Por Ley Simé
El pasado día 27 de diciembre, un grupo de viejos discípulos del Padre Disla salieron de Mao hacia la comunidad de Guanábano, Moca, con el objetivo de acompañarlo el día de su Cumpleaños.
Reunidos todos en un lateral de la Catedral de la Santa Cruz de Mao, abordaron un autobús con destino a la referida comunidad. Ya todos dentro del autobús en marcha, se activo parte de la rondalla que el mismo Padre fuera el fundador, y empezaron los ensayos de las canciones con las cuales sorprenderían al Padre a la llegada.
Todo en el trayecto, se convirtió en una reunión de camaradas, como en los viejos tiempos. La alegría del reencuentro fue motivo de mucho júbilo y alegría. Besos, abrazos y algarabías y cuantas acciones de felicidad fueron expresadas y desarrolladas entre guitarras y canciones alusivas a aquella época.
Al dejar atrás el municipio de Esperanza para dirigirnos hacia Navarrete, una voz de alarma salió de uno de los componentes del grupo, cuando nos aproximábamos a un chequeo militar, invitó a Rolando a tener su identificación a mano, "Por si las moscas". Nada pasó y continuamos el viaje entre cantos y alegría.
En el trayecto, Rolando descubre que Oneyda Polanco, lleva consigo el vino que iba a ser utilizado en la celebración. Hizo que se hiciera un brindis en el trayecto, brindis éste, que hizo que todos levantaran el ánimo y en lo adelante las canciones eran mas fuertes y mas acentuadas que hizo que el viaje fuera corto.
A la llegada al templo donde se encontraba el Padre, la casa curial, él se encontraba en la puerta esperando. Salen de la guagua una trulla de los jóvenes de los años 60 cantando sin cesar la canción "Abre el Balcón" hasta confundirse con del festejado Padre Juan Evangelista Disla, quien no pudo contener la emoción claramente expresada en el brillo de sus ojos. Entramos a un salón contiguo a la casa curial y allí se preparó el escenario para la ceremonia de festejo y entrega de una placa de reconocimiento en agradecimiento por su ardua labor para con los jóvenes, los cuales, él orientó y los encarriló por senderos del bien y de la integración en los años 60 y 70.
Hicieron la veces de maestros de ceremonia, Rolando Espinal y Oneyda Polanco quienes invitaron a hacer los recordatorios en todos los aspectos en los que el Padre intervino: Oneyda Polanco inició con la intervención del Padre con los enfermos, Dilcia Reyes se refirió a la incursión del Padre en los espiritual, Nano Espinal al arte musical y formación de la rondalla; Ley Simé a la incursión del Padre en los deportes. También se hizo un recordatorio póstumo con una oración para todos aquellos que partieron a la morada eterna.
Les dejo con el álbum de fotos de esa actividad.
Lo primero que quiero hacer, es felicitar a nuestro corresponsal Ley Simé, por tan profesional reportaje; y a la vez, expresar lo agradecidos que nos sentimos todos los que pudimos participar en el encuentro, porque de verdad, nos transportamos a la época en que el reverendo era nuestro tutor espiritual, y del cual tantas cosas positivas aprendimos, que todavía perduran en nuestro accionar en el camino que nos ha tocado recorrer. La tarde entera resultó muy corta para traer al ambiente tantos bellos recuerdos, vividos en la época de referencia. Fue tan reconfortante y placentero el viaje, que ya debemos ir apartando en nuestras agendas, el 27 de diciempre próximo (que cae viernes) para doblar la cantidad de personas asistentes. "VALE LA PENA HACERRLO"
ResponderBorrarRolando Espinal
ResponderBorrar¡Qué alegría ver tanta gente querida junta! Me alegra igualmente que esta actividad se haya realizado con mucho entusiasmo y una masiva participación de jóvenes de antaño.
Una pregunta capicúa: ¿Se acordó el Padre Disla de los nombres de la mayoría de los visitantes?
Feliz año 2013 pata todos.
Fernan Ferreira.
Respondiendo a Fernan: le diré amigo,que su memoria esta intacta, y recordó a todo el mundo con la excepción del amigo Nano Espinal, al cual dejó con una cabellera negresita y peinado siempre hacia el lado; y ahora lo encontró gordo y sin cabello...... ¿y e faci?
ResponderBorrarRolando Espinal