sábado, 13 de agosto de 2011
ÚLTIMO ADIOS A LEDESMA COLÓN
El último adios dado por sus amigos combatientes del comando Cucaracha 20 a mi tío Ledesma Colón en la Revolución del 65. El joven que está detrás de él con la rodilla en el suelo y el fusil FAL en las manos es de Mao. Mi padre no se acuerda bien del nombre, pero sabe que ese joven fue de los maeños que fueron con Ledesma a la capital a combatir. Si alguien puede identificarlo, sería de gran ayuda para saber cómo fueron los días en el Comando antes de su muerte. Nos gustaría comunicarnos con él, si es posible. Héctor Colón.
Isaías, quiero añadir que me da mucho gusto saber de la construcción de un monumento a los Héroes y Mártires Maeños; el diseño me parece muy adecuado para lo que se quiere representar. Espero hacer mi aporte en su momento para ayudar a la realización de tan significante obra.
Me gustaría poder enviarle esta foto a sus amigos maeños, principalmente a Evelio Martinez (Petíguere) por que he leído todo lo que ha escrito sobre Ledesma y la relación de amistad que tenían. Si usted puede ayudarme a ponerme en contacto con Evelio, le estaría muy agradecido.
NOTA:
Viendo esta foto y analizando la inmensa cantidad de jóvenes que han perdido la vida, en diferentes acciones, luchando por ayudar, de una manera u otra, a defender los valores, los principios y el honor de este pueblo, y viendo como la sociedad se ha transformado en todo lo contrario a esos ideales, me hago la siguiente pregunta: ¿Habrá valido la pena tanto sacrificio de tantos?
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jueves, 30 de diciembre de 2010
NOS ESCRIBE SOBRINO DE LEDESMA COLÓN
Saludos, Sr. Isaías
Hace algún tiempo estuve buscando información sobre un tío mío que pelió y murió en la revolución de Abril del 1965, indagando en la internet me topé con su página Mao en el Corazón y fue de mucho agrado ver las informaciones que tanto usted como el Sr. Evelio Martínez han proporcionado sobre LEDESMA COLÓN, quien era mi tío.
Mi nombre es Héctor Bienvenido Colón Cruz, vivo en la ciudad de Santiago y trabajo en la Ferretería Ochoa.
Cuando leí su reseña sobre Ledesma vi que no tenía fotos de él y usted puso la de Semén Sosa enfrentando al marine yankee, al igual que el Sr. Evelio. Tengo varias fotografías de mi tío, incluyendo la última que le tomaron cuando muerto, le pusieron una bandera nacional encima y varias velas en la calle 21, hoy Sumner Welles, junto a él, arrodillado, está un combatiente maeño, que por más que he averiguado no sé su nombre. Tengo varias fotos de él cuando estuvo en el ejército y en actividades familiares. Me gustaría poder hacerle llegar algunas para que la ponga en su página o si la necesitan para algo.
Héctor,
Gracias por escribirnos y bienvenido a su página.
Estoy seguro que Evelio o el Artillero podrían identificar al maeño que llora la muerte de su tío. Más abajo pongo algunos enlaces para que lea los artículos tanto sobre Ledesma, su tío, como de El Artillero y Sergio Peña, ambos junto a Evelio, héroes de la revolución...
Muchas familias en Mao tenemos una gran deuda con Ledesma Colón por la protección que nos brindara en los momentos difíciles del postrujillismo.
Loor a su tío.
Por ahora agradeceré inmensamente me envíe copias de esas fotografías... puede hacerlo a maoenelcorazon@gmail.com o a isaiasferreira5@gmail.com
Un abrazo.
Enlaces:
http://mao-en-el-corazon.blogspot.com/2009/09/ledesma-colon.html (De Pablo Mustonen)
http://mao-en-el-corazon.blogspot.com/2010/09/yo-me-acuerdo_10.html (De Evelio Martínez)
http://mao-en-el-corazon.blogspot.com/2010/08/los-paleros.html (De Fernan Ferreira)
http://mao-en-el-corazon.blogspot.com/2010/08/yo-me-acuerdo_12.html (De Evelio Martínez)
http://mao-en-el-corazon.blogspot.com/2010/07/yo-me-acuerdo_24.html (De Evelio Martínez)
http://mao-en-el-corazon.blogspot.com/2010/12/yo-me-acuerdo.html (Evelio Martínez)
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viernes, 25 de septiembre de 2009
Ledesma Colón
Por Pablo Mustonen
La foto a la izquierda es una de las más emblemáticas de la Revolución de Abril: muestra a un mulato dominicano, todo odio, frustración y coraje, enfrentarse a un soldado invasor con sólo sus puños como arma.
