jueves, 10 de septiembre de 2009

Aventuras de Turrú

Cosas de Mao
Por Isaías Medina Ferreira

Turrú, “mesero” del Samoa Bar, panadero y vendedor, quien por una deformidad congénita en sus espaldas medía como 4 pies de estatura y tenía los brazos casi de la misma longitud, era, según su propia apreciación, un “come hombre... papá de to’ loj hombre y marío e’ to’a laj mujere". Era tanto su “valor” que no se cansaba de pregonar: “Ma’ guapo que Turrú, solamente Turrú borracho, ¡carajo!” Y añadía: “No hay hombre que aguante un 'fuetaso' de la 600 y viva pa’ contailo”, en referencia a su mano derecha que tenía 6 dedos. “E’ como una patá de mula”, repetía. Según él, “la 600 e la oitava maravilla dei mundo”.

Contando con la fortaleza de su 600, cuando estaba borracho a Turrú le gustaba provocar a los hombres y meterse en líos: “hoy amanecí con gana de comeime ei lígado de un hombre jojoto... o prieto... o chiquito”, decía en forma provocadora, según fuera la apariencia de su “víctima”.

Corrían los años de 1960 y una vez está Turrú “tirando caita riai” en el bar llamado “Jimenoa”, en Sibila, y se le antojó bailar con una muchacha que andaba acompañada, y va a la mesa de ésta y la hala por un brazo: “ven a bailái, tú”, le dice. La muchacha, como es natural, dice que no y resiste el abuso del borracho. Pero Turrú era un hombre muy “delicado”, a quien no se le podía decir que no, pues se ofendía y “¡ay, papá!”.

“Te dije que venga a bailái, ¿o no me oíte?…”, repite Turrú con gesto de mandamás, visiblemente alterado y dispuesto a no aceptar no por respuesta. Uno de los acompañantes de la muchacha le dice de buena forma, “señor, la señorita le dijo que no quiere bailar”. A lo que contesta Turrú, “usté si e trasendío… no ej con uté que quiero bailái… ej con ella, carajo, ¿o uté quiere que lo ponga a ecribí coca-cola con la naiga, coño?”; y hala el brazo de la mujer con más fuerza aún.

El acompañante de ésta, que ya ha visto demasiado, pierde la paciencia, se para y suelta un “boloponch” infernal, el cual, para infortunio del pobre Turrú, hace blanco en medio de su cabezota. El impacto fue tal, que sacó a Turrú por una de las puertas laterales del Jimenoa; una vez en el patio, como mareado, se le abren las piernas al “Turrete”, a manera de cabra resbalando en “jaida mojá”, y cae éste de espaldas, como desgranándose en el cemento frío, de tal forma que por unos minutos su cuerpo no registra movimiento.

Quienes conocen a Turrú, preocupados, comienzan a tirarle “cubos” de agua para revivirlo. Después de unos minutos de angustias, en que todos creían que había llegado el fin del “aturrullao”, finalmente vuelve Turrú en sí y al verse mojado de pies a cabeza pregunta, “¿qué pasó aquí?”. Nadie quiere decirle lo que pasó por temor a que fuera a haber una desgracia. Pero Turrú insiste en saber lo que pasó y alguien le dice: “te dieron, Turrú”. “¿Qué a mi me dieron?... ¿QUÉ A MI ME DIERON?... ¡tú ta’ relajando!... ¿cuándo tú ha vito que a Turrú le han dao?... ¿quién fue que me dio?”. Y alguien señala la mesa del joven que lo “sonó”. Sale Turrú como un torpedo hacia donde estaba quien había “osado acariciarlo” y comienza a desafiarlo y a insultarlo. El joven, que medía como 6’3” y tenía cuerpo de Charles Atlas, muy parsimonioso se para de su silla y dice a Turrú, “sí, te di… y si te pones de fresco, te doy otra vez”. Turrú, mirando a aquella muralla humana, casi dos veces más alto que él, le dice, “¡Qué aj eecho!... gran cosa que hicite... le dite a un aturrullao, ¿y qué? ... ¿ya ta’ satifecho?”. Turrú se va quieto a su mesa y como explicación le dice a sus acompañantes: “Na’, el tipo dice que no quiere problemas; esa gallina”.

Glosario:
-Tirando= ingiriendo, bebiendo
-Caita riai= Carta Real= famoso ron
-“Trasendío”= entremetido, fresco, atrevido
-Boloponch = golpe que suelta el agresor por encima de la cabeza, como si lanzara una pelota, y cae en forma de martillo sobre el agredido. Es más efectivo cuando lo tira una persona alta a una baja y cuando va acompañado del elemento sorpresa.
-Jojoto = de rostro blanco, tirando a amarillo
-Jaida mojá = bajada (o subida) de una elevación de terreno, no muy pronunciada, sin pavimentar, que al llover se vuelve resbalosa.
-El Jimenoa estaba situado en la calle Gastón F. Deligne (la misma que lleva al Estadio Pucho Marrero), esquina San José, que luego se llamó Emilio Arté y ahora se llama Profesor Leónidas Ricardo.
-Charles Atlas= famoso “físico-culturista”, de musculatura excepcional, que tenía un método de ejercicios sin pesas, el cual, junto a los anuncios de la Hemphill School, una escuela de inglés por correspondencia, se anunciaba mucho en la parte de atrás de los paquitos, en las Selecciones del Reader’s Digest, en las revistas femeninas y en Mecánica Popular.

1 comentario:

  1. Jejejejejeje... cuanto me he reído con esta historia. Muy buena y bien contada.
    José Contreras

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