad de Santiago) se repartían el jardín derecho y central, respectivamente, y Archibaldo Taveras estaba como propietario del jardín izquierdo. Carmelo Polanco era el jardinero sustituto, que seguía en calidad a los mencionados más arriba. La rotación de lanzadores estaba integrada por Blas Ventura (zurdo), los derechos Quilvio Tió, uno conocido como Cañeo, Polín Jiménez (resalta que era muy bueno y jugó profesional con las Águilas Cibaeñas), Filiberto Peña, Frank Reyes y Francisco Javier Coma (mejor conocido como Bilo). También, estaba el pitcher zurdo Belaria Espinal.

Resalta nuestro presentado que aún siendo muy joven debió enfrentar a un equipo muy poderoso que existía en el noroeste, en la comunidad de Batey Madre, el cual estaba compuesto por jugadores que al momento o poco después eran Selección Nacional, dentro de los que estaban el cátcher Eufemio Marte, Ñoño Taveras (1era base), Cuco Marcelino (2da base), Ramón Corcino (campo corto), Buda Capellán (3era base), Gallo Martínez (jardinero central), Papo Santos (jardinero izquierdo), Paquito Santos (jardín derecho) y Juan Sánchez (jardinero sustituto). De este equipo fue que surgió el gran equipo de Manzanillo, patrocinado por la compañía norteamericana Grenada Company dedicada al embarque de guineo.

SU ENFRENTAMIENTO CONTRA JUAN MARICHAL

El equipo “Estrellas Maeñas” participaba dentro del torneo de la región noroeste enfrentando a los conjuntos de Villa Vásquez, Montecristi, Manzanillo, Santiago Rodríguez y Dajabón. Precisa nuestro recordado que el equipo de Manzanillo, al ser sus jugadores pagados por la compañía bananera norteamericana Grenada Company, “constituía una poderosa selección, con un “staff” de pitcheo considerado como el más completo y mejor del mundo, a nivel amateur”.

Recuerda que dentro de sus primeras experiencias como lanzador amateur a nivel regional, teniendo la edad de sólo 15 años, debió enfrentar a un lanzador que ya era conocido por su alta calidad: Juan Marichal. Destaca que en su primer enfrentamiento el juego se fue cero a cero hasta la altura del noveno "inning", ganando finalmente el juego 1 x 0 gracias a un cuadrangular que diera en el terreno el mismo Quilvio Tió. Se ganó tanto la confianza del manager que, cada vez que correspondía enfrentar al poderoso conjunto de Manzanillo en visitas de este a Mao o viceversa, la bola le era entregada enfrentando a Marichal en la mayoría de las ocasiones, resultando vencedor en el 80% de los casos. El enfrentamiento Quilvio-Marichal era siempre esperado por la afición de ambos pueblos noroestanos, cada vez que se enfrentaban los equipos representativos de Mao y Manzanillo.

Otros lanzadores del fuerte conjunto de manzanillo, y que en ocasiones debió enfrentar, siendo Quilvio aún muy muchacho (edad entre 15 y 16 años), lo eran Midomio Santana, Joaquín García Gil, uno de apellido Scarfullery y Purito Olivo, entre otros. De los bateadores más poderosos que debió enfrentar están Guillermo Rey, Galana Cartagena, Tati Payano, Lelito Cruz y Franklin Vásquez.

Cuando Quilvio Tió enfrentaba al equipo Batey Madre o el de Manzanillo, generalmente debía lanzar unas 15 entradas, pues lanzaba completo el juego de la mañana y en el de la tarde era ingresado por el manager como relevista, alcanzando fama de “brazo saludable y potente”. Ya con esta fama ganada como lanzador, en diferentes momentos fue llamado a reforzar a los equipos de Navarrete, Puerto Plata y Santiago, cuando estos enfrentaban a combinados de Santo Domingo y otras regiones del país.

