LA ESPERA

Del poemario Extraña Hora: Madrugada
Poema Inédito de Narcisa Ferreira

Un suave susurro profanó el silencio, paz de mi santuario
rasgó mi ventana de noches de luna, de cielo estrellado
llenando el vacío de mis soledades con falsas promesas
saciando mis labios sedientos de amor, pasión y pecado

Envuelta en penumbras yo me abandonaba al viril abrazo
y sobre mis labios, que mordisqueaba, musitaba ofrendas
tomando mi boca con besos golosos dulces cual la miel
y luego de amarme, me dijo: ¡me voy, pero he de volver!

Me habría marchado tras aquel amor de haberme invitado
Creí en su promesa de un pronto regreso desde aquel adiós
mientras con mis ojos llenitos de ausencia miraba la senda
lluvia de mi llanto mojaba el camino por donde escapó

Pasaron los años y nunca ni un sueño lo trajo consigo
esperé al amor, esperé a la espera que se hizo infinita
y sólo en mi mente plena de recuerdos lo hacía volver
en tanto la espera se tornó el motivo de mi atardecer

Surcaron mi piel los años pasados, marcando mi cuerpo
cinceló mi alma, mi luz se apagaba y aún lo esperaba
cuando de repente un anciano lerdo mi puerta tocó
fue el amor ausente que volvió a mi vida y tarde llegó

Le dije que sí, cuando preguntome que si aún lo amaba
más, se sorprendió cuando respondí que no lo aceptaba
nunca entendería que la espera se hizo parte de mi vida
y que de aceptarlo moriría la espera por la que vivía

Preferí al recuerdo que me acompañó por toda la vida
pues mientras viviera estaría conmigo, no me dejaría
y a la falsedad de unos suaves besos dulces cual la miel
prefiero mil años esperar la espera, que volver con él.