EL SUSTO (Primera parte)
Por Jochy Reyes
Para leer la segunda parte, haga clic AQUÍ
Desde que se tiene conocimiento de la creación o la evolución de los seres vivientes, el susto ha sido parte integrante de su ser. Si usted cree o no en la creación del hombre por parte de Dios eso no importa, pero sí estoy seguro que aunque sea por curiosidad o para ampliar sus conocimientos intelectuales, ha leído la Biblia, y ahí está relatado el susto que se llevó el primer habitante de la tierra, el nombrado Adán, y es que este señor por estar de manganzón, se puso a llevar de lo que le dijo una culebra y se comió una manzana que se le había prohibido, para minutos después darse tremendo susto cuando empezaron a salirle unos salpullidos, momento en el cual se dio cuenta que era mortal. La propia Biblia relata otro susto este colectivo y ya en la era cristiana, y sucedió durante la crucifixión; durante la misma, mientras los soldados imperiales le aplicaban un severo castigo a Cristo y este según la propia Biblia miró hacia el cielo y pronunció las palabras: "padre ¿por qué me has abandonado?", momento en que el cielo se nubló y empezó a caer rayos y centellas, y el juidero que se armó no fue chiquito, y aunque el relato no recoge lo dicho, seguro que del susto alguien grito, ¡juigan que se soltó el diablo!
Desde entonces hemos tenido el susto como acompañante eterno, asociándolo casi a todo en nuestra vida, como por ejemplo a los que les gusta el beisbol le dicen al montículo del lanzador la “Lomita de los Sustos”. O el famoso hipo que dizque se quitaba con un susto, y digo dizque, porque cuando estaba pequeño quisieron quitarme uno gritándome tan duro por detrás sin yo esperarlo, que lo único que lograron fue que, desde ese momento oigo menos de mi lado derecho y una taquicardia que ha sido mi acompañante eterna y se la atribuyo a ese episodio sustómano.
Pero quiero contarles los sustos que he llevado conmigo cual si fuéramos almas siamesas por el impacto que tuvieron en mi vida, en algunos de ellos he sido protagonista y en otros espectador de primera fila. Voy a empezar por el susto que se llevó un pobre infeliz de Santiago, que por tratar de divertir todo un pueblo y a la vez ganarse unos chelitos, se le ocurrió vestirse de hombre ovejo, sin imaginar siquiera que en ese pueblo al cual se trasladaría había un pirómano llamado Arismendi alérgico a todo lo que fuera peludo y después de advertirle unas cuantas veces que desapareciera de su vista y este ignorar el pedido procedió a lanzarle un cerillo, y como arte de magia el pobre ovejuno se prendió cual antorcha olímpica y a los gritos de “¡Agua que me quemo! salió disparado quitándose el disfraz. De esto fui testigo por lo tanto apoyo lo relatado en este medio por Pablo Mustonen sobre el hecho, lo cual quiere hoy día negar el autor material del mismo y lo cual yo comprendo porque seguro al ver el pobre infeliz prendido en candela, él mismo se llevó un susto tan grande que se le olvidó su hazaña.
Me contó el amigo Félix Sánchez otro susto que se llevó un grupo de Maeños en otro conato de incendio, esta vez en su apartamento de Nueva York por los años 70. Ocurre que se encontraban disfrutando de unos tragos y entre el grupo estaban Arismendi Bonilla (que coincidencia diría Majelo), Porfirio Colón, mejor conocido como "borracho" y José Ramón "el conejo", quien exhibía un frondoso afro el cual era su orgullo; de repente en una fumadera le pasan una colilla al borracho quien siempre disfrutó de una puntería que la hubieran envidiado los mejores tiradores al platillo. Acto seguido y con el dedo anular sobre el pulgar, lanza esta colilla al afro del conejo, la cual se incrusta tan rápido en su frondosa cabellera que nadie se dio cuenta, sino minutos después cuando empieza a sentirse un olor a chifle y es el propio Félix Sánchez quien da la voz de alarma al ver el humo saliendo de la cabeza del pobre conejo, procediendo todo el mundo a caerle a sombrerazo para apagarle el conato de incendio, esto tuvo un efecto tan grande aparte del susto que se llevaron, que al querido amigo todavía no le crece el cabello.
