Yo me acuerdo...

EL SAMOA BAR
Por Evelio Martínez

Mao en el Corazón recibe con beneplácito a su nuevo colaborador, el dilecto amigo Evelio Martínez, un maeño portador de muchas vivencias de nuestro entrañable pueblo. Bienvenido, Evelio, Mao en el Corazón es tuyo.

INTROITO.-

Inicialmente comencé escribiendo un diccionario de personajes, munícipes y lugares maeños y noté que resultaban muy esquemáticos, siendo tan ricas y graciosas las expresiones típicas del maeño.

Al pretender dar mayor extensión y amenidad a mi colección de personajes, comprendí que en lugar de un diccionario, lo que escribía eran recuerdos entrañables del pueblo que hoy siento “tan próximo y lejano como el viento”.

Entonces me dije: “nada de diccionario, lo que estoy escribiendo es una colección de nostalgias”.

Con la benevolencia del Administrador del blog MaoenelCorazón.com, Ing. Isaías Ferreira, mi “colección de nostalgias” aparecerá bajo la columna que he titulado “Yo me acuerdo…” Espero que la disfruten tanto, como yo escribiéndola.

EL SAMOA BAR

De este lugar, que en su época de esplendor, era como decir Mao se podría escribir un libro. ¡Cuántos romances nacieron allí, cuántos matrimonios se plasmaron en estos salones, cuántos recuerdos tenemos los maeños de nuestro Samoa Bar! Ahí impertérritos su arcada y su monumento.

Una jovencita de aquella época (hoy prestigiosa dama) ganó el concurso de “Póngale el nombre al nuevo bar maeño”. Inspirada en una exuberante isla hawaiana llamada Samoa, la también autora de la canción “Aquel 19”, que popularizó Alberto Beltrán, cantada también por otros populares artistas, y que el prestigioso músico y compositor maeño, de fama internacional, Radhamés Reyes Alfáu, le puso música, Doña Marina Tió de Fernández fue también la autora y ganadora del concurso citado: Samoa Bar fue la propuesta ganadora.

Muchos fueron los que concursaron con nombres exóticos, pero el Samoa Bar gustó, prendió y perduró.

Sus dueños fundadores fueron Pachelo Espinal y José Ramón Haddad. Las primeras orquestas que tocaron en el Samoa Bar fueron las de Pepín Feliú y la Santa Cecilia, de Don Luis Alberti (casado con una prestante dama maeña, familia de Doña Marina Tió). Lo más graneado de la farándula nacional e internacional desfiló por estos famosos salones: el Trío Los Panchos, Libertad Lamarque, Aníbal de Peña, El Indio Araucano, Bobby Capó, Marco Antonio Muñiz y otros tantos que sería prolijo mencionar.

El Samoa siempre tuvo una vellonera último modelo, marca Wurlitzer, con una surtida discoteca, con los últimos hits.

Uno de los dueños que más prestigio, fama y realce le dio al Samoa Bar fue el señor Rigoberto Santana, hermano de su último dueño mi carnal, amigo y mejor compañero Claudio Santana (Quinín), quien hizo del Samoa un lugar de solaz esparcimiento, anexándole modernos ambientes y manteniendo en alto su nombre.

¿Quién no se acuerda de aquellas fiestas bailables que terminaban a altas horas de la madrugada y prácticamente continuaban con un pasadía, también bailable, amenizado casi siempre por las orquestas de Rafaelito Martínez, Tatán Jiménez, de la Vega y Primitivo Santos, de Santiago? ¿Y de los famosos arroz con pollo del Samoa?... Que le aproveche.

Continuaremos, en nuestra próxima entrega, con otros bares y centros de diversión de Mao.