ANTE LA POSIBILIDAD DE UNA REFORMA INMIGRATORIA

CIUDADANÍA BLOQUEADA POR SU ALTO COSTO
Por Rahm Emanuel y Luis V. Gutiérrez

Ahora que el Congreso de Estados Unidos debate la creación de un pasaje hacia la ciudadanía para 11 millones de inmigrantes indocumentados, debería al mismo tiempo eliminar uno de los mayores obstáculos en ese camino: el costo de solicitar para obtener la ciudadanía.

Los Servicios de Ciudadanía e Inmigración, parte del Departamento de Seguridad Nacional, cobran $680 por la solicitud de naturalización (incluyendo una tarifa obligatoria de $85 "por servicios biométricos", que cubre las huellas digitales). Esta escarpada cuota, que para algunos inmigrantes puede significar el salario de más de dos semanas, es tan alta que efectivamente le niega a los residentes legales la oportunidad de convertirse en ciudadanos.

Existen 8.5 millones de residentes permanentes legales en los Estados Unidos (conocidos también como poseedores de la tarjeta verde) que tienen derecho a solicitar la ciudadanía, pero en 2011 solo el 8 por ciento de ellos la solicitó.

Los honorarios para convertirse en ciudadano naturalizado han aumentado significativamente en la última década. En 1999, una solicitud de ciudadanía costaba $225. La casi triplicación de la tasa desde entonces ha llevado a una fuerte caída en las solicitudes para naturalización. En 2007, una oleada de inmigrantes – 1.4 millones - solicitó la ciudadanía, muchos de ellos previendo el aumento de las tasas de $330 a $595 (sin incluir el pago biométrico). En 2008, en cambio, apenas 525,000 inmigrantes solicitaron la naturalización.

A $680, un empleado que gana el salario federal mínimo tendría que trabajar durante más de dos meses para pagar por la solicitud para sí, su cónyuge y dos hijos.

El aumento de las tasas tenía por fin aumentar los ingresos, pero la estrategia ha sido sabia en centavos y tonta en dólares. Por ejemplo, el costo actual de renovación de la tarjeta de residencia durante 10 años es de $450, sin necesidad de ser examinado en inglés por lo que tiene un alto índice de aprobación. Por el contrario, un aspirante a ciudadano pierde los $680 si su solicitud es negada.

Una estructura de tarifas sensata debiera fijar tarifas mínimas y máximas, crear una escala variable basada en el ingreso familiar y el tamaño de la familia, y considerar otros factores como la edad de los solicitantes y la escolarización de los menores. Debe permitir que la tasa de solicitud de ciudadanía pueda ser aplicable para pagar la renovación de las tarjetas de residencia, en caso de que el solicitante no pase el examen de naturalización. En resumen, la estructura de las tasas debería recompensar a aquellos dispuestos a hacer el esfuerzo de aprender inglés, a estudiar la historia de nuestra nación y de nuestro sistema democrático de gobierno, y convertirse en participantes de pleno derecho en nuestra nación, con derecho al voto y a participar en la vida cívica.

Hay muchos aspectos polarizadores del debate sobre la inmigración, incluidas las disposiciones sobre los "soñadores" (jóvenes inmigrantes traídos a este país sin documentos legales), trabajadores agrícolas con poca destreza, la posible creación de un programa de trabajadores invitados y la duración del proceso para los inmigrantes ilegales a presentarse y finalmente alcanzar el estado legal como ciudadanos. Mientras el Congreso pesa estas cuestiones, debiera también incluir una solución fácil, sensata, para asegurar que los residentes permanentes legales elegibles que ya están en este país no vean su camino a la ciudadanía bloqueado por honorarios onerosos.

Rahm Emanuel, el alcalde de Chicago, fue congresista de Estados Unidos desde 2003 hasta 2009 y jefe de personal del presidente Obama de 2009 a 2010. Luis V. Gutiérrez ha sido congresista de Estados Unidos por Illinois desde 1993.

Traducido por Isaías Medina de Metransol Services (metransol@yahoo.com). Título original Priced Out of Citizenship, publicado por el New York Times el 3 de abril de 2013.