miércoles, 19 de septiembre de 2012
MEDICINA ALTERNATIVA
FRUTAS TROPICALES: DULZURA DIGESTIVA DEFENSORA DEL CORAZÓN
Por Nelson Rodríguez Martínez (Cuqui)
El autor es profesor universitario y presidente fundador de N.R. Bienestar, S.R.L., compañía dedicada a la producción y venta de productos medicinales naturales.
No olvide de procurar los nuevos libros del autor: Hierbas y nutrición en la edad madura, un enfoque terapéutico, herbario y dietético; Medicinas alternativas, terapias y métodos, y Terapias alternativas aplicadas, puestos en circulación recientemente. Para más información haga clic AQUÍ
¿Cómo se haría la repostería sin las frutas tropicales? Usadas en los pudines, dulces, helados, batidos (licuados), jaleas y pasteles (bizcochos, tortas, cakes), son ingredientes principales de variados deleites, entre éstos, el helado de mango, el dulce de lechosa (papaya, fruta bomba) y los casquitos de guayaba en almíbar.
Probablemente no le sorprenderá descubrir que, similar a otros alimentos, las frutas tropicales son tan saludables como sabrosas. Hay cuatro en particular que se destacan en las investigaciones científicas: el mango, la lechosa, la guayaba y la granada.
LA MAGIA DEL MANGO
Un mango en realidad no se mastica, que por lo jugoso casi se deshace en la boca. Sin embargo, aunque por ello sea difícil comérselo sin embarrarse los dedos y la cara, el mango, de sabor parecido a una dulce mezcla de melocotón (durazno) y piña (ananá), definitivamente vale la pena aprovecharlo en todo sus beneficios.
Al igual que otras frutas, el mango contiene grandes cantidades de vitamina C, como también de betacaroteno, ambos antioxidantes reconocidos, lo que significa que contrarrestan los efectos perjudiciales de unas moléculas de oxígeno dañinas conocidas como radicales libres. Este detalle es importante para la salud, porque los radicales libres pueden lesionar los tejidos sanos de todo el cuerpo y estropean el colesterol lipoproteínico de baja densidad (HDL) o bueno, lo cual aumenta las probabilidades de que el colesterol de alta densidad (LDL) o malo, se adhiera a las paredes de las arterias, incrementando el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.
Cada mango contiene casi 5 miligramos de betacaroteno, es decir, el 50 y 83 % de la cantidad recomendada de 6 a 10 miligramos. También posee 57 miligramos de vitamina C, correspondiente al 95% de la cantidad diaria recomendada (CDR). Esta combinación es altamente saludable. En un estudio australiano se dio a beber diariamente un jugo que contenía betacaroteno y vitamina C durante tres semanas. Los investigadores descubrieron que el colesterol LDL de estas personas sufría menos daños que antes de empezar a tomar el jugo.
En un estudio reciente realizado por la Universidad de la Florida, encontraron que los extractos de mango inhibían el crecimiento de células cancerosas en tubos de ensayo. “No podemos decir que estos compuestos de los mangos van a prevenir el cáncer en los seres humanos porque no se han realizados esos estudios”, afirma Susan Percival, Ph.D., especialista en Nutrición e Inmunidad de esa Universidad. “No obstante, lo que si podemos decir del mango es que contiene unos potentes antioxidantes y debería formar parte de una dieta saludable“.
Los mangos son buenos para el corazón, porque también contienen un alto contenido de fibra. Un solo mango proporciona casi 6 gramos de fibra, una cantidad mayor de la encontrada en una taza de salvado de avena cocido. Es más, casi la mitad de la fibra es del tipo soluble. Un sinfín de estudios ha demostrado que al aumentar la cantidad de fibra soluble en la dieta, disminuye el nivel de colesterol y el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, presión arterial alta (hipertensión) y derrames cerebrales. Por su parte, la fibra indisoluble del mango también es importante porque ayuda a que las heces abandonen el cuerpo más rápidamente, junto con las sustancias peligrosas que pueda contener. Esto significa, que el riesgo de sufrir cáncer de colon tal vez disminuya cuando se coma mango
EL PODER DE LA LECHOSA
Fruto de tamaño considerable y de amplio volumen, amarillo o anaranjado cuando maduro, en cuyo interior alberga aromática pulpa anaranjada amarillenta tan rica, que no cabe ninguna duda acerca del poder alimenticio y curativo que posee.