Con 17 años de edad, en el 1957, el prometedor lanzador maeño fue escogido entre 200 jugadores que alojaron en el estadio de béisbol de La Normal, en Santo Domingo, para representar a la República Dominicana en el Tercer Campeonato Mundial Juvenil de Béisbol, celebrado en México. Enfrentó al siempre poderoso equipo de Cuba y el de El Salvador, ganando ambos encuentros, contribuyendo a que nuestro país alcanzara el 3er lugar, detrás del anfitrión México y Cuba.


En el 3er Torneo Mundial Juvenil celebrado en México. Foto tomada en el Pley del Hospital del Seguro Social de Ciudad de México. De izquierda a derecha: Chachy Rodríguez, Achú Pérez (de la Fuerza Aérea), Bienvenido (Kaky) De la Cruz Tejada (del EN, luego jugó con el Licey), Quilvio Tió (del entonces equipo Estrellas Maeñas) y Tomás Martínez Guerrero (del CAMI), todos pitchers. (En este torneo, también, jugó como Campo Corto, Luis Shecker Ortiz.)

Al regresar del Torneo Mundial Juvenil en México, su amigo Amadeo Torres (estudiante de la Escuela de Artes y Oficios de Santo Domingo), le requirió que antes de irse a Mao se quedara unos días para que ayudara al equipo de béisbol de la Escuela de Artes y Oficios que al momento participaba en un torneo amateur y estaba perdiendo muchos juegos. Quilvio ganó los 8 juegos en los que participó (todos en un mes), recibiendo al final el presente certificado como el mejor pitcher del Torneo.


ESPERE EN EL PROXIMO NÚMERO SU PARTICIPACIÓN CON LAS AGUILAS CIBAEÑAS Y EL BEISBOL PROFESIONAL ORGANIZADO DE ESTADOS UNIDOS
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sábado, 12 de diciembre de 2009

La familia de Juan de Jesús Reyes agradece

Palabras de agradecimiento de la familia de Juan de Jesús Reyes, a cargo del Dr. Rafael Estévez Reyes, nieto del bardo, con motivo de la puesta en circulación del libro La atesorada luz poética de Juan de Jesús Reyes, de la autoría del Ing. Francisco Almonte.

Lic. Lucía Tavera de Ferreira
Presidenta del Comité de Historia de Mao
Distinguidos Miembros del Comité

Señores Invitados:

Quiero ante todo dar las gracias a Dios que nos ha permitido reunirnos en este día histórico para la comunidad y para la familia de Juan de Jesús Reyes.

Estamos presenciando un acto que sería parte del sueño de un poeta pueblerino que con mucho esfuerzo publicó como pudo algunos de sus poemas; hoy estaría orgulloso de este evento, un hombre enamorado del arte, la cultura y de su pueblo al que denominó “La villa de los crepúsculos del rojo de las tunas”.

Hace 76 años en la presentación de un acto cultural decía:

Damas y caballeros,

En estos días de paz, de trabajo y de francas ideologías redentoras, hay en la República una cálida efervescencia de actos de cultura.

Mao, a la vez que trabaja como todos los pueblos de la República, también remonta su fúlgido penacho de pulcras idealidades.

Dice con esto, que no se queda atrás; que también quiere vivir la vida del espíritu, vida superior y emprimaverada; vida que se sobrepone a la vida física, ya se persiga la blanca mariposa de la rima, bien la fúlgida libélula de la nota musical, ora la corrección de las formas; ya la combinación de matices y colores; o bien la milagrosa unión de los imperceptibles hilos del pensamiento en luminosa trama de verdades, siguiendo el ritmo de la vida universal bajo una espléndida alborada de júbilo, que ilumina las almas y estremece y conmueve corazones.

Dejo iniciado este acto, con pocas palabras, pero sí con mucho entusiasmo y con la esperanza de que le sigan otros actos de la misma naturaleza en este pueblo que hoy se empina ante la montaña de sus ideales, ansioso de ver más dilatados horizontes, ansioso de conquistarse todas las modalidades de la vida y ansioso de triunfar en todos los campos de la civilización.

