sábado, 23 de octubre de 2010

BERGSON, EL POETA

Por Carlos Reyes

¿Quién es Bergson sino un liróforo que tañe versos aturdidos por el sopor de la piel? Bergson es el aquí de su temblor, el carpe diem de su ágape lírico que nadie osa degustar sin herirse los labios. La poesía de Bergson transpira, retoña una dolencia cósmica de jadeantes luces mordidas por la oscuridad del silencio, y en cada letra de su verso, galopa desbocado el caballo del éxtasis.

Bergson es el ludópata que orilla las ansias del infinito con una sensación contenida de momentos estelares prestos a estallar en cada nota de su estro. Su juego es una apuesta por la vida, la misma que al contener queda vacía, la misma que al ser carne es hueso y que plena de vitalidad es un llamado constante de la muerte.

Bergson canta, y al hacerlo deja en su garganta las melodías próximas de un atardecer anochecido en la madrugada del día: sólo los poetas intuyen el diálogo de las flores, el bailoteo de los átomos o las quejas de las estrellas, y Bergson, que lleva en sus manos la pluma densa de una escritura que no se agota, sabe escuchar el diálogo de las flores para transmitirnos su angustia, entender el bailoteo de los átomos para decirnos de su felicidad o escuchar las quejas de las estrellas para recordarnos que hemos perdido la luz. Bergson nos da esa luz que alguna vez recogió en su alma mientras era habitante de las estrellas. 30-9-2010

Dos poemas del libro Suspiro de la piel de Bergson Rosario

Aullido contumaz

Anoche
en la tibia noche
quise buscarte
sin remedios
ya todos mis cocuyos
habían abandonado
la noche.

Volteé la rúbrica
de mis ojos
catalepsia de mis despojos
australes
un sueño estacionario
columna de mis ancestros
abulia
mordió la sustancia
de los elementos mórbidos
origen del cosmos.

Me remuerde
un aullido contumaz
estrujado conclubio
perdido en la fauna
de los coleópteros
de fauces modernas
furia de los dinosaurios
de mi propia prehistoria
en remolino de acíbar.

Ojos de Búho

Aly diosa del Olimpo
ojos de búho
que me sustrae la
esencia de un suspiro.


Viste mujer
en tus ojos están lloviendo
las lágrimas del tiempo

Sólo tus ojos tejen el milagro
de verme llover
todo a tu alrededor
me llueve en silencio
hasta la calma
me encarna tu recuerdo
el susurro impoluto
de mis deseos inconclusos

Tú me estás lloviendo en el alma
incontenibles deseos de poseerte
desandarte en lo etéreo
del cuerpo alargado de mis sueños

Tú me sigues lloviendo
mientras te acurruco
en las entrañas del universo
te busco en el ruedo del tiempo
con el fardo de tu inocencia
contenido en el hálito de luz
derramado en tu piel.

3 comentarios:

  1. Gracias Poeta Carlos Reyes

    Por la considerada opinión emitida con respecto a mi persona poética y al resultado de esa personalidad en el marco legendario de una poesía que se busca a sí misma en el confín de los versos polimorfo del otrora bardo de la existencialidad de la antigua Grecia: Anacreonte. Saludo tu fino olfato del gato montez que se debate en el derredor de la fauna literaria y, saludo la vehemencia que te caracteriza en ver en los demás el azul del cielo cimero que se diluye en pequeños copos blanquecinos de susurros australes.

    Gracias del alma poeta.

    Bergson Rosario
    bfrosario@gmail.com

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  2. Bergson Rosario, es un poeta que hace de las palabras una preciosa urdimbre, entretejida de sentimientos, domina el ritmo de los fraseos como compases sonoros, lo que le permite hacer una prosa hermosa que no necesita someterse a los rigores de la metrica en la versificacion de los mismo.
    Mis sinceras felicitaciones, la poetica gana con alguien de tan fino verbo. Con gran aprecio de su talento lo saludo: Narcisa Ferreira

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  3. muy buenos todos, me encantaron

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