Por Héctor Brea Tió
En el preludio de esta navidad, la noche del sábado 15 del mes en curso, en la sala Carlos Piantini de nuestro Teatro Nacional Eduardo Brito, se presentó uno de los espectáculos más completos y hermosos que he visto en mi vida, el concierto "Acompáñame”, de Lissette Álvarez y Armando (Chucho) Avellanet, los cuales en dos horas y media, hicieron un derroche de música popular (boleros, baladas y otros géneros ), con escenografía de primera, buen acompañamiento musical y un coro de voces de ambos sexos, quienes al unísono con las estrellas protagonistas de la noche, Lissette y Chucho, hicieron gala de lo que se llama un espectáculo fuera de lo común.
Es muy difícil para los que asistimos al mismo, catalogar cuál de los dos veteranos artistas lució mejor, pues en él se mostró una variedad de estilos a solas o compartidos por ambos, que denotaron que hubo una planificación y ensayo incuestionables, contando para ello con escenografía, coreografía, dirección, vestuario, en fin todos los preparativos que requiere un espectáculo de dicha categoría. Nuestro César Suárez con su starschows, le imprimió su sello de calidad.
En todo el show, se proyectaron en pantalla gigante fotos y escenas de la vida de ambas figuras artísticas desde sus infancias, familias, amigos etc., bodas, hasta los tiempos actuales. Ambos se conocieron en el programa de televisión del medio día que tenían en Puerto Rico, los padres de Lissette, los cubanos Tony Álvarez y Olga Chorens, con su canción emblemática, su ratoncito Miguel y otros temas creadores de la bien ganada fama que tuvo dicho programa desde mediados del siglo pasado en la isla del encanto.
Se enamoraron y casaron, todo por televisión, él contaba 25 y ella 19 años de edad, pero como el matrimonio duró apenas 2 años, cada uno cogió su rumbo sin embargo la amistad y el respeto mutuo perduraron y aún perviven con más fuerza que nunca. "Fue Willy Chirino, actual esposo de Lissette, el que ideó el reencuentro preguntándoles. ¿Y por qué no organizan un espectáculo ambos?", aclaró Chucho. Fue durante una cena, en la que también estaba la esposa de Chucho, comentó Lissette..."¿Tú eres celosa, porque yo no lo soy," dice Chucho que le dijo Willy a su esposa, quien también le acompaña en la gira. Todo eso se comentó en el show y así surgió este magistral espectáculo, el cual es una primicia para Sto. Dgo. ya que es el primer país fuera de los EE. UU. en que se presenta.
Lissette no podía lucir más glamour y seducción al entrar despampanante al escenario, con gracia y venustez auténticas, como solo ella puede exhibir, rubia, atractiva, cuasi impecable, sus ojos garzos, zafirinos, con un encanto a veces críptico, a veces develado. Cambió de vestuario unas 6 veces y no sabríamos decir cuál le sentaba mejor. Ropa que usó hace décadas alternada con atuendo moderno. "Genio y figura hasta la sepultura", mostrados con lucidez por esa portentosa artista cubano-boricua.
De sus padres adquirió Lissette talento y talante, amén del histrionismo propio de los grandes artistas, para envolver con su magnetismo al espectador, con sortílego encanto. Su silueta y cutis terso, compitieron con su modulada voz y dominio escénico. Ella y Chucho alternaron roles en el escenario, cantaron solos y a dúo, a cual lo hiciera mejor. Aún yo no puedo decir cuál de los dos lució más. Aunque las mujeres siempre llevan ventaja en todo lo que a arte y otros detalles concierne.
Armando (Chucho) Avellanet mostró otro derroche de talento, por los cuatro costados. Desde su niñez estaba tocado por Euterpe, la diosa latina de la música, en trashumancia a Puerto Rico. Lució galante, el pelo canoso, sin embargo exhibió la fortaleza que poseemos los hombres maduros, quizás más que las mujeres, con don y carisma artístico sin igual.
