lunes, 5 de noviembre de 2012
PARA CURAR EL ALMA
¿DÓNDE NOS LLEVA EL TIEMPO?
Por Doris Rodríguez
El tiempo pasa y nos lleva por senderos luminosos y oscuros, nos ubica en esquinas distintas, en calles contrarias, en solares baldíos, en avenidas iluminadas que nos conduce a distintas personas, con códigos diferentes, unos que aman sin límites, otros que odian hasta destruir, unos que escalan, otros que bajan, tantos que lloran, menos que ríen, miles que crecen, aprenden, otros que solo pueden soñar y millones que duermen sin saber cómo despertar. El tiempo siempre nos lleva a algún lugar.
El tiempo nos conduce hacia gente emprendedora, pero también a los que desgarran el alma, quitan sonrisas, no dejan soñar, y pintan de negro las esperanzas de continuar, arrebatando las ilusiones de quienes luchan por seguir un paso más para lograr la libertad de poder llegar a una vida más justa, de equidad, y tranquilidad.
Con el tiempo aprendemos a convivir en complicidad con viejos y nuevos amigos que vienen y van, que como buenos maestros nos dejan henchidos de aspiraciones sin saber donde nos llevará la vida a sembrar las experiencias del ensayo final.
Bendito es el tiempo, sabio cada segundo que sabe donde nos ubicará en el vagón del tren que nos conducirá al final de la vida, allí donde no corre la brisa, es frio sin nevar, solitario, existiendo sin sentir, inmóvil sin respirar, abonando la tierra con cenizas que un día traerá a la eternidad. Sólo el tiempo lo dirá si como el Ave Fénix resurgirá y llegará.
Ese mismo que nos lleva a cualquier lugar, el tiempo que nos ha enseñado a amar, llevando el corazón a rebosar de paz, el que nos ha enseñado abrazar, a recordar, demostrar, mirar, sonreír y suspirar… El tiempo nos enseña a aquilatar el camino recorrido para buscar el punto exacto donde y con quienes debemos caminar. Solo el tiempo nos dirá la forma de abrir nuestras manos sin que la llenen de mezquindad.
El tiempo nos da hasta la repuesta a nuestras motivaciones internas y nos manda un mensaje de amor directo al corazón, y nos da la razón, Porque el tiempo está en los pasos dados, el presente en la acción y el futuro sobre el camino.
Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida porque el reloj del tiempo no se detiene y marca cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.
Por Doris Rodríguez
El tiempo pasa y nos lleva por senderos luminosos y oscuros, nos ubica en esquinas distintas, en calles contrarias, en solares baldíos, en avenidas iluminadas que nos conduce a distintas personas, con códigos diferentes, unos que aman sin límites, otros que odian hasta destruir, unos que escalan, otros que bajan, tantos que lloran, menos que ríen, miles que crecen, aprenden, otros que solo pueden soñar y millones que duermen sin saber cómo despertar. El tiempo siempre nos lleva a algún lugar.
El tiempo nos conduce hacia gente emprendedora, pero también a los que desgarran el alma, quitan sonrisas, no dejan soñar, y pintan de negro las esperanzas de continuar, arrebatando las ilusiones de quienes luchan por seguir un paso más para lograr la libertad de poder llegar a una vida más justa, de equidad, y tranquilidad.
Con el tiempo aprendemos a convivir en complicidad con viejos y nuevos amigos que vienen y van, que como buenos maestros nos dejan henchidos de aspiraciones sin saber donde nos llevará la vida a sembrar las experiencias del ensayo final.
Bendito es el tiempo, sabio cada segundo que sabe donde nos ubicará en el vagón del tren que nos conducirá al final de la vida, allí donde no corre la brisa, es frio sin nevar, solitario, existiendo sin sentir, inmóvil sin respirar, abonando la tierra con cenizas que un día traerá a la eternidad. Sólo el tiempo lo dirá si como el Ave Fénix resurgirá y llegará.
Ese mismo que nos lleva a cualquier lugar, el tiempo que nos ha enseñado a amar, llevando el corazón a rebosar de paz, el que nos ha enseñado abrazar, a recordar, demostrar, mirar, sonreír y suspirar… El tiempo nos enseña a aquilatar el camino recorrido para buscar el punto exacto donde y con quienes debemos caminar. Solo el tiempo nos dirá la forma de abrir nuestras manos sin que la llenen de mezquindad.
El tiempo nos da hasta la repuesta a nuestras motivaciones internas y nos manda un mensaje de amor directo al corazón, y nos da la razón, Porque el tiempo está en los pasos dados, el presente en la acción y el futuro sobre el camino.
Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida porque el reloj del tiempo no se detiene y marca cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.
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Distinguida MEECiana, me ha parecido extraordinario tu decidor trabajo sobre la dimensión del tiempo y sus recursos ilimitados de alternativas variopintas y disímiles. Allí, aparece de todo un poco y confluyen elementos de múltiples características en la participación dinámica y, a veces, discrecional del comportamiento humano, aprovechando con mayor eficiencia el tiempo, que es muy valioso, aunque para la mayoría no le dan la importancia que requiere. Necesitamos aprender mucho sobre ello y ser más conscientes para su máxime provecho.
ResponderBorrarTe felicito, por este buen aporte a nuestra comunidad.
Con deferencia,...Nelson Rodríguez Martínez.
Muchísimas gracias Nelson Rodríguez Martínez por su opinión .reciba mis saludos, bendiciones
ResponderBorrarDoris Rodríguez