miércoles, 5 de septiembre de 2012

A PROPÓSITO DE...

“… ME ARRODILLÉ Y LE PEDÍ A DIOS…”
Fernando Ferreira Azcona


La frase que sirve de título a estas cuartillas, no es mía. Por eso, está entre comillas.

Aunque, la he escuchado tantas veces… y me identifico tanto con su autor, que hay momentos en que, violando el derecho de propiedad intelectual, del cual soy un firme defensor, la hago mía.

Fue pronunciada un 17 de Abril, hace ya más de siete décadas, en un humilde bohío de una comarca ubicada en la confluencia de los Ríos Mao y Magua, que precisamente, otrora se conoció con el nombre de este último río.

Varias décadas después, tanto la confluencia antes citada, como la pequeña aldea quedaron sepultadas (inundadas) por las aguas de la Presa de Monción, cuando esta fue construida y su embalse se llenó de agua.

Nos cuenta nuestro Padre, que cuando nuestra adorada Mamá estaba en el proceso de dar a luz a Norman, nuestro hermano mayor, él, que aun no había cumplido los veinte y dos años de edad, se encontraba “hecho un manojo de nervios”, caminando en círculos en la salita de la vivienda, esperando el feliz desenlace.

Cuando escuchó a la partera decir: “es varón”, dice Papá: “me arrodillé en la sala de la casa, abrí mis brazos y le pedí a Dios, con todas las fuerzas de mi corazón, que me diera salud para criar a mi hijo, que jamás desfallecieran mis fuerzas para trabajar con determinación y que no permitiera que el recién nacido pasara tantas penurias, como las que yo había pasado”.

Los dilectos lectores podrán observar que nuestro Padre, en la cita anterior, no le pidió a Dios que le mandara el premio mayor (la loto no existía entonces), sino que en la misma se conjugan cuatro aspectos esenciales en la existencia del ser humano: a) Una fe a toda prueba en ese ser superior que llamamos Dios, y que todo lo puede; b) Una razón para vivir: el pequeño vástago que acababa de llegar al mundo; c) Una determinación: la de trabajar incansablemente, y d) Un propósito: que su recién nacido no pasara tantas vicisitudes, como las que él vivió.

En ocasiones, nos encontramos en situaciones similares, apremiantes… y no nos atrevemos a “lanzarnos”. ¿Qué nos detiene? ¿Flaquea nuestra fe? ¿Nos falta determinación o no tenemos un propósito definido? Ojalá que la próxima vez, nada nos detenga.

5 comentarios:

  1. Cabezón ; su último párrafo me detuvo analizar razones, el por qué no nos atrevemos a implorar, a hacer un ruego de corazón. Es la falta de Fé.
    Tenemos creada una fé para apariencia social,donde con las visitaa a los templos la justificamos;pero no la hay.

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  2. Además de la experiencia narrada por el amigo Fernan, su contenido es mas relevante de lo que uno se imagina. Hay que ser muy sobrio y pensar en una situación de apuros y responsabilidad como esa, aferrarse al solo al pedido de fortaleza que Dios pone en cada ser humano, inteligencia, vista, audición y todo lo necesario, además de una naturaleza llena de riquezas para que el hombre arranque y construya su propio destino, tal como lo hizo ese ejemplo, ese símbolo de trabajo, el señor Vitalino Ferreira. Dios siempre acompaña el positivismo que el hombre lleva consigo, como una actividad cercana a la fe.

    Afectos de Ley S.

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  3. Fernan, cuando jovenes estudiabamos por fé, nos enamoramos por fé, nos casamos por fé, esperabamos un buen trabajo por fé, etc, pero despues de ya mayores la hemos ido perdiendo y hasta en algunos momentos no hemos creido ni en nosotros mismos. Muy bueno tú trabajo, en estos tiempos en que todo lo relacionamos con lo peor porque hemos perdido esa fé que nos inspira y nos invita a luchar.

    Un Abrazo

    Papito Mármol

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  4. Apreciado Fernan,... la fé, significa confianza, creencia, seguridad, certeza, cualidades sobradas en tu querido Padre en lo que a mi concierne. Sin fé, es muy difícil el logro exitoso de las cosas, siempre que sea apoyada por férrea voluntad y persistencia vigorosa. A mi humilde entender, Don Vitalino constituye un referente idóneo de entrega, perseverancia y justa visión de la realidad, digno de ser emulado en toda su dimensión y significado.
    Con fé,todo puede ser posible; depende de nuestra oportuna disposición y extrema confianza en nuestro diario accionar.
    Te deseo con manifiesta sinceridad, éxitos muchos y salud esperada en tu fluído transcurrir.
    Abrazos de siempre, distinguido amigo.

    Cuqui Rodríguez Martínez.

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  5. Gracias queridos amigos por sus comentarios y por contribuir a enriquecer estas cuartillas. Siempre considero los comentarios de mis lectores, como un valioso complemento al contenido de mis escritos.

    Gracias del alma y un fuerte abrazo,

    Fernan Ferreira.

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