sábado, 4 de mayo de 2013
BUSCANDO NIVEL
UN MALECÓN MUY PELIGROSO
Por Fernando Rodríguez Céspedes
La avenida George Washington representa uno de los mayores atractivos turísticos de Santo Domingo y por ello, cientos de extranjeros y dominicanos la visitan a todas horas para ejercitarse, disfrutar de las frescas brisas del mar y de sus numerosos hoteles y lugares de diversión.
Sin embargo, esta importante vía presenta el inconveniente de que para cruzarla hay que arriesgar la vida por la alta velocidad a que transitan todo tipo de vehículos, en especial los pesados que llevan y recogen mercancías en los puertos de Haina y Santo Domingo.
Existen tramos, como el ubicado entre la Máximo Gómez y la estatua de Montesinos, que no obstante contar con la mayor cantidad de hoteles, restaurantes y centros de esparcimiento público, como Güibia y la Plaza Juan Barón, no cuentan con un solo semáforo o cruce peatonal.
Quienes visitan a diario esta vía y sus instalaciones padecen la imprudencia y falta de urbanidad de los conductores por lo que, descartados por el Ayuntamiento los pasos a desnivel, urge la adopción de medidas efectivas que garanticen su integridad física.
Lo primero que debiera establecerse en los tramos de mayor población es una velocidad menor a los 50 kilómetros por hora, con numerosas señalizaciones y supervisión policial debido a que una avenida urbana, no debe ser una vía de alta velocidad como sucede actualmente.
Además, como plan piloto, se deben establecer cruces peatonales con reductores de velocidad y semáforos amarillos intermitentes custodiados por policías municipales o de la AMET que detengan el tránsito y den paso a los transeúntes que visitan las plazas de Güibia, Juan Barón y la Unicaribe.
Quiera Dios que nuestras autoridades municipales, con el apoyo de las policiales, se animen a considerar estas sugerencias ejecutables a bajo costo y que evitarían que sigan ocurriendo pérdidas de vidas y graves lesiones físicas a indefensos transeúntes, como han acontecido.
Por Fernando Rodríguez Céspedes
La avenida George Washington representa uno de los mayores atractivos turísticos de Santo Domingo y por ello, cientos de extranjeros y dominicanos la visitan a todas horas para ejercitarse, disfrutar de las frescas brisas del mar y de sus numerosos hoteles y lugares de diversión.
Sin embargo, esta importante vía presenta el inconveniente de que para cruzarla hay que arriesgar la vida por la alta velocidad a que transitan todo tipo de vehículos, en especial los pesados que llevan y recogen mercancías en los puertos de Haina y Santo Domingo.
Existen tramos, como el ubicado entre la Máximo Gómez y la estatua de Montesinos, que no obstante contar con la mayor cantidad de hoteles, restaurantes y centros de esparcimiento público, como Güibia y la Plaza Juan Barón, no cuentan con un solo semáforo o cruce peatonal.
Quienes visitan a diario esta vía y sus instalaciones padecen la imprudencia y falta de urbanidad de los conductores por lo que, descartados por el Ayuntamiento los pasos a desnivel, urge la adopción de medidas efectivas que garanticen su integridad física.
Lo primero que debiera establecerse en los tramos de mayor población es una velocidad menor a los 50 kilómetros por hora, con numerosas señalizaciones y supervisión policial debido a que una avenida urbana, no debe ser una vía de alta velocidad como sucede actualmente.
Además, como plan piloto, se deben establecer cruces peatonales con reductores de velocidad y semáforos amarillos intermitentes custodiados por policías municipales o de la AMET que detengan el tránsito y den paso a los transeúntes que visitan las plazas de Güibia, Juan Barón y la Unicaribe.
Quiera Dios que nuestras autoridades municipales, con el apoyo de las policiales, se animen a considerar estas sugerencias ejecutables a bajo costo y que evitarían que sigan ocurriendo pérdidas de vidas y graves lesiones físicas a indefensos transeúntes, como han acontecido.
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Apreciado Tocayo:
ResponderBorrarLas calles y avenidas de nuestra ciudad capital se han convertido, lamentablemente, en vías de alta velocidad. Esta realidad la advirtieron varios arquitectos urbanistas, cuando se empezaron a construir los túneles y elevados. Pero, no se les hizo caso!!!
Apoyo su sugerencia de colocar reductores de velocidad en El Malecón y otras importantes vías de Santo Domingo. Ojalá no sea necesario que la imprudencia, la prisa y la inobservancia de las leyes cobren varias vidas, antes de que las autoridades correspondientes se decidan a implementar medidas como la sugerida por usted.
Afectos,
Fernan Ferreira.