miércoles, 19 de octubre de 2011
AH, NO... ¡ESTO MERECE SU PROPIO ESPACIO!
SOBRE EL PADRE DISLA - 2
Por Rolando Espinal
Como todos los de aquel tiempo sabemos, la tuna maeña fue idea única del padre Disla y que para su estructuración se necesitaron meses de interminables ensayos para determinar las voces de los diferentes timbres sonoros como son barítonos, tenores, sopranos y bajos; luego de eso, se inició el montaje de las canciones que servirían de base para todas las presentaciones a llevarse a cabo tanto en la ciudad, como en las provincias aledañas.
Fue en los ensayos donde se presentó un pequeño inconveniente. Quienes han escuchado música de tunas, saben que hay un “gritico” característico que se deja sentir en el intermedio de las canciones, y eso no se había tomado en cuenta en los ensayos, y se procedió a probar cuál de los varones era capaz de entonar dicho “gritico”.
Luego de probarlos a todos, la responsabilidad recayó en la persona de quien esto escribe; me llevó varios ensayos para darme cuenta que por lo agudo de la nota, necesitaba un refuerzo que me diera la entonación perfecta para dicha tarea. Fue entonces cuando después de pensarlo mucho me decidí a llamar al reverendo y decirle: mire padre, yo estoy dispuesto a cumplir con mi responsabilidad en las presentaciones; pero yo necesito que usted me compre un “viper”(*) Brugal antes de cada presentación porque me es muy difícil hacerlo en estado natural por lo alto que es la nota; cuando él escuchó eso, hizo la señal de la cruz mirando al cielo, y me dijo: bueno, habrá que comprarlo porque el “gritico” es necesario para las presentaciones y para que la tuna sea completa.
En la primera presentación, que fue en el teatro Elda frente al parque, noté que con un solo “viper” no me salía claro mi grito y llamé a la monjita asistente, y le dije que había que ir “juyendo” a comprar otro “viper” porque con uno solo no me salía bien el asunto, y seguido mandaron a mi amigo Valito (QEPD), a buscarme el otro “viper” que era mi afinador de garganta, y así se resolvió todo. Ya con dos afinadores en el buche, ahí estaba el grito de sobra; hasta donde no iba se escuchaba sonar el grito.
Para las demás presentaciones, lo primero que se compraba eran los dos “viper” afinadores; entonces después que terminábamos la presentación, el problema era mío, porque entonces a mi me quedaba la resaca inmediata que me producían los afinadores. (Antes de cada presentación el padre preguntaba que si ya el hombre del grito estaba preparado).
(*) Viper = Dominicanismo derivado de “beeper”, aparato de comunicación hoy obsoleto. El populacho utilizó el término “beeper” para nombrar un ron de Brugal envasado en un frasco de vidrio de 175 ml. La conveniencia del envase permitía que uno lo insertara entre los pantalones (como si fuera un beeper)… (Vea foto).
Por Rolando Espinal
Como todos los de aquel tiempo sabemos, la tuna maeña fue idea única del padre Disla y que para su estructuración se necesitaron meses de interminables ensayos para determinar las voces de los diferentes timbres sonoros como son barítonos, tenores, sopranos y bajos; luego de eso, se inició el montaje de las canciones que servirían de base para todas las presentaciones a llevarse a cabo tanto en la ciudad, como en las provincias aledañas.
Fue en los ensayos donde se presentó un pequeño inconveniente. Quienes han escuchado música de tunas, saben que hay un “gritico” característico que se deja sentir en el intermedio de las canciones, y eso no se había tomado en cuenta en los ensayos, y se procedió a probar cuál de los varones era capaz de entonar dicho “gritico”.
Luego de probarlos a todos, la responsabilidad recayó en la persona de quien esto escribe; me llevó varios ensayos para darme cuenta que por lo agudo de la nota, necesitaba un refuerzo que me diera la entonación perfecta para dicha tarea. Fue entonces cuando después de pensarlo mucho me decidí a llamar al reverendo y decirle: mire padre, yo estoy dispuesto a cumplir con mi responsabilidad en las presentaciones; pero yo necesito que usted me compre un “viper”(*) Brugal antes de cada presentación porque me es muy difícil hacerlo en estado natural por lo alto que es la nota; cuando él escuchó eso, hizo la señal de la cruz mirando al cielo, y me dijo: bueno, habrá que comprarlo porque el “gritico” es necesario para las presentaciones y para que la tuna sea completa.
En la primera presentación, que fue en el teatro Elda frente al parque, noté que con un solo “viper” no me salía claro mi grito y llamé a la monjita asistente, y le dije que había que ir “juyendo” a comprar otro “viper” porque con uno solo no me salía bien el asunto, y seguido mandaron a mi amigo Valito (QEPD), a buscarme el otro “viper” que era mi afinador de garganta, y así se resolvió todo. Ya con dos afinadores en el buche, ahí estaba el grito de sobra; hasta donde no iba se escuchaba sonar el grito.
Para las demás presentaciones, lo primero que se compraba eran los dos “viper” afinadores; entonces después que terminábamos la presentación, el problema era mío, porque entonces a mi me quedaba la resaca inmediata que me producían los afinadores. (Antes de cada presentación el padre preguntaba que si ya el hombre del grito estaba preparado).
(*) Viper = Dominicanismo derivado de “beeper”, aparato de comunicación hoy obsoleto. El populacho utilizó el término “beeper” para nombrar un ron de Brugal envasado en un frasco de vidrio de 175 ml. La conveniencia del envase permitía que uno lo insertara entre los pantalones (como si fuera un beeper)… (Vea foto).
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Ja,ja,ja, debo comenzar el comentario con lo primero que hice al ver el "beeper"y quien lo escribía y pensar donde Isaias lo consiguió.Me gustaría leer comentarios de otros componentes de aquella famosa Tuna.
ResponderBorrarEspinal,tan buena que es la miel de abeja con limón para afinar,lástima que no encontraste un amigo que te lo recomendara.
Manito
Cabezón,
ResponderBorrarA él sí le recomendaron la miel con limón... pero él no sufría de ronquera, y su "mal" no era físico, sino de nervios. Además, usted bien sabe que las ansias de un bebedor no se curan con "asomos" y la señal de la cruz; es con romo, mi querido, es con romo... y con un solo "beeper", ni dos, ni tres alcanzaba y tenía que quedarse "temblando" porque la monja descubriría que mas que trampolín para dar el gritico, lo que perseguía el bohemio era darse un jumete.
Muy buena, Cuchara. Siga escribiendo.
Isaías
Spoon:
ResponderBorrar¡Sencillamente genial! Me faltaban tripas, pa' reirme. sólo imaginarme la escena del "gritico", me causa risas.
Un abrazo, mi hermano del alma,
Fernan Ferreira.