La lechosa contiene una gran cantidad de carotenoides, pigmentos vegetales naturales que se encargan de pintar de bellos colores a muchas frutas, flores y verduras; notables por sus propiedades antioxidantes que pueden, en determinados casos, salvarle la vida.
Algunos estudios han demostrado que las personas que consumen la mayor cantidad de alimentos ricos en carotinoides, como la lechosa, corren mucho menos peligro de morir de enfermedades cardíacas o cáncer.
Muchas frutas y verduras contienen carotenoides, pero la lechosa le gana a todas. Investigadores alemanes clasificaron 39 alimentos de acuerdo a su contenido de carotenoides, ocupando la lechosa el primer lugar en la lista; la mitad de una proporciona casi 3.8 miligramos de carotenoides. La toronja (pomelo), por su parte, obtuvo el segundo lugar con 3.6 miligramos, seguida por el albaricoque (chabacano, damasco ) con 2.6 miligramos.
La lechosa también contiene varias proteasas, unas enzimas que, como la papaína, se parecen mucho a las producidas de forma natural por el estómago. Cuando se come lechosa cruda durante la comida o después de ella, al cuerpo le resulta más fácil digerir las proteínas, lo cual ayuda a calmar un estómago descompuesto. Es posible que este fruto también ayude a prevenir las úlceras. Es muy probable que un poco de lechosa al día pueda ayudar a contrarrestar los efectos irritantes del ácido acetilsalisílico (aspirina) y otros medicamentos antiinflamatorios, lo cual ha sido demostrado.
En otro estudio nuevo, unos investigadores rusos han descubierto que los extractos de lechosa aceleran la curación de las heridas, porque sus antioxidantes protegen a los tejidos de los daños continuos que se producen durante el proceso de curación.
LA GRAN GUAYABA
A veces es difícil encontrar guayaba en el supermercado, pero definitivamente vale la pena buscar esta fruta rosada o amarilla del tamaño de un limón, aunque otras veces la encontramos en los mercados populares, o en su defecto en tiendas gourmets o de comida latina o hindú.
El componente especial de la guayaba es un carotenoide llamado licopeno. El licopeno probablemente sea más potente que su pariente el betacaroteno, ya que resulta ser uno de los antioxidantes más poderoso que existen, según afirma Paul Lachance, Ph.D., profesor de Nutrición y Director Ejecutivo del Instituto Nutraceuticals en la Universidad de Rutgers en New Brunswick, New Jersey.
Unos científicos israelíes descubrieron, en estudios de laboratorios, la capacidad del licopeno para impedir rápidamente el crecimiento de las células de cáncer de pulmón y de mama. Por otra parte, una extensa investigación realizada por la Universidad Harvard, que abarcó a casi 48,000 hombres, descubrió que quienes incluían la mayor cantidad de licopeno en su dieta, tenían un 45% menos de riesgo de padecer cáncer de próstata que quienes consumían menos de este carotenoide.
Hace mucho que se admira al tomate por su alto contenido en licopeno y los estudios sobre sus efectos a menudo arrojan resultados contradictorios; sin embargo, la guayaba se lo lleva de calle, porque contiene 50% más licopeno que el tomate. Cuando los investigadores del Laboratorio de Productos Subtropicales y Cítricos, del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, ubicado en Winter Haven, Florida, compararon el contenido de 14 frutas tropicales de Sur de la Florida, la guayaba roja obtuvo el primer lugar.
