domingo, 30 de enero de 2011

REENCUENTRO A LO MEEC

PEDRO, MANITO, LILÍ, PAPITO Y FERNAN SE REENCUENTRAN EN MIAMI
Por Manito Santana

De izquierda a derecha Fernan Ferreira, Pedro Tomás Amaro, Lilí y Manito Santana
Nuestro amigo Ángel Berto Almonte tiene razón cuando dice que MEEC nos ha servido como la mejor vía para unificar a nuestro pueblo, para motivarnos a pensar en nuestra comunidad, en nuestra familia y en nuestros viejos amigos. Y evocando el tiempo pasado surgen en nuestras mentes aquellos viejos amigos olvidados, no intencionalmente, porque no han dejado de ser amigos, sino que la vida nos va trazando rutas insospechadas e inevitables que forjan nuestros destinos. En esos caminos, donde nuestros pasos hacen su historia, algunas veces nos detenemos a hacer un inventario y en esa pausa llegan las remembranzas de aquellos viejos amigos y el deseo de reencontrarnos para recordar aquellos bellos momentos vividos previo al enfrentamiento con la vida, a recordar las travesuras, la escuela, las prácticas deportivas, y otras cosas mas donde cada quien le da el valor que considera.

Al recordar esos amigos de infancia, lo hacemos con una sonrisa porque evocamos siempre la parte alegre.

He tenido la suerte de vivir 2 momentos llenos de felicidad de esa naturaleza en mi vida y han sido 2 reencuentros con amigos luego de 47, 40, 35, 28, y 25 años sin vernos.

Mi primer reencuentro sucedió en 2010, cuando luego de 40 años de graduados en Agronomía, volvimos a juntarnos en el lugar que celebramos dicha graduación. Allí notamos los cambios provocados por el tiempo en las células de nuestros cuerpos, algunos favorables, pero la mayoría denunciando la vejez con sus pliegues faciales y el crecimiento abdominal, dando origen a las críticas subterráneas, viendo solo la paja en el ojo ajeno, sin tener el valor de admitir el colapso que el tiempo produjo en uno mismo.

Dada la gran emoción sentida por ese encuentro, me dispuse a que otros amigos sintieran ese gran placer de reencontrarse y el bombillito, a pesar de los frecuentes apagones, se me encendió para tratar de hacerlo con tres amigos de infancia. En los escritos de béisbol de mi pueblo, aparecen tres jugadores Juvenil con un potencial futurista positivo, ellos eran Pedro Tomás Amaro, Fernando Ferreira y Rafael Santana (Lilí, mi hermano), pitcher, segunda y short stop, respectivamente. Pedro Tomás, con unos 6' 1", zurdo con curvas rompientes, para esta época me atrevo a decir obtendría una firma millonaria. Su peso era de unos 145 lbs. (superflaco).
Estos tres amigos estuvieron juntos por última vez por los años 1961-2. Pedro parte hacia USA, Fernando continúa sus estudios y Santana sigue su juego y se convierte en jugador Profesional.

Como siempre, las circunstancias alejan a Pedro de los otros por unos 47 años sin comunicación alguna.

Vuelvo con mi bombillito encendido con la idea de realizar un reencuentro de estos tres amigos luego de 47 años sin verse y aprovecho un viaje de Fernando Ferreira a Miami, converso con mi hermano Lilí residente en Orlando Fla., y combinamos juntarnos y sorprender a Fernan con nuestra visita. Esto ocurrió el 16-1-2011. Amaro reside en Miami y logré comunicarme con él (yo también tenía 47 años sin verlo) y acordamos juntarnos.

Pero… ¡oh sorpresa!, y gracias a MEEC aparece otro desaparecido residiendo en Miami y decido unirlo al grupo ya que también fue visto por última vez unos 30 años atrás. Este Señor es PAPITO RINCON. Papito, con familia formada de esposa, hijos y nietos al igual que los demás. Fruto de los años sin verse y los cambios corporales antes citados, ocurre algo gracioso entre Pedro Tomás y Fernan. Estábamos el grupo con excepción de Fernan, a quien al llegar le presenta mi hermano Santana a un señor alto con unas 240 Lbs. mal repartidas, escasos cabellos en su cabeza formando un cuarto menguante lunar, provisto de lentes recetados; luego de la presentación, hay un breve diálogo y Lilí le dice a Fernan: "Hermano, pero Ud. ha visto este hombre anteriormente", y Fernan niega haberlo visto; mi hermano le recalca por dos o tres veces que sí, lo cual fue negado rotundamente por Fernan. De pronto, mi hermano le pregunta a Fernan, ¿quién era que siempre lo ponchaba a Ud.? Fernando exclamó: ¡Pedro Tomás Amaro!, dando un brinco y abrazándose estallando todos los presente la risa. ¡Qué gran emoción sentimos todos con este gran encuentro!, Pedro, con 47 años sin ver a Fernan, a Lilí, a Papito y por supuesto a mí.

