viernes, 9 de septiembre de 2011
RELACIONES HUMANAS
POR QUÉ NO ADMITIMOS NUESTROS ERRORES
Por Diómedes Rodríguez
Facilitador de RRHH del Infotep
Para muchos, es puramente el ego, el orgullo y el egoísmo. Algunos prefieren perder plausibilidad que perder la imagen. Nunca “aparentar estar mal o encontrarse mal” es el equivalente a “siempre estar bien”. Nunca estar mal nos da poder y superioridad moral, o, al menos, ¡la ilusión de esto!
Usualmente he encontrado conversando con algunas personas que algunos se preocupan mas por ellos mismos que por sus propios cónyuges, familiares, hijos, amigos, el país o ¡hasta incluso por Dios! Vi atrocidades cometidas por personas quienes preferían estar bien (en sus propios ojos) que admitir públicamente que se equivocaron.
Hay personas, que han elegido en el interior de sus almas y de su pensamiento, un camino y una posición antes de que algo imprevisto suceda, un lugar en donde ellos nunca se encontraran mal. Entonces, ¡pasan el resto de su vida tratando de demostrar que están bien!
He escuchado historias de hijos de personas adultas que contaban en la intimidad de una sesión de entrenamiento, cómo su padre le había hecho mal y ellos NUNCA admitían las cosas que hacían mal. “Nunca escuchó su padre diciendo: Lo siento, me equivoqué.” Le pregunta es, “¿Nunca?” Recuerdo la historia de una hija diciendo que fue abusada sexualmente por su padre durante años; cuando lo enfrentó, años más tarde, el le negó el episodio totalmente!
El debate de por qué las personas mienten y son deshonestas debido a la inseguridad personal, el miedo, la conducta, la personalidad tímida, la baja autoestima y los gustos, se convierte en un insulto para aquellos que fueron ofendidos y es un psico-balbuceo barato para confundir a la verdadera Cuestión: el egoísmo y el orgullo. ¡No hay nada más que eso! En su forma extrema, la negación de un hecho incorrecto está mal enjaulada en el patio interior de la mayor parte del corazón. Para otros, se trata de esquivar las consecuencias de su conducta.
Por Diómedes Rodríguez
Facilitador de RRHH del Infotep
Para muchos, es puramente el ego, el orgullo y el egoísmo. Algunos prefieren perder plausibilidad que perder la imagen. Nunca “aparentar estar mal o encontrarse mal” es el equivalente a “siempre estar bien”. Nunca estar mal nos da poder y superioridad moral, o, al menos, ¡la ilusión de esto!
Usualmente he encontrado conversando con algunas personas que algunos se preocupan mas por ellos mismos que por sus propios cónyuges, familiares, hijos, amigos, el país o ¡hasta incluso por Dios! Vi atrocidades cometidas por personas quienes preferían estar bien (en sus propios ojos) que admitir públicamente que se equivocaron.
Hay personas, que han elegido en el interior de sus almas y de su pensamiento, un camino y una posición antes de que algo imprevisto suceda, un lugar en donde ellos nunca se encontraran mal. Entonces, ¡pasan el resto de su vida tratando de demostrar que están bien!
He escuchado historias de hijos de personas adultas que contaban en la intimidad de una sesión de entrenamiento, cómo su padre le había hecho mal y ellos NUNCA admitían las cosas que hacían mal. “Nunca escuchó su padre diciendo: Lo siento, me equivoqué.” Le pregunta es, “¿Nunca?” Recuerdo la historia de una hija diciendo que fue abusada sexualmente por su padre durante años; cuando lo enfrentó, años más tarde, el le negó el episodio totalmente!
El debate de por qué las personas mienten y son deshonestas debido a la inseguridad personal, el miedo, la conducta, la personalidad tímida, la baja autoestima y los gustos, se convierte en un insulto para aquellos que fueron ofendidos y es un psico-balbuceo barato para confundir a la verdadera Cuestión: el egoísmo y el orgullo. ¡No hay nada más que eso! En su forma extrema, la negación de un hecho incorrecto está mal enjaulada en el patio interior de la mayor parte del corazón. Para otros, se trata de esquivar las consecuencias de su conducta.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Excelente manera de enseñarnos sobre la importancia de ser honestos con nosotros mismos primero que todo. Excelente Reflexión mi querido Diómedes. Un fuerte abrazo
ResponderBorrarSinceramente,
Juan Colon
Diomedes; tantas realidades en tan pocas palabras.Encontrarás personas que al leer esto,en sus interiores se dirán "este está confundido,eso no es así" a sabienda de las verdades que tú acabas de expresar.
ResponderBorrarHay un montón a nuestros alrededores.
Bien Diómedes
Abrazos
Manito
Cuando leo lo que mi caro amigo Diómedes escribe me doy cuenta todo lo que me falta por aprender y aplicaar, sus rflexiones son el camino de una vida mejor, más cerca de los nuestros y de nosotros mismos. Cuantas sabidurías encerradas en sus recomendaciones.
ResponderBorrarCon el cariño de siempre
Papito Mármol
Hoy día nos enteran los medios de comunicación, de barbaries como las de padres y abuelos de una persona. Mi pregunta es: Se ha venido practicando esa conducta a través de los años? Y digo sí, porque ese tipo de aberramiento es inherente a la conducta del ser humano "descuadra'o". Antes solo los vecinos sabían cosas. Hoy se sabe todo. Sobre todo con noticia de hermanos muertos disputándose una herencia. El ego en esta circunstancia es el mas deprimente acto de esa psiqui conductual. El orgullo es la peor basura que invade al cerebro humano. Siempre lo ejercen personas sin identidad, convirtiéndose en payasos repugnantes e indeseables personas desiguales socialmente.
ResponderBorrarCuanto aprendemos de mi estimado Valito.
Un abrazo, ley S.