miércoles, 13 de octubre de 2010

EL TEATRO JARAGUA

REMINISCENCIAS
Por Manito Santana

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¿Qué sabemos del teatro Jaragua? Mi hermano César Brea me solicitó algo más para recordar sobre nuestra diversión dominical.

Del grandioso Teatro Jaragua, de la época de los 50, hay muchas cosas que contar, ya que era el único lugar de recreación sana para toda la familia.

Esos domingos de matinée, día elegido para la diversión de los niños causaba una gran emoción y nuestros padres se sentían agradecidos ya que servía como control para mejorar el comportamiento de los niños porque al advertirles que si no se portaban bien, no iban para matinée, el chamaquito evitaba fallarle a sus padres.

Los mayores o padres, disfrutaban esas películas mejicanas de Cantinflas, Andrés Soler, Arturo de Córdoba, Pedro Armendáriz, Luis y Tony Aguilar, Carlos López Moctezuma, Pedro Infante, El Santo.
Aquella famosa serie del Capitán Maravilla, El monstruo de la Laguna Verde; ese Miguel Aceves Mejía con su mechón de cana frontal, y los americanos con John Wayne, Kirk Douglas, “Durango Kid", Burt Lancaster y lo más grande para nosotros, Tarzán y la Mona Chita con su grito "Aahhhhhhhhaahhhhh", antes de guindarse o que se guindaran de las lianas. Johnny Westmuller.

Esas películas de Guerra contra los Japoneses que hasta la fecha creo que los odiamos.

Pero vamos a comenzar con su propietario Ángel Tejada (no fue Mario Evertz como muchos piensan, era arrendatario), esposo de Doña Pura Bogaert, residían en la 27 de Febrero esq. Trinitaria (frente al Correo).

¿Cómo se hacían las propagandas para anunciar las películas?

1) Se preparaban unos carteles: un cuadro de madera (de unos 5' x 3') y zinc liso, y se les pegaba papel de traza con almidón. Sobre ese papel se pintaban las letras, con líquido negro de ese que usan los limpiabotas. Como título se usaba la palabra " HOY ", más abajo el título de la película seguida por los Actores y las recomendaciones.

Estos carteles eran pintados o escritos por Adolfo Rodríguez a quien apodaban "Miquimao" y traducido al inglés Mickey Mouse, que al mismo tiempo manejaba el Proyector o equipo, donde se hizo inmune a todas las malas palabras expresadas por el público al romperse la película al momento de mayor emoción. Su hijo Cheo, su sustituto también agarró lo suficiente.

Los carteles eran distribuidos en las principales esquinas del pueblo, arrimados a postes del servicio eléctrico u otros puntos de apoyo. Uno de los encargados de repartir esos carteles era Pedro José Reyes, sobrino de la esposa de Mario Evertz e hijo de Pericles Reyes.

Pedro José, luego de repartir esos carteles, también tenía que anunciar la película con el instrumento cónico irregular, a lo que vulgarmente llamamos "jututo" caminando por distintas partes del pueblo, luego fue sustituido por Pincho, hermano del famoso limpiabotas apodado “Vale Toño" (asesinado por los esbirros), el famoso Foro y finalmente por Mariachi.

2) La otra forma de hacer propaganda a la película del día: Previo a recibir las películas, eran recibidas grandes fotos (12 x 12) a las cuales le llamábamos "cuadros"; esas fotos eran distintas escenas de la película. Se colocaban en las paredes de un cuarto que formaba parte del Teatro y sobre los mismos la fecha de exhibición.

Al llegar el día de exhibirla, salía alguien que no recuerdo, con cuadros en mano a enseñarlos en los distintos centros de reunión, ya sea barberías, barras, parque.

Los Films eran alquilados en Santiago y quien se encargaba de llevarlos y traerlos fue nuestro querido Chencho Santana, quien era de los pocos con medios de transportes. Ese alquiler de películas era por días. Película exhibida, pagada al otro día.

Los famosos "doble hits" era el encanto del público, pues exhibían 2 películas por el precio de una. Esto aseguraba un lleno total del cine.

