Por Lavinia del Villar
Todo en Jesús aunque misterioso, es claro. Su discurso en forma de parábolas muestra su determinada intención de permitirnos tomar nuestras propias decisiones a través de la interpretación. Su divinidad por encima de su naturaleza humana, hace de su figura un ente extremadamente sabio, que no usa su poder para imponer criterios, sino que al promover la reflexión, nos da la opción de buscar y encontrar el mensaje, de llegar a la verdad por nosotros mismos, y de usar el sano juicio para afianzarnos en nuestras creencias.
La parábola del hijo pródigo por ejemplo, nos muestra el comportamiento desordenado que seguimos cuando creemos que tenemos todo, y la nobleza del perdón del Padre al recibir un hijo arrepentido. Jesús, al romper los esquemas establecidos en ese entonces nos enseña que para ser justos y hacer el bien, no existe día ni hora específica, y así lo demostró cuando en contra de los preceptos, curaba en sábado. Su carácter fuerte desafiaba a los fariseos que se creían los escogidos y que llamaban pecadores a los que no cumplían con los ritos que ellos imponían. “Ay de vosotros escribas y fariseos, hipócritas…”
Sus enseñanzas maravillosas nos ofrecen el paso primordial para alcanzar la paz espiritual y lograr nuestra salvación, y su conducta debe ser tomada como norma y orientación en nuestras acciones. Entiendo que Jesús vino simplemente a darnos, a través del ejemplo, las pautas para vivir una vida justa, y que se inmoló para legarnos la base sólida donde podemos levantar nuestra fe cristiana. Todo depende de nosotros. Escuchémoslo:
“No necesitan médicos los sanos, sino los enfermos.” “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.” “Tratad a los demás como queréis que ellos os traten.” “No solo de pan vive el hombre.”
Hace tiempo que no visitaba mi blog favorito; tan original y bien organizado. Pero veo que la calidad y la originalidad no ha variado. Gracias a todos por su esfuerzo tan profesional para que este sea una publicación tan limpia y bien escrita.
ResponderBorrarSoy nacida en Mao, mi familia salió de allá cuando tenía casi tres años, fui criada en varios puntos del país y ahora vivo en Holanda, pero con orgullo me considero maeña.
Zunilda Cabral
Zunilda Cabral,que bueno que en esos paises bajos Ud. se sienta tan alta para gritar a Los cuatro vientos el orgullo de ser de Mao ( Tierra entre rios y Los bellos atardeceres ,y del rojo de las tunas ) De mi parte bienvenida a MEEC,que disfrute este trabajo tesonero ,de empeno y sacrificio que realiza Nuestro director Isaias Medina Ferreira .Bienvenida de Nuevo. Evelio Martinez .
ResponderBorrarExiste una tendencia reciente a llamar la parábola "del hijo pródigo", como la parábola "del Padre Compasivo o Misericordioso".
ResponderBorrarNo soy teólogo, ni nada que se le parezca, pero estoy más de acuerdo con ésta última denominación, pues "el hijo pródigo" lo que hizo fue dilapidar su fortuna, mientras que el Padre fue tan Compasivo y tan Amoroso que a pesar del disgusto del hijo mayor, lo recibió de nuevo en el hogar, ordenó con lo vistieran con las mejores galas y ofreció una gran fiesta en su honor...
¡Me encanta esa parábola!
Fernan Ferreira.
Gracias Zunilda por visitarnos en MEEC. Apreciamos ese comentario tan hermoso.
ResponderBorrarUn abrazo.
Lavinia Del Villar.
Gracias Fernan: Me gusta lo del cambio de nombre de la parábola.
ResponderBorrarSiempre aprendo algo cuando tengo contacto contigo.
Un beso.
Lavinia.