domingo, 17 de marzo de 2013

TERCER CAMINO

LOS TIEMPOS DE ANTES
Por Lavinia del Villar


Cuando yo crecí la alergia no existía. Todos los muchachos de esa época en cambio, sufríamos de “salpullío”, y los más pobres de “raquiña”, que se curaba aplicando con una mota, almidón tostado al área afectada.

Tampoco nos daba acné, sino espinillas y barros que se trataban con el mismo almidón tostado, o pasando la mota por una pared que estuviera pintada de cal, y empolvando con ella la piel de la cara que ahora se llama cutis. No había espinilla que se resistiera a ese tratamiento.

Como les digo no existía la alergia. La pituita se llamaba muermo, y con mentol se resolvía.

No había niño que no hubiera experimentado lo que era un “nacío”, y dolían que se acabó. Mi mamá los manejaba con unas píldoras muy especiales, unos “ajisitos” pequeñitos que se llamaban Montesinos, y que nos tragábamos sin respirar, porque si por casualidad se abrían o los masticábamos, nos llevaba quien nos trajo, porque eran superpicantes.

Si nos daba catarro, nunca gripe, aunque hoy existan los dos, mejor era no toser, porque enseguida aparecía el aceite de higuera en café, y a falta de éste, el de tiburón, que no podría decir cuál de los dos sabía peor.

Dios te libre que te doliera la barriga, porque el purgante de sal venía. Esa era la especialidad de papá. Mamá en cambio prefería la prevención, y por eso nos daba un té de sen y cañafístola, que ella inteligentemente mezclaba con jagua y lo convertía en refresco, para hacerlo más “fancy”.

No sabíamos lo que era acidez estomacal, porque lo que nos daba se llamaba “herbedero”, que se curaba con un poco de ceniza puesta en la lengua. Según la creencia, a las embarazadas se lo provocaba los cabellitos del bebé, así que si les daba mucha “agrura”, era que el niño saldría muy peludo. Se combatía masticando granos de maíz.

La antigua y contagiosa “ceguera” cambió de nombre, ahora se llama conjuntivitis, y la “boquera” que se curaba untándose ceniza de cigarrillo, actualmente es candidiasis en el ángulo, o herpes labial en otra sección del labio.

La “mazamorra”, comezón en los dedos de los pies, muy común en los jóvenes deportistas, que se curaba con desodorante Sudorina Estrella Azul, ahora se llama pie de atleta.

La terrible “culebrilla” una erupción dolorosa que amenazaba de muerte si daba la vuelta al cuerpo, y que se curaba con ensalmos, ahora es herpes y se trata con antibióticos.

La “jaqueca” ahora es migraña; los llamados “rámpanos” resultaron ser úlceras varicosas; y la “erisipela” hoy es flebitis.

El antes “catarro en el cerebro” que ahora es sinusitis y es operable, se curaba con vendas calientes de aceite de higuera en cáscara de plátano amarillo puestas en la frente y en la mollera.

A un “retorcijón” se le llama ahora luxación, y los incómodos “bichos” o “lombrices”, que se combatían con el té de apazote, ahora tienen diferentes nombres según la clase de parásito, y se eliminan con vermífugos.

Las personas con enfermedad infecciosa y contagiosa en los pulmones eran llamados “tísicos”, y apartados en un cuarto fuera de la casa, hasta que se ponían cadavéricos y morían. Afortunadamente esto cambió, convirtiéndose la tuberculosis en tratable y curable.

Para curar la “tupición” en los bebés, se le untaba cebo de ovejo mezclado con mentol en el huesito de la contentura, léase coxis, y para librarlos de enfermedades, se ponía alcanfor en una bolsita de tela, enganchado con una “chambra” en la cunita.

¡Qué nostalgia traen los tiempos de antes..!

6 comentarios:

  1. Yo sufría mucho de catarros, por lo que tenía que tomar Emulsion de Scott (El hombre con el bacalao a cuestas). Aunque esto era un calvario, pobre de mis hermanos y amiguitos a quienes les disparaba unos eructos malditos. Jajajajaja.

    Isaías

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  2. Doña,genial ese recuento de un pasado tormentoso,cuanta nostalgia.Me e reído tanto con sus ocurrencias que me duele la barriga,ahora mismo me voy a dar un purgante de sal. Se le quiere. Jochy Reyes.

