domingo, 18 de septiembre de 2011
TERCER CAMINO
NOSTALGIA EN NEW JERSEY
Por Lavinia del Villar
Llueve a cántaros… Ver caer la lluvia entristece el alma cuando estás lejos de casa. Dan ganas de dormir o de no hacer nada, y eso es lo que hago.
¡Nada!
A través de una ventana veo personas que se animan a salir, pero no conozco a nadie. Veo también pasar vehículos que con los vidrios ahumados no permiten saber si van con un conductor o movidos a control remoto.
Podría ver televisión, pero no tengo ganas. Sólo pienso cómo la lluvia detuvo el corre corre de oficina en oficina y de tienda en tienda, para deliberadamente obligarme a pensar en mi país, mi pueblo, mi casa, y especialmente mi gente. La tranquilidad me invita a analizar mi presente, compararlo con el pasado, y alegrarlo con la esperanza del mañana.
Divago…, y deseo que el avión pudiera estar estacionado en el frente de donde estoy, y así de fácil poder abordarlo sin más demora, para llegar al país que con todo y su corrupción, su delincuencia, sus alzas de impuestos, su despliegue de injusticia, su desigualdad de salarios, y su política inconsciente, adoro.
“Hay un país en el mundo”… dijo Pedro Mir, “tórrido y pateado, triste y oprimido”, pero “colocado en el mismo trayecto del sol”…, un país “donde ruedan montañas por los valles, donde duerme un bosque en cada flor”, y así, también yo como el poeta, “No quiero más que paz. Un nido de constructiva paz en cada palma. Y quizás a propósito del alma, el enjambre de besos y el olvido.”
Llueve… Más que nunca extraño el sol de mi pueblo que me quema y mancha mi piel… Más que nunca añoro su calor sofocante que me incomoda y estropea mi pelo.
Llueve… Aprecio con más fuerza mi terruño, me siento más dominicana que nunca, me pongo cada vez más romántica, y me invade la nostalgia en New Jersey.
Por Lavinia del Villar
Llueve a cántaros… Ver caer la lluvia entristece el alma cuando estás lejos de casa. Dan ganas de dormir o de no hacer nada, y eso es lo que hago.
¡Nada!
A través de una ventana veo personas que se animan a salir, pero no conozco a nadie. Veo también pasar vehículos que con los vidrios ahumados no permiten saber si van con un conductor o movidos a control remoto.
Podría ver televisión, pero no tengo ganas. Sólo pienso cómo la lluvia detuvo el corre corre de oficina en oficina y de tienda en tienda, para deliberadamente obligarme a pensar en mi país, mi pueblo, mi casa, y especialmente mi gente. La tranquilidad me invita a analizar mi presente, compararlo con el pasado, y alegrarlo con la esperanza del mañana.
Divago…, y deseo que el avión pudiera estar estacionado en el frente de donde estoy, y así de fácil poder abordarlo sin más demora, para llegar al país que con todo y su corrupción, su delincuencia, sus alzas de impuestos, su despliegue de injusticia, su desigualdad de salarios, y su política inconsciente, adoro.
“Hay un país en el mundo”… dijo Pedro Mir, “tórrido y pateado, triste y oprimido”, pero “colocado en el mismo trayecto del sol”…, un país “donde ruedan montañas por los valles, donde duerme un bosque en cada flor”, y así, también yo como el poeta, “No quiero más que paz. Un nido de constructiva paz en cada palma. Y quizás a propósito del alma, el enjambre de besos y el olvido.”
Llueve… Más que nunca extraño el sol de mi pueblo que me quema y mancha mi piel… Más que nunca añoro su calor sofocante que me incomoda y estropea mi pelo.
Llueve… Aprecio con más fuerza mi terruño, me siento más dominicana que nunca, me pongo cada vez más romántica, y me invade la nostalgia en New Jersey.