¡Pueblo que tiene estas ansiedades íntimas, ya es un pueblo con alas!

Juan de Jesús Reyes

Mao, 17 de diciembre de 1933

Con estas palabras deja entrever su entusiasmo por los actos de cultura en su Mao.

Hoy, con este homenaje hacemos honor a su nombre, a su ingenio, como distinguido representante cultural de esta ciudad.

Nosotros, sus familiares, hemos querido siempre mantener vivo su recuerdo, por esto quiero dar crédito a aquellos que guardaron con esmero parte de sus trabajos e intentaron publicar esta obra hace varios años. Como muestra es una correspondencia de hace 26 años, donde Tirso Reyes, nieto también, pide autorización para llevar a cabo dicho propósito.

La decisión de publicar esta obra obedece a una inquietud de un distinguido escritor maeño, profesor Francisco Almonte, incentivado por otro distinguido amigo de Juan De Jesús Reyes, el Dr. Manuel Mora Serrano, de la familia, dentro de los cuales el Dr. Ramón Mateo Reyes (Monchy), y de otros munícipes que como el Lic. Manuel Rodríguez Bonilla, han estado siempre proyectando la imagen de nuestro querido poeta.

Agradecemos de todo corazón al Comité de Historia de Mao la desinteresada ayuda para realizar este acto de puesta en circulación del análisis del contenido profundo de sus versos y la métrica de los mismos, y a cada uno de ustedes por compartir con nosotros este júbilo.

Esta oportunidad significa para la familia el comienzo del ansiado propósito de hacer que su obra poética salga del anonimato y se lance a la palestra a competir por la opinión de los versados en el arte de la poesía y tratar de llevarlo al sitial que debe ocupar dentro de la literatura Dominicana y tal vez mas allá. Muchas Gracias.

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LA PELOTA AMATEUR EN MAO (I)

Cosas de Mao
Por Isaías Medina Ferreira

SEGUNDA PARTE

“El terreno todavía está mojado; ayer llovió; hay dudas de que se juegue hoy; los ‘dogauts’ están llenos de agua y a pesar de ser casi las 10 de la mañana, el sol no ha salido aún. Por la línea de “foul” de la derecha, detrás de la primera, vemos a Miguel “el Ñeco” calentando a Quilvio Tió, el “serpentinero” que tira “aspirina” para la goma, a quien Archibaldo le ha confiado este importante primer juego. “Eso e… si tira etrái nadie te gana”, vocea el Ñeco, aparentemente satisfecho con los lanzamientos que recibe, lo que reconoce Quilvio con una sonrisa. El juego de la tarde lo lanzará el joven Jovellanos Tejada. Pero la falta de lanzadores es la menor preocupación de Archivaldo, ahí están disponibles además el marrullero Pepe Guen y Tereso; dos cartas de triunfo en cualquier equipo.

“Mimín fildea “rolins” en la segunda que le tira Daniel Marte desde primera… Degas practica el “swing” con un bate cerca del “dogaut” maeño; el diminuto jugador será el abridor. Otros jugadores calientan, hacen calistenias o corren en los jardines. El Estadio Municipal, aunque anheloso de un trabajo de reconstrucción mayor, ha sido remozado para la ocasión. Las tablas de los “files”, aunque faltan unas cuantas por el jardín derecho, han sido pintadas con “cal”. “Este año no nos para nadie”, repiten optimistas los fanáticos. Las escasas graderías están llenas y la gente se acordona detrás del home-plate y en las zonas de “foul” de la tercera y la primera.

“Vamo a daile una pela a loj mueito de Santiago Rodrígue”, vocea alguien. El “Chivo” Villalona, quien a pesar de ser de los contrarios y un “verdugo” de nuestros lanzadores, es muy popular entre los fanáticos maeños, se pasa la mano por el cuello como si lo cortara y contesta, “¡qué va gallo, qué va!", y sonríe amistosamente, mientras se prepara a hacer swing con tres bates.

