sábado, 29 de mayo de 2010

Dña. Flérida Matías: Una madre con norte


Por Grisbel Medina R.
grisbel.medina@listindiario.com

La cuenta de quienes nos nutrimos de las enseñanzas de nuestra entrañable y querida profesora, es de nunca acabar. Y ya que hablamos de profesoras, también es bueno recordar de esa época a Dña. Rosa Gilma, a Dña. Leca, a Dña. Camelia, a Dña. Lavinia y a Dña. Gina. Queremos felicitarlas de corazón y junto a ellas a todas las madres de la creación...

El historiador y educador maeño Francisco Bonilla (Quiquito) la definió como mujer valiosa, madre ejemplar, noble, carísima amiga y abnegada maestra de nuestro pueblo. Es Flérida Matías viuda Núñez, una mujer conversadora, dueña de la energía que disfrazan sus 75 años.

Es en extremo cariñosa. Cree firmemente en Dios, pertenece a las Asociadas de las Hermanas del Perpetuo Socorro y voluntaria en la iglesia. Desde muy joven se dedicó al magisterio donde educó y brindó amor a niños y niñas durante 50 años. En esas aulas se convirtió en tía, abuela y mamá de la niñez necesitada de amor. Su sensibilidad se reflejó en extender su mano solidaria.

“No podía ver a nadie con necesidades, siempre trataba de resolver”, manifiesta.

Templo de cuatro varones
Doña Flérida formó una familia de cuatro hijos, que con interés, amor y entrega, se hicieron acreditados profesionales del derecho y la Teología: Freddy Omar, Freddy Alberto, Freddy Amín y Enriquillo Francisco (Padre Pepe). No hay un día en que sus hijos no pasen por casa. Incluso el Padre Pepe, quien reside en Roma, la llama fielmente cada domingo.

“Mis hijos siguen siendo mis niños, aunque sean hombres… aquí comen y se les lava la ropa”, dijo con una gran sonrisa. “Me siento muy contenta de ser madre, no quiero vanagloriarme, pero mis hijos han sido excepcionales”, cuenta orgullosa. Ella les inculcó el amor por los demás, pero primero a Dios, tanto así que su hijo menor es sacerdote.

Con su ejemplo y comportamiento los enseñó a servir, acción que más admira de ellos. Sus dos tandas de clases y servicio religioso no impidieron que se dedicara a criar sus hijos, acto que definió como un reto. Lo que más lamentaba era separarse de ellos para irse al trabajo.

Aconseja a las madres de hoy a no enfocarse en lo material sino en lo afectivo. “Que sean tolerantes y amorosas. A los hijos hay que darles mucho cariño”, afirma doña Flérida.

Recuerda sus embarazos, especialmente el primero, pues con noventa libras se enteró de que eran mellizos.

5 comentarios:

  1. Doña Flerida : Cuanto se aprendía,cuanta enseñanza y tolerancia de niños traviesos,haciendo el papel de Madre como se creían nuestras mamás,depositando en ella toda su confianza;(claro,con sus pellizquitos autorizados,su especialidad)
    Ví en su estilo la insistencia en lograr que el niño regresara a casa con la alegria de haber aprendido algo.
    Dios me la bendiga doña Flérida,ejemplo de educación

    Su ex-alumno

    MANITO

    ResponderBorrar
  2. Manito: acabo de enviarle tu comentario a Doña Flerida. Una servidora, al entrevistarla se empapó de su cariño y su dinamismo... !Cuanta energía!!! !!!Ya quisiera yooo!

    Un abrazo!!!
    Dayanara Reyes Pujols

    ResponderBorrar
  3. En la época que fui su alumno, era la Srta. Flérida, pero igual de dulce y abnegada. A pesar de su tierna edad, era una verdadera MAESTRA.
    Aunque desde entonces han pasadoo varias décadas, siempre la recuerdo con mucho cariño y mi agradecimiento es eterno.
    Gracias Doña Flérida.

    Fernan Ferreira
    arapf@codetel.net.do

    ResponderBorrar
  4. Todavia hoy, (mucho más de 5 décadas han transcurrido) vivo los recuerdos de su ejemplar enseñanza. La Srta. Flérida fué una de mis profesoras favoritas, por su paciencia, dedicación y el sacerdocio con que hizo de su carrera educativa. Mi respeto y agradecimiento eterno a este ejemplo de la educación. !Que el todopoderoso le siga bendiciendo!!!.
    Humberto Perdomo

    ResponderBorrar
  5. Humberto y Fernan, gracias por sus comentarios!!
    Los mismos los he enviado a sus hijos para que sean entregados a ella. Sé que se llenará de alegría al leerlos y recordar esa época.

    Aprovecho para agradecerles la lectura a mis escritos. Los abrazo en esta tarde fresca acá en Mao!!!

    Dayanara
    reyesdayanara@hotmail.com

    ResponderBorrar

Haga su comentario bajo la etiqueta de Anónimo, pero ponga su nombre y su dirección de email al final del mismo: NO SE PUBLICARÁN COMENTARIOS SIN NOMBRE Y SIN DIRECCIÓN DE EMAIL. Los comentarios ofensivos y que se consideren inapropiados, tampoco serán publicados.
El administrador