Por último, en lo que se refiere a la fibra dietética, la guayaba es una auténtica estrella. Sus más o menos 9 gramos por taza rebasan la cantidad total proporcionada en conjunto por una manzana, un albaricoque, un guineo y una nectarina. Esto ha llamado la atención de los investigadores cardíacos, porque una de las mejores maneras de bajar el colesterol es aumentar la cantidad de fibra dietética.
En un estudio realizado con 120 hombres, unos investigadores hindúes descubrieron que su nivel de colesterol bajaba casi en un 10% si comían entre 5 y 9 guayabas diarias durante 3 meses. Y por si fuera poco, su nivel de colesterol bueno, aumentó en un 8%.
COMO MAXIMIZAR SUS PODERES CURATIVOS
Agregue un poco de grasa. El licopeno de la guayaba se absorbe mejor si se come con un poco de grasa. Si la sirve en rebanadas y con yogur, por ejemplo, obtendrá la mayor cantidad posible de licopeno, además de complementar muy bien el sabor un poco ácido de esta fruta.
LA FAMA DE LAS GRANADAS
Las granadas provienen de Asia tropical y se han cultivado durante miles de años por todo el Mediterráneo y Oriente Medio. Las granadas frescas, que son populares en el Día de Acción de Gracias y Navidad, tienen su exterior áspero y en el interior se encuentran cientos de “arilos” de color rojo oscuro (magenta), los cuales son saquitos llenos del inconfundible jugo agridulce y terroso de esta fruta. El jugo embotellado se consigue en los supermercados y tiendas de expendio durante todo el año.
Las granadas contienen muchos antioxidantes; también, sus fitoquímicos es posible que protejan contra la arterosclerosis, que es perjudicial para el corazón. Cuando unos investigadores del Centro Médico Rambam, ubicado en Haifa, Israel, probaron compuestos de la granada en estudios de laboratorio, observaron que estos flavonoides protegían a las partículas del perjudicial colesterol malo frente a la oxidación: el primer paso en el desarrollo de la dañina placa que se acumula en las paredes de las arterias.
Además, en un estudio de la Universidad de California, los Ángeles, de tres años de duración que abarcó a 50 hombres que habían sido sometidos a cirugía o radioterapia para el cáncer de próstata; un vaso diario de jugo de granada, retardó el incremento de los marcadores del cáncer llamados antígenos específicos de la próstata o PSA, a un cuarto de su índice normal. Cuando el cáncer de próstata está presente, los niveles de PSA normalmente se duplican cada 15 meses, pero los niveles de los hombres que bebieron el jugo tardaron 54 meses en duplicarse.
Asimismo, los investigadores anunciaron que habían observado una ralentización en las velocidades de duplicación de los PSA para los hombres con cáncer de próstata en las primeras fases que habían escogido una estrategia de “espera vigilante”, en lugar de cirugía, radioterapia o tratamiento hormonal. Los expertos sospechan que los antioxidantes presentes en el jugo tal vez protejan a las células sanas, mientras que las isoflavonas provoquen la muerte de las células cancerosas.
CONSEJO CLAVE
Los sobrevivientes de cáncer de próstata y los hombres que presentan riesgo de sufrirlo, deberían beber 8 onzas diarias de jugo puro de granada. “No se trata de una cura, pero tal vez seamos capaces de cambiar el modo en que se desarrolla este cáncer”, afirma el Dr. Allan Pantuck, profesor adjunto de Urología en el Centro para el Tratamiento del Cáncer Jhonson de la Universidad de California (UCLA), y autor principal de un estudio que descubrió que el jugo de granada reducía la elevación de los biomarcadores del cáncer de próstata.
Fuente: La Guía Médica de Remedios Alimenticios. 2008. Selene Yeager y los Editores de Prevention. Rodale Inc. EUA
Por Nelson Rodríguez Martínez (Cuqui)
El autor es profesor universitario y presidente fundador de N.R. Bienestar, S.R.L., compañía dedicada a la producción y venta de productos medicinales naturales.
