sábado, 26 de marzo de 2011
LAS ANDANZAS DEL CACHARRITO EN SU VIDA LOCA
LEYSIMELOCUENTA
Por Ley Simé
Dedicado a Nelson Ferreira y Arístides Gómez, que también dieron sus brochazos.
Lorenzo Guillén (Lolo), El Cacharrito. También le decían "El Turifruti" (No por pájaro, sino por sabor). Ameno personaje que agotó una época de locuras y gozó del aprecio entre sus contemporáneos y los llenó de alegrías con todas sus ocurrencias. He aquí algunas de sus aventuras por la vida loca.
Al pie de la foto aparece un detalle escrito en Alemán que dice lo siguiente: Lorenzo Guillén (Lolo), El Cacharrito, nacido en Pimentel, provincia de San Francisco de Macorís, pero maeño de pura cepa, por su descendencia materna, hijo de uno de los fundadores del famoso trío Jaragua, Jaime Guillén, loco igual que El Cacharrito. Sus primeros acordes fueron aprendidos con los maestros Cachila y Bolívar Ventura, compadre de su madre Santico Colón (QEPD). Con el tiempo tuvo formación e instrucción musical del maestro Lucero Colón, don Emilio y Tontón Arte. Lucero Colón era en ese entonces director de la Academia de Música de Mao.
A la edad de 16 años, en 1967, emigra hacia EE.UU., Manhattan, New York, donde aprendió a tocar el Blues. Con el tiempo, como músico llegó a México, Panamá y Ámsterdam, capital de Holanda, hasta finalmente radicarse en Alemania, tratando de inyectar el Blues en esas sociedades. Allí penetró al fantástico mundo de los Hippies, durmiendo en parques y montañas al aire libre y caminando por todos los lugares, como un loco, pidiendo “bolas”, trasladándose por todos lados haciéndose el gracioso y ganándose la simpatía de todos los que apreciaban el loco mundo de los Hippies.
A través del tiempo, los ritmos latinos y del Caribe, comenzaron a sonar en Europa donde comenzó a cantar con el Grupo Sangre Nueva, en Stuttgart, ciudad en el sur de Alemania. Más tarde, siguió su carrera musical con el reconocido pianista Venezolano, José Ávila, del Grupo Conexión Latina de Múnich, Alemania, dueño de una larga trayectoria musical muy marcada en el estilo de música de tipo latino, como el merengue, bachata, cha cha cha, salsa y otros de estilos afro-cubano.
Hoy, este Globetrotter (Trota Mundos), ha dejado sus locuras atrás, sigue siendo una bella persona que más maduro se ha reencontrado consigo mismo y busca la forma de cómo volver a establecerse en su pueblo, Mao. El Cacharrito emuló mucho la herencia de su padre, que actuó en comedias de televisión, además de ser un gran músico, guitarrista y cantante. Trabajó en su adolescencia con el Propietario de Radio Santa Cruz de Mao, Guarionex Aquino, en la función de supervisor. En ese tiempo fue Calié, pero poco temible por lo "relambío" que era.
Mi primo Lolo, dada la confianza que le tenía Guarionex, aunque dejó de ser supervisor, siempre seguía en su labor de calié de Guarionex; más tarde lo pasaron a ser gerente de cobros de facturas de los anunciantes.
Sucede que en una ocasión, el mejor cliente que tenía la emisora era Francisco Reyes, el de la Tienda Cacique. Lolo, cuando iba a cobrar por el Cepillo y Monción, primero paraba en la tienda Cacique y le decía a Don Francisco Reyes: Aquí le mandaron esta vaina, de aquella jodienda, yo paso a recoger esa desgracia cuando regrese, refiriéndose a la factura que dejaba. Esto llegó a oídos de Guarionex. ¡Ay Dios! Guarionex explotó y llamó al Cacharrito: Usted es un fresco, ¿cómo me le va a decir a mi mejor anunciante eso? Está despedido. El Cacharrito, que ya tenía listo todo para marcharse para EE.UU. no le dio mayor importancia. Y aquí se desató el lío. Sucede que los locutores de la emisora eran en ese entonces Rafael Peralta, Fernando Rodríguez (El Mozo) y Crisóstomo Durán (Coqui); Guarionex sale de viaje para Santo Domingo por dos o tres días y llama a Rafael y le dice: Tú eres el jefe aquí, así que cuida a los demás. Así mismo llamó al Mozo y a Coqui y le dijo lo mismo. Todos entre sí, estaban cuidándose por el buen desenvolvimiento de la emisora. Lolo, que estaba ya despedido, les dijo a todos que Guarionex los había dejado de jefes a todos. Al Mozo, Fernando Rodríguez, no le gustó esa medida y cerró su programación y sacó la emisora del aire y renunció, por su responsabilidad y no estar de acuerdo con la medida del patrón. Hechos ocurridos en Mao. Hay más de Guario. Que Dios lo tenga en la gloria eterna.
