jueves, 21 de julio de 2011

PERFIL DE JUAN DE JESÚS REYES

Por Francisco Almonte

Cuando las guerras absurdas hacen perecer a tantos inocentes y el hombre se encuentra en soledad ante los interrogantes eternos, los poetas, el mensaje de los poetas, puede mantener la llama secreta de la esperanza.

María Ángeles Ciprés Palacín.


El bardo Juan de Jesús Reyes Aranda nació en la Villa de la Santa Cruz de Mao, el 6 de mayo del año 1872. Hijo de José Estanislao Reyes García, mocano, quien llegó a ocupar el puesto de diputado por la común de Mao, provincia Santiago de los Caballeros. Su madre fue Altagracia Aranda Cabral, descendiente de José Estanislao Aranda, militar y combatiente en la Guerra de Independencia, quien cayó abatido en la batalla de Beller, en la hoy provincia de Dajabón.

El 11 de mayo del año 1896 contrajo matrimonio con Emilia Báez Rodríguez, maeña al igual que el poeta, hija del restaurador español Roque Báez y Marcelina Rodríguez, nacida en San José de las Matas. De tal enlace matrimonial nacieron los hijos Néstor Virgilio, Adriana María, Eligio Epaminonda, Socorro Melitina del Carmen, Parmenio Elpidio, Rosa María, Emilio Antonio, Dulce Caridad y Juan Clemente Damico Reyes. Además con la señora Julia Inoa Gómez procreó a Georgina, Neftalí, Rafael Enrique, Ana Virgilia, Noelia, Ramón Antonio, Manuel de Jesús, Homero Moisés, Pompeyo, Honoria y Gladys Mercedes Reyes Inoa. En total procreó veinte hijos. De manera que ha sido tan prolífico con la pluma como en progenies engendradas.

Su hijo Parmenio Reyes, en el poema Leyenda del Niño Perdido (1) se refiere a la abundancia de hijos y a las cualidades humanas y magisteriales del padre, de esta guisa:

También fue sabio Maestro
Y padre de muchos hijos,
Dejando dulces recuerdos
Porque fue bueno y sencillo.


Aunque el poeta proyecta en su obra una formación cultural sólida, con un acervo que sorprende al lector por su riqueza y variedad léxicas, resulta asombroso que su formación sea en gran manera autodidáctica, explicable debido a las limitaciones de tipo educativo que confrontaba su comunidad, en la cual existía para la época una sola escuela de educación primaria. En ese centro educativo inició sus primeros estudios y luego se trasladó a la ciudad de Puerto Plata, con el objetivo de completar los estudios primarios y con la esperanza de realizar los estudios secundarios, en los cuales alcanzó el segundo del bachillerato.

Como educador, inició en Mao su carrera como profesor de lengua española en la Escuela Nuestra Señora de la Victoria (Escuela de Hembras), en fecha 8 de junio del año 1895, cargo que ejerció de forma honorífica. Luego, fue nombrado director de la escuela San Luis (Escuela de Varones). Además, fungió como director de la llamada Escuela Mixta, desde el año 1925 hasta el 17 de marzo del año 1928, fecha en la que obtiene la jubilación, después de cumplir treinta fructíferos años como profesor en su pueblo natal.

Otros cargos que ocupó el poeta fueron regidor del Cabildo de Mao del 2 de noviembre del año 1892 hasta el 4 de enero del mismo año. Además, secretario municipal desde el 4 de enero del año 1892 al 26 de abril de 1907. Desempeñó el mismo puesto desde el año 1908 hasta el 21 de enero de 1956, año en el cual salió jubilado por parte el Honorable Cabildo de la Común de Mao. Otro puesto que desempeñó fue como encargado de la estación telefónica de su poblado.

Fue promotor cultural y creador de instituciones que aún perduran como faro de luz en el ámbito cultural del Cibao Occidental. Fue socio fundador de la sociedad cultural y deportiva “Club Quisqueya”, así como de la sociedad cultural conocida como “El Esfuerzo”; en adición a la fundación del “Centro de Damas”, todas estas sociedades con sede en Mao.

En 1921, editó y publicó la revista quincenal La Pluma que luego convirtió en un periódico muy leído por el público de su tiempo. Sus poemas fueron publicados tanto en la prensa escrita nacional como en la rotativa de algunos países latinoamericanos. Sus primeros poemas, a veces, eran publicados con el pseudónimo de Fray Espinosa. Intercambió correspondencia con prominentes literatos nacionales y foráneos, relaciones que su hijo-poeta, en el poema citado, describe de esta suerte:

Mereció buenos conceptos
Y sobresalientes juicios
De plumas muy distinguidas
Cual la de Ramón Emilio.

También de García Godoy;
Del creador del Postumismo
El buen Moreno Jimenes
A veces tan metafísico.

Y del poeta ontológico
Llamado Andrés Avelino
Que tanto él admiraba
Por sus vuelos aquilinos.