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  3. Querida prima, la terminología comparativa entre lo folclórico y lo formal empleada por ti con suma maestría en esta narrativa, me ha traído gratos recuerdos cuando laboraba en la Farmacia Bogaert, propiedad en ese entonces de tía Celeste (QEPD).
    En alusión a mi desempeño, tuve la oportunidad de conocer a "brujos" locales y regionales, puesto que era el encargado de elaborar pociones y remedios variados, tales como variadas unturas mentoladas (Broncodermina),linimentos, aguas y polvos aromáticos de múltiples colores(Viniviní, Arrasa con Tó, Vente Conmigo, Amor de Hombre, Eres Mía, No Me Dejes, Mátala de Amor, Consíguemela, Abrázame Mucho, No Me Odies, Déjame y Olvídame, Quita Amor , Calma los Nervios, Quita Sueño, Alócala, Déjalo Pa Mi, Suéltala, Arrúllame Mucho, Fuente del Amor, Amárrame sin Piedad, Agua de la Suerte, de la Fortuna, de la Felicidad, de la Salud, Elimina la Putería, No lo Dejes Vivir, entre otras de floridos, risibles y atractivos nombres).

    La verdad,...tuve experiencias inolvidables con el "fogueo" sudoroso de "brujos, pitonisas y metresas", con quienes tuve que "emburujarme a conciencia" para no "herir sus sutilezas", obligándome, en imnúmeras ocasiones,
    a inventarles productos cuyas "fórmulas de su amplio aval" me facilitaban.
    Era extraordinaria la venta a ese "círculo de encantos", de los perfumes Tabú, Revedor y del Agua Florida de Murray & Lamckman, además de la manzanilla, tilo y alhucema para "calmar los nervios".

    En un futuro les contaré algunas anécdotas relacionadas con esos eventos de feliz y entrañable recordación, que para muchos les servirán de remembranzas "traídas por los moños".

    Así mismo, espero que mi dilecta prima Lavinia y los distinguidos lectores de este medio, puedan excusar mis precedentes peroratas. Su excepcional artículo me motivó en mucho como para expresar algunas de mis inolvidables vivencias; agradezco sobremanera también esta inducción a los apreciados amigos Evelio y Manito, entre otros.
    Como siempre reiterativo de ustedes,... Cuqui Rodríguez Martínez.

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  4. Profesora ,un recordatorio de los muchos que atesoro.Era obligatorio vacunarse .Las vacunas dejaban,a menudo,una señal notable en el antebrazo(un círculo o ovalo con la piel más oscura y rugosa),que iba subiendo en la medida que uno crecía.Yo no se dónde la tendrá Jochy.Ah,y las inefables enemas(el término es femenino).....Lavativas para todo.A mi hermano Gil Blas,pequeñito,le dijo mi mama que se acostara en su regazo,boca abajo;a el le pareció muy bien hasta que le aplicaron la perita de goma con que ponían las enemas.Vean pa' que e' a ...-dijo. Miren para que era.Esa frase corrió entre nosotros de generación e generación .Manito tengo muchas ,sin competencia .Abrazos Cig...digo.....Profesora. Evelio Martínez. emartinez0511@ gmail.com

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  5. Para aquellos tiempos,creo que parte de los comentaristas de este artículo sufrieron en carne viva algunos de los sinsabores narrados. Decir cuando en un repentino aplaste en el patio, traicionado por la barriguita crecida y no por gordura,aparecía esa lombriz a la que una vez con un lloro escandaloso dije"mamááá,me salió un spaguetti"!!.Esa "mazamorra"que usando los dedos en sobo,como si tocara violin provocando un Zicote segun Jochy Reyes emocionaba mas que un bolero ,pero más emoción sentía mi querido Evelio con la raquiña denominada "par de cinco" por utilizar ambas manos al arrascarse.Los "bichos" emoción y lágrimas de lo que me atrevo a decir todos padecimos,provocados dizque al comer casabe;esta comezón nos tornaba olvidadizo,ya que sin darnos cuenta el lugar ese par de dedos se mantenían en arrasque.
    Del papel sanitario no hubo mención,ni de cual se usaba;pero si conozco de un sustituto empleado por la escasez y es la "tuza",cuyo uso era de gran utilidad ya que desempeñaba tres funciones (limpia,rasca y desenreda). Ahhh,tiempos aquellos!!

    Manito

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  6. Que hermosos "Los Tiempos de Antes"!!
    Escrito magistralmente concebido por nuestra talentosa y siempre hermosa prima Lavinia, nuestra querida PROFE. Recuerdo de esos tiempos cuando este humilde servidor, o cualquiera de mis hermanos, tenía fiebre muy elevada, mamá Mercedes nos daba un baño con nuestros orines (antes pipí)... guaaaaaao..., y no se si por convicción, fe o poder mental el no bien olido remedio funcionaba y la fiebre "bajaba".

    Profe: se le aprecia con abundancia; excelente aporte... gracias.

    Diómedes Rodríguez Martinez

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