“Maní, manicero… totadito y saladito… llevo maní”, se escucha el pregón del vendedor. “China, llevo china freca… duice como melao”, viene la respuesta del vendedor de naranjas… y como coro les siguen la del “yunyunero”… la del “paletero” y la del “canquiñero”, al vocear sus productos. Una mezcla de risas, conversaciones casuales ininteligibles que en su conjunto semejan el rezo del rosario en voz alta y olores a fritangas saturan el ambiente… ah, ha salido el sol… los pajarillos beben de los pequeños charcos, como queriendo saciar su sed antes de que los rayos del naciente sol los sequen… las mariposas amarillas se pasean en el campo de juego con su volar nervioso, en zig-zag… los encargados del terreno comienzan a acondicionarlo; las rayas de cal son reforzadas… hoy se jugará… hay fiesta en Mao… la algarabía y el regocijo son inconfundibles: ha llegado otra temporada de béisbol… renace la esperanza”. Esa podría ser más o menos la descripción de un cronista de una de las numerosas inauguraciones de los torneos de béisbol que presencié en mi niñez y adolescencia.

La “M” grande en verde oscuro o negra pegada en el lado izquierdo, a la altura del corazón, contrastando con la pureza del blanco o crema pálido del uniforme recién estrenado y el optimismo que brotaba del rostro orgulloso de los hombres que lo vestían, daba un carácter único a nuestro béisbol amateur de las décadas de 1950 y 1960.

Al comienzo de cada temporada teníamos la confianza de que nuestra escuadra, siempre poderosa, daría batalla sin cuartel a Dajabón, a Santiago Rodríguez y a Manzanillo, los otros equipos integrantes de la división de la Línea Noroeste, cuyo ganador, reforzado con otros jugadores de la línea, debía jugar con el ganador del circuito de Santiago, un trabuco casi impenetrable, donde la mayoría de las veces morían cada año las esperanzas de los “linieros”. Vencer a Santiago era un gran obstáculo que se debía salvar para avanzar a lo que sería el gran campeonato del Cibao y después nacional.

Winston (Chilote) Llenas, casi un niño; Dhimas Bretón (varias veces campeón de bateo), Tomás Liriano y Nelson Llenas, de Santiago, fueron celebridades conocidas en todo el territorio nacional. Todos sabemos de las hazañas del Chilote con las Aguilas Cibaeñas, pero su hermano Nelson, pequeño de estatura y gordito, en ese entonces era la estrella de la familia y el azote de todos los lanzadores amateur de entonces. Nunca jugó profesional, que yo sepa. Tomasito Liriano, otro que tampoco jugó profesional, era un mago en el campo corto. Todo lo que vimos hacer a Ozzie Smith en San Luis, o a Omar Vizquel, como coger pelotas a “manos pelá, o detrás de las piernas, y dar una vuelta de maroma al dirigirse al campo corto”, ya Tomasito lo había hecho en todos los terrenos donde jugó, nacionales e internacionales.

En la línea, año tras año, una cadena respetable de nombres entre los que en distintas épocas se destacaron Lelé Rivas, Félix Santana, Carlos Juan Inoa, Pedro Borbón, Rafael Villalona (Cojío), Lilí Santana, Jovellanos Tejada, Rolando (Cuchara) Espinal, Luis Reyes (Marichal), Pedro Tomás Amaro, Virgilio Barrientos, Alberto José Cabral, Pedro Santana Aquino y Quilvio Tió, entre otros, de nuestro Mao; los hermanos Villalona (Calín, Adolfo y el Chivo-Pepín), de Santiago Rodríguez, y los hermanos Suero, de la línea-abajo, traían delicias a unos pueblos hambrientos de diversiones. Eran aquellas rivalidades verdaderas batallas que mantenían a los fanáticos en vilo y entusiasmados.

