LA MINA DE JOCHY

¡QUÉ BRAGUETA, COMPÁI!
Por Jochy Reyes
El autor es abogado

“La democracia no puede subsistir donde los hombres adquieren el hábito de los esclavos, que no pronuncian mas palabras que aquellas que no le acarrean peligro alguno". Talleyrand

Me había prometido pasar unas vacaciones tranquilas, sin alterarme, cogiéndolo suave, paseando y disfrutando de las bellezas naturales que la propia naturaleza nos regaló en esta hermosa tierra dominicana, sus ríos, playas, montañas y la gente de mi pueblo Mao, que cada día está más lindo. ¡Cuánta nostalgia! Pero. ¡Y ahí está el bendito pero! Se me ocurrió abrir un diario y en ese momento se acabó mi felicidad, para convertirse en enojo, impotencia y asombro. ¡Cuánta falta me sigue haciendo el aparatito aquel del que les hablé! Aquí les copio íntegro la causa de mi enojo y asombro.

"El Banco Central advirtió que eliminar el centavo tendría graves implicaciones económicas, monetarias, fiscales, financieras e internacionales que generarían serias distorsiones y presiones inflacionarias y cambiarías, que perjudicarían a toda la población Dominicana”. Periódico Diario Libre, martes 30 de abril, pág. 27.

Esto me hace pensar dos cosas. Primero: O esta gente son más sinvergüenzas y descarados de lo que uno se imagina. O, segundo: Ellos están plenamente convencidos de que este es un pueblo estúpido y tarado. Porque atreverse a decir que no puede desaparecer algo que tiene más de 25 años que no aparece, no circula, porque ya nada se compra con cheles, ni siquiera un simple caramelo (además el propio Banco Central ya no lo emite), y decir, repito, que la desaparición de este le haría daño a la economía de la población pobre es una ofensa, un insulto a la inteligencia del propio pueblo.

Pero yo no quiero dejarlo ahí, quiero denunciar el jueguito que estos ladrones comerciantes de la política monetaria tienen a favor de los grandes capitales, y por ende en detrimento del pueblo, que es al fin y al cabo el que les paga sus jugosos salarios a través del pago de sus impuestos.

Les voy hacer una pequeña operación matemática, para que se den cuenta qué es, y a quienes defienden estos "señores" del Banco Central.

Usted va a un supermercado y hace una compra la cual le suma un total de 2,350 con 40 centavos; al pagar le pasa 2,350, porque no existe el centavo, pues bien, no se lo aceptan porque según ellos después no les cuadra la caja, entonces tiene que darle 2,351, teniendo ellos una fracción mayor de 60 centavos a su favor, y no le devuelven porque ellos mismos le dicen que ya el centavo no existe. Ahí les cuadra la caja aunque le descuadre su bolsillo.

Con esta sencilla operación, estos negocios supuestamente legales, le están robando 60 centavos que usted lo trabajó, lo sudó. Visto así, de una manera individual usted diría que eso no representa gran cosa, pero si estos grandes negocios, supermercados, tiendas, restaurantes, bares, etc., reciben un promedio diario de mil personas, con ese mismo jueguito se quedan con 600 pesos de cada mil robados de sus bolsillos en solo un día. Si esto lo multiplicamos por los 365 días del año serían 219,000 pesos solo en un negocio. Multipliquen esto por 1000 negocios... que los debe haber en todo el país, y haría la suma millonaria de 21,900,000 de pesos al año que esos gánsteres, con la complicidad de las autoridades que supuestamente están ahí para defenderlo a usted, les están robando a este triste y pobre pueblo que no tiene quien lo defienda.

Es por eso que digo, ¡QUÉ BRAGUETA! tienen estos "señores" del Banco Central que ya ni guardan las apariencias al salir en defensa de estos ladrones de cuello blanco en vez de defender la economía de su pueblo pobre quien como ya les dije, es el que les paga sus jugosos salarios, y que ya de tan pobre ni siquiera les queda cuello.

Sigo diciendo que solo hay dos maneras de llegar al poder. A través de las armas. O, a través de elecciones, como en este país no existen las condiciones (por ahora) de llegar a través de las armas, solo nos queda seguir el juego de las elecciones, y es ahí donde quiero llamar la atención del pueblo, mi pueblo querido, amado, sufrido, pero heroico y luchador. No podemos seguir eligiendo personas que solo se acuerdan de nosotros el día de las elecciones para que las favorezcamos con el voto y luego ni siquiera nos reciben en sus lujosos despachos. Tenemos que echar un voto de calidad, de valor ético, fijarnos bien en el perfil del candidato, su honestidad (que no sea un ladrón), su compromiso moral y social con este pueblo, con su sociedad. Que lo podamos ver y medir a través de su hoja de servicio a la comunidad.

No podemos seguir poniendo la iglesia en manos de Lutero, recordando al monje alemán que la propia iglesia les puso en sus manos las armas para que la destruyera, la dividiera.

Este país no puede seguir en manos y a merced de estos pandilleros, que con su política y posición en defensa de las minorías económicas poderosas, están haciendo cada día más pobre al 98% de los dominicanos.

No permitamos que nos sigan destruyendo el país que un día les tendremos que dejar a nuestros hijos y nietos, porque serán ellos mismos que mañana nos juzgaran, y condenarán nuestra indiferencia e ineptitud al no hacer nada para salvar a la patria.