Fernan con unos 35 años sin ver a Papito.

Mi hermano Lilí con unos 25 años sin ver a Papito.

Y finalmente, Manito con unos 28 sin ver a Papito.

¡Qué Gran Encuentro este! Trate Ud. de hacerlo, reviva una verdadera amistad aletargada por las circunstancias que nos brinda la vida.

Gracias Pedro Tomás, Fernan, Papito, los ubico en el pedestal que tengo a mi hermano Lilí.

7 comentarios:

  1. Que buena ocacion para disfrutar ese encuentro con aquella legendaria canción de Juan Lockuard, que aunque el añora su Poza del Castillo, ustedes bien pudieron añorar, el charco de los indios, La Piragua, o cualquier lugar de baño en el canal mayor. Y por que no, el Estadio de béisbol. Porque los años fueron pasando y se fue perdiendo el buen tiempo que paso, porque tu Manito no eres el mismo, ni ellos son los mismos, pero reguardan el cariño de esos buenos tiempos.

    Mucho afectos para todos.
    Ley S.

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  2. Bueno, de los cuatro de la foto tengo añales que no veía Pedro tomás, a quien solía ver cuando era un muchacho en casa de Miguel Peña y doña Patria. Siento alegría de volverlo a ver aunque sea por foto. Bienvenido, honorable calvo, a la familia mundial de MEEC. Todos reciban saludos efusivos de Niñito Almonte. franal56@hotmail.com

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  3. Querido Manito: Qué hermoso gesto el tuyo, y qué bonito es recordar los viejos tiempos. Dice Ticuí que a Pedro le decían Pedro me junda, porque cuando se enojaba decía: ¡Ojalá me junda!
    Además, estás escribiendo unos artículos muy bien logrados, y pletóricos de sentimiento. Te felicito! Tu profe, amiga, comadre y ahora jefa en tu nuevo puesto de agente vendedor. Lavinia.

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  4. Mi querido Cabezon:

    Tu no te imaginas, cuanto te agradezco que te hayas trasladado desde la ciudad de New York hasta Miami, y que junto a nuestro hermano Lili, hayas planeado el reencuentro que narras, el cual vivi intensamente y quedara grabado por siempre en mi mente y en mi corazon.

    Efectivamente, a Pedro Tomas no lo veia desde nuestra graduacion de bachiller. Deje de ver a aquel joven larguirucho y flaco, con cabellera alborotada, por alla, en los inicios de la decada de los '60, para ahora encontrarme con un hombre maduro, calvo como todos los varones de su larga y distinguida familia, y unas 100 libras mas de peso. Pero, que bueno, el carino, el afecto broto de nuevo e inmediatamente a borbotones, con la misma intensidad de antano. En este aspecto, el tiempo no habia pasado. Que grande es el amor!! Para este, el paso del tiempo se detiene!!

    Igual sensacion senti al encontrarme con Leonel Capellan (en el encuentro me entere que este es el nombre de nuestro gran amigo Papito Rincon), quien tiene una memoria privilegiada, y nos hizo revivir vivencias que el paso del tiempo habia cubierto por completo. Alli reimos, lloramos y otras veces enmudecimos de emocion, hasta que uno del grupo buscaba la forma de romper el hielo y seguir la conversacion amena.

    Gracias Cabezon. Recuerda que ahora tenemos la tarea de juntar a los miembros de "Los Yankees Maenos" que aun el Todopoderoso no ha mandado a buscar...

    Un gran abrazo. Te quiero mi hermano,

    Fernan Ferreira.

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  5. A mi no me gustaba jugar contra Pedro Tomás, porque nunca pude hacerle contacto a un lanzamiento que se le metía en los codos de los bateadores derechos y le cogí odio por eso, en aquel tiempo.Recuerdo que siempre diligenciaba jugar de su equipo, para evitarme ese problemita. Saludos para ese gran amigo donde quiera que esté.

    Cuchara

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  6. Hola Isaías, mi amigo del alma, quería felicitarte por el trabajo de unión y despertar de sentimientos que con MEEC has hecho; un ejemplo de eso fue la reunión de los "compadres y amigos" en Miami: Fernan, Manito, Lily, Papito, y Pedro Tomás; eso no tiene precio, pero Dios te lo premiará.
    Aunque no estabas presente en lo físico tu espíritu buen amigo fue el que dio este fruto; de nuevo gracias por ser como eres, me siento muy orgullosa de decirle a mis hijos "ese es mi amigo de siempre".

    Susana Jáquez

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  7. Gracias, Susana, por tus elogios, pero creo que el mérito es de Manito y los protagonistas; principalmente de Manito cuya inquietud y arrojo hicieron posible la cristalización de la reunión.
    Claro, gozo de lo lindo cada vez que veo que más y más personas de nuestro pasado se unen a MEEC.
    Gracias, amiga del alma por seguirnos leyendo y por difundir a MEEC entre amigos y relacionados.
    Isaías

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