lunes, 22 de agosto de 2011
DO-RE-MI
LEO PIMENTEL, UN ARTISTA SUPERIOR
Por Juan Colón
Leonardo Pimentel: Genial músico nuestro mayormente conocido como Leo Pimentel, nacido en Monción dentro de una familia de músicos. Toca Saxo, Bandoneón, y su instrumento principal, el piano.
Desde muy joven dio muestras de un inmenso caudal de talento, una grandiosa musicalidad al tocar las cosas y un gran sentido rítmico.
En música usamos el término “musicalidad” para definir un artista que todo lo que toca lo hace con excelencia; así, decimos su musicalidad es bestial, es buenísima, es brava, en fin, de muchísimas maneras expresamos esa condición excepcional.
Definir a Leo es una tarea muy difícil por sus innumerables facetas como músico.
También desarrolló otra faceta con gran éxito: arreglista musical. En cada uno de sus trabajos se esmera en dejar su indiscutible sello de calidad. Su gusto es muy amplio, muestra una sensibilidad por escribir solo lo necesario, no lo hace para mostrar capacidad, busca hacer que las cosas suenen bien y ya.
Ha trabajado en los niveles más altos que se pueda trabajar nuestra música, con directores como José Antonio Molina, músico de extraordinaria preparación; también para Arturo Sandoval y otros grandes músicos que han confiado en la enorme capacidad de este gran músico nuestro.
Sus grandes dones musicales van acompañados de sus grandes cualidades como ser humano. Hombre excepcional, humilde, sello característico de los grandes.
Tocar a su lado es sentir el gran compromiso de hacerlo todo bien porque es un músico fuera de serie. Logró algo muy difícil, ser excelente en todas las áreas que un pianista necesita. Como pianista merenguero ha sido piedra angular de los trabajos de una gran mayoría de grupos merengueros.
Y, vaya paradoja, Leo es prácticamente un artista desconocido, un ser humano desconocido, pero un ser admirable porque nunca ha exigido ser reconocido por nadie. No obstante, su trabajo habla por sí solo, su trayectoria humana también.
Es querido, admirado, respetado, temido por todos, y, ¡por qué no!, envidiado por muchos, por sus dotes superiores, aunque no presume de ello. Leo no ha sido valorizado como debe ser, como lo amerita su estatura profesional. Es una verdadera joya de músico. Conozco a Leo hace muchísimos años, desde jóvenes, aunque soy un poco mayor, y no ha cambiado en su calidad humana; al contrario, a medida que madura, más mesurado y humilde es su comportamiento.
Para mi es el pianista ideal que cualquier artista, ya sea cantante o instrumentista necesita tener. Porque conoce cómo tocar innumerables géneros musicales que abarcan desde un simple merengue hasta un complicado latin jazz, balada, o bolero, etc.
Una gloria nuestra que nos hace sentir orgullosos. De manera personal es para mí un pianista dueño de grandes bellezas armónicas y lo deja sentir en cada nota. Deja el alma en cada acorde que toca, en cada melodía que interpreta.
Leo es pura canción, melodía, ritmo, interpretación, y como ser humano, admirable. Me une una gran amistad y respeto hacia esta gloria inmensa de nuestra música.
Ojalá llegue a ser premiado con la justa medida que se merece. No es un músico al azar o alguien que ha sabido venderse. Es un músico puro del alma.
Uno de mis grandes sueños es hacer un disco a saxo y piano con este genial músico nuestro. Aprovecho este medio para hacerle saber que ese sueño si Dios me permite unos años más, lo haremos realidad.
Antes de terminar con Leo, sería imperdonable de mi parte no mencionar el éxito de su prole, Laura y Emil, ambos jóvenes músicos brillantes de méritos propios y con un futuro en que según los entendidos el cielo es el límite. Laura, quien ha sido pianista de la sinfónica nacional y coordinadora de voces del Coro Nacional, se encuentra en la actualidad en la Universidad de Luisiana, en Batton Rouge, con una beca Fullbright, estudiando música. Emil, por su parte, se encuentra en Buenos Aires, Argentina, estudiando producción musical. Una de sus obras, Insomnio, fue estrenada recientemente en la tierra del tango. Aquí sí cabe el dicho “las frutas no caen lejos del árbol que las produce”. ¡Enhorabuena, familia Pimentel-Ferreira!
Un abrazo para ti mi querido Leo, siempre seré tu mayor fan; recibe mi más profundo respeto y admiración MAESTRO. Los maeños, encabezados por tu querida esposa Narcy, te adoptamos y te elegimos hijo por la eternidad de nuestra comunidad. Te mereces todo el honor de los grandes porque eso eres: un gigante musical y mucho más que eso, un genial ser humano. Abrazos, mi hermano.
Por Juan Colón
Leonardo Pimentel: Genial músico nuestro mayormente conocido como Leo Pimentel, nacido en Monción dentro de una familia de músicos. Toca Saxo, Bandoneón, y su instrumento principal, el piano.
Desde muy joven dio muestras de un inmenso caudal de talento, una grandiosa musicalidad al tocar las cosas y un gran sentido rítmico.
