Por Lavinia del Villar
“La mayor parte de los hombres prefiere parecer que ser.” Esquilo.
“No me importa lo que digan los demás”, “Vivo para mí”, “Satisfecho yo, y el mundo pago”… ¡Mentira!... Nada menos cierto.
¿Acaso nos compramos un vestido nuevo para sentarnos en la cocina de nuestra casa, o nos ponemos un traje de saco y corbata para cortar la grama, sólo por el placer que nos da vernos bien? No… lo hacemos porque nos gusta que los demás nos vean bien, pues aunque lo neguemos, siempre es importante lo que los otros piensen de nosotros.
No es suficiente ser, necesitamos también aparentar. Necesitamos convencer a mucha gente de lo que hacemos bien, y demostrar al mundo de lo que somos capaces. Necesitamos el aprecio, la aprobación y el reconocimiento de los que nos rodean. Necesitamos exhibir nuestros logros y enseñar nuestros triunfos. Por eso existen las ceremonias de graduación… y no hay nada malo en eso. Sentirnos parte de algo es gratificante, y cuidar de nuestra imagen es una forma de respetarnos y de respetar a nuestros semejantes.
Pero… cuidado si la opinión de los demás se hace tan importante que sólo vivamos para darles gusto, a costa de nuestros sentimientos, deseos, preferencias u orientaciones… cuidado si anteponemos la aceptación de los otros a nuestra propia felicidad, o si nos encasillamos en una apariencia que se convierta en la barrera que nos impida ser nosotros mismos… cuidado si nos ponemos tanto la máscara, y nos acomodamos tanto a ella, que ya no podamos quitárnosla ni en casa… cuidado si nos acostumbramos a vivir en escena y nos convertimos en actores o actrices permanentes. Cuidado si nos hacemos presos de la imagen.
Es muy importante que nos quieran, nos acepten, nos reconozcan y nos respeten, pero es más importante querernos, aceptarnos, reconocernos y respetarnos.
Y si no vas a quererme, así, como soy;
y si te vas a ir de mi lado, así como soy;
y si en la noche más larga y más fría del invierno
me vas a dejar solo y te vas a ir…
cierra la puerta, ¿viste? Porque entra viento.
Dr. Jorge Bucay
Mi querida comadre : Su reflexion,me hace recordar las experiencias vividas durante la comercializacion del famoso Arenque con apodo de "policia" en un sector.Alimento este lleno de prejuicios sociales, ya que tuvo una etapa en solo era consumido por la clase baja y el clase media lo mandaba o iba a comprarlo en horas de poco clientes en las pulperias para evitar que el vecino o amiga cercana supiera que se iba a comer este pez marino superbarato.
ResponderBorrarA travez del tiempo el comercio hizo variar el gusto del consumidor;el alza del precio lo puso
mas atractivo y ya el clase media iba a la pulperia en horas de mayor clientela,y si lo mandaba a comprar le decía "pasa por frente a fulana y no lo envuelva mucho" para que supiera que se iba a comer arenque.Muchas veces lo asaban en el patio envuelto en fundas y así expandir el olor y llenar su cometido social.
El único perjudicado fue el pobre,como siempre.
¡Cuidaddo con la opinión de los demas !
Abrazos
Manito
Lavinia, me he convertido de nuevo en su alumno, cada articulo es gratificante, educativo y bien dirigido. Excelente forma de describirnos y mostrar que podemos lograr ser lo más sinceros con nosotros mismos que se pueda. Abrazos
ResponderBorrarSinceramente,
Juan Colón
Querido Manito: Se te olvidó el olor cuando se cocinaba el arenque, que era motivo de críticas. "Jesús, donde fulano están cocinando arenque."
ResponderBorrarOye, te fuiste bien profundo con "no te hagas preso de la imagen", cómete el arenque no matter what. Tu comadre, amiga, pareja de baile y profe. Lavinia
Gracias Juan. Sigo siendo maestra, porque mis alumnos, como tú por ejemplo, me lo hacen sentir. Creo que el que fue maestro por gusto, sigue siéndolo para toda la vida. Un abrazo de Lavinia.
ResponderBorrarMi querida:El tema del arenque,merece mas críticas. El olor influyó en el prejuicio del o los vecinos, ya que juzgaban la higiene del hogar con el de mal llamado "policia". Hoy ese olor ya no molesta,lo tienen a nivel de un perfume Gucci,o CK .eso lo hace el precio que hasta refina el paladar.
ResponderBorrarEstoy seguro que al Caviar,famoso y caro platico,le cambian el nombre y le bajan el precio,el restaurant se va a la quiebra.
Muchas pica-pica que hoy rechazamos por su precio y envase, nos la tiran en restaurantes famosos en plato sofisticado con una cubierta de metal,dos hojitas de recao al lado,con una papa horneada ,dos pedacitos de limon mas un mesero estilizado con saquito cruzado y un nombre raro del plato medio afrancesado,ahí caemos,hacemos un buen comentario del plato,pagamos US$55.plus tax y $10. de propina.
Al otro dia en la casa,vemos la misma pica-pica
(2 por us$0.99 ),la rechazamos por malas,sin saber que esas la noche anterior la evaluamos de exquisitas.QUE MUNDO ESTE.
Abrazos
Manito