lunes, 10 de diciembre de 2012

TERCER CAMINO

MI ÁRBOL ESTÁ DE LUTO
Por Lavinia del Villar


A las 47 familias, víctimas del desalojo del sábado1 de diciembre, en la Dr. Delgado de Santo Domingo.

Mientras trato de armar mi arbolito de Navidad, la película pasa por mi mente una y otra vez: 4 de la madrugada…, un despertar violento…, fuerzas policiales obligando salir del lecho…, se hace mandatorio abandonar de inmediato la vivienda…, no hay tiempo de agarrar las pertenencias…, ni mucho menos de cepillarse los dientes.

Se pierde todo…, lo que es poco para muchos, pero mucho para ellos.

Ancianos, enfermos y no enfermos, minusválidos, adolescentes… 50 niños a la intemperie que “nunca olvidarán la forma en que fueron sacados violentamente”, y que lloran por sus cuadernos y útiles escolares que se quedaron atrás.

No hay dónde ir al baño, ni qué comer, solo dormir en el suelo o en algunos colchones que se sacaron a la brava.

Muchos años de vida se borran cuando los hogares caen derribados por un “gredal” en frente de los dolientes. ¡Qué película de horror! Los adultos pierden sus trabajos… los niños pierden su espacio, sus clases, sus sueños, y se convierten en maduros a fuerza de empujones.

¿Por qué a las 4 de la madrugada? ¡Qué pena que sucedan estos desalojos! ¡Qué tristeza que la miseria haga invisibles los de este lado, y que el poder haga insensibles los del otro!

Pierdo la motivación, y mi árbol, que se queda sin luces, no quiere estar alegre porque mi película está llena de caras tristes y estómagos vacíos.

Y no es que no entienda el derecho que el amo tiene de reclamar lo suyo, es que deplora las lágrimas de desamparo en los ojos de los niños, y la desilusión en el alma de los ancianos.

Me detengo a dar gracias a Dios porque no soy una de esas personas, porque soy bendecida con un techo donde no temo me saquen de madrugada, pero aún así, por los menos afortunados, mi árbol de Navidad está de luto.

2 comentarios:

  1. Mi querida;la verdad es que usted hace encender mi rabia con muchos de sus escritos que son puras verdades,y es una rabia justificada por lo injusto;una rabia por la inconciencia mostrada por los concientes que hoy están llenos de indiferencias adquiridas y sostenida por los intereses.
    La rabia sentida esta vez,fue con lagrimas,por la narrativa de lo vivido por las familias desalojadas.Y se agigantó mi rabia al ver la palabra "desalojadas",ya que su significado lo viví en carne propia, en etapa de mi pubertad y fue cuando ví por primera vez mi pueblo tirando piedras contra bombas,policias y guardias por la injusticia cometida contra mi madre y sus hijos. Cuanta alegría hubiera sentido de haberse producido lo mismo con estas humildes familias;pero son etapas distintas,el pueblo antes tenía mas conciencia,sentía las injusticias . Ojalá estar equivocado.
    Gracias por mostrarnos las cosas malas que se cometen y por las exhortaciones que nos hace con las mismas.

    Manito

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  2. Gracias Manito por tus palabras de solidaridad. No sabía que habías vivido esa fatídica experiencia,que seguramente fue más llevadera por el apoyo de pueblo, como dices. Salvo los representantes de los DDHH, no vi a nadie en los medios pronunciarse para expresar dolor por lo que sufrieron esos niños, que todavía andan buscando sus cositas aunque les dieran un cuarto provisional donde quedarse. Esta sociedad se está tornando cada día más indiferente, aunque me cueste trabajo aceptarlo, porque lucho a diario por no perder la fe.
    Un abrazo.
    Lavinia.

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