Es feliz y justa la iniciativa de dedicarle al dominicano ausente o residente en el exterior un día de reconocimiento especial. En su inmensa mayoría, ellos forman en los respectivos países y localidades en que se encuentren asentados, comunidades muy laboriosas.
Mario Rivadulla
Hoy junto con el día del Turismo, celebramos el del dominicano residente en el exterior, lo que en lenguaje popular conocemos como el dominicano ausente. Esta es, sin embargo, una forma de expresión que no se corresponde con la realidad. Porque el dominicano que emigra, casi siempre buscando mejores horizontes económicos, deja aquí un pedazo de su corazón. Está distante, pero no ausente.
¿Cuántos dominicanos hay hoy fuera del país? A ciencia cierta, como casi las demás estadísticas nuestras, no se conoce el número preciso y posiblemente ni tan siquiera aproximado. En España, hace unos tres años, cuando entrevistamos al entonces embajador nuestro en Madrid, el talentoso periodista Alejandro González Pons, había unos 125 mil. Una cantidad igual o mayor pudiera estar residiendo en Puerto Rico. Y en los Estados Unidos, principalmente Nueva York, New Jersey, Boston y de fecha más reciente, Miami, se estima que hay no menos de un millón.
Aunque en cantidades mucho más limitadas, hay presencia dominicana en Haití, en el Caribe, Venezuela y otros países de Centro y Suramérica. En Europa, fuera de España, sobre todo en Italia y Alemania. Hace bastantes años, el extinto líder perredeísta José Francisco Peña Gómez al relatar los resultados de un viaje realizado a varios países europeos, confesaba su sorpresa al llegar a Suiza y enterarse de que para entonces había unos cinco mil dominicanos residiendo en la nevada nación helvética. En fin, cual sea el número, estamos seguros de no fallar si decimos que hay un bojote, una balsa o cuchucientos mil.
Es feliz y justa la iniciativa de dedicarle al dominicano ausente o residente en el exterior un día de reconocimiento especial. En su inmensa mayoría, ellos forman en los respectivos países y localidades en que se encuentren asentados, comunidades muy laboriosas. No hace tantos años, el Alcalde de Nueva York destacaba que de los grupos de inmigrantes establecidos en la Gran Manzana, en el integrado por los criollos es donde se registraba el menor índice de delincuencia.
No son por lo común los logros de nuestras colonias en el exterior lo que da material de interés mediático. Hace tiempo, el director de un periódico norteamericano trazó la línea informativa del mismo cuando dijo “la virtud no es noticia que vende, sino lo contrario”. De ahí, que casi siempre las informaciones que se reciben de fuera y que impactan, al igual que ocurre en el plano doméstico, son las que divulgan aspectos negativos.
Mucho menos espacio que la deportación de grupos de dominicanos después de haber cumplido sanción en los Estados Unidos por diversos delitos, desde tráfico de drogas hasta homicidios, se concede a aquellos que en el exterior van ganando prestigio por su trabajo, talento y aportes. A los escritores, médicos, abogados, periodistas, ingenieros, artistas, ejecutivos, arquitectos, pintores, empresarios, secretarias, científicos y muchos otros que hacen carreras meritorias hasta los estudiantes que a fuerza de quemarse las pestañas, ganan becas de carrera completa en los institutos y universidades más prestigiosos de los Estados Unidos y otros países.
Ellos representan la cara buena, amable, positiva de la diáspora. Ellos ponen el nombre del país en alto. Mantienen sus costumbres y su arraigo a la patria que han dejado atrás pero que llevan en el corazón. Triunfan allá y ayudan aquí. Cada año nos envían miles de millones de dólares y euros. Y cada vez que tienen un respiro toman un avión y ponen pie en la tierra nativa, casi siempre cargados de presentes, como modernos Reyes Magos de carne y hueso.
A esos dominicanos que nos honran poniendo en alto el nombre del país con su proceder digno, donde quiera que hayan ido a buscar fortuna y una mejor oportunidad de vida, va hoy nuestro emocionado homenaje y sincera gratitud.
TELEDEBATE.Telefuturo.Canal 23.teledebate@hotmail.com
Lunes 20, 12,10
A todos mis amigos y familiares que residen allende los mares, especialmente al Administrador, Alma y Corazón de MEEC, mi querido hermano Isaías y familia, mis felicitaciones en este su Día. Que sigan cosechando éxitos y poniendo en alto el nombre de nuestro País, y que nuca olviden, que aquí, "dejaron sus respectivos ombligos".
ResponderBorrarUn gran abrazo para todos,
Fernan Ferreira.
Mi querido Fernan,
ResponderBorrarEn mi nombre y en el de muchísimos ausentes exitosos, gracias. Seguiremos haciendo lo que podamos.
Abrazos.
Isaías