viernes, 11 de febrero de 2011
ABUELOS Y NIETOS
Por César Brea
Advertencia: Lo que escribo a continuación son naderías, cosas triviales, intrascendentes, palabras de un abuelo culeco. Están avisados. (Haga clic en las fotos para ampliarlas y en la flecha izquierda de su navegador para volver a MEEC).
La vida es tan pícara que cuando se nos están agotando los enamoramientos, entonces nos llegan los nietos. No sé si a los demás abuelos les pasa lo mismo pero cuando te crees que aún eres joven y que estas "acabando" llega Ariana (tres años) y te desengaña con un... "¡tú eres un viejito!". En tan solo cuatro palabras recibes la más certera lección de biología que ninguna universidad pudo darte. Cuando tu madre nunca te dejó entrar a la cocina (nuestras madres eran medio machistas con los hijos varones) y de repente tu nieta (Enya, 10 años) te obliga a asistir a su curso de preparación de pancakes, donde ella es experta y tú sufres tu primera quemadura con aceite caliente. Cuando te pasas una hora pichándole a Daniel (3 años) y el bendito pupilo de Albert Pujols y David Ortiz no se cansa de batear y abanicar mientras tu brazo y tu paciencia han llegado al límite, es porque la naturaleza está mandando señales mejores que las de los managers. Recuerdo una frase que una vez leí de Gene Perret, famoso escritor de comedias para la televisión americana que decía: "Mis nietos creen que soy la cosa más vieja del mundo y después de dos o tres horas con ellos yo también lo creo".
Cuando de los "países" te mandan unos mellizos que tumban gobierno (se los voy a mandar al azaroso de Mubarak) dizque a pasarse un mes lejos del frío y ya no puedes ni dormir la siesta sin que te despierte un bombardeo de burbujas de jabón sobre tu cara. Cuando te llaman a jugar muñeca (¿Cómo?) y tú te haces el loco pero terminan convenciéndote de cambiar de ropa a una Barby. Cuando tienes que atrapar grillos, agarrar sapos, perseguir lagartos, “carreriar” mariposas y de repente tropiezas con un camión de bombero y terminas en el suelo escuchando la risa de todo el mundo menos la tuya. Cuando tu más solemne vecino quiere explicarte dizque las diferencias entre Leonel e Hipólito y tienes que interrumpir aquella importantísima conversación porque unas manitas te suplican... "corre...corre abuelo llévame al inodoro". Cuando por las noches ya no sueñas con Nicole Kidman y Angelina Jolie sino con la abuela de la Caperucita y la bruja de Blancanieves. No es nada querido... es que al llegar ellos ya no eres el mismo. Es que tu tiempo ha cambiado y ahora como Alberto Cortez aprenderás a entender cuál es la más dura de las dictaduras.
Acompaño estos íntimos pensamientos con un set de fotos de nuestros nuevos explotadores. ¡Anda pal carajo!
Para leer algo relacionado haga clic aquí: De abuelos y nietos.
Advertencia: Lo que escribo a continuación son naderías, cosas triviales, intrascendentes, palabras de un abuelo culeco. Están avisados. (Haga clic en las fotos para ampliarlas y en la flecha izquierda de su navegador para volver a MEEC).
La vida es tan pícara que cuando se nos están agotando los enamoramientos, entonces nos llegan los nietos. No sé si a los demás abuelos les pasa lo mismo pero cuando te crees que aún eres joven y que estas "acabando" llega Ariana (tres años) y te desengaña con un... "¡tú eres un viejito!". En tan solo cuatro palabras recibes la más certera lección de biología que ninguna universidad pudo darte. Cuando tu madre nunca te dejó entrar a la cocina (nuestras madres eran medio machistas con los hijos varones) y de repente tu nieta (Enya, 10 años) te obliga a asistir a su curso de preparación de pancakes, donde ella es experta y tú sufres tu primera quemadura con aceite caliente. Cuando te pasas una hora pichándole a Daniel (3 años) y el bendito pupilo de Albert Pujols y David Ortiz no se cansa de batear y abanicar mientras tu brazo y tu paciencia han llegado al límite, es porque la naturaleza está mandando señales mejores que las de los managers. Recuerdo una frase que una vez leí de Gene Perret, famoso escritor de comedias para la televisión americana que decía: "Mis nietos creen que soy la cosa más vieja del mundo y después de dos o tres horas con ellos yo también lo creo".
Cuando de los "países" te mandan unos mellizos que tumban gobierno (se los voy a mandar al azaroso de Mubarak) dizque a pasarse un mes lejos del frío y ya no puedes ni dormir la siesta sin que te despierte un bombardeo de burbujas de jabón sobre tu cara. Cuando te llaman a jugar muñeca (¿Cómo?) y tú te haces el loco pero terminan convenciéndote de cambiar de ropa a una Barby. Cuando tienes que atrapar grillos, agarrar sapos, perseguir lagartos, “carreriar” mariposas y de repente tropiezas con un camión de bombero y terminas en el suelo escuchando la risa de todo el mundo menos la tuya. Cuando tu más solemne vecino quiere explicarte dizque las diferencias entre Leonel e Hipólito y tienes que interrumpir aquella importantísima conversación porque unas manitas te suplican... "corre...corre abuelo llévame al inodoro". Cuando por las noches ya no sueñas con Nicole Kidman y Angelina Jolie sino con la abuela de la Caperucita y la bruja de Blancanieves. No es nada querido... es que al llegar ellos ya no eres el mismo. Es que tu tiempo ha cambiado y ahora como Alberto Cortez aprenderás a entender cuál es la más dura de las dictaduras.
