domingo, 20 de noviembre de 2011
PARA CURAR EL ALMA
SI TIENES Y DAS, RECIBES
Por Doris Rodríguez
El secreto de la vida radica precisamente en la actitud de escuchar, que permite reconocer lo que Dios susurra para decirnos por dónde hay que caminar a lo largo de la vida.
“Si eres alegre es porque tienes una sonrisa; si tienes frio es porque alguien te dará un abrazo; si escribes versos, es porque tu alma tiene música; si lloras, es porque alguien secará tus lagrimas y te dará consuelo; si has vivido el dolor, no te preocupes ahí estará Dios”… veamos por qué.
Lograr una sonrisa parece muy fácil para quien la tiene, pero muy difícil para quienes solo saben llorar; por las contantes amenazas que provocan los recuerdos, aunque no se deslizan por las mejillas, siempre llora lágrimas de sangre su alma.
La sonrisa es la mejor terapia para rejuvenecer el interior, es maravilloso circular a ritmo de una sonrisa y la alegría encontrar. Una sonrisa evoca la poesía “Tu sonrisa: cuenta historias, provoca ternura, adivina tu esencia, dibuja sueños, transmite dulzura; tu sonrisa me da confianza, en tu sonrisa encuentro mi esperanza”.
Sabemos que una sonrisa es como sumarle años a la vida. Es importante considerar que la alegría auténtica, aunque tenga que pasar por llanto, por tristezas transitorias; es la única forma de llegar a la verdadera felicidad traduciéndose en maravillosas sonrisas. Sonreír es la medicina que se guarda en el interior como cosquillas permanentes que se reflejan en los labios, logrando relajar nuestro cuerpo, iluminando nuestras miradas y provocando que alguien nos dé un abrazo que enternecerá nuestro ser sintiéndolo como un abrigo de protección.
Cuando se escribe un verso, sin duda, me atrevo a señalar que en el alma hay música que danza en la profundidad de los sentimientos capaces de cerrar heridas y darle paso a la luz en un espejo que refleja fielmente la imagen de cada ser humano; he allí donde nos miramos por dentro con la oportunidad de encontrarnos a nosotros mismos. Quien no la tiene debe buscar la forma de tener música en el alma, porque siempre he creído que el alma es la concha acústica donde mejor se escucha el sonido del silencio donde las palabras divinas nos revelan la sinfonía que debemos escuchar para sensibilizar y transparentar nuestra alma... Dios siempre está ahí.
Todos sabemos que la risa es la mejor terapia, pero lo que no se suele decir mucho es que llorar también es bueno y saludable. El llanto es la mejor válvula de escape para cualquier emoción intensa que nos sobrepasa en un momento dado. Cuando rompemos a llorar, las emociones se liberan como si las hubiéramos tenido atrapadas en una olla a presión.
El llanto es parte del aprendizaje del desarrollo humano, pero conforme nos hacemos adultos prescindimos de las muy saludables lágrimas, en pocas ocasiones no las permitimos y sólo cuando nos es imposible tragárnoslas, las dejamos correr por nuestras mejillas y en especial los hombres que desde niños les hemos aniquilado la sensibilidad de poder sacar el dolor a través de una lágrima. ¡Cuántas veces he escuchado madres decirles a sus hijos “Los hombres no lloran”!
En este importante proceso, el hombro de un amigo es como agua fresca para el rostro después de llorar. Sin embargo, lo más gratificante es que a través de la fe en Dios, él siempre está ahí para verte sonreír, secar tus lágrimas, limpiar tu alma y darte luz para poder caminar.
Por Doris Rodríguez
El secreto de la vida radica precisamente en la actitud de escuchar, que permite reconocer lo que Dios susurra para decirnos por dónde hay que caminar a lo largo de la vida.
“Si eres alegre es porque tienes una sonrisa; si tienes frio es porque alguien te dará un abrazo; si escribes versos, es porque tu alma tiene música; si lloras, es porque alguien secará tus lagrimas y te dará consuelo; si has vivido el dolor, no te preocupes ahí estará Dios”… veamos por qué.
Lograr una sonrisa parece muy fácil para quien la tiene, pero muy difícil para quienes solo saben llorar; por las contantes amenazas que provocan los recuerdos, aunque no se deslizan por las mejillas, siempre llora lágrimas de sangre su alma.
