Por Aurelio Almonte Rodríguez
Miembro del Comité de Historia de Mao, Inc.
En un otoño de hace algunos años pasados, nace en la sección “Sabana Grande”, una primavera para el mundo. Hija de padres muy humildes, pero llenos de mucha fe y, sobre todo, de mucho amor: Don Emilio Morel y Doña Francisca Peralta. A ese matrimonio le nacen dos faros de luz: Darío y nuestra homenajeada, ambos formados como mandan los valores que deben adornar a una persona humana: amor, honradez, respeto y, sobre todo, temor a Dios.
Los estudios de primera enseñanza los realiza en su terruño natal. El deseo de superación que visualizaba su madre -que a la sazón había quedado viuda- la apoya para que continúe sus estudios primarios, lo que trae como consecuencia que tenga que trasladarse a la casa de don Juanito (su tío) en Mao; estos estudios los realiza en la escuela Juan Isidro Pérez. Entre su vida de preparación académica y religiosa se destaca como catequista, formación última que recibe bajo la tutela de Doña Muñín.
El bachillerato lo realiza entre los Liceos Eugenio Deschamps -hoy Juan de Jesús Reyes Aranda- y el desaparecido Liceo Santa Cruz.
Su amor por los niños la motiva a incursionar en el movimiento Scout, llegando a destacarse como Akela (Jefa de Manada del Grupo No. 83 de Mao), durante ocho años; a los diecisiete años se inicia como Maestra en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Hatico. Se inicia como Maestra en el Grado de Kínder; luego, durante veintiséis años, labora en los diferentes grados desde quinto hasta octavo, impartiendo la asignatura de Lengua Española.
Estudia Secretariado en el Instituto Prof. Cuello, bajo la tutela de la insigne maestra Doña Aura Bueno, quien con ojo de águila observa el aprovechamiento