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Oh mi querida,sus expresiones contagian a todo aquel que ha sabido valorizar nuestro terruño, a pesar de todo el malestar que hoy le agobia; sus cualidades innatas permanecen intactas,solo necesitamos un cambio que nos permita volver a decir "a paisito que le guta a la gente ete" y "qué bueno está mi pais",como dijeron los merengueros.
ResponderBorrarSerá pronto
Abrazos
Manito
Hola mi querida prima:
ResponderBorrarAl leer su "Nostalgia en New Jersey" me invadió profunda tristeza, ya que recuerdo las dos veces que tuve que viajar a Colombia, primero por un año y luego por 6 meses a realizar dos cursos de postgrado, becado por la PUCMM y el BID. Fueron tiempos difíciles, de nostalgia por mi familia, mi gente y mi terruño. Verdaderamente hay que estar fuera de la patria para comprender cuanto se ama y añora, para apreciarla en su justa dimensión. He establecido residencia en Santiago, pero mi mente está varada en el Mao de mis amores, en mi gente, en mi pueblo de bellos atardeceres y de mujeres valiosas y muy hermosas. Siempre estaré profundamente agradecido con el Líder Isaías Ferreira y con todos sus colaboradores por este vínculo con mi terruño, MEEC.
Hasta pronto mi profe del alma.
Con inmenso cariño, besos, abrazos y miles de bendiciones para usted y familia.
Diómedes Rodríguez Martínez
Lavinia: conozco esa nostalgia, la he vivido con tanta intensidad, como distancia ha mediado entre el lugar en que he estado, mi pais y los amores de mi vida.
ResponderBorrarLa lluvia, agua bendita que cae del cielo, nos obliga a la quietud, y eso nos induce a pensar en lo que hemos dejado atras, siempre habra un ayer que recordar, un maniana por esperar y un presente que separa lo que fue y lo que sera.
Esos momentos de remembranzas, llenan el espiritu de colores, aromas, musica y de una poesia que a veces solo somos capaces de sentir pero no hay palabras, ni paletas de colores, ni pentagramas, ni lienzos con cuales poder expresarnos, no podemos atrapar esa fragancia y mas evasivos son las memorias completas de los recuerdos, de aquellos momentos inolvidables, muchos de ellos ruborizados con el carmin de unos besos llenos de apasionada ilusion, todos los recuerdos memorables que hemos dejado atras, que suelen asoman al alma, quizas para lastimarnos o tal vez para recordarnos que somos transeuntes de de la vida, que vivimos deseando tocar un poco de un ayer que es tan intangible como el aire que respiramos.
El Universo nos ha dado a cada uno un rincon especial para usar la memoria del alma, a nosotros, haciendo a un lado un largo prontuario de situaciones dificiles, Dios nos ha regalado un lugar con una naturaleza privilegiada, creo que es por eso que el unico emigrante que siempre tiene pendiente el volver a su tierra es el dominicano, son pocos los emigrantes de primera generacion que echan raices definitivas y no vuelven, casi todos de alguna manera cantamos el famoso tango "Caminito" de Carlos Gardel.
Lavinia, la lluvia seguira cayendo, ud. seguira tejiendo poemas de nostalgias con el hilo de la vida y las agujetas del alma, y llorara mientras los recuerdos cavilen en su corazon, y esas lagrimas son, el mas hermoso lenguaje del sentimiento porque nacen de lo mas intimo y profundo del ser y lavan las penas del alma.
"La lluvia esta cayendo y yo estoy recordando, los dias felices de ayer" una cancion hermosa...(creo que la vocalizo Luchy Vicioso)
Un abrazo de: Narcy...
Sra. Lavinia, tengo mas de media vida fuera de mi pais y se de lo que usted habla. Cierto, los dias lluviosos son como un catalizador de recuerdos... a veces todavia lloro cuando me entra esa nostalgia que me come por dentro. Gracias por sus articulos bien elaborados.
ResponderBorrarZunilda