La sonrisa es la mejor terapia para rejuvenecer el interior, es maravilloso circular a ritmo de una sonrisa y la alegría encontrar. Una sonrisa evoca la poesía “Tu sonrisa: cuenta historias, provoca ternura, adivina tu esencia, dibuja sueños, transmite dulzura; tu sonrisa me da confianza, en tu sonrisa encuentro mi esperanza”.
Sabemos que una sonrisa es como sumarle años a la vida. Es importante considerar que la alegría auténtica, aunque tenga que pasar por llanto, por tristezas transitorias; es la única forma de llegar a la verdadera felicidad traduciéndose en maravillosas sonrisas. Sonreír es la medicina que se guarda en el interior como cosquillas permanentes que se reflejan en los labios, logrando relajar nuestro cuerpo, iluminando nuestras miradas y provocando que alguien nos dé un abrazo que enternecerá nuestro ser sintiéndolo como un abrigo de protección.
Cuando se escribe un verso, sin duda, me atrevo a señalar que en el alma hay música que danza en la profundidad de los sentimientos capaces de cerrar heridas y darle paso a la luz en un espejo que refleja fielmente la imagen de cada ser humano; he allí donde nos miramos por dentro con la oportunidad de encontrarnos a nosotros mismos. Quien no la tiene debe buscar la forma de tener música en el alma, porque siempre he creído que el alma es la concha acústica donde mejor se escucha el sonido del silencio donde las palabras divinas nos revelan la sinfonía que debemos escuchar para sensibilizar y transparentar nuestra alma... Dios siempre está ahí.
Todos sabemos que la risa es la mejor terapia, pero lo que no se suele decir mucho es que llorar también es bueno y saludable. El llanto es la mejor válvula de escape para cualquier emoción intensa que nos sobrepasa en un momento dado. Cuando rompemos a llorar, las emociones se liberan como si las hubiéramos tenido atrapadas en una olla a presión.
El llanto es parte del aprendizaje del desarrollo humano, pero conforme nos hacemos adultos prescindimos de las muy saludables lágrimas, en pocas ocasiones no las permitimos y sólo cuando nos es imposible tragárnoslas, las dejamos correr por nuestras mejillas y en especial los hombres que desde niños les hemos aniquilado la sensibilidad de poder sacar el dolor a través de una lágrima. ¡Cuántas veces he escuchado madres decirles a sus hijos “Los hombres no lloran”!
En este importante proceso, el hombro de un amigo es como agua fresca para el rostro después de llorar. Sin embargo, lo más gratificante es que a través de la fe en Dios, él siempre está ahí para verte sonreír, secar tus lágrimas, limpiar tu alma y darte luz para poder caminar.
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Para Curar el Alma
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Cuantas palabras orientadoras y bonitas que salen del corazón de una hermosa y simpática mujer. Es mejor tener una sonrisa a flor de labios y manifestarla, que sacar del acuario del alma gotas que emergen a través de los ojos. Lloren, lloren, pero mejor si es de alegría.
ResponderBorrarUn abrazo fraterno, Doris. Ley S.
Todo lo que sale del corazón de esta hermosa mujer es palabra de aliento. Doris, un ser humano muy especial, uno de los hermosos premios que me haya regalado la vida. Sus escritos muestran la grandeza de alma de esta extraordinaria mujer.
ResponderBorrarAbrazos del alma Doris,
Te quiero mucho,
Sinceramente,
Juan Colon
Sencillamente hermoso, maravilloso...
ResponderBorrarMe gustan mucho sus artículos, sobre todo los de corte conductual. Es de regocijo y orgullo para todos nosotros, los maeños y dominicanos, contar con una orientadora tan sutil y de tanta sensibilidad social. Me tomé la libertad de socializar su escrito con mis hijos, mi esposa y otros familiares y allegados. Que El Supremo Hacedor nos le dé salud y larga vida, siempre rodeada del afecto, amor y cariño que se merece.
Con sentimientos de afecto y admiración,
Diómedes Rodríguez Martínez
Esa joven que responde al nombre de Doris Rodriguez, nació con el don de ser orientadora; eso es algo que no se aprende; se cultiva, y ella tambien ha sabido hcerlo para convertirse en la orientdadora mas jóven que conozco, que logre llegr al alma de los que la leemos en sus cátedras, para allanar el camino de la vida. " Bien por ti Doris".
ResponderBorrarRolando Espinal