miércoles, 30 de abril de 2014

CUMPLEAÑOS, ¿LLORAR O CELEBRAR?

Antes de que disfruten esta bien pensada y madura reflexión, permítanme invitarlos a unirnos en una sola voz para desear ¡Feliz cumpleaños y larga y saludable vida! a nuestro dilecto amigo Fernando. ¡Salud!

Por Fernando Rodríguez Céspedes

Cuando se cumple años después de los 60, uno no sabe si reír o llorar. Si lamentar o celebrar. Pienso que una u otra actitud se adoptará dependiendo de cómo nos encontremos de salud, si contamos con familia, buenas amistades, si nos sentimos realizados, o si le hemos dado sentido a nuestra vida sirviendo a la sociedad y al prójimo.

Quien no goce de salud, dentro de los parámetros propios de su edad, carezca de familia, de buena amistad y no sirva a los demás, de seguro que, aunque haya alcanzado ciertos logros materiales en la vida, podría sentirse "condenado a la existencia", para usar la conocida expresión de Jean Paul Sartre, padre del existencialismo francés.

Pero no hay que ser tan trágico porque la vida, con sus altas y bajas, tiene sus buenos momentos que cuando son frecuentes nos hacen sentir bien y a eso es que llaman felicidad. Lo contrario es lo que llamamos infelicidad la que sin darnos cuenta, muchas veces propiciamos con nuestras actitudes y conductas frente a la vida.

A manera de consuelo puedo afirmar que lo mejor que tienen los años es que te dotan de la experiencia necesaria para ver la vida en otra dimensión o perspectivas diferentes a la que los años mozos imponen. Puedes, al paso del tiempo, apreciar lo que realmente tiene valor, y dejar de lado hábitos y presunciones propias de la ignorancia y la inmadurez.

Decía, con su sabiduría de poeta el gran escritor Ernesto Sábato, que: "La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse". Pienso que no es necesario llegar tan lejos para aprender a vivir y apreciar las cosas que tienen valor fuera de lo material

Y me atrevo a decir fuera de lo material, porque sin menospreciar la importancia del dinero tan necesario en la sociedad que vivimos, hay quienes tienen dinero y son incapaces de disfrutar la presencia y fragancia de una hermosa flor, un atardecer como los exaltados por el inmenso Juan de Jesús Reyes, un buen libro o la sonrisa de un niño.

Pasan desapercibidos los cantos del ruiseñor, el verdor de las campiñas, las cristalinas aguas del manantial o el murmullo de las olas del mar, una agradable y edificante conversación con amigos sinceros, una buena melodía y la invaluable presencia de un compañero o una compañera leal, en las buenas y en las malas.

Hace poco, me decía el hermano Isaías Ferreira, luego de superar una grave crisis de salud, que morirse no le importaba tanto como tener que vivir sin salud y sin poder servir a los demás. Yo lo entendí de inmediato, porque desde muchacho aprendí de San Agustín, al igual que él, que: "quien no vive para servir, no sirve para vivir".

Porque servir a los demás, le da sentido a la existencia. Esta disposición o vocación de servicio hay que ejercitarla día a día con quienes te rodean para no caer en una práctica tan común como universal de luchar y tratar de resolver los problemas del mundo, mientras tu hogar, tu familia y tu entorno, son un desastre.

Valoremos lo que tenemos y no nos pasemos el resto de nuestros días sufriendo o lamentando por lo que no tenemos. Vive mejor no quien tiene más, sino quien sabe vivir con menos. La felicidad, depende de ti y de tus actitudes. No la pongas a depender de nadie, porque cada quien, es el artífice de su destino como dijera José Ingenieros.

Vive lo que te resta de vida con una actitud positiva y en consonancia con tus criterios, sin pretender que son infalibles. Acata dócilmente el paso de los años, como sugiere "Desiderata", para que no sufras percances propios de una actitud mental rápida que no se corresponde con la lenta respuesta de un cuerpo envejeciente o envejecido.

Ah, y finalmente, no tome la vida tan en serio porque de todas maneras, acabaremos muriendo. Ríete de ti mismo y no te mires mucho en el espejo para que no sufras haciendo comparaciones odiosas, porque la única forma de no llegar a viejo es... muriéndose y resulta evidente que tú y yo, hemos escogido seguir envejeciendo con alegría, espíritu de servicio y dignidad.

6 comentarios:

  1. Dentro del coro familiar elevo mi voz para decir: ¡Felicidades de corazón apreciado primo! Usted nos honra por su profesionalidad, honradez, humildad y ejemplo de ciudadano probo. Como uno de sus destacados miembros, Usted prestigia a nuestra familia Rodríguez.

    Larga y fructífera existencia, cargada de logros positivos y salud por siempre, son nuestros deseos.

    Diómedes Rodríguez Martínez y Familia.

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  2. Wao, mi querido primo, cuantas verdades encierran esas palabras! Y una doble felicitacion: por su cumpleaños y por su magnifica reflexion! ! Reciba todo mi cariño.


    Rosa Rodriguez

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  3. Fernando, siendo yo miembro de ese club de los 60 que señalas, solo puedo añadir que "en estos tiempos, cualquier muchachito tiene 60 años", como diría alguien de mi familia a quien quiero mucho, también miembro de nuestro club.