Ambos en pleno show sacaron de sendos baúles del recuerdo, ella hasta su velo de novia, ropa de gala, discos de 45 y 78 R.P.M. más de 50 por cada uno; casetes y también C.D. Chucho generalmente cantó para ella y Lissette para él, desde luego sin soslayar al público, sin ocultar su vida de matrimonio, cargado de humor y chistes que le dieron vida al escenario. Siempre enfatizaron que en sus vidas lo que más los unió fue la música y así lo cantaron.
Entre las canciones que interpretaron, más de 50 entre ambos, estuvieron unas completas, otras en popurrí:" Acompáñame," "Tú Adán y yo Eva”, “Alma mía," de María Grever, "La máscara”, “Cabecita loca", "Historia de amor”, “Entre las flores”, “Que tiempo tan feliz”, “Dime qué debo hacer”, “Mil violines", etc. y de compositores dominicanos, como Cheo o Sheo Zorrilla: "Abeja reina"," Apocalipsis", "Se me secó la piel”, entre otros.
Antes del cierre Lissette cantó el "Poema 20", de Pablo Neruda, que dice así:
"Poema 20"
Puedo escribir los versos más tristes ésta noche
Escribir por ejemplo la noche está estrellada
Y tiritan azules los astros a lo lejos
Y el viento de la noche gira en el cielo y canta.
Yo lo quise y a veces, él también me quiso
Me besó tantas veces como el cielo infinito
De otra será de otra como antes de mis besos
Pensar que no lo tengo, sentir que lo he perdido.
A lo lejos alguien canta, a lo lejos
Mi alma no se contenta con haberlo perdido
Y aunque éste sea el último dolor que él me cause
Y éstos los últimos versos que yo escriba.
Ya no lo quiero es cierto, pero cuanto lo quise
Su voz su cuerpo claro, sus ojos infinitos
Oír la noche inmensa, más inmensa sin él
Es tan corto el amor y tan largo el olvido.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche
Puedo escribir los versos más tristes, esta noche.
En mi caso, viví en el concierto que no quería ver su final, como anonadado en el nirvana de los orientales, luminoso y místico, nimbado por el aura de estos 2 colosos de la canción latina y universal.
Con ese hermoso espectáculo Lissette y Chucho, exhortaron a la humanidad a unirnos sin mirar las diferencias que traen los avatares de la vida: divorcios, litis de distintas causas, decepciones, desengaños, rencores y odios que minan nuestros corazones y nuestra existencia impidiéndonos gozar la vida en su total plenitud.
P.D. El autor es escritor.
Felicidades Ricardo, por esa cronica de arte tan descriptiva que, hace que los que te leemos, nos sintamos como si hubiesemos presenciado el espectaculo de esos antantes de siempre.
ResponderBorrarFelicito a Isaias tambien, por el privilegio de tenerte como un colaborador de MECC tan actualizado.
Ademas de buen medico, profesor universitario, excelente escritor, resulta que te tenias muy bien guardado, lo buen cronista de arte que eres.
Un abrazo.
Tremendo articulo como siempre, haciendo honor a tus venas artisticas. Desde Salem, aqui con nuestro director Isaias y la subdirectora, mi esposa Aleyda. Te saludamos y te deseamos un feliz año 2013.
ResponderBorrarCon cariño Evelio, Virna (mi hija), Fernando (mi yerno) y Aleyda
Wao una vez mas que orgullo tener de amigo a Hector Ricardo y que bueno que exista MEC para mantenernos comunicados especialmente en eventos como esto, gracias HR porque en verdad nos hiciste sentir como si hubieramos estado presente, " tremendo espectaculo", como tremendos artistas y mas aun excelente la enseñanza de vida de ellos poder mantener la buena relacion bajo toda circunstancias gracias por compartir, abrazos.
ResponderBorrartremendo concierto, estuve presente la noche del sabado y no hubo desperdicio,un teatro nacional repleto que ovaciono de pies a estas estrellas en varias ocasiones, me gusto ver en el publico estrellas nacionales como rafa rosario, anahay, vickiana, nini caffaro y olga lara, fue una bendicion de DIOS este evento, esperamos que vuelvan pronto aunque sea por separado.
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