miércoles, 2 de noviembre de 2011
TERCER CAMINO
NO SÉ SI A USTED LE PASA LO MISMO…
Por Lavinia del Villar
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero a mi me está costando mucho esfuerzo vivir con optimismo, mantener la esperanza, y creer en las promesas de nuestros políticos. Se me hace muy difícil entender los miles de ofrecimientos y propuestas que nos llueven por todos los rincones, sobre lo que obtendremos si elegimos a tal o cual candidato.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero yo me he puesto muy suspicaz…, y no me gusta pensar así. Quiero sentir confianza para ayudar a reconstruir mi patria, fortalecida en valores y principios.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero yo no quiero contarme entre las personas tóxicas que no hacen más que quejarse de lo insostenible de la situación, de lo engañoso del ser humano, y lo terrible de las cosas que pasan. No quiero crear mi propia miseria, y constantemente sentirme víctima, ni alimentarme con esas horrendas escenas que muestran los noticieros de la tele. Quiero pensar que “Mil árboles que crecen hacen menos ruido que uno que se derrumba”.
No sé si a usted le pasa lo mismo..., pero me resisto a que los niños crezcan convencidos de que vivimos en un mundo cruel, donde la seguridad es una quimera, la confianza una virtud enmarcada en el pasado, y el patriotismo una fiesta de vampiros. Deseo que la niñez y la sanidad vayan de la mano.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero yo no quiero sentirme culpable cuando me encuentro con Canca, una viejita flaca que cambia un barrido de patio, o una brillada de ollas, por unas monedas que le permitan llevar un bocado a su madre enferma y ciega. Quisiera que pudiéramos tener Comedores no Económicos, sino Gratis para todos los “Canca y su mamá”.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero a mi me gustaría que del cielo cayeran semillas del ideal de Duarte, luego abono del arrojo de Luperón, y más tarde agua de lluvia con el espíritu de lucha de Manolo, y la entrega de Caamaño y del Coronel Fernández Domínguez.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero yo sueño con un país mejor.
Por Lavinia del Villar
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero a mi me está costando mucho esfuerzo vivir con optimismo, mantener la esperanza, y creer en las promesas de nuestros políticos. Se me hace muy difícil entender los miles de ofrecimientos y propuestas que nos llueven por todos los rincones, sobre lo que obtendremos si elegimos a tal o cual candidato.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero yo me he puesto muy suspicaz…, y no me gusta pensar así. Quiero sentir confianza para ayudar a reconstruir mi patria, fortalecida en valores y principios.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero yo no quiero contarme entre las personas tóxicas que no hacen más que quejarse de lo insostenible de la situación, de lo engañoso del ser humano, y lo terrible de las cosas que pasan. No quiero crear mi propia miseria, y constantemente sentirme víctima, ni alimentarme con esas horrendas escenas que muestran los noticieros de la tele. Quiero pensar que “Mil árboles que crecen hacen menos ruido que uno que se derrumba”.
No sé si a usted le pasa lo mismo..., pero me resisto a que los niños crezcan convencidos de que vivimos en un mundo cruel, donde la seguridad es una quimera, la confianza una virtud enmarcada en el pasado, y el patriotismo una fiesta de vampiros. Deseo que la niñez y la sanidad vayan de la mano.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero yo no quiero sentirme culpable cuando me encuentro con Canca, una viejita flaca que cambia un barrido de patio, o una brillada de ollas, por unas monedas que le permitan llevar un bocado a su madre enferma y ciega. Quisiera que pudiéramos tener Comedores no Económicos, sino Gratis para todos los “Canca y su mamá”.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero a mi me gustaría que del cielo cayeran semillas del ideal de Duarte, luego abono del arrojo de Luperón, y más tarde agua de lluvia con el espíritu de lucha de Manolo, y la entrega de Caamaño y del Coronel Fernández Domínguez.
No sé si a usted le pasa lo mismo…, pero yo sueño con un país mejor.
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Mi querida Profe: Me pasa lo mismo que a usted. Me duele el alma, gime mi espiritu cuando veo tantos hombres honestos, íntegros, laborios, devorados por nuestros politicos, nuestro descalabrado sistema. Me pasa lo mismo que usted porque todavia sueño con un mejor pais. Me pasa lo mismo porque todavia creo en los seres humanos.
ResponderBorrarAbrazos mi Profe,
Mi eterno respeto y admiración,
Suyo,
Juan Colon
Profe:
ResponderBorrar¡Que difícli se hace ser optimista en estos tiempos! ¡Y mientras más grande la ciudad, peor!
En la calle se nos acerca alguien que nos quiere decir algo y sólo bajamos el vidrio del carro 1 ó 2 pulgadas. Si nos ofrecen alguna promoción escrita, la rechazamos, por la droga aquella que nos hace obedecer todo lo que se nos ordena.