No olvide de procurar los nuevos libros del autor: Hierbas y nutrición en la edad madura, un enfoque terapéutico, herbario y dietético; Medicinas alternativas, terapias y métodos, y Terapias alternativas aplicadas, puestos en circulación recientemente. Para más información haga clic AQUÍ
¿Cómo se haría la repostería sin las frutas tropicales? Usadas en los pudines, dulces, helados, batidos (licuados), jaleas y pasteles (bizcochos, tortas, cakes), son ingredientes principales de variados deleites, entre éstos, el helado de mango, el dulce de lechosa (papaya, fruta bomba) y los casquitos de guayaba en almíbar.
Probablemente no le sorprenderá descubrir que, similar a otros alimentos, las frutas tropicales son tan saludables como sabrosas. Hay cuatro en particular que se destacan en las investigaciones científicas: el mango, la lechosa, la guayaba y la granada.
LA MAGIA DEL MANGO
Un mango en realidad no se mastica, que por lo jugoso casi se deshace en la boca. Sin embargo, aunque por ello sea difícil comérselo sin embarrarse los dedos y la cara, el mango, de sabor parecido a una dulce mezcla de melocotón (durazno) y piña (ananá), definitivamente vale la pena aprovecharlo en todo sus beneficios.
Al igual que otras frutas, el mango contiene grandes cantidades de vitamina C, como también de betacaroteno, ambos antioxidantes reconocidos, lo que significa que contrarrestan los efectos perjudiciales de unas moléculas de oxígeno dañinas conocidas como radicales libres. Este detalle es importante para la salud, porque los radicales libres pueden lesionar los tejidos sanos de todo el cuerpo y estropean el colesterol lipoproteínico de baja densidad (HDL) o bueno, lo cual aumenta las probabilidades de que el colesterol de alta densidad (LDL) o malo, se adhiera a las paredes de las arterias, incrementando el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca.
Cada mango contiene casi 5 miligramos de betacaroteno, es decir, el 50 y 83 % de la cantidad recomendada de 6 a 10 miligramos. También posee 57 miligramos de vitamina C, correspondiente al 95% de la cantidad diaria recomendada (CDR). Esta combinación es altamente saludable. En un estudio australiano se dio a beber diariamente un jugo que contenía betacaroteno y vitamina C durante tres semanas. Los investigadores descubrieron que el colesterol LDL de estas personas sufría menos daños que antes de empezar a tomar el jugo.
En un estudio reciente realizado por la Universidad de la Florida, encontraron que los extractos de mango inhibían el crecimiento de células cancerosas en tubos de ensayo. “No podemos decir que estos compuestos de los mangos van a prevenir el cáncer en los seres humanos porque no se han realizados esos estudios”, afirma Susan Percival, Ph.D., especialista en Nutrición e Inmunidad de esa Universidad. “No obstante, lo que si podemos decir del mango es que contiene unos potentes antioxidantes y debería formar parte de una dieta saludable“.
Los mangos son buenos para el corazón, porque también contienen un alto contenido de fibra. Un solo mango proporciona casi 6 gramos de fibra, una cantidad mayor de la encontrada en una taza de salvado de avena cocido. Es más, casi la mitad de la fibra es del tipo soluble. Un sinfín de estudios ha demostrado que al aumentar la cantidad de fibra soluble en la dieta, disminuye el nivel de colesterol y el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, presión arterial alta (hipertensión) y derrames cerebrales. Por su parte, la fibra indisoluble del mango también es importante porque ayuda a que las heces abandonen el cuerpo más rápidamente, junto con las sustancias peligrosas que pueda contener. Esto significa, que el riesgo de sufrir cáncer de colon tal vez disminuya cuando se coma mango
EL PODER DE LA LECHOSA
Fruto de tamaño considerable y de amplio volumen, amarillo o anaranjado cuando maduro, en cuyo interior alberga aromática pulpa anaranjada amarillenta tan rica, que no cabe ninguna duda acerca del poder alimenticio y curativo que posee.
