domingo, 23 de junio de 2013
PARA CURAR EL ALMA
BUSQUEMOS MÁS ALLÁ
Por Doris Rodríguez
A quienes saben que la oración nos lleva a la sabiduría de lo divino con fe y entusiasmo… a quienes saben que al final la siembra dará sus frutos, porque Dios regala los dones, el talento, y que sólo debemos saber utilizarlo adecuadamente, en el tiempo y lugar que habitamos en el universo.
A los que no han decidido ser del montón, llegando más allá de lo trivial, lo insípido, y han sabido escuchar el soplo divino del espíritu santo.
Los recuentos de cada día estarán escritos en el libro bendecido del todo poderoso, mostrará el esfuerzo, el empeño puesto en cada entrega, todo será recompensado en las alturas donde sopla la brisa de la paz, el amor, y la satisfacción plena ahí estará.
Caminemos registrando cada paso con huellas indeleble, de bondad, compasión, dignidad, trabajo, entrega honrosa, todo nuestro accionar nos lleva a trillar el destino…el milagro llegará, no hay que detenerse en los dolores, en los fracasos a pesar de los obstáculos y las innumerables adversidades el espíritu florecerá y el alma descansará en la eternidad.
Ojalá podamos tener dominio propio, desprendernos del pecado, para recibir la vida que Dios ha prometido a los que le aman. Que se abran las compuertas de los cielos del mismo tamaño de la espera y del esfuerzo.
Oremos más allá del mar, más allá de donde llega el viento, oremos y busquemos el amor de Dios más allá de donde alcanzan nuestras miradas, vamos a beber a la fuente que nos llene el espíritu. Honremos al señor quien nos ha regalado la semilla para que la sembremos y obtengamos el fruto de la lluvia que ha mojado nuestro sembrado.
Por Doris Rodríguez
A quienes saben que la oración nos lleva a la sabiduría de lo divino con fe y entusiasmo… a quienes saben que al final la siembra dará sus frutos, porque Dios regala los dones, el talento, y que sólo debemos saber utilizarlo adecuadamente, en el tiempo y lugar que habitamos en el universo.
A los que no han decidido ser del montón, llegando más allá de lo trivial, lo insípido, y han sabido escuchar el soplo divino del espíritu santo.
Los recuentos de cada día estarán escritos en el libro bendecido del todo poderoso, mostrará el esfuerzo, el empeño puesto en cada entrega, todo será recompensado en las alturas donde sopla la brisa de la paz, el amor, y la satisfacción plena ahí estará.
Caminemos registrando cada paso con huellas indeleble, de bondad, compasión, dignidad, trabajo, entrega honrosa, todo nuestro accionar nos lleva a trillar el destino…el milagro llegará, no hay que detenerse en los dolores, en los fracasos a pesar de los obstáculos y las innumerables adversidades el espíritu florecerá y el alma descansará en la eternidad.
Ojalá podamos tener dominio propio, desprendernos del pecado, para recibir la vida que Dios ha prometido a los que le aman. Que se abran las compuertas de los cielos del mismo tamaño de la espera y del esfuerzo.
Oremos más allá del mar, más allá de donde llega el viento, oremos y busquemos el amor de Dios más allá de donde alcanzan nuestras miradas, vamos a beber a la fuente que nos llene el espíritu. Honremos al señor quien nos ha regalado la semilla para que la sembremos y obtengamos el fruto de la lluvia que ha mojado nuestro sembrado.
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Que belleza, cuanta sabiduría, que reflexión tan hermosa!!!
ResponderBorrarGracias Doris, pues con sus señalamientos nos ayuda a seguir el camino correcto, el que nos llevara a limpiar nuestras almas y, a obtener las bendiciones del Todopoderoso.
Excelente aporte.
Diómedes Rodríguez