Por Ley Simé
Dedicado a Nelson Ferreira y Arístides Gómez, que también dieron sus brochazos.
Lorenzo Guillén (Lolo), El Cacharrito. También le decían "El Turifruti" (No por pájaro, sino por sabor). Ameno personaje que agotó una época de locuras y gozó del aprecio entre sus contemporáneos y los llenó de alegrías con todas sus ocurrencias. He aquí algunas de sus aventuras por la vida loca.
Al pie de la foto aparece un detalle escrito en Alemán que dice lo siguiente: Lorenzo Guillén (Lolo), El Cacharrito, nacido en Pimentel, provincia de San Francisco de Macorís, pero maeño de pura cepa, por su descendencia materna, hijo de uno de los fundadores del famoso trío Jaragua, Jaime Guillén, loco igual que El Cacharrito. Sus primeros acordes fueron aprendidos con los maestros Cachila y Bolívar Ventura, compadre de su madre Santico Colón (QEPD). Con el tiempo tuvo formación e instrucción musical del maestro Lucero Colón, don Emilio y Tontón Arte. Lucero Colón era en ese entonces director de la Academia de Música de Mao.
A la edad de 16 años, en 1967, emigra hacia EE.UU., Manhattan, New York, donde aprendió a tocar el Blues. Con el tiempo, como músico llegó a México, Panamá y Ámsterdam, capital de Holanda, hasta finalmente radicarse en Alemania, tratando de inyectar el Blues en esas sociedades. Allí penetró al fantástico mundo de los Hippies, durmiendo en parques y montañas al aire libre y caminando por todos los lugares, como un loco, pidiendo “bolas”, trasladándose por todos lados haciéndose el gracioso y ganándose la simpatía de todos los que apreciaban el loco mundo de los Hippies.
A través del tiempo, los ritmos latinos y del Caribe, comenzaron a sonar en Europa donde comenzó a cantar con el Grupo Sangre Nueva, en Stuttgart, ciudad en el sur de Alemania. Más tarde, siguió su carrera musical con el reconocido pianista Venezolano, José Ávila, del Grupo Conexión Latina de Múnich, Alemania, dueño de una larga trayectoria musical muy marcada en el estilo de música de tipo latino, como el merengue, bachata, cha cha cha, salsa y otros de estilos afro-cubano.
Hoy, este Globetrotter (Trota Mundos), ha dejado sus locuras atrás, sigue siendo una bella persona que más maduro se ha reencontrado consigo mismo y busca la forma de cómo volver a establecerse en su pueblo, Mao. El Cacharrito emuló mucho la herencia de su padre, que actuó en comedias de televisión, además de ser un gran músico, guitarrista y cantante. Trabajó en su adolescencia con el Propietario de Radio Santa Cruz de Mao, Guarionex Aquino, en la función de supervisor. En ese tiempo fue Calié, pero poco temible por lo "relambío" que era.
Mi primo Lolo, dada la confianza que le tenía Guarionex, aunque dejó de ser supervisor, siempre seguía en su labor de calié de Guarionex; más tarde lo pasaron a ser gerente de cobros de facturas de los anunciantes.
Sucede que en una ocasión, el mejor cliente que tenía la emisora era Francisco Reyes, el de la Tienda Cacique. Lolo, cuando iba a cobrar por el Cepillo y Monción, primero paraba en la tienda Cacique y le decía a Don Francisco Reyes: Aquí le mandaron esta vaina, de aquella jodienda, yo paso a recoger esa desgracia cuando regrese, refiriéndose a la factura que dejaba. Esto llegó a oídos de Guarionex. ¡Ay Dios! Guarionex explotó y llamó al Cacharrito: Usted es un fresco, ¿cómo me le va a decir a mi mejor anunciante eso? Está despedido. El Cacharrito, que ya tenía listo todo para marcharse para EE.UU. no le dio mayor importancia. Y aquí se desató el lío. Sucede que los locutores de la emisora eran en ese entonces Rafael Peralta, Fernando Rodríguez (El Mozo) y Crisóstomo Durán (Coqui); Guarionex sale de viaje para Santo Domingo por dos o tres días y llama a Rafael y le dice: Tú eres el jefe aquí, así que cuida a los demás. Así mismo llamó al Mozo y a Coqui y le dijo lo mismo. Todos entre sí, estaban cuidándose por el buen desenvolvimiento de la emisora. Lolo, que estaba ya despedido, les dijo a todos que Guarionex los había dejado de jefes a todos. Al Mozo, Fernando Rodríguez, no le gustó esa medida y cerró su programación y sacó la emisora del aire y renunció, por su responsabilidad y no estar de acuerdo con la medida del patrón. Hechos ocurridos en Mao. Hay más de Guario. Que Dios lo tenga en la gloria eterna.
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