domingo, 16 de mayo de 2010

Bubula

Vivencias
Por Pablo Mustonen

Recuerdo cuando llegó, era una enorme chatarra con cuatro desiguales y "zapatonadas" ruedas. No había forma de distinguir su color indefinido, tratábamos de adivinar entre el verde y el azul. No sé si fue Ñeño su primer conductor. Su ruta era desde Sibila hasta la Finca Bogaert y costaba unos cuantos centavos.

Se movía lentamente; más bien trotaba y relinchaba. En las bajadas y para ahorrar combustible la ponían en neutro, si alguien deseaba montarse a mitad del trayecto del "ahorro" debía correr a la misma velocidad que el viejo artefacto llevaba y con la ayuda del "piche" que desde su interior te extendía la mano, dando un acrobático salto, caías casi de bruces al lado del conductor .

Los domingos la ruta se extendía hasta el balneario “Brisas del Mao” y era mi día preferido, las bebidas eran repartidas desde que entrábamos, alguno que otro muchacho tenía un "pote" embolsillado y lo compartía con sus "camaradas".

En uno de cada tres viajes había que dejarla descansar, echarle unas cuantas latas de agua a su sobrecalentado y humeante radiador, esto molestaba a quienes esperábamos por la "rebelde", perdíamos la paciencia y decidíamos irnos a pies. La maldecíamos cuando casi llegando a nuestro destino, el "chatarrón" nos alcanzaba. ¡Qué furia! Grrrr....

Cuando nos montábamos, debíamos saber elegir el asiento y hasta llegamos a conocerlos uno por uno. A mí me pasó una sola vez, al levantarme de uno de sus asientos, repentinamente y sin esperarlo apareció la clásica "L" que te hace el resorte de un asiento en mal estado, repentinamente y sin esperarlo, había perdido mi pantalón "dominguero"; me dieron ganas de llorar y cobrar por lo menos el costo del remiendo, pero sabía que ese reclamo no tendría oídos para ser escuchado y me resigné a lo sucedido. Lo que no faltó fue el "boche" que me dieron al día siguiente. Qué mala suerte...

Por aquel mamotreto pasaron todos los mecánicos y nadie pudo dar, como decíamos en esos tiempos, "pie con bola"; los "maestros" no podían diagnosticar la leve tos de su motor, que luego se convirtió en una crónica tuberculosis y esta enfermedad la llevó a la tumba. Creo que fue al maestro Andrés, que una vez trató de salvarla y cuando le abrió el radiador, este lo bañó en un sucio y oxidado vapor, dejándole el antebrazo derecho inutilizado por largos días, la quemadura fue tal que ni el cristal de "sábila" lo curaba.

Los mecánicos festejaron su "muerte". Nosotros los transeúntes la lamentamos. Sí, antes de que en Mao hubiera conchos, existió “Bubula”. Con todas sus faltas, ¡qué útil nos era!

¡Eso era vivir!

8 comentarios:

  1. Pablo: recuerdo perfectamente la guagua conocida como Bubula porque en ella nos trasladábamos a Hatico y a los parajes cercanos a Mao, en los días feriados, a jugar beisbol. El chofer para la época era Titilo, quien disfrutaba de largas libaciones en los trayectos. Saludos cordiales de Francisco-Niño-Almonte.

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  2. Muy Buena Don Pablo..
    Don Pablo y a que le llamaban
    Chivila? (no sibila)

    Jaime Bonilla

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  3. Pablito: Cuánto me reí con tu artículo. Recordé con nostalgia esos tiempos tan felices en que disfrutabamos con lo sencillo. No nos avergonzábamos de nuestras carencias materiales porque éramos ricos espiritualmente. Un fuerte abrazo de Lavinia del Villar.

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  4. Lavinia:
    Así eran nuestros tiempos, disfrutábamos de la vida con pequeñeces. Ya quisiera que los muchachos de hoy día pudieran tener su Bubula. Pero lo que tenemos son adefecios como por ejemplo en la capital el ZOOBERTO, que ni sirve para asustar a niños que se portan mal.Abrazos
    Pablo

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  5. Vamos a tratar de seguir recordando a la famosa
    evita-callos Bubula". Una pregunta :
    Como surgio' el nombre de Bubula???
    Recuerdense de un merengue tipico por los lados del Trio Reynoso que en el intermedio de su jaleo
    decia "pero bueno,y donde esta' Bubula ?.
    Por otra parte, no se' si era la misma Bubula que luego de pintada, en sus laterales tenia un letrero o frase " La espiga de ebano"
    Quiero un aclarando. Que se sepa ,no la llegue' a montar;aclaro para evitar conteo alargado con mi edad.

    Con respeto
    Manito Santana

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  6. SI NO ME EQUIVOCO, EL ULTIMO, QUE TUVO EN SU PODER A BUBULA, FUE JACAGUA, UN CHOFER DE HATICO Y FUE EL QUE LE PUSO EL NOMBRE DE "LA ESPIGA DE EBANO" LO FELICITO, DON PABLO, POR TAN LINDO RECUERDO.

    SU AMIGO Y LECTOR;

    PABLO MOREL

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  7. Grandes recuerdos nos trae Bubula a todos los de esa época-. En mi caso, fue muy particular porque yo la usé como un trabajo; es decir, que yo me montaba a las 8 de la mañana y me apeaba a las 12 del medio día. Me iba a comer y volvía al trabajo a las 2 de la tarde, para desmontarme a las 5. Al chofer yo le pagaba semanal y con el tiempo nos hicimos amigos y dejó de cobrarme. Habían dias, que yo hacía las tres tandas porque me iba a cenar y volvía a las 8 de la noche y duraba en mi guagua hasta que me desmontaba al final cuando se paraba en el garaje a la hora de guardarla hasta el otro día para volver a iniciar la travesía.El asunto llegó al colmo, que un día falté a mi jornada, y el chofer cuando iba rumbo a sibila, se desvió y entró hasta el frente de mi casa, porque según el, ya yo le hacía falta para el poder trabajar mas tranquilo. Todavía amo a BUBULA.

    Rolando Espinal

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  8. Muy lindos recuerdos de la bubula cuando era el único modo de transporte de los maeños

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