En música usamos el término “musicalidad” para definir un artista que todo lo que toca lo hace con excelencia; así, decimos su musicalidad es bestial, es buenísima, es brava, en fin, de muchísimas maneras expresamos esa condición excepcional.
Definir a Leo es una tarea muy difícil por sus innumerables facetas como músico.
También desarrolló otra faceta con gran éxito: arreglista musical. En cada uno de sus trabajos se esmera en dejar su indiscutible sello de calidad. Su gusto es muy amplio, muestra una sensibilidad por escribir solo lo necesario, no lo hace para mostrar capacidad, busca hacer que las cosas suenen bien y ya.
Ha trabajado en los niveles más altos que se pueda trabajar nuestra música, con directores como José Antonio Molina, músico de extraordinaria preparación; también para Arturo Sandoval y otros grandes músicos que han confiado en la enorme capacidad de este gran músico nuestro.
Sus grandes dones musicales van acompañados de sus grandes cualidades como ser humano. Hombre excepcional, humilde, sello característico de los grandes.
Tocar a su lado es sentir el gran compromiso de hacerlo todo bien porque es un músico fuera de serie. Logró algo muy difícil, ser excelente en todas las áreas que un pianista necesita. Como pianista merenguero ha sido piedra angular de los trabajos de una gran mayoría de grupos merengueros.
Y, vaya paradoja, Leo es prácticamente un artista desconocido, un ser humano desconocido, pero un ser admirable porque nunca ha exigido ser reconocido por nadie. No obstante, su trabajo habla por sí solo, su trayectoria humana también.
Es querido, admirado, respetado, temido por todos, y, ¡por qué no!, envidiado por muchos, por sus dotes superiores, aunque no presume de ello. Leo no ha sido valorizado como debe ser, como lo amerita su estatura profesional. Es una verdadera joya de músico. Conozco a Leo hace muchísimos años, desde jóvenes, aunque soy un poco mayor, y no ha cambiado en su calidad humana; al contrario, a medida que madura, más mesurado y humilde es su comportamiento.
Para mi es el pianista ideal que cualquier artista, ya sea cantante o instrumentista necesita tener. Porque conoce cómo tocar innumerables géneros musicales que abarcan desde un simple merengue hasta un complicado latin jazz, balada, o bolero, etc.
Una gloria nuestra que nos hace sentir orgullosos. De manera personal es para mí un pianista dueño de grandes bellezas armónicas y lo deja sentir en cada nota. Deja el alma en cada acorde que toca, en cada melodía que interpreta.
Leo es pura canción, melodía, ritmo, interpretación, y como ser humano, admirable. Me une una gran amistad y respeto hacia esta gloria inmensa de nuestra música.
Ojalá llegue a ser premiado con la justa medida que se merece. No es un músico al azar o alguien que ha sabido venderse. Es un músico puro del alma.
Uno de mis grandes sueños es hacer un disco a saxo y piano con este genial músico nuestro. Aprovecho este medio para hacerle saber que ese sueño si Dios me permite unos años más, lo haremos realidad.
Antes de terminar con Leo, sería imperdonable de mi parte no mencionar el éxito de su prole, Laura y Emil, ambos jóvenes músicos brillantes de méritos propios y con un futuro en que según los entendidos el cielo es el límite. Laura, quien ha sido pianista de la sinfónica nacional y coordinadora de voces del Coro Nacional, se encuentra en la actualidad en la Universidad de Luisiana, en Batton Rouge, con una beca Fullbright, estudiando música. Emil, por su parte, se encuentra en Buenos Aires, Argentina, estudiando producción musical. Una de sus obras, Insomnio, fue estrenada recientemente en la tierra del tango. Aquí sí cabe el dicho “las frutas no caen lejos del árbol que las produce”. ¡Enhorabuena, familia Pimentel-Ferreira!
Un abrazo para ti mi querido Leo, siempre seré tu mayor fan; recibe mi más profundo respeto y admiración MAESTRO. Los maeños, encabezados por tu querida esposa Narcy, te adoptamos y te elegimos hijo por la eternidad de nuestra comunidad. Te mereces todo el honor de los grandes porque eso eres: un gigante musical y mucho más que eso, un genial ser humano. Abrazos, mi hermano.
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Juan Colón;estas son de las cosas que no me explico,como un músico de la calidad de Leo Pimentel pase prácticamente ignorado por la gran mayoría del pueblo. Considero que esta prensa radial y escrita dedica poco tiempo al verdadero artista ,a menos que no sea por paga.
ResponderBorrarSoy un asíduo oyente de la música del Jazz en WBGO,Emisora americana y noto que al terminar la pieza musical, el locutor menciona los nombres de los músicos que mas se destacan con su instrumento,hacen una referencia de su vida musical o sea que ese músico lo dan a conocer.
Sinceramente,músico de este calibre no solo deben saber su calidad sus colegas.
Nos falta conocer,y no es nuestra culpa.
Gracias Juan Colón por simpre ilustrarnos con los grandes músicos que tenemos.