El siguiente relato (junto a otros que iremos publicando) lo hizo Pablo hace unos años en la difunta página de Mao, maovalverde.com
Regordete y rechoncho, pero ágil como una gacela, pequeño y de un gran coraje, le conocí cuando Mao más lo necesitaba. Acababa de llegar del Ingenio Catarey, (propiedad de la egregia figura apellidada Trujillo), en donde era chofer de un camión que también llamábamos Catarey. Los "paleros" azotaban a la población y el terror se arraigaba cada día más. El miedo se apoderaba de todos nosotros; ese cuerpo paramilitar, apoyado por la guardia, se adueñaba de la ciudad a partir de la siete de la noche; las calles deshabitadas lucían lúgubres y por las noches sólo se escuchaban las carcajadas de aquella manada de enardecidos borrachos que se pavoneaban con el orgullo de defender al régimen de aquel momento.
Ledesma forma valientemente un cuerpo que él llamó “contrapaleros”. Vestían ropa negra y se confundían con la oscuridad de la noche y para distinguirse entre ellos, se colocaban una pañoleta roja sobre sus cabezas y otra en el brazo izquierdo; por medio de silbidos se comunicaban unos con otros; armados de cuchillos, piedras y palos, patrullaban todos los barrios. Normalmente, los "paleros" evitaban enfrentarse con ese cuerpo "elite" de autodefensa, ya que siempre llevaban lo peor del combate; al poco tiempo los "paleros" desaparecieron y la calma retornó a nuestro pueblo. Ledesma se inscribió en Unión Cívica y yo pertenecía a otra parcela opuesta.
Salí para New Hampshire, para profundizar mis conocimientos y regresé al país un poco antes de la Revolución de Abril de 1965. Más tarde me entero que Ledesma capitaneaba un comando que bautizó con el nombre de "Cucaracha 20" y que era uno de los frentes más aguerrido y temido por los invasores. Ledesma tenía un "talismán" y me dijo una vez: "Tú ves este resguardo que tengo colgado en mi cuello, me lo preparó una bruja haitiana, a mi no me entran los tiros, mientras lo lleve puesto", le contesté que no creía en esos disparates y que era mejor que se cuidara por sí mismo.
Cuando la división 82 aerotransportada emprendió la tarea de abrir el corredor, los combates se volvieron mucho más intensos y al llegar esta columna por las cercanías de Radio Televisión Dominicana, debieron enfrentarse con el comando liderado por Ledesma.
El combate fue cruento y los constitucionalistas no cedían un solo ápice, pero al final la maquinaria moderna de los invasores se imponía. Ledesma seguía con más valor y según pasaban las horas, más coraje sentía; hasta que en un momento dado salió de las trincheras, en contra de las voces que le recomendaban que se protegiera; ametralladora en mano disparaba ráfaga tras ráfaga, se movía de un lado a otro con una agilidad increíble, disparaba en todas direcciones hasta agotar todos los peines que llevaba y la última bala salió de aquella metralleta dejando el cañón de su arma al rojo vivo y humeante. Como era lógico, una bala segó su vida, dejando su cuerpo sin camisa en medio de la desolada calle, mirando al enemigo con los ojos llenos de odio y la cara con una muesca de desprecio al invasor.
Luego de la tregua, el cadáver de Ledesma fue levantado por las llorosas mujeres del cuerpo de enfermeras y fue sepultado con todos los honores de aquellos que por la patria dan lo más preciado que es la vida.
Paz a sus restos y recordemos su gran valor.
Es de patriotas morir luchando por la patria. Aquí bien vale mencionar la bella frase de José Martí: "Dulce y decoroso es morir por la patria".
Quise recordarlo ya que en Mao pasa sin penas ni gloria.
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