La lechosa contiene una gran cantidad de carotenoides, pigmentos vegetales naturales que se encargan de pintar de bellos colores a muchas frutas, flores y verduras; notables por sus propiedades antioxidantes que pueden, en determinados casos, salvarle la vida.
Algunos estudios han demostrado que las personas que consumen la mayor cantidad de alimentos ricos en carotinoides, como la lechosa, corren mucho menos peligro de morir de enfermedades cardíacas o cáncer.
Muchas frutas y verduras contienen carotenoides, pero la lechosa le gana a todas. Investigadores alemanes clasificaron 39 alimentos de acuerdo a su contenido de carotenoides, ocupando la lechosa el primer lugar en la lista; la mitad de una proporciona casi 3.8 miligramos de carotenoides. La toronja (pomelo), por su parte, obtuvo el segundo lugar con 3.6 miligramos, seguida por el albaricoque (chabacano, damasco ) con 2.6 miligramos.
La lechosa también contiene varias proteasas, unas enzimas que, como la papaína, se parecen mucho a las producidas de forma natural por el estómago. Cuando se come lechosa cruda durante la comida o después de ella, al cuerpo le resulta más fácil digerir las proteínas, lo cual ayuda a calmar un estómago descompuesto. Es posible que este fruto también ayude a prevenir las úlceras. Es muy probable que un poco de lechosa al día pueda ayudar a contrarrestar los efectos irritantes del ácido acetilsalisílico (aspirina) y otros medicamentos antiinflamatorios, lo cual ha sido demostrado.
En otro estudio nuevo, unos investigadores rusos han descubierto que los extractos de lechosa aceleran la curación de las heridas, porque sus antioxidantes protegen a los tejidos de los daños continuos que se producen durante el proceso de curación.
LA GRAN GUAYABA
A veces es difícil encontrar guayaba en el supermercado, pero definitivamente vale la pena buscar esta fruta rosada o amarilla del tamaño de un limón, aunque otras veces la encontramos en los mercados populares, o en su defecto en tiendas gourmets o de comida latina o hindú.
El componente especial de la guayaba es un carotenoide llamado licopeno. El licopeno probablemente sea más potente que su pariente el betacaroteno, ya que resulta ser uno de los antioxidantes más poderoso que existen, según afirma Paul Lachance, Ph.D., profesor de Nutrición y Director Ejecutivo del Instituto Nutraceuticals en la Universidad de Rutgers en New Brunswick, New Jersey.
Unos científicos israelíes descubrieron, en estudios de laboratorios, la capacidad del licopeno para impedir rápidamente el crecimiento de las células de cáncer de pulmón y de mama. Por otra parte, una extensa investigación realizada por la Universidad Harvard, que abarcó a casi 48,000 hombres, descubrió que quienes incluían la mayor cantidad de licopeno en su dieta, tenían un 45% menos de riesgo de padecer cáncer de próstata que quienes consumían menos de este carotenoide.
Hace mucho que se admira al tomate por su alto contenido en licopeno y los estudios sobre sus efectos a menudo arrojan resultados contradictorios; sin embargo, la guayaba se lo lleva de calle, porque contiene 50% más licopeno que el tomate. Cuando los investigadores del Laboratorio de Productos Subtropicales y Cítricos, del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, ubicado en Winter Haven, Florida, compararon el contenido de 14 frutas tropicales de Sur de la Florida, la guayaba roja obtuvo el primer lugar.
Por último, en lo que se refiere a la fibra dietética, la guayaba es una auténtica estrella. Sus más o menos 9 gramos por taza rebasan la cantidad total proporcionada en conjunto por una manzana, un albaricoque, un guineo y una nectarina. Esto ha llamado la atención de los investigadores cardíacos, porque una de las mejores maneras de bajar el colesterol es aumentar la cantidad de fibra dietética.
