Por Fernando Rodríguez Céspedes
El desmantelamiento parcial de la banda de sicarios que atentó tres veces contra la vida del joven abogado santiagués Jordi Veras Rodríguez, evidenció lo que el Arzobispo Benito de la Rosa y Carpio definió como “sicarios morales” quienes atentan impunemente, sin piedad, contra la moral, el buen nombre, la dignidad y la tranquilidad de cualquier persona o familia.
El “sicariato moral” se ejerce a sus anchas en los medios de comunicación electrónicos, en ocasiones con grandes dividendos económicos, y en otras solo para dar rienda suelta y estimular el morbo del pueblo, resentimientos sociales, rivalidades polίticas, celos profesionales y otros muchos motivos que solo pueden darse en mentalidades perversas o enfermizas.
Lacera el alma ver a un hombre de la reciedumbre moral y tradición de lucha patriótica de Ramón Antonio (Negro) Veras llorar frente a las cámaras de televisión denunciando un sector de la prensa que según sus palabras “ofreció informaciones interesadas para desviar el curso de las investigaciones y dañar el buen nombre de su familia” en el caso de su hijo.
Aseguró que con la perversa campaña desatada por el referido sector sobre los supuestos motivos del intento de crimen contra su hijo Jordi, se buscaba... “herir a este, ensuciar mi nombre y el de toda mi familia, además de confundir a la opinión pública, contaminar la investigación y favorecer a los autores materiales e intelectuales de la acción criminal”.
Aunque no citó a nadie en particular, lo que es innecesario para el ciudadano medianamente informado que escucha radio en el país, afirmó que hubo dinero de por medio en una emisora que hasta se prestó a sacar llamadas al aire para que la gente diera su opinión, previamente condicionada, por falsas informaciones y el manoseado “rumor público” a que tanto apelan los difamadores.
El Sicariato Moral en Mao
Este laborioso pueblo de la Línea Noroeste, digno de mejor suerte, no escapa a la situación de inversión de valores y libertinaje que se advierte en los medios electrónicos de comunicación, donde cualquier individuo, sin formación moral ni profesional, se para frente a una cámara de TV, coge un micrófono o una página de Internet, se hace llamar periodista y dice lo que le venga en gana contra quien quiera.
Los calificativos y expresiones del reputado jurista Negro Veras, encajan perfectamente a los difamadores de Mao en el caso del asesinato de Yasmίn Valdez de Rodríguez, ocurrido una semana antes del atentado contra Jordi Veras, situación que ha dado pie a la mayor campaña sucia que se recuerde en la historia de este pueblo contra una persona, que hasta prueba de lo contrario, es totalmente inocente.
El ensañamiento contra el esposo de Yasmίn, profesor universitario e historiador Manuel Rodríguez Bonilla, es tan grande que los difamadores profesionales y mal influidos padres de la occisa, dan connotaciones de que más que desear que se encuentren y castiguen a los verdaderos asesinos, lo que quieren a toda costa es destruir al esposo y en consecuencia a los dos pequeños hijos bajo su amoroso cuidado.
Uno de ellos, se atrevió a decir el pasado miércoles 17 en un canal de televisión de Mao que ya resuelto el caso de Jordi Veras, la fiscal de Santiago se apresta a presentar a un individuo, pagado por el profesor Rodríguez Bonilla, para que asuma la responsabilidad del crimen. A ese extremo llega ese difamador con tal de hacer daño sin importarle las implicaciones de su calumniosa afirmación.
El dίa anterior, o sea el martes 16, en su libelo digital, luego de afirmar que el viudo de Yasmίn sigue “…actuando su papel”, y usar el gastado cliché de que “…el rumor público ha señalado a su esposo Manuel Rodríguez Bonilla, como el principal sospechoso…”, el sicario moral dice, en base a especulaciones, que se estaría preparando la presentación de un “asesino fabricado y prepagado”.
Parecería que se está poniendo alante al enterarse de que la Policía le pisa los talones a los asesinos y que incluso un delincuente que fue detectado en el escenario del crimen al ser cuestionado por el fiscal adjunto Nelson Rodríguez sobre su presencia en el lugar se mostró tan nervioso que este lo mandó con la policía al cuartel donde más tarde le advirtió que no saliera de la ciudad para posible investigación.
Este individuo, denunciado coincidencialmente junto a otros por dos fuentes diferentes como implicados en el crimen, huyó de la ciudad de Mao y es activamente buscado por las autoridades para fines de investigación al considerar altamente sospechosa e incriminatorias su actitud de huida sin que se le haya instrumentado expediente acusatorio en el caso de Yasmίn Valdez de Rodríguez.
Pero estos acontecimientos, en vez de alegrar a los apandillados sicarios morales, los preocupa y los pone a elaborar nuevas fábulas sobre supuestos “chivos expiatorios pagados” porque su interés no ha sido nunca que se encuentren y se sometan a la justicia a los verdaderos asesinos de Yasmίn, sino la destrucción moral y física del esposo en base a un intenso y extenso trabajo de sicariato moral.
Santo Domingo, D.N.
22 de Noviembre del 2010.-
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