sábado, 26 de enero de 2013
MEDICINA ALTERNATIVA
LA SALUD
Por Nelson Rodríguez Martínez (Cuqui)
El autor es Ing. Agrónomo, profesor universitario y presidente fundador de N.R. Bienestar, S.R.L., compañía dedicada a la producción y venta de productos medicinales naturales
CONCEPTOS
Todos los organismos vivientes para sobrevivir ameritan de condiciones indispensables para su pleno desarrollo y perpetuación. Su cuerpo y sus funciones reflejan su adaptación a un modo de vida natural, a distintos y específicos ecosistemas. Sin embargo, con el tiempo ha logrado crear un ambiente propio al margen de las leyes que rigen los ecosistemas: El impacto de la civilización tecnológica le ha llevado a modificar completamente su relación con la naturaleza y con el resto de los organismos vinculados a él en la gran cadena de la vida.
Si bien la civilización ha permitido a nuestra especie trasladarse prácticamente a todo el planeta y "adaptarse" a un gran número de ecosistemas, derivando lamentables consecuencias como son entre otras, las superpoblación, el hambre, la contaminación ambiental, el agotamiento de los recursos naturales no renovables, la exterminación de miles de especies animales y vegetales y de fracciones crecientes de la propia población humana por enfermedades incontrolables y degenerativas, hambre, miseria y violencia reinantes.
La civilización desarrollada representa un salto, un vacío, una grieta, una inmensa muralla que bloquea el desarrollo biológico del hombre y su proyección cósmica. Ha creado condiciones para las que no estamos preparados, que exceden las posibilidades de nuestros mecanismos de adaptación, porque no han sido programado genéticamente. Nuestro organismo trata en vano de adaptarse a los ruidos de las grandes ciudades y de las fábricas, a la agitación de la vida moderna, a las preocupaciones, a la falta de sueño.
Somos incapaces de resistir a los tóxicos incorporados en los alimentos y bebidas, al alcohol, a los cigarrillos, a los estupefacientes y otras drogas. Aunque parezca extraño, el cuerpo se ajusta sin sufrimiento ostensible a la mayoría de estas condiciones, pero este ajuste dista mucho de ser una adaptación victoriosa. Acarrea modificaciones orgánicas y mentales que equivalen a una degradación del hombre en la constante lucha por su existencia.
Para contrarrestar los efectos que este ambiente artificial provoca en el hombre moderno, se han desarrollado técnicas y artificios que permiten lograr un cierto nivel de "bienestar".
La salud artificial, porque resultan cada vez más evidentes los peligros y deficiencias del modo de vida actual y el ser humano con la presencia de enfermedad manifiesta depende de productos químicos, administración de hormonas y vitaminas, de la necesidad de exámenes periódicos y de la costosa asistencia de las organizaciones de salud.
La salud natural, porque representa un ideal: el retomar el modo de vida que el hombre abandonó hace ya miles de años. Sin embargo, éste es el tipo de salud que todos deseamos, conscientes o inconscientemente. La salud natural procede, como ya se ha mencionado, del ajuste permanente y armonioso del cuerpo a las influencias del ambiente. De esta forma se obtiene una resistencia innata a las enfermedades infecciosas y degenerativas. En unas condiciones ecológicas de vida, el cuerpo y el espíritu son naturalmente inmunes a las enfermedades, al cansancio y al temor. Sólo el conocimiento profundo de su propia naturaleza y de las fuerzas que lo ligan al ambiente permitirá al hombre reconquistar esta forma de salud.
Dado lo improbable de que se produzcan cambios radicales en las condiciones actuales de vida de las diferentes comunidades, una solución intermedia parece deseable. Es decir, se debería conseguir que aún viviendo en el marco artificial de las grandes urbes el hombre comprenda las leyes de la naturaleza y trate de asimilarse lo más posible al modo natural de existencia.
DIFERENCIAS ENTRE SALUD ARTIFICIAL Y SALUD NATURAL
SALUD Y BIENESTAR
Una persona en plena salud no requiere tomar ningún medicamento. Una persona saludable vive sin padecimientos, libre de trastornos y de enfermedades.
La mayoría de las gentes no tiene idea sobre qué tan bien se siente su cuerpo. A nosotros se nos ha metido en el cerebro la creencia de que es natural adquirir gripe o catarro, tener dolores y molestias, padecer de mayores problemas médicos como el cáncer, diabetes o enfermedades del corazón. Estamos programados en la creencia de que es completamente normal y natural tomar medicamentos patentizados (fármacos) y que los necesitamos "para mantener la salud".
Tomemos como ejemplo, un animal salvaje, el León, éste no se enferma, no sufre de asma, artritis, cáncer, diabetes, catarro, trastornos cardíacos. Los animales silvestres tampoco toman drogas, no asisten a ningún club de salud, no se chequean, no visitan médicos, no reciben cirugías, no siguen rutinas de ejercicios. Los animales silvestres virtualmente no se enferman y viven tres a cinco veces más tiempo que los humanos. Lo importante es que usted no tiene que enfermarse. Enfermarse no es normal, es anormal. La mayoría de las personas se sienten saludables, pero realmente no tienen idea como sentirse bien, ni como adquirir su bienestar y mantenerse en salud plena. Parece contradictorio. ¿Cierto?
