domingo, 24 de octubre de 2010
OCTUBRE
Del Poemario Extraña Hora: Madrugada
Inédito de Narcisa Ferreira de Pimentel
Naciste en Octubre, con el otoño en el alma y el estío en el ayer
Con la poesía en los labios, el brillo de luna llena que te tocara la piel
Con el olor a flor mustia que se deshace en el éter con un leve suspirar
Con colores de añoranzas, y el almizcle de nostalgias de no poder olvidar
Naciste en Octubre y te marcó para siempre la languidez del otoño
Te cubrieron hojas sepias que formaron la hojarasca que vistió tu desnudez
Esa desnudez del alma que se abriga con las penas cuando el invierno brota
Y que el viento ha de arrancar para poderlas llevar a donde la luz no asoma
Llevas el sol en la espalda y una nube va en tus ojos desparramando tristezas
Que como lluvia de llanto emergen de la congoja de un amor por el que rezas
Dejando en tu camposanto la simiente pasional que en la tumba ha de quedar
Cual nunca podrás echar en el saco del olvido porque siempre lo has de amar
Naciste en Octubre con la muda de las hojas, con el frío silbar del viento
Con la tez palidecida pues los soles del verano no te tocaron la piel
Con la mirada aguzada persiguiendo los recuerdos de lo que no pudo ser
Hija de la decepción que deambula taciturna por los caminos de ayer
Naciste en Octubre y desde el primer suspiro te adoptó la soledad
La que en brazos te acunara y le dedicara cantos a tu glacial orfandad
Fuiste copla solitaria desde la primera nota hasta el último quejido
Para morir en gemidos entre los oídos tristes de un corazón afligido
Naciste en Octubre sobre las hojas tendidas, bajo un cielo de elegía
Como lluvia de hojas muertas o como rosa marchita que jamás florecerá
Eres mustia flor de Octubre, la añoranza temblorosa de una lágrima al caer
Eres los labios abiertos esperando por el beso del que no podrás sorber
Naciste en Octubre con la nostalgia en el alma del verano que se ha ido
Con urdimbres de tristezas anunciando al frío invierno el que te llena de hastío
Y aunque esperes cada año que se derritan lo hielos para ver la primavera
Cuando el estío se apague, nacerá de nuevo Octubre porque el otoño no espera
Inédito de Narcisa Ferreira de Pimentel
Naciste en Octubre, con el otoño en el alma y el estío en el ayer
Con la poesía en los labios, el brillo de luna llena que te tocara la piel
Con el olor a flor mustia que se deshace en el éter con un leve suspirar
Con colores de añoranzas, y el almizcle de nostalgias de no poder olvidar
Naciste en Octubre y te marcó para siempre la languidez del otoño
Te cubrieron hojas sepias que formaron la hojarasca que vistió tu desnudez
Esa desnudez del alma que se abriga con las penas cuando el invierno brota
Y que el viento ha de arrancar para poderlas llevar a donde la luz no asoma
Llevas el sol en la espalda y una nube va en tus ojos desparramando tristezas
Que como lluvia de llanto emergen de la congoja de un amor por el que rezas
Dejando en tu camposanto la simiente pasional que en la tumba ha de quedar
Cual nunca podrás echar en el saco del olvido porque siempre lo has de amar
Naciste en Octubre con la muda de las hojas, con el frío silbar del viento
Con la tez palidecida pues los soles del verano no te tocaron la piel
Con la mirada aguzada persiguiendo los recuerdos de lo que no pudo ser
Hija de la decepción que deambula taciturna por los caminos de ayer
Naciste en Octubre y desde el primer suspiro te adoptó la soledad
La que en brazos te acunara y le dedicara cantos a tu glacial orfandad
Fuiste copla solitaria desde la primera nota hasta el último quejido
Para morir en gemidos entre los oídos tristes de un corazón afligido
Naciste en Octubre sobre las hojas tendidas, bajo un cielo de elegía
Como lluvia de hojas muertas o como rosa marchita que jamás florecerá
Eres mustia flor de Octubre, la añoranza temblorosa de una lágrima al caer
Eres los labios abiertos esperando por el beso del que no podrás sorber
Naciste en Octubre con la nostalgia en el alma del verano que se ha ido
Con urdimbres de tristezas anunciando al frío invierno el que te llena de hastío
Y aunque esperes cada año que se derritan lo hielos para ver la primavera
Cuando el estío se apague, nacerá de nuevo Octubre porque el otoño no espera
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Querida Narcisa: !Qué hermoso poema! Es nostálgico, es romántico, es real. Te felicito. Me encantó.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo de
Lavinia Del Villar.
Gracias Lavinia, los halagos son siempre gratos, pero, cuando vienen de alguien que ama el arte de la escritura como usted, mas que un halago es una recompensa a ese momento de inspiracion, que apenas es una fragmento de lo que se vuelve un trabajo intenso, cual nos sumerge en el mundo de nuestras propias entelequias.
ResponderBorrarAbrazos de Narcy...