Manito
Que bueno oír eso de nuestro hermano Juan y recordarnos a ese gran amigo. Digo gran amigo, porque jugué con él y su hermano Nelson, también músico bajista, desnudo cuando éramos niños en Santiago Rodríguez, que pensé era su pueblo natal, al menos que no haya venido procedente de Monción siendo un infante, tal y como llegué a ese pueblo procedente de Mao. En una ocación, siendo mozalbete, nos encontramos en Mao y me llamó por mi nombre y confundidos nos dimos un abrazo, para luego recordar nuestros tiempos de infancia. Juan cualquier vuelco al reconocimiento de este amigo. me llena de placer.
ResponderBorrarOjala él pueda leer esto. Un abrazo, Ley S.
Gracias don Juan Colón por tan alta estima a Leo.
ResponderBorrarQuizás yo deba guardar silencio y dejar que otros opinen ante esas verdades tan bien expuestas que has dicho de mi esposo; solo su extraordinario don de gente y su calidad humana se podrían colocar por encima de su inmensa capacidad como músico.
No importa que la sociedad dominicana no lo haya reconocido, si la sociedad que conforma el mundo de los músicos lo reconoce; ese conglomerado de personas tan inmensas como tú, quienes con el ama lo admiran y respetan, pero sobre todo lo valoran en su real dimensión.
En Leo se puede aplicar la frase que reza: "Nadie es profeta en su tierra".
Solo los verdaderamente grandes son capaces de serlo y mantenerse inmersos dentro de la mansedumbre de la humildad. Leo es el retrato de la humildad, en él no ha hecho nido el pecado de la presunción, no reclama ningún espacio, ni reconocimiento, ni premiaciones, pese a que muchos se han catapultado y otros como el ave Fénix se han levantado de sus cenizas gracias a excelentes trabajos de Leo, para luego auto vanagloriarse o dar los méritos a algún famoso, ocultando que el "milagro" lo hizo Dios a través del talento y capacidad de Leo Pimentel.
Gracias por lo tocante a Laura y Emil, los frutos de nuestra unión, son dos copias de su progenitor, tienen el mismo carácter, son mansos y apacibles, y cultivan la música con la misma pasión que lo ha hecho Leo toda la vida.
Quiero concluir este comentario acerca de Leo, parafraseando las letras de una canción muy conocida por todos: "No es perfecto más se acerca a lo que yo, simplemente soñé"...
Abrazos de Narcy...
Dios me ha premiado con un esposo, amigo, maestro, es mi crítico de arte preferido, porque su sensibilidad artística lo ha facultado para apreciar el arte donde quiera que se encuentre, y sus opiniones siempre son certeras.
UNA ACLARACIÓN
Hola Isaías, gracias por prestar tu página, para hacer esa biografía tan descriptiva de Leo, todo cuanto dice, es cierto, solo que Leo aunque nació en Monción se siente sabanetero, porque allí fue donde se crió, cultivó sus amigos y se inició en la música; él fue el único de cinco hermanos que no nació en Santiago Rodríguez, toda su familia es de allí. Hago esta aclaración asumiendo que algún sabanetero que lea el escrito, va a reclamar los "derechos" sobre la pertenencia de Leo a su pueblo.
Hola saludos. Me gustaria saber si este es el mismo leo pimentel que esta o estuvo con orquesta: La gente del pais. Agradezco la pronta respuesta. Mi correo es: Eldelasalsasoyyo@outlook.es Mi nombre: Gustavo brito!
BorrarQuienes hemos visto accionar a Leo Pimentel y sabemos de música podemos atestiguar que este señor es el mejor músico dominicano de su generación y otras generaciones y que debiera estar ocupando el pedestal que otros músicos, menos talentosos, pero mas vivos que él hoy ocupan.
ResponderBorrarCreo que don Juan Colón, otro musicaso fuera de serie practicamente marginado, ha hecho justicia con lo que ha escrito de don Leo Pimentel.
Vicente
Tuve el privilegio de conocer a Leo,através de su fiel y noble compañera,la gran artista Narcy."TAL PARA CUAL",se unieron 2 seres singulares y poco comunes,matrimonio ejemplar,todo eso se percibe,sin necesidad de averiguarlo....que Dios los ilumine siempre.
ResponderBorrarsu amigo Héctor Brea Tió hectorbrea02@gmail.com
he escrito 3 email felicitando a Juan Colón,por ese merecido artículo sobre Leo y su respetable y correcta familia y el verdadero móvil de su artículo, su virtuosismo musical.!que Dios lo ilumine siempre junto a esa familia tan cónsona con él.
ResponderBorrarun fuerte LOS EMAIL abrazo de HÉCTOR BREA TIO
NOTA .SE ME BORRAN
Tal y como afina en el Saxo, asi lo hace escribiendo, que importante estos trabajos de Juan, retratan de cuerpo entero a estos seres humanos especiales como es el caso de Leo Pimenttel.
ResponderBorrarNo tengo el placer de conocerlo, pero con lo escrito por Juan, no hay nada más que hablar.
Salud a este liniero.
Angel Berto Almonte