En un estudio realizado con 120 hombres, unos investigadores hindúes descubrieron que su nivel de colesterol bajaba casi en un 10% si comían entre 5 y 9 guayabas diarias durante 3 meses. Y por si fuera poco, su nivel de colesterol bueno, aumentó en un 8%.
COMO MAXIMIZAR SUS PODERES CURATIVOS
Agregue un poco de grasa. El licopeno de la guayaba se absorbe mejor si se come con un poco de grasa. Si la sirve en rebanadas y con yogur, por ejemplo, obtendrá la mayor cantidad posible de licopeno, además de complementar muy bien el sabor un poco ácido de esta fruta.
LA FAMA DE LAS GRANADAS
Las granadas provienen de Asia tropical y se han cultivado durante miles de años por todo el Mediterráneo y Oriente Medio. Las granadas frescas, que son populares en el Día de Acción de Gracias y Navidad, tienen su exterior áspero y en el interior se encuentran cientos de “arilos” de color rojo oscuro (magenta), los cuales son saquitos llenos del inconfundible jugo agridulce y terroso de esta fruta. El jugo embotellado se consigue en los supermercados y tiendas de expendio durante todo el año.
Las granadas contienen muchos antioxidantes; también, sus fitoquímicos es posible que protejan contra la arterosclerosis, que es perjudicial para el corazón. Cuando unos investigadores del Centro Médico Rambam, ubicado en Haifa, Israel, probaron compuestos de la granada en estudios de laboratorio, observaron que estos flavonoides protegían a las partículas del perjudicial colesterol malo frente a la oxidación: el primer paso en el desarrollo de la dañina placa que se acumula en las paredes de las arterias.
Además, en un estudio de la Universidad de California, los Ángeles, de tres años de duración que abarcó a 50 hombres que habían sido sometidos a cirugía o radioterapia para el cáncer de próstata; un vaso diario de jugo de granada, retardó el incremento de los marcadores del cáncer llamados antígenos específicos de la próstata o PSA, a un cuarto de su índice normal. Cuando el cáncer de próstata está presente, los niveles de PSA normalmente se duplican cada 15 meses, pero los niveles de los hombres que bebieron el jugo tardaron 54 meses en duplicarse.
Asimismo, los investigadores anunciaron que habían observado una ralentización en las velocidades de duplicación de los PSA para los hombres con cáncer de próstata en las primeras fases que habían escogido una estrategia de “espera vigilante”, en lugar de cirugía, radioterapia o tratamiento hormonal. Los expertos sospechan que los antioxidantes presentes en el jugo tal vez protejan a las células sanas, mientras que las isoflavonas provoquen la muerte de las células cancerosas.
CONSEJO CLAVE
Los sobrevivientes de cáncer de próstata y los hombres que presentan riesgo de sufrirlo, deberían beber 8 onzas diarias de jugo puro de granada. “No se trata de una cura, pero tal vez seamos capaces de cambiar el modo en que se desarrolla este cáncer”, afirma el Dr. Allan Pantuck, profesor adjunto de Urología en el Centro para el Tratamiento del Cáncer Jhonson de la Universidad de California (UCLA), y autor principal de un estudio que descubrió que el jugo de granada reducía la elevación de los biomarcadores del cáncer de próstata.
Fuente: La Guía Médica de Remedios Alimenticios. 2008. Selene Yeager y los Editores de Prevention. Rodale Inc. EUA
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A COMER FRUTAS SE HA DICHO... ES UNA ORDEN...!!!
ResponderBorrarEl comer frutas debe constituirse en un hábito para todos los que cuidamos nuestra salud, por los ingentes beneficios que su consumo aporta. Cuqui, con sus sabios y enjundiosos consejos fitoterapéuticos, nos señala el camino a seguir para mantenernos saludables, lo cual es muy loable de su parte.
Valiosísimo aporte querido y apreciado hermano!!
DiomR