…………………………

De Mistral, Ibarbourou
Conservaba manuscritos
Y de otros grandes de América
Por demás reconocidos.


El llamado “Cantor de la Barranquita” o “El poeta de Mao” recibió distintos reconocimientos de numerosas instituciones culturales, entre las cuales pueden mencionarse la codiciada “Medalla de Oro al Mérito” por parte del Honorable Ayuntamiento de Mao; así como el honor de haber sido escogido entre los intelectuales de la “Noche Azul de los Poetas Nacionales”; además, premiado varias veces en los certámenes conocidos como “Juegos Florales”, especialmente en los celebrados en las ciudades de Moca y La Vega. Fue poeta cortesano de los llamados reinados para los cuales escribió poemas de ocasión en honor de hermosas jóvenes, en calidad de reinas y princesas de simuladas cortes, en distintos lugares geográficos donde se celebraban esas festividades culturales.

En su condición de político, Juan de Jesús Reyes militó en el Partido Nacionalista de ideología democrática y liberadora, organización que le sirvió como plataforma para llevar la consigna de patria libre por campos y ciudades de la nación contra la repudiable invasión norteamericana, ocurrida en el año 1916 y que, por fin, terminó en 1924. Su acendrado fervor patriótico se manifiesta en sus versos contrario a todo tipo de violación a las soberanías de los pueblos, y a favor de la libre determinación de las naciones.

En lo que respecta al suelo natal, siguiendo una trayectoria, sus poemas patrióticos se manifiestan adversos a las matanzas de los aborígenes durante la colonización española. También se oponen a la dominación haitiana y a la anexión a España de la porción oriental de la isla Hispaniola, y arremeten con valentía ante la ocupación yanqui que ocurrió en vida del poeta.

Sus valientes composiciones poéticas también son portadoras de mensajes de solidaridad con otros países latinoamericanos, cuyas soberanías eran mancilladas por el imperio yanqui, como lo expresa en el poema rotulado Aspiración, escrito con motivo de la invasión a Nicaragua. Oigamos la denuncia patética y vigorosa en que se torna el anhelo del poeta:

Yo quiero arrojar al agua mi navío
para ir a Nicaragua, a la tierra de Darío.

Allá recto poderío contra los derechos fragua,
allá,
la sangre es un río que trágico se desagua.

Quiero
en esa noble tierra,
ser como un tanque de guerra, rabioso, demoledor,

o ser como el huracán…
para que aprenda el Tío Sam la epopeya del honor.


De igual manera, se solidarizó con los países de América del Sur y dedicó algunos poemas al gran libertador Simón Bolívar destacando su arrojo y valentía, en defensa de esos países, contra los invasores de esos tiempos.

En adición, puede asegurarse que el poeta Juan de Jesús Reyes poseía la virtud de vivir en y para la poesía. La vida en la poesía representa una búsqueda constante de la felicidad y la afabilidad, así como una entrega de sí mismo hacia la práctica de los valores éticos, estéticos y patrióticos. En cuanto a vivir para la poesía significa, como ya se ha establecido, que el bardo promovió la fundación de varias instituciones culturales, revistas y periódicos, y trabó amistad con los literatos más sobresalientes de su época. El lírico reivindicaba el verdadero sitial de la poesía en la sociedad donde le tocó vivir, y laboró con ahínco en diversos ámbitos de la producción poética.

El siguiente soneto compuesto por José Ulises Franco, bajo el rótulo Juan de Jesús Reyes, constituye un homenaje póstumo al poeta cuya muerte acaeció en Mao, el 6 de julio de 1962. Oigamos:

Mao, con la fuerza de su sol ardiente
llenó de luz su múltiple poesía,
y cantó, con sutil melancolía
la gloria moribunda del poniente.

El patriotismo levantó su frente,
y fue su voz un trueno de hidalguía,
cuando a su tierra el yanqui la oprimía,
hasta que libres fuimos nuevamente.

Acaba de morir ya muy anciano
este hombre de espíritu lozano,
como una fresca y delicada rosa;

el pueblo lo recuerda con cariño
y envuelto en llanto de inocente niño
cubre con flores su querida fosa!

2 comentarios:

  1. Niño Almonte,
    Gracias por tu aporte a nuestra encicolpedia Maeña (MEEC). A traves del libro y tus escritos he llegado a conocer mucho de quien fue mi bisabuelo.
    En nombre de la familia Perez Estevez te doy las gracias.

    Janio Perez Estevez

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  2. Distinguido amigo Niño:

    Vayan a ti mis elogios y reconocimiento por ese enjundioso trabajo,tan merecido al mas fecundo de nuestros rapsodas o liróforos, Juan de Js.Reyes,a la vez que te exhorto leer en mi libro "Mao y su gente",mi opinión sobre tan excelsa figura de la poesíá y las letras.
    tu amigo:Héctor Brea Tió´

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