Otro hecho del cual fui testigo sucedió siendo monaguillo. ¿No me creen que fui monaguillo? Pues pregunten le a Yuyi, Rafael Pericles, Papito Rincón, Tonito, Enrriquillo Valerio, quienes fueron algunos de los angelitos compañeros mío en esta etapa de mi vida. Pues bien, todos saben que una de las funciones del monaguillo es asistir al Sacerdote en las misas, y el resto que no trabajaba ese día tenía que sentarse en unos bancos dispuestos al lado del altar. Sucede que en la misa de los domingos la Iglesia siempre se llenaba, ¿recuerdan la vieja Iglesia de Mao, que las puertas de entrada eran laterales? Entonces estaban las dos filas de asientos y al final debajo del escenario del coro había otra hilera de asientos; ¿qué pasa? En la misa de los domingos, todavía me pregunto, ¿por qué?, en la entrada que estaba por el campanario y que daba al altar empezaron a llegar unos perros que se sentaban en la misma puerta a escuchar la misa; primero fue uno, el siguiente domingo ya habían tres y al cabo de un mes ya teníamos una jauría completa, lo grande de esto era la atención que ponían a las palabras del padre. El problema fue que se entusiasmaron tanto que ya se estaban sentando en el altar, cosa que molestó al padre Franco, quien negoció con el querido gordo René Crespo, que siempre iba a la misa del domingo, para que se parara en esa puerta e impidiera la entrada de los perros. Al siguiente domingo cuando llega René ya un perro que había madrugado se encontraba muy sentado en el altar; acto seguido y como un guardián celoso de su trabajo, procedió René a coger este perro por el rabo y haciendo un swing de bolichero ha soltado este perro con tal fuerza por el pasillo que los chillidos nunca se supo si salieron de la boca del perro o de las patas del mismo al tratar de frenar, y el susto que se llevaron los de la fila trasera al salir huyendo despavoridos al ver ese misil perruno que iba directo donde se encontraban sentados.
¿Y qué me dicen del susto que se llevaron unos compadres, que le estaban jugando sucio a su otro compadre? Sucede que ese otro compadre era visitador a medico, y tenía que salir algunas veces al interior del país, momento que aprovechaba su mujer con su compadre para irse de pasadía para el río. Unos vecinos chismosos le tiran el cuento al cornudo señalándole el sitio del encuentro, al siguiente día el hombre anuncia que se va de viaje, y lo que hace es irse primero al sitio del encuentro amoroso, se encarama en el árbol que servía de cobija a los tórtolos a esperarlos; cuando llegan, el hombre comienza a tender una colcha para su acto amoroso, mientras la comadre le dice, déjeme ir a orinar, mientras él se acostaba boca arriba a esperarla, momento en que divisa a su compadre encaramado en la mata y dice... Comadre, ¿ya orinó?, y a la respuesta de sí compadre, pues mire para arriba pa que se C.......
Cuando era estudiante del ISA, viví dos sustos, uno fue de Manito y el otro mío. Nos encontrábamos en la hora de la cena y el grupo de Mao siempre escogíamos una mesa para todos, pero como era grande nos acompañaban amigos estudiantes de otros pueblos; uno de ellos y muy querido por los Maeños era un molleto, grande y fuerte como un roble de apellido Coplin de Samaná. Sucede que manito cuando coge una cuerda actúa primero y piensa después, pues la cogió con Coplin y acto seguido procedió a tirarle un vaso de leche caliente en la cara, cosa que paralizó a todo el mundo en la mesa, y fijamos la mirada en este hombre que de por si era grande y fuerte, pero que al recibir este baño caliente se fue transformando como el famoso HULK, el hombre increíble, parecía un verdadero GIGANTE, y el susto de Manito fue tan grande que se rajó a dar gritos desesperado cosa que le resultó, porque Coplin le cogió pena y lo perdonó.