    En un tenor más serio, debo agregar que como dices, si bien los achaques acechan a uno, no hay substituto para los otros beneficios que llegan con la edad producto de la experiencia, como el entendimiento y la comprensión. Sin embargo, no nos llamemos a engaños, al mismo tiempo debo decir que hay espíritus que la edad los deja como vinieron al mundo, verdes y tan perversos como siempre, y solo pueden ser cambiados si se les implanta otro yo. La cosa es que larga vida no necesariamente significa que somos mejores y más sabios, pues como dice uno de los personajes de Sábato en Abbadón el exterminador: [...] un sinvergüenza que envejece no por eso deja de ser sinvergüenza, sino que por el contrario, agudiza sus malos sentimientos con el egoísmo y el rencor que adquiere o incrementa con las canas. Pero, creo que sacando la cuenta en total, la mayoría de los humanos mejoran su comportamiento con los años y los aspectos positivos son más, pues los años maduros pueden traer satisfacciones profundas, difíciles de apreciar en los años mozos. La cuestión es vivir la vida al máximo, con optimismo, en el presente, sin pensar que vamos a morir... sembrar frutales, no importa la edad, con la esperanza de que comeremos de ellos.

    ¡Felicidades!

    Isaías

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  4. Apreciado Fernando!

    Salutaciones y paz...

    Me ha gustado mucho tu artículo donde expones aspectos conceptuales en referencia a la realidad de la vida. Eres un filósofo que tienes en tu haber un vasto conocimiento sobre la existencia referencial. Cuanto expones danza con la verdad, no obstante, articular sobre los propósitos fundamentales de la existencia no es más que poner en relieve la importancia de la vida en cualquiera de sus dimensiones. Cuando te identificas con el so-ham o aliento sustentador de todo lo que es, todo lo existente adquiere sentido substancial. Los años cumplidos no son más que enlaces de días vividos que dan aquiescencia a la existencia del alma, empero la vida no se corta con la muerte física, sino que ella nada en el océano de la latencia universal. Todo es un ir y venir a través de esas corrientes dimensionales y, por medio de ese flujo continuo, es como evolucionamos y adquirimos las experiencias que nos refractan tal cual somos.

    A Isaías que no temáis, que solo son pausas que ralentizan el flujo de vida que de alguna u otra forma le impulsarán a retomar los propósitos de 3D para los cuales fue creado. Un descanso en 5D es necesario para lograr abastecernos de nuevas y más elevadas energías, y así, gradiente tras gradiente, es como logramos la perfección y fusión con nuestro Creador. Mientras tanto, las semillas regadas en su paso por la sociedad, no dejarán de dar su servicio a raudales. Es como escribir un buen libro, muere el autor, pero lo impreso allí sustentarán a quienes le lean. Nada se pierde, todo sirve para la guía de quienes les preceden. Lo importante es sembrar semillas de calidad para que la cosecha sea aprovechable por quienes vienen detrás

    Un fuerte abrazo y mi aprecio sincero

    Miguel Espaillat

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  5. Me ha gustado mucho tu articulo, el mismo encierra muy buenas reflexiones. Es verdad que a partir de los 60 comienzan los achaques a afectar nuestra salud; en el caso particular de nosotras las mujeres, comienzan las preocupaciones por los cambios naturales que hacen que el cuerpo envejezca; pero para entonces comenzamos a ver la vida desde otra perspectiva, con mas realismo y positivismo. Como bien dices aprendemos a apreciar las cosas con una vision diferente a como las veiamos en los años mozos.Al respecto, el reconocido actor George Clooney ha dicho lo siguiente: "La edad no perdona, y para llevar bien los años lo mejor es asumir la realidad.Cuanto mayor me hago, mas simplifico mi vida; se trata de simplificar estructuras "
    Nos llevaremos de tu consejo y escogeremos envejecer con alegria, espiritu de servicio y dignidad.
    !Feliz cumpleaños amado hermano

    Marianela Cespedes

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  6. Tus profusas y enjundiosas evocaciones del nuevo bienvenido año de existencia, te han permitido reflexionar con íntimas convicciones sobre una intangible realidad de nuestro acontecer, cuando esbozas sin desparpajos, el sinuoso sendero por el que transitas para cumplir con fidelidad diversas etapas que conllevan, gracias al Todopoderoso, hacia una tortuosa etapa de envejecimiento que nos brinda múltiples alternativas, ... unas, gratificantes, otras, de dificultoso entendimiento y apropiación.

    El secreto para poder entender este natural proceso consiste en acoger, con sus altas y sus bajas, de manera sopesada y ecuánime, los recursos y posibilidades para poder solventar con eficiencia las barreras que se nos presentan periódicamente en nuestro fluido discurrir, para así poder visualizar con certeza y apremio su futura resolución.

    A pesar de la consustancial edad biológica, debemos condicionar nuestro pensar y accionar conforme con los recursos y posibilidades que poseemos, acompañados de unos objetivos y metas plenamente realizables por etapas escalonadas, que nos permitan vivir con dignidad, justicia, regocijo y agradecimiento por este pretendido espacio existencial.

    En fin, le deseo lo mejor de lo por venir en este importante evento, al cumplir, según manifiesta convencido, con las posibilidades que le proporciona el Altísimo con el concurrente calendario.

    Con la esplendidez de mis afectos reiterados, es para mi un gran honor reconocer tus valiosas virtudes y acreencias, Apreciado y Distinguido Primo.

    Nelson Rodríguez Martínez (Cuqui) nelsonrguez@hotmail.com

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