viernes, 28 de septiembre de 2012

SEGÚN DARÍO 18:07

EL PAPEL DEL INDIVIDUO EN LA HISTORIA
Por Rafael Darío Herrera
El autor es historiador y educador. Miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Historia.


La publicación de libros

Ramón Expedito Santana, Manito, es un ser humano con muchas inquietudes sobre la historia de su pueblo y así lo ha demostrado en las páginas de este blog que durante varios años ha mantenido contra viento y marea Isaías Ferreira. En tal sentido ha planteado la necesidad de divulgar y rescatar del olvido personajes locales que lucharon contra el despotismo de Trujillo y a favor de la democracia dominicana, preocupación que consideramos enteramente válida, en un contexto como el nuestro donde la población escolar desconoce los forjadores de nuestra República.

Sin embargo, queremos dilucidar algunos detalles sobre la disciplina de la historia. Así como para ser médico, abogado, agrónomo, físico, químico, biólogo, o cualquier otra rama del saber, se requiere estudiar y comprender un conjunto de teorías especializadas, también para elaborar la historia de la vida pasada de la gente se necesita estudiar un conjunto de autores que establecieron los preceptos teóricos y metodológicos de la historiografía, tales como Fernand Braudel, Lucien Febvre, Edward P. Thompson, Jacques Le Goff, Marc Bloch, George Duby y una larga lista de especialistas en historiografía.

En general, la historia se ocupa de reconstruir la vida pasada de la gente a través de las huellas o evidencias documentales que han dejado sobre la tierra. Este es un oficio de oficina que se realiza de manera solitaria, en el marco de un despacho, con palabras, documentos, fechas, cifras, datos, entrevistas, nombres de lugares, de seres humanos, etc. Al historiador le corresponde proporcionar luz a los hechos históricos así como analizar, interpretar, comprender, valorar, en un riguroso orden cronológico, los procesos históricos sociales, económicos, políticos y culturales. En fin, historiar es un quehacer intelectivo como lo define Febvre.

A la historia, y este es el aspecto medular de este escrito, no le interesa el ser humano aislado pues la realidad efectiva es el ser humano en grupo, como un colectivo social. El ser humano no es una isla, no es él quien hace la historia sino los grupos sociales. La historia es absolutamente social, por consiguiente no es posible elaborar la historia de Mao a partir de sus “héroes” individuales sino que estos deben ser vistos al interior de los procesos sociales, de las sociedades de que son miembros. La sociedad y el individuo, ya lo ha dicho Edward H. Carr, son inseparables, “mutuamente necesarios y complementarios”.

Por otro lado, la publicación de un libro en este país es una tarea empinada que enfrenta múltiples escollos. En primer lugar, demanda una considerable inversión de tiempo. En algunas ocasiones he tenido que trabajar 12 horas al día para elaborar un libro. Luego viene el ineludible proceso de revisión y corrección de lo escrito.

En segundo lugar el escritor se enfrenta con la baja tasa de lectura predominante en la República Dominicana. En tercer lugar, conlleva una considerable inversión de recursos. En el 2010, por ejemplo, decidí realizar la segunda edición de mi libro Revueltas y caudillismo. Desiderio Arias frente a Trujillo, e invertí cerca de cien mil pesos.

Cuando el libro salió se hicieron reseñas en las páginas de los principales periódicos nacionales y hasta el amigo Isaías Ferreira tuvo la generosidad de publicar la portada del mismo en Mao en el Corazón. Sin embargo, solo he logrado vender la mitad de los mismos y el resto permanece a merced de los roedores en mi despacho, no obstante venderse a solo doscientos pesos (5.13 dólares). En Amazon se vende a 17.50 dólares (682 pesos).

Otros de mis libros, Montecristi. Entre campeches y bananos, publicado por la Academia Dominicana de la Historia en el 2006, se vende a 25 dólares en dicha tienda virtual. Aprovecho para informar que tengo en proceso una biografía de Trujillo que venderé a 5 dólares en Amazon.com, en el formato ebook. En general, la venta de los libros es lenta y con tan pírricos recursos, nadie puede subsistir.

Quiero reiterar la oferta que hice anteriormente. Si alguna institución se anima a buscar los recursos, cedo los derechos de autor para una edición de mi libro sobre la Historia de Mao titulada Población, agricultura y política en Mao, 1880-1960, Santo Domingo, 2000, pp. 315.

2 comentarios:

  1. Rafael Darío, como bien has revelado en este artículo, en nuestro medio hay que llenarse de mucha osadía y perseverancia para escribir una obra de alcance popular, por los rigurosos requisitos que conlleva cuando se trata de aspectos investigativos sobre elementos históricos y aspectos relativos a la salud. Todo ésto, apegado a la ética prudencial y a las acreditaciones correspondientes.
    Has retratado en pormenores,las vicisitudes, constancia y la perseverancia que debemos disponer los que nos atrevemos a este menester, amén de los infortunios que debemos pasar para gestionar la consecución de los recursos indispensables, que permitan llevar a feliz término la edición de la obra, sin descontar posteriormente los extraordinarios esfuerzos desplegados en pro de su venta.
    Para editar mis libros, en el 90% de las oportunidades, he recurrido a mis propios recursos, de por sí muy limitados; aunque muchas instituciones enarbolan a diario su apoyo a la cultura, cuando usted acude a ellas requiriendo de su aporte, los resultados son los siempre inesperados desplantes y desconsideraciones.
    Escribir una obra acabada no es tan fácil como aparenta, sólo nos queda la satisfación de haber aportado nuestras vivencias y experiencias a nuestros limitados fieles lectores, lo cual propicio para agradecerles infinitamente esas preferencias. No obstante, insto a no desmayar y a continuar con estos derroteros aquellos que en ciernes nos preceden en esta honrosa ocupación.

    De ustedes siempre,... Cuqui Rodríguez Martínez.

    ResponderBorrar
  2. Evidentemente, Rafael Darío ha expresado verdades que no admiten dudas. Los dominicanos leemos poco y publicar un libro es costoso. Verdades resplandecientes como el sol de mediodía...

    Pero, yo me pregunto si las empresas radicadas en nuestro terruño natal no serían capaces de colaborar con un proyecto tan importante como este. En Mao hay 4-5 bancos comerciales, está la Asociación de A&P, hay empresas exportadoras de banano y muchos empresarios agropecuarios, entre otros. ¿No sería posible obtener de ellos, colaboraciones por un monto de RD $100 mil, especialmente cuando un historiador de renombre está donando los derechos de autor?

    No vivo en Mao, pero creo que vale la pena intentarlo. "La peor diligencia es la que no se hace". Dejo la pelota en la cancha del Comité de Historia de Mao.

    Como de costumbre, ofrezco mi humilde colaboración comprando un número predeterminado de ejemplares de dicho libro.

    Fernan Ferreira

    ResponderBorrar

Haga su comentario bajo la etiqueta de Anónimo, pero ponga su nombre y su dirección de email al final del mismo: NO SE PUBLICARÁN COMENTARIOS SIN NOMBRE Y SIN DIRECCIÓN DE EMAIL. Los comentarios ofensivos y que se consideren inapropiados, tampoco serán publicados.
El administrador