Acompaño estos íntimos pensamientos con un set de fotos de nuestros nuevos explotadores. ¡Anda pal carajo!
Para leer algo relacionado haga clic aquí: De abuelos y nietos.
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César:
ResponderBorrarComo abuelo orgulloso-baboso-mono que soy, comprendo todo lo que dices. Mis experiencias en ese sentido ya las conté en MEEC en un escrito que bauticé como "De abuelos y nietos" cuyo enlace me he permitido poner al pie del tuyo.
Eduardo Brea: estoy esperando tus colaboraciones para MEEC, viejo amigo.
Isaías
Querido César: Nada más real. Te imagino rodando en el suelo. Gajes del oficio y recompensa del destino.
ResponderBorrarUn abrazo de Tu profe, Lavinia.
Apreciado César:
ResponderBorrarYa comentábamos anoche que "cada etapa de la vida tiene sus encantos". A esta altura del juego, nada como "abuelear". Hacemos el ridículo, nos convertimos en monos, payasos, etc. y los más sorprendidos son nuestros propios hijos!
Disfruté tus "naderías" inmensamente. ¡Que vivan los nietos!
Un abrazo,
Fernando Ferreira.
Mi hermanazo Cesar :y a los demas comentaristas:
ResponderBorrarNoto que ninguno de uds.recuerdan cuando estos benditos (de verdad que son benditos )nietos ud.tiene que hacerle gracias para calmar ese lloro con un ¡upa,upa,upa!sosteniendolo por los sobaquitos,amagando tirarlo para arriba,o un ¡cuchi,cuchi,cuchi!creyendo hacerle cosquillita,luego un¡ya,ya,ya,!buscando calmarlo y un ¡shh,shh,shh!jamaqueándolo entre los brazos,para arriba,para abajo o con movimientos desde izquierda a derecha y viceversa;todo esto ud. teniendo un ligero dolor de muelas o de cabeza,y de un pronto aumenta el lloro y aparece un olor que no es de "Gucci" y tiene que quitar pampers,que es fácil,y fajarse con su inexperiencia asumir la dirección del Departamento de limpieza y no poder llamar a su querida abuela,la experta,porque se está bañando y no puede en el momento.
Ayy papá,báilame este trompo en la uña.
Y ruégale a Dios que no te llegue una visita ipso-facto, porque no es verdad que todas esas gracias que ud.le acaba de hacer al nieto,las va a repetir delante de ellos, y si lo hace tenga por seguro que aparecerá el famoso Dr. Merengue y le dirá "¡qué ridículo, ni gracia sabe hacerle al nietecito".
Pero eso no es todo,lo bueno es cuando uno de esa visita de la que se la saben todas te dá una receta médica sin ser Médico.Humm.lo voy a dejar ahí,porque si hay algo que me motiva a vivir son los nietos, porque quiero contarles mi historia,con todos mis embustes.
Felicidades Cesar,que ventajas nos llevan,con todo moderno.
Manito
Bueno César, Isaias, y Fernan, lo siento mucho por ustedes, porque ya están viejos viejitos. Digo esto, porque a mi ningún muchachito viejo me va a ponerde mojiganga dizque a tirarme en el suelo con ellos para jugar y hacerlos reir; miren carajo,¿ pero es que usteden se estan volviendo locos? metiéndose a charlatanes despues de viejitos?; anda pal carajo cuantas cosas tiene uno que ver en esta corta vida.
ResponderBorrarCuando los míos lleguen, los voy a querer mucho, pero que no se crean que me voy a poner de payaso. Yo tendré que usar mi tiempo para tomarme mis pastillas pa la presión, la artritis,el dolor de cadera, ir al baño a esperar media hora para que salgan los pipí etc. etc.
Entonces, no voy a tener tiempo para estar haciéndole gracia a ningun muchacho necio. que se fajen su papá y su mamá que fueron los que lo hicieron.cuando los míos lleguen,talvez al mes voy a conocerlos pa que no me cojan confianza y se crean que ese viejito, es el que se va a poner de payaso como Cesar, Isaias,y Feernan; se equivocaron de abuelo.
De todas maneras, diviétanse haciendo musaraña y jugando en el suelo. Buenos vagabundos.
Rolando Espinal
Pero esta Cuchara si es fresca, decirme viejito a mi. En el mundo entero la única que tiene licencia para decirme eso es Ariana mi nietecita de 3 años. Tracendío! Isaías, la mejor medicina es reirse de uno mismo. Estos amigos míos me han hecho reir por más de 30 minutos, hasta llegue a sentir el olorcito a ¨chimicuí¨ de los nietos de Manito.
ResponderBorrarCésar Brea
Rolando, una cosa es llamar al diablo, y otra cosa es verlo llegrar. Cuando estaba cerca de venir mi primer nieto, a mi me metian miedo, diciendome: mira vas a ser abuelo. y me lo repetian varias veces y yo pensaba que eso podia dolerme. Que si duele? El primer año es una maravilla y el segundo tambien. Despues de los tres años, es mejor hacer el viacrucis de Crito, que fajarse a cuidar un nieto. Mi hermano Cesar, debe estar tranquilo, que el tambien se divierte con eso. Hay que tener mucho cuidado con regalarle algo. Al mio le regale una bicicleta, y al otro dia tuve que camiar mas de cuatro KMs, detras del bendito nieto.
ResponderBorrarAfectos de,
Ley. S.