lunes, 8 de abril de 2013
BUSCANDO NIVEL
LA ÉTICA Y EL EJERCICIO PERIODÍSTICO
Por Fernando Rodríguez Céspedes
"No escribas como periodista, lo que no puedas sostener como hombre". Esta lapidaria frase del benemérito historiador y periodista mexicano Francisco Zarco, debiera constituirse en guía permanente para los hombres y mujeres del mundo que se dedican al ejercicio de esta profesión.
Este pensamiento me vino a la mente en ocasión de la celebración el viernes pasado del Día del Periodista que fue festejado con diversas actividades profesionales entre ellas una charla magistral del doctor Rafael Molina Morillo sobre la ética del comunicador.
En los momentos actuales, resulta preocupante la forma en que se está ejerciendo este digno oficio, especialmente en los medios electrónicos incluyendo los blogs donde, constantemente, se atenta contra la honra y buena fama de cualquier persona o institución.
Y si monitorizamos las emisoras y canales de cables del interior, la cosa es para horrorizarse porque al no existir ningún organismo local que los regule y ante la irresponsabilidad de los administradores y propietarios, la mayoría compite en vulgaridad y morbosidad.
Allí, cualquier individuo, sin conocer los principios básicos de la comunicación, ni de la ética, contrata un espacio y da rienda suelta a sus instintos más bajos haciendo el papel de sicarios morales difamando a cualquiera por razones políticas, personales y hasta por encargo.
Esta es una situación, que aunque es más descarnada en los pueblos, se da también en la capital, aprovechando la existencia de una obsoleta Ley 6132 sobre Expresión y Difusión del Pensamiento aplicable solo a los medios impresos, dejando por su cuenta a los electrónicos.
Para bien de la sana convivencia, la educación y salud mental de la ciudadanía, se hace impostergable una nueva ley sobre la libertad de expresión que garantice el respeto a la dignidad humana, el honor y la honra del ciudadano sin importar su categoría social, política o económica.
Bien haría el Congreso en profundizar el estudio de los anteproyectos de ley que en ese sentido cursan en su seno, de manera que luego de una ronda de análisis y vistas públicas, se adopte el que más convenga al clima de libertad y respeto que necesitamos en el país.
Por Fernando Rodríguez Céspedes
"No escribas como periodista, lo que no puedas sostener como hombre". Esta lapidaria frase del benemérito historiador y periodista mexicano Francisco Zarco, debiera constituirse en guía permanente para los hombres y mujeres del mundo que se dedican al ejercicio de esta profesión.
Este pensamiento me vino a la mente en ocasión de la celebración el viernes pasado del Día del Periodista que fue festejado con diversas actividades profesionales entre ellas una charla magistral del doctor Rafael Molina Morillo sobre la ética del comunicador.
En los momentos actuales, resulta preocupante la forma en que se está ejerciendo este digno oficio, especialmente en los medios electrónicos incluyendo los blogs donde, constantemente, se atenta contra la honra y buena fama de cualquier persona o institución.
Y si monitorizamos las emisoras y canales de cables del interior, la cosa es para horrorizarse porque al no existir ningún organismo local que los regule y ante la irresponsabilidad de los administradores y propietarios, la mayoría compite en vulgaridad y morbosidad.
Allí, cualquier individuo, sin conocer los principios básicos de la comunicación, ni de la ética, contrata un espacio y da rienda suelta a sus instintos más bajos haciendo el papel de sicarios morales difamando a cualquiera por razones políticas, personales y hasta por encargo.
Esta es una situación, que aunque es más descarnada en los pueblos, se da también en la capital, aprovechando la existencia de una obsoleta Ley 6132 sobre Expresión y Difusión del Pensamiento aplicable solo a los medios impresos, dejando por su cuenta a los electrónicos.
Para bien de la sana convivencia, la educación y salud mental de la ciudadanía, se hace impostergable una nueva ley sobre la libertad de expresión que garantice el respeto a la dignidad humana, el honor y la honra del ciudadano sin importar su categoría social, política o económica.
Bien haría el Congreso en profundizar el estudio de los anteproyectos de ley que en ese sentido cursan en su seno, de manera que luego de una ronda de análisis y vistas públicas, se adopte el que más convenga al clima de libertad y respeto que necesitamos en el país.
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Apreciado Primo,... es muy legítima su preocupación sobre el ético desempeño periodístico dominicano, a la cual me sumo enérgicamente. Es mandatoria y urgente una revisión a fondo de esta Ley, puesto que su escala de valores y horfandad en su aplicatoriedad, se encuentra en su nivel más bajo.
ResponderBorrarEspero que los responsables de su concienzudo análisis tengan la suficiente sensibilidad y entereza para que se sirvan escuchar en toda su intensidad y alcance, este clamor ampliamente generalizado.
Con el afecto más sincero,... Cuqui Rodríguez Martínez.
nelsonrguez@hotmail.com
Tocayo:
ResponderBorrarEs lamentable la realidad que usted describe, pero insisto, es la realidad, y el sondeo que acaba de realizar el periódico El Nacional sobre la imagen del periodista, arroja resultados desastrosos para los profesionales como usted, que aun ejercen el periodismo con decoro.
Estoy convencido de el afán de riqueza, de la noche a la mañana, hace que muchos profesionales vendamos nuestra conciencia por "treinta míseras monedas".
Un abrazo,
Fernan Ferreira.