Pero, ¿Por qué Mario Evertz daba el "doble hit”? Pues muy fácil. Cuando Mario conseguía una película buena, esperaba la llegada de la otra alquilada y si resultaba que no era buena y pocas gentes visitó la sala, entonces producía un doble hit con la película buena que aguantó y la mala; buscaba una excusa para no pagar el día que dejó de pagar por no devolverla.

Fieles visitantes al Teatro: Hubo una respetable señora que creo que nunca dejó de asistir al teatro en buenas y malas películas, no recuerdo su nombre, era la esposa Félix Rodríguez (Felí) distribuidor de periódicos muy querido en Mao.

No olvidemos al famoso "Charro" quien tenía un fanatismo tan grande con las películas mejicanas que su vestimenta fue adoptada como un verdadero charro mejicano; es tan tal que creo que el 90 % del pueblo no sabe su nombre, sino "el charro"; inclusive su estilo al hablar era de un puro mejicano.

Para esa fecha también existía el macuteo, como siempre. Antes, el Ayuntamiento cobraba sus impuestos al Teatro por personas reportadas que asistieron ese día, pero debido al poco pago recibido por los inspectores se perdían partes de los asistentes que el Ayuntamiento nunca supo donde estaban, solo lo sabían Mario Evertz y el Inspector de turno.

No podemos olvidar también las presentaciones artísticas llevadas a cabo en el Jaragua: El dúo "Los Compadres”, "El Indio Araucano”, Creo que el Trío Los Panchos, Paco Miller y su Muñeco Don Roque (Panchín Mañeñé).

Ya en el ocaso del teatro, su sala era utilizada para celebrar peleas de Boxeo. Recuerdo las peleas de Kid Ojito vs Bernardo Díaz, lo mejor que tenía Santiago, donde Ojito lo sentó en un “clinch” con un golpe en las costillas.

En ese Teatro se hizo profesional Darío Hidalgo peleando contra Kid Mechita a quien le dio una paliza.
Luego Darío fue el Campeón nacional, llegando a pelear por el título mundial del cual fue despojado como siempre sucedía con los latinos para la época.

Espero que alguien más complemente sobre el Teatro Jaragua.

Antes de despedirme, tengo una curiosidad: Nunca llegué a saber cuál era el mal olor del Teatro al finalizar la película, pues todo el mundo al salir sacaba su pañuelo y se cubría la nariz. Tampoco supe quién se lo tiraba.

7 comentarios:

  1. No existiamos para los tiempos del teatro Jaragua pero si para los tiempos del cine Elda y las memorias son inmensas y bellas. Para estos tiempos en vez de Adolfo quien creo solia administrar el cine, era Carreton QEPD (vecino nuestro y de nuestro estimado y entrañable Ley Sime) quien recibia los abusos de algunos compueblanos al interumpirse las peliculas por una u tora razon.
    Manito, hace tiempo no tenemos el placer de aguaitailo pero nuestra estimacion es la misma.
    Otro abrazo.
    Plinio Cruz-Alvarez

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  2. buenos datos para aquellos que como yo no vivimos esa epoca del Teatro Jaragua, es bueno que personas como Mr Manito compartan sus vivencias con todos.Todo descrito de una manera que podemos hacernos una pelicula y transportarnos hasta esos dias que de seguro estaban llenos de mucha bondad cosa que hoy dia nos hace falta.

    Cesar Nunez Jaquez
    cesarnuja@yahoo.com

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  3. Querido Manito: Cuantos recuerdos!!! Cuando Adolfito se cansó de pintar letreros, los pintores eran Chito y luego Pincho,ambos amiguitos míos pues éramos vecinos. La esposa de Feliz que le decían no se por qué Feliz Moquillo, muy querido compadre de mamá, se llamaba Ana, y como dices no faltaba un sólo día al cine. El primero, que yo recuerde que traía las películas de Santiago, era don Jorge mi papá, que era en ese entonces chofer de carro público. No cobraba por el servicio, por eso nos dejaban entrar de balde. No había tal mal olor, mal pensado, sino la costumbre antigua de que cuando se estaba en un lugar cerrado, al salir la persona se tapaba la nariz para no resfriarse. Seguiremos con las anécdotas del Jaragua. Buen artículo. Gracias por todo Manito. Abrazos Lavinia.