SALUD Y ENFERMEDAD
Salud es el estado en el ser orgánico cuando ejerce normalmente todas sus funciones. La enfermedad es el estado de alteración mas o menos grave de la salud.
Las energías naturales se encuentran capacitadas para solucionar cualquier proceso patológico y, por ello, la recuperación de la salud se alcanzará por el estímulo de los agentes naturales. Sin embargo, la vitalidad que cura no es una fuerza ciega, sino que actúa con arreglo a un plan y persigue una finalidad. Al mismo tiempo, está subordinada a otros elementos de mayor categoría y efectividad, como los estados de ánimo, mentales y de conciencia. La actuación naturista está basada en la armonización de todo el organismo, tanto fisico como psíquico, que da lugar al estado de salud. El cuerpo humano posee un mecanismo de defensa contra la enfermedad que supone el camino para la recuperación de la salud, e incluso un progreso en su evolución. Podemos definir la enfermedad como el conjunto de fenómenos reactivos que eliminan la causa morbosa con la finalidad de orden físico, como defender y depurar el organismo.
Los síntomas de la enfermedad podemos clasificarlos en útiles y perjudiciales. Entre los primeros se incluyen los que aparecen durante las crisis curativas, como fiebre, diarrea, una expectoración catarral, etc. Los perjudiciales dan lugar a las crisis destructivas. Entre ellos se encuentran una lesión cancerosa o tuberculosa, una inflamación de las meninges, etc. En cualquier caso, la sintomatología no se debe suprimir, porque supondría abortar el esfuerzo defensivo de la naturaleza para conseguir el restablecimiento de la salud.
FUENTE:
Libro: “Medicinas Alternativas ”
Autor : Nelson Rodríguez Martínez
Máster en Fitoterapia
Por Nelson Rodríguez Martínez (Cuqui)
El autor es Ing. Agrónomo, profesor universitario y presidente fundador de N.R. Bienestar, S.R.L., compañía dedicada a la producción y venta de productos medicinales naturales
CONCEPTOS
Todos los organismos vivientes para sobrevivir ameritan de condiciones indispensables para su pleno desarrollo y perpetuación. Su cuerpo y sus funciones reflejan su adaptación a un modo de vida natural, a distintos y específicos ecosistemas. Sin embargo, con el tiempo ha logrado crear un ambiente propio al margen de las leyes que rigen los ecosistemas: El impacto de la civilización tecnológica le ha llevado a modificar completamente su relación con la naturaleza y con el resto de los organismos vinculados a él en la gran cadena de la vida.
Si bien la civilización ha permitido a nuestra especie trasladarse prácticamente a todo el planeta y "adaptarse" a un gran número de ecosistemas, derivando lamentables consecuencias como son entre otras, las superpoblación, el hambre, la contaminación ambiental, el agotamiento de los recursos naturales no renovables, la exterminación de miles de especies animales y vegetales y de fracciones crecientes de la propia población humana por enfermedades incontrolables y degenerativas, hambre, miseria y violencia reinantes.
La civilización desarrollada representa un salto, un vacío, una grieta, una inmensa muralla que bloquea el desarrollo biológico del hombre y su proyección cósmica. Ha creado condiciones para las que no estamos preparados, que exceden las posibilidades de nuestros mecanismos de adaptación, porque no han sido programado genéticamente. Nuestro organismo trata en vano de adaptarse a los ruidos de las grandes ciudades y de las fábricas, a la agitación de la vida moderna, a las preocupaciones, a la falta de sueño.
Somos incapaces de resistir a los tóxicos incorporados en los alimentos y bebidas, al alcohol, a los cigarrillos, a los estupefacientes y otras drogas. Aunque parezca extraño, el cuerpo se ajusta sin sufrimiento ostensible a la mayoría de estas condiciones, pero este ajuste dista mucho de ser una adaptación victoriosa. Acarrea modificaciones orgánicas y mentales que equivalen a una degradación del hombre en la constante lucha por su existencia.
Para contrarrestar los efectos que este ambiente artificial provoca en el hombre moderno, se han desarrollado técnicas y artificios que permiten lograr un cierto nivel de "bienestar".
La salud artificial, porque resultan cada vez más evidentes los peligros y deficiencias del modo de vida actual y el ser humano con la presencia de enfermedad manifiesta depende de productos químicos, administración de hormonas y vitaminas, de la necesidad de exámenes periódicos y de la costosa asistencia de las organizaciones de salud.
