lunes, 24 de octubre de 2011
TERCER CAMINO
TE VOY A EXTRAÑAR
Por Lavinia del Villar
AMIGOS
Tú y yo somos amigos.
Tú peleas, yo peleo.
A ti te hicieron, a mí también.
Tú lloras, yo lloro.
Tú saltas de un puente…
¡Te voy a extrañar!
Autor desconocido.
Entre las relaciones humanas existentes creo que la más limpia y hermosa es la amistad, pues es la única donde se supone no hay una conexión obligada ni interesada. La relación de amistad se funda en la libertad, en cambio las demás relaciones son basadas en el compromiso. Los padres están obligados con los hijos y viceversa, los hermanos se deben respeto y cariño mutuo por ley de sangre o de convivencia, los novios y esposos tienen intereses comunes de pareja, etc. pero a los amigos no los une más que la decisión de compartir vidas, sin ningún interés de por medio.
Es tan hermosa la palabra amigo, que hay quienes adornan las relaciones de compromiso con ella, para denotar más compenetración: “Es mi padre, y mi amigo… es mi hermana, y mi amiga”.
Cuando la amistad es verdadera apreciamos la compañía, aceptamos las diferencias, ayudamos en los momentos difíciles, y asistimos en las necesidades. Un amigo nos escucha cuando necesitamos ventilar, nos da su opinión cuando se la pedimos, se contenta con nuestros logros, se apena con nuestros fracasos, y convive con nosotros tanto las buenas nuevas como las experiencias dolorosas.
Pero, ¡cuidado!, ser amigo no significa estar siempre de acuerdo con las ideas del otro, acompañarlo por todos los caminos, solaparlo si delinque, o ser su socio en acciones indebidas. Un amigo no es un cómplice… Un amigo es un apoyo. Un amigo no es un co-dependiente. Toma sus propias decisiones, no tiene que sacrificar su felicidad por la del otro, y sabe estar presente cuando se necesita, sin descuidar sus propios intereses.
Si por alguna circunstancia un amigo tuyo se cae, tiéndele la mano y ayúdalo a subir, pero si notas que éste pretende halarte para que seas tú quien baje, entonces... suéltalo y déjalo ir. Si para conservarlo tienes que olvidar principios y denegar valores, déjalo que salte del puente, y aunque te cause dolor dile, lo siento… te voy a extrañar.
Por Lavinia del Villar
AMIGOS
Tú y yo somos amigos.
Tú peleas, yo peleo.
A ti te hicieron, a mí también.
Tú lloras, yo lloro.
Tú saltas de un puente…
¡Te voy a extrañar!
Autor desconocido.
Entre las relaciones humanas existentes creo que la más limpia y hermosa es la amistad, pues es la única donde se supone no hay una conexión obligada ni interesada. La relación de amistad se funda en la libertad, en cambio las demás relaciones son basadas en el compromiso. Los padres están obligados con los hijos y viceversa, los hermanos se deben respeto y cariño mutuo por ley de sangre o de convivencia, los novios y esposos tienen intereses comunes de pareja, etc. pero a los amigos no los une más que la decisión de compartir vidas, sin ningún interés de por medio.
Es tan hermosa la palabra amigo, que hay quienes adornan las relaciones de compromiso con ella, para denotar más compenetración: “Es mi padre, y mi amigo… es mi hermana, y mi amiga”.
Cuando la amistad es verdadera apreciamos la compañía, aceptamos las diferencias, ayudamos en los momentos difíciles, y asistimos en las necesidades. Un amigo nos escucha cuando necesitamos ventilar, nos da su opinión cuando se la pedimos, se contenta con nuestros logros, se apena con nuestros fracasos, y convive con nosotros tanto las buenas nuevas como las experiencias dolorosas.
Pero, ¡cuidado!, ser amigo no significa estar siempre de acuerdo con las ideas del otro, acompañarlo por todos los caminos, solaparlo si delinque, o ser su socio en acciones indebidas. Un amigo no es un cómplice… Un amigo es un apoyo. Un amigo no es un co-dependiente. Toma sus propias decisiones, no tiene que sacrificar su felicidad por la del otro, y sabe estar presente cuando se necesita, sin descuidar sus propios intereses.
Si por alguna circunstancia un amigo tuyo se cae, tiéndele la mano y ayúdalo a subir, pero si notas que éste pretende halarte para que seas tú quien baje, entonces... suéltalo y déjalo ir. Si para conservarlo tienes que olvidar principios y denegar valores, déjalo que salte del puente, y aunque te cause dolor dile, lo siento… te voy a extrañar.
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Que real y exigente definición de un verdadero amigo. Y no es dificil ser amigo, solamente se necesita tener una mente y corazón sano y llevar a cabo este real contenido de su escrito.
ResponderBorrarLamento la gran escasez existente.
Y ud. como siempre vieja amiga,buscando mas amigos.
Manito
Cuando se tiene claro en el alma el significado correcto de algo se puede escribir con gran acierto. El alma de nuestra Profe nos da la fuerza y la luz para seguir creyendo que la amistad es el mejor vinculo entre los seres humanos porque se construye en el amor, la sinceridad, integridad y no importa que tanto podamos querer un amigo, este es verdadero si nos apoya con alma y corazón pero tambien si nos recrimina con las herramientas necesarias.
ResponderBorrarHermosisimo articulo mi Profe.
Abrazos del alma
sinceramente,
Juan Colon
Querida primita:
ResponderBorrarCuanta sabiduría y sapiencia encierra su escrito hermosa profe. Que comentarios tan acertados los de Manito y el primo Juan y, sobre todo, que hermoso e interesante articulo. Por favor, considereme su amigo!!!
Afecto y carino para usted y familia,
Diomedes Rodriguez
Queridos Manito, Juan y Diómedes:
ResponderBorrarGracias por sus comentarios, siempre reconfortantes e inspiradores. La idea de este artículo es concientizar la juventud acerca de que la amistad es hermosa pero no incondicional.
Muchos adolescentes y no tan adolescentes, por serle fiel a un amigo,caen en situaciones inadecuadas.
Los quiero mucho.
Lavinia Del Villar