Por César Núñez Jáquez
La actual realidad que vivimos, donde el mundo entero se encuentra en una delicada situación económica, la que nos afecta a todos de diferentes maneras y en distintas proporciones, nos conduce a enfrentarnos día a día con un sinnúmero de sucesos, los cuales pueden incidir en nosotros de diversas formas.
Lo bueno de esto es que es solamente nuestra la decisión de observar estos acontecimientos en Blanco o en Negro.
Cuando escogemos verlo Negro, es cuando nos enfocamos únicamente en detenernos con las situaciones adversas; es decir, con aquellas que nos provocan angustia, ansiedad, desesperación. Pero debemos entender que estas son parte de la vida misma. ¿A quién no se le presentan situaciones adversas; quién no tiene diferencias con su pareja, cuál es aquel o aquella que no enfrenta conflictos en su lugar de trabajo? Y, en estos días, ¿quién no debe convertirse en un experto en economía para lograr satisfacer sus necesidades con escasos recursos?
Ahora bien, cuando decidimos ver el Blanco, es aquí donde podemos apreciar la claridad, la belleza y armonía que El Creador dispone para todos y cada uno de nosotros. Al decidir ver las situaciones positivas, claras, alentadoras; sí, aquellas que nos provocan sensaciones de satisfacción, de alegría… la lista sería bien extensa. Enumeremos solo algunas: la dicha de despertarnos en la mañana y ver otro día, el amor incondicional de nuestros familiares, el aprecio y cariño de los amigos, y ¿qué decir de la presencia incondicional del Todopoderoso?
Como podemos ver es algo que está en nosotros, es nuestra soberana decisión. ¿Por qué escoger Negro cuando bien puede ser Blanco?
Enfrentemos las situaciones adversas que nos correspondan, pero que estas no nos obstaculicen la visión de aquellas tantas que nos motivan a continuar siempre con la frente en alto, y un sentimiento de genuino agradecimiento hacia la vida.
Vivamos estos momentos y siempre seleccionando enfocarnos en todas las situaciones positivas con que contamos, para de esta manera mantener un mejor espíritu; y, ¿por qué no?, enfrentar de mejor manera las adversidades que nos llegan. ¿Saben por qué?
“Pues tenemos miedo porque no sabemos cómo se solucionarán los acontecimientos, pero estos siempre se solucionan”.
Hasta una próxima entrega.
lunes, 24 de mayo de 2010
Es Blanco o Negro: Nuestra Decisión
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