Yo también sueño con un país mejor, más seguro y con mayor equidad, pero... ¡que difícil!
Un beso,
Fernan Ferreira.
Mi querida; Todos los que coincidimos con ud.creemos que esas semillitas con el contenido deseado por ud.,están en proceso de germinación en las conciencias de muchos hombres serios.Y cuando comiencen a germinar,solo le tengo miedo a que despierten al León que las protege,porque si lo despiertan,puede rugir como en el 65'.
ResponderBorrarOjalá no despierten a ese león apodado "PUEBLO"; que no lo despierten.Quiera Dios que no.
Abrazos
Manito
Muy buena visión de lo que nos pasa, Profe. todos tienen la macabra óptica de que mientras mas ignorantes se mantengan la nación, mas fácil es el logro del objetivo políticos. Llenando el país de universidades e ignorando la formación básica, que es como decir, a los de abajo no se le puede abrir los ojos, porque con funditas y dádibas pendejas, los conquistamos. Ese es el maldito y macabro propósito de los políticos de este país. Llegar arriba, cual si hicieran un hoyo para que todos caigan y cuando este bien lleno de incautos, entonces subirse y pisotearlos a todos. perdón por el enojo, pero ya basta.
ResponderBorrarMis afectos van in couple, Ley S.
No, Ley S., no pida excusas por su enojo. Eso es lo que necesitamos coño, mas gentes encojonados y dispuestos a demostrarlo. Una de las vainas en nuestro país es que somos muy sumisos y eso les encanta a estas sanguijuelas: que no haya nadie mirando para donde están, que nadie vote, que los dejen tranquilos. Vamos a rebelarnos y a sacar a patadas a todos estos vividores (¡todos, sin excepción!, pues no hay uno de las tres bandas de malhechores que se hacen llamar partidos que sirva) de los puestos donde deben de estar sirviendo al pueblo. No le demos cuartel... rebelémonos y en vez de rendir pleitesía a esas gentuzas, caigámosle a pedradas dondequiera que los veamos con sus jeepetas y carros de lujo mal habidos. Partía de hijos de la mala madre.
ResponderBorrarIsaías
Profesora Lavinia:
ResponderBorrarSi le pudiésemos poner una melodía para contestar el encabezado de su artículo, yo le respondería:
"A mí me pasa, lo mismo que a usted"...
En nuestro País, los políticos han convertido el optimismo en desesperanza, la Fe en desconfianza, las promesas en sinónimo de incumplimiento, falta de compromiso en burda burla y las propuestas, en cosas Indecentes.
"A mí me pasa, lo mismo que a usted"...
Me gustaría que unidos, reconstruyéramos la Patria, ver realizados los idearios de los Patriotas, quienes dieron sus vidas por nuestra dominicanidad.
Yo también me he vuelto tan suspicaz, como todos los dominicanos inteligentes, que descreen de toda la cháchara politiquera en tiempos de campaña, y declaro un mentís de las promesas vacías, cuando me niego a comparecer al ejercicio del sufragio cada cuatrienio, que solo sirve para ensuciarnos un dedo, cuya mancha nos recuerda por varios días, que somos un pueblo manso e inocente, y que necesitamos con urgencia la formación de verdaderos líderes desinteresados, que hagan de la honestidad y el amor a la Patria una carrera tan cierta como otra cualquiera. Tristemente, somos huérfanos de líderes, los actuales tienen "patas de barro" y pese a ello, saben correr muy raudos tras los bienes del erario público.
"A mí me pasa, lo mismo que a usted"...
Procuro no contaminarme de las cosas horribles que se ven en los noticieros, pero si nos vestimos de la deseada inocencia perdida, también corremos el riesgo de vivir inadvertidos de espalda a la realidad y de ser atracados o peor aun muertos a manos de una nueva criminalidad, peor que la que la antecedió: la criminalidad juvenil, los asesinatos más despiadados y horrendos están ocurriendo en manos de jóvenes cuyas edades oscilan entre los 15 y los 25 años, porque carecen de parámetros para valorar la vida, desprecian la vida, les hiede la vida, hasta su propia vida, pues han nacido y se han criado en un mundo de anti valores sociales y familiares, pareciera como si aplicaran la expresión: "para que me enamoro de la vida, si al final me casaré con la muerte".
La enseñanza está en manos de los maestros, la formación en manos de los padres, y el sustento de los diferentes niveles de formación debiera ser una responsabilidad de Estado, pero el Estado es representado por el gobierno de turno, cual siempre es elegido en aplastante mayoría, por el peor de los votos: El Hambre.
Por lo que estoy de acuerdo con sus planteamientos tan sentidos Profesora Lavinia, "A mí me pasa, lo mismo que a usted".
Reciba un abrazo con respeto y cariño de: Narcy...