Por esos años, por Mao desfilaron docenas de estrellas del béisbol nacional desde los equipos de las Fuerzas Armadas que reunían la flor y nata del béisbol amateur nacional, hasta las Aguilas Cibaeñas, que de vez en cuando venían a practicar a nuestro estadio. Después, a finales de la década de los años 70, Mao llegaría a tener su equipo de Béisbol profesional, los Linieros; pero ese es otro asunto.

Entre los peloteros destacados a nivel nacional, aparte de los nuestros, que estuvieron por Mao en ese entonces están Luis Coss (quien llegó a ganar 20 juegos en el circuito de las Fuerzas Armadas); Rafael Camilo, un morenote de las Fuerzas Armadas que sacó una bola por el jardín central de nuestro estadio, que según los testigos fue a parar a la calle 18, y Vicente Scarpatte, receptor de las Aguilas, que luego se convirtió en el primer dirigente nativo en la liga invernal de béisbol profesional. También recuerdo las clínicas de pelotas que daban jugadores importados en Mao.

Lugares como Esperanza, Laguna Salada y Amina, tenían muy buenos jugadores. De Esperanza era Luís Campeón, un jardinero “pimentoso” que corría, fildeaba y bateaba con excelencia; creo que de Amina era Pedro “Oguí”, un bateador extraordinario.

La pelota de la que hablo fue un hormiguero de actividad que no se limitó al trabuco amateur que teníamos, sino que además contábamos con equipos juveniles y pre-amateur. De los equipos juveniles, el más exitoso fue sin dudas el de las Estrellas Maeñas, que dirigía Guillermo Minaya. Los otros equipos que componían la liga juvenil eran los Yanquis Maeños (dirigido por Leonardo Taveras), las Estrellas de Radio Cibao (dirigido por Jovellanos Tejada) y el de la Finca (dirigido por Pepe Guen). La liga juvenil llegó a recibir tanta atención que los juegos eran a veces narrados por el profesor, hoy abogado, Andrés Ramos (Pequeño) a través de Radio Mao. Había otros equipos juveniles de “guerrillas”, no tan organizados, que viajaban a Cerro Gordo, las Matas de Santa Cruz, Guayubín, etc. Una de las mayores atracciones del béisbol juvenil era la participación de “Mone” Haddad, hijo de Milett Haddad, quien no tenía más de tres pies y medio de estatura y jugaba segunda base con individuos 5 y hasta 7 años mayores que él. De esa época recuerdo el fildeo preciso de Elías “el del Cabo”, o el bateo poderoso de Chelo Simé, quien además era un lanzador de primera. Ver los lanzamientos en arco de Fernando, el zurdo, era un espectáculo hermoso. No creo que Fernando llegara a jugar amateur, pero en nuestra liga juvenil dominaba por completo a sus rivales.

De los equipos pre-amateur recuerdo el equipo que dirigía el Dr. Norman Ferreira y el que dirigía Polito, en las 300. Allí se destacaron muchos jóvenes que después serían estrellas en el amateur y hasta en el béisbol profesional. Vienen a la memoria los nombres de Rolando, Barón, Naldo Simé, el Patú, Fernando Ferreira, Rafael Taveras, Confesor, Chuchito (que tiraba durísimo), su hermano Francisco (el Panqué), Lilí Santana y Pedro Tomás Amaro.

El softball era también importante en Mao. Existían desde los Lisonjeros, un trabuco respetable a nivel A, y los Jóvenes de la Santa Cruz a nivel B, hasta los “chongos”, donde jugaban personas mayores. Si no me equivoco, creo que en uno de esos equipos, entre otros, jugaba el Dr. Moya y don Polín Amaro. Entre los jugadores más destacados del softball “chata” de Mao estaban “Borojol” Morel (pitcher), Ramón Castillo (primera base), Polín Jiménez y Roberto Pimentel (tercera base). Había en Mao un par de equipos de Softball femenino muy competitivos donde se destacaban algunas de las muchachas Bonillas y Leocadia de León (Pulusa). Continuará…
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