CURAS GEOGRÁFICAS

No se erradica un mal quitándolo de un sitio y poniéndolo en otro, porque realmente no existen las “curas geográficas”. Si alguien tiene un defecto de carácter, un problema de comportamiento, una personalidad antisocial, o una tendencia delictiva, no resolvemos el problema trasladándolo de un lugar a otro, porque la persona donde quiera que vaya se lleva a sí misma, con su bagaje de virtudes y miserias.

Por Lavinia del Villar

En una acción sin precedentes en la historia de nuestro país, el Ayuntamiento del municipio de Sabana Iglesia, provincia de Santiago, declaró como personas no gratas a dos “vendedores de drogas”, y los “expulsó” de la comunidad.

Interesante, pero cuestionable medida. La nota del Listín Diario del miércoles 11 de agosto, no especifica si estas personas son oriundas del municipio, o si llegaron de otro lugar. De todas formas, me sorprendió la noticia, porque no sabía que dentro de un mismo país se permite “repatriar”.

Me trae a colación algunos casos de padres que ante la impotencia para disciplinar un hijo problemático, optan por la cómoda medida de mandarlos donde la tía, si es que no pueden internarlo en un colegio o buscarle visa, para que sea otro que lidie con el paquete.

El alcalde Pablo Batista dijo “que el ayuntamiento bajo su administración ha sido el único del país que ha tomado una medida de esa magnitud”, cito.

¿A quién o quiénes les mandó los supuestos maleantes? ¿No es la responsabilidad de cada comunidad tomar las medidas necesarias para resolver sus propios problemas?

No se erradica un mal quitándolo de un sitio y poniéndolo en otro, porque realmente no existen las “curas geográficas”. Si alguien tiene un defecto de carácter, un problema de comportamiento, una personalidad antisocial, o una tendencia delictiva, no resolvemos el problema trasladándolo de un lugar a otro, porque la persona donde quiera que vaya se lleva a sí misma, con su bagaje de virtudes y miserias.

Si es cierto que esas personas son vendedores de drogas, y no están dispuestas a cambiar su mala conducta, creo que el siguiente paso sería denunciarlos a las autoridades, formularles cargos y procesarlos para que afronten las consecuencias de sus faltas.

Es encomiable la campaña de la comunidad de Sabana Iglesia en contra del narcotráfico. Todos debiéramos promover el cero tolerancia a las drogas ilegales, pero ojalá que la hazaña, de la que parece sentirse muy orgulloso el alcalde Batista, no sea imitada por los demás cabildos, porque no sería justo limpiar nuestra casa, tirándole la basura al vecino.