UN MOMENTITO CON MIGUEL

YADIRA VALERIO, LA PALOMA QUE VUELA A OTRO NIDO
Por Miguel De Jesús Rodríguez
Abogado y Comunicador Dominicano

La mañana de un sábado caluroso de marzo trajo a mis ojos el rostro de Yadira, ella sentada con seguridad esperaba su turno para ser examinada por la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, en procura de obtener su carne de locución.

Me correspondió el privilegio como jurado de entrevistarla. Su voz, tono, fluidez, dominio escénico y sobre todo la dicción, me impresionaron. Pocos días después la vi en la televisión en rol de co-conductora del Show de Nelson, por el Canal 25.

Sentí el sonido de las puertas del éxito que abrían para esta encantadora comunicadora. Un día al visitar a mi hermano Nelson Javier, conversé con ella lo referente a su carrera y fue entonces cuando surgió una linda amistad.

Ella es un ejemplo, que cobijada con el amor de sus padres Israel Valerio y Guadalupe Vázquez aprovechó el tiempo, desde muy niña mostró interés por los estudios, participando en olimpiadas de lectura, ortografía y matemáticas, logrando la hazaña de ser meritoria desde 5to de básica hasta el 4to grado de media.

Licenciada en Comunicación Social (CURSA_ UASD), Profesora de inglés, Productora de Televisión, Diplomada en Investigación, Locutora egresada del Instituto de Periodismo y Locución Don René Omar Montes De Oca.

A pesar de su corta edad, la hoja de vida profesional que presenta tiene muchas páginas.

Lamentablemente la alegría de tener su calidad en los medios de comunicación de nuestro país nos va a durar poco.

Yadira se nos va. Como paloma levanta vuelo hacia la Ciudad de Nueva York, buscando crecimiento para un talento bendecido por Dios. Aquí quedarán las huellas en cada escenario que pisaste, Yadira.

Tu sonrisa quedará despierta en el recuerdo, tu voz acariciará nuestros sentidos; espero sigas siempre con esa actitud positiva y recojas el fruto de la buena siembra. Te digo adiós desde el jardín donde florecieron y se abrieron tus pétalos, “tu Santiago amado”.

Navega sin miedo, camina con seguridad, vuela alto siempre, soñadora y valiente mujer. Gracias por lo enseñado y compartido, gracias por lo vivido y lo que falta por vivir, elévate para en medio de lágrimas y nostalgias decir: valió la pena la partida, pues ahora eres talento que como embajadora de calidad en el extranjero con dignidad por siempre nos representarás.