El otro todavía me acuerdo y se me aflojan las rodillas. Sucede que al encontrarnos todo el año escolar encerrados entre hombres y las únicas mujeres que había eran las cocineras y las que trabajaban en las casas de los profesores, todas del poblado la Herradura cercano al colegio, quienes iban por la mañana a sus respectivos trabajos y regresaban en la noche a sus casas. Nosotros falto de cariño femenil, empezamos a cortejarlas cual Romeo ardiente, cuando obteníamos el sí amoroso, las esperábamos a la salida del colegio en un montecito oscuro para desahogar las penas. Un día me encuentro entusiasmado con mi Julieta cuando de repente se alumbra todo el lugar, todo se me vino abajo, incluyendo el corazón, del susto que me di pues pensé que era el guardián que me había agarrado con las manos en la maza, cuando de repente aparece Eduardo Brea junto a su desahogo, una Albina que alumbraba más que un foco EVEREADY de la época.
Y por último quiero dejarlos con este, que fue tan grande, que todavía me duele el brazo del jalón que me dieron. Todos los de nuestra época recuerdan un personaje que por su laboriosidad y dote de orador se ganó el cariño de su pueblo Mao, me refiero al venerable Vale Toño. Un día íbamos Rafael mi hermano y yo cruzando por el parque cuando de repente vemos una multitud reunida alrededor de un personaje, al acercarnos notamos que era Vale Toño quien en ese momento se encontraba encima de un banco de dicho parque pronunciando uno de sus famosos discursos; paramos a verlos consciente de que en esa época el parque se encontraba siempre lleno de calieses. De repente cuando él nos ve, asume una pose señorial, y con voz y gestos que hasta el mismo Demóstenes lo habría envidiado dice señalándonos: PORQUE CUANDO YO VOY DONDE DOÑA TEOFILA, LO PRIMERO QUE ME PREGUNTAN ES, VALE TOÑO ¿CÓMO ESTÁ ESE COMUNISMO? Acto seguido Rafael me hala por un brazo diciéndome entre dientes, vámonos de aquí rápido, y a ese loco le voy a entrar a trompá cuando vaya por casa. Sé que todavía me faltan por recibir muchos sustos, pero hasta ahora viviré con estos. Anímese y cuente el suyo.
domingo, 7 de abril de 2013
LA MINA DE JOCHY
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Jochy,Ramón.Estoy sentado en el lugar donde uno para c..de la risa debe hacerlo.Mis glándulas lagrimales las voy a llevar donde tu hermano Anulfo para me las lubrique .Cuchara(Matusalén),con tu perdón,talvez tenga razón .¿Cómo es posible tantas vivencias con tan pocos años? En lo de Vale Toño se te fue la mano,me dijo Matusalén,perdón Cuchara al llamarme esta madrugada ,muy preocupado por lo del Conejo y su calvicie y lo del compadre que pueden los lectores identificarlo. Aún estoy sentado en el lugar aquel y no acabo de c. de la risa.¡Qué risoterapia en la madrugada! Cuñado,la Biblia ,la Biblia .....Abrazos . Evelio Martínez.
ResponderBorrarYa les había dicho que la creatividad de los personajes del duelo era impresionante, ahora estoy sorprendido con esta narración, creo que el duelo va pa largo, ahora el que esta asustao soy yo por la repuesta que puede dar el otro contrincante. No se sorprenda si una noche de estas no pueda dormir al recordar uno de sus sustos que ya había olvidado.
ResponderBorrarPapito Mármol
Excelente narrativa de experiencias vividas apreciado Jochy. Leyéndola, a cada rato explosionaba de la risa, provocando que mi esposa e hijos me preguntaran la razón de ésta. Volví a iniciar la lectura y...Carajo!! pa' que fue eso....las risotadas de ellos a cada rato me impedían la lectura. Te agradecemos la gratuita risoterapia pero más te agradeceríamos la continuación.
ResponderBorrarReciba pues mis afectos.
Diómedes Rodríguez.
PD: estamos disfrutando los personajes de "El Duelo" y aprovecho para felicitarte tanto a ti como al simpático y buen mozo Rolando "La Cuchara" Espinal
⁄¡¡¡Que siga "El Duelo"....caraaaaaaaajo!!!
ResponderBorrarDiómedes Rodríguez
¡Fantástico, Ramón! Disfruté cada uno de los sustos narrados. Todos excelentes, pero de sólo imaginarme el "jondión" que le dio René al perro y al Cabezón "pidiendo cacao" después de su bravuconada, se me salieron los mi... de la risa.
ResponderBorrarEsperamos la segunda parte...
Un abrazo,
Fernan Ferreira.