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  4. Plinio ;Eso que tu consideras abuso del público,tú lo dices porque no viviste esa época,
    ¿Tú sabes lo dificil que era conseguir esos $0.05 para gozar de esa película y en el mejor momento,donde el detective le iba a dar la trompada,o iba a matar al bandido,venir y mocharla ? Tu pasarte 2 horas esperando ese momento y no lo pudiste ver porque se lo mocharon.
    Pocas eran las malas palabras y las acusaciones.
    Todavía al otro día seguían los dichos repitiendose en la escuela,cuando haciamos los comentarios sobre la película.Mas nunca se volvía a ver porque solo habían creo uno o dos TV en el pueblo(Billy Bogaert y..?)
    Las cortinas del Teatro,color rojo,se mantenían abiertas cuando previo a la película se pasaban los avances de futuras películas a los cuales llamabamos "Trailers",podiamos verlos desde afuera,nos agrupabamos los pequeños en la galería de la casita frente al Teatro de Doña Anacaona Fondeur,señora muy decente;luego de pasado los trailers al cerrar las cortinas,nos agrupamos de nuevo aplastados en los escalones de la puerta de entrada y esperar una brisita que moviera las cortinas para lograr ver pedazos de la película,pero era muy peligroso porque si llegaba la PN a correr todo el mundo.
    Nunca he olvidado un Cocotazo que me dio el sargento Rafael(un gordito mas malo)que me agarró en los escalones,duré 2 semanas con ese dolor de cabeza. Me hice hombre,me gradué y murió el maldito Sargento y todavía cada vez que me duele la cabeza me acuerdo de él y no lo he perdonado todavía.
    ¿Y tú sabes lo que duele ese"Cocorrón" con el dedo del medio encogido de un sargento con 240 Lbs de peso, acostumbrado a maltratar hombres en la Era de Trujillo?
    Comadre Lavinia, creo que el carro de su recordado Padre era un Chevrolet, Chencho,tenía un carro Packard de la Crysler y el Padre Fran co tenía un Plymouth.

    ¡Que ventajas nos llevan estos muchachos,con todos estos avances,donde punchando un botón ven todo lo que quieren !!

    Abrazos
    Manito

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  5. Arriba, abajo, Adolfo (cuando comenzaba a moverse la cinta en señal de que se iba a cortar); no te la lleves, tise el diablo...
    Estos muchachos, Cabezón, no nos llevan ninguna ventaja, pues con todo lo difícil que era todo, vivimos una niñez a plenitud...
    Isaías

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  6. Es pura verdad Cabezón,era una pura niñez, se jugaba a la "Minga" "pisá colá" a "los vaquero, camán ahí",Bellugas, a los carritos hechos con ruedas de carretones de hilo,"libertad,que para soltar a tu compañer preso agarrado de un palo,cuidado por alguien ,tú te lanzaba sobre él tratando de toparle para liberarlo.
    Ya no hay palo encebao (se lo roban)
    Antes con una mirada nos mandaban para el patio al llegar visita,ahora no son ellos los que las reciben.
    Ahh cambios estos.

    Siempre
    Manito

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  7. Cuando me acerqué a Adolfo y le dije: Yo puedo hacer eso, pintar los carteles que anunciaban las películas, me dijo: Está bien, ven. Y lo pinté bien aprovado por él. Al menos con eso conseguí entrar gratis al cine. Mario Everst se sentaba en la puerta a recibir los tickets de entrada, tenía un lástigo de bambú fino para tranquilizar los necios que le interrumpían la entrada a los que compraban boletos, un día vi darle un fuetazo a un amigo mío que se retorció como un alacrán cuando le echan gasolina. Yo ya dentro del Jaragua, un día en la mañana lo cojí, el bambú, y lo rompí. En la noche cuando Mario buscaba su bambú, nadie supo darle respuesta y justamente me lo achacaron a mí. Al día siguiente Adolfo me lo dijo y por verguenza no volví más a pintar carteles. Ley S.

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