La salud natural, porque representa un ideal: el retomar el modo de vida que el hombre abandonó hace ya miles de años. Sin embargo, éste es el tipo de salud que todos deseamos, conscientes o inconscientemente. La salud natural procede, como ya se ha mencionado, del ajuste permanente y armonioso del cuerpo a las influencias del ambiente. De esta forma se obtiene una resistencia innata a las enfermedades infecciosas y degenerativas. En unas condiciones ecológicas de vida, el cuerpo y el espíritu son naturalmente inmunes a las enfermedades, al cansancio y al temor. Sólo el conocimiento profundo de su propia naturaleza y de las fuerzas que lo ligan al ambiente permitirá al hombre reconquistar esta forma de salud.
Dado lo improbable de que se produzcan cambios radicales en las condiciones actuales de vida de las diferentes comunidades, una solución intermedia parece deseable. Es decir, se debería conseguir que aún viviendo en el marco artificial de las grandes urbes el hombre comprenda las leyes de la naturaleza y trate de asimilarse lo más posible al modo natural de existencia.
DIFERENCIAS ENTRE SALUD ARTIFICIAL Y SALUD NATURAL
SALUD Y BIENESTAR
Una persona en plena salud no requiere tomar ningún medicamento. Una persona saludable vive sin padecimientos, libre de trastornos y de enfermedades.
La mayoría de las gentes no tiene idea sobre qué tan bien se siente su cuerpo. A nosotros se nos ha metido en el cerebro la creencia de que es natural adquirir gripe o catarro, tener dolores y molestias, padecer de mayores problemas médicos como el cáncer, diabetes o enfermedades del corazón. Estamos programados en la creencia de que es completamente normal y natural tomar medicamentos patentizados (fármacos) y que los necesitamos "para mantener la salud".
Tomemos como ejemplo, un animal salvaje, el León, éste no se enferma, no sufre de asma, artritis, cáncer, diabetes, catarro, trastornos cardíacos. Los animales silvestres tampoco toman drogas, no asisten a ningún club de salud, no se chequean, no visitan médicos, no reciben cirugías, no siguen rutinas de ejercicios. Los animales silvestres virtualmente no se enferman y viven tres a cinco veces más tiempo que los humanos. Lo importante es que usted no tiene que enfermarse. Enfermarse no es normal, es anormal. La mayoría de las personas se sienten saludables, pero realmente no tienen idea como sentirse bien, ni como adquirir su bienestar y mantenerse en salud plena. Parece contradictorio. ¿Cierto?
SALUD Y ENFERMEDAD
Salud es el estado en el ser orgánico cuando ejerce normalmente todas sus funciones. La enfermedad es el estado de alteración mas o menos grave de la salud.
Las energías naturales se encuentran capacitadas para solucionar cualquier proceso patológico y, por ello, la recuperación de la salud se alcanzará por el estímulo de los agentes naturales. Sin embargo, la vitalidad que cura no es una fuerza ciega, sino que actúa con arreglo a un plan y persigue una finalidad. Al mismo tiempo, está subordinada a otros elementos de mayor categoría y efectividad, como los estados de ánimo, mentales y de conciencia. La actuación naturista está basada en la armonización de todo el organismo, tanto fisico como psíquico, que da lugar al estado de salud. El cuerpo humano posee un mecanismo de defensa contra la enfermedad que supone el camino para la recuperación de la salud, e incluso un progreso en su evolución. Podemos definir la enfermedad como el conjunto de fenómenos reactivos que eliminan la causa morbosa con la finalidad de orden físico, como defender y depurar el organismo.
Los síntomas de la enfermedad podemos clasificarlos en útiles y perjudiciales. Entre los primeros se incluyen los que aparecen durante las crisis curativas, como fiebre, diarrea, una expectoración catarral, etc. Los perjudiciales dan lugar a las crisis destructivas. Entre ellos se encuentran una lesión cancerosa o tuberculosa, una inflamación de las meninges, etc. En cualquier caso, la sintomatología no se debe suprimir, porque supondría abortar el esfuerzo defensivo de la naturaleza para conseguir el restablecimiento de la salud.
FUENTE:
Libro: “Medicinas Alternativas ”
Autor : Nelson Rodríguez Martínez
Máster en Fitoterapia
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Es muy interesante leer las cátedras que el amigo Cuqui nos expone. Algo nos recuerda, algo nos toca y sobre todo nos instruye y nos da pauta de como sobre llevar una salud sosteniblemente buena con sus recomendaciones y puntuaciones.
ResponderBorrarCuqui, son muy sustanciosas tus publicaciones, gracias. Con afectos, Ley s.
Muchas gracias siempre Cuqui, por compartir tus conocimientos desinteresadamente con los lectores de MEEC.
ResponderBorrarIsaías
Agradezco sobremanera a mis distinguidos amigos Ley e Isaías por las atinadas apreciaciones vertidas en ocasión de la génesis de este artículo, actitud que me incentiva continuar con algunas pinceladas sobre estos tópicos que, a mi humilde parecer, aportan precisiones acerca de cómo debemos utilizar con eficiencia los recursos alimenticios que nos oferta la Madre Naturaleza.
ResponderBorrarCon la mayor deferencia por sus apreciables comentarios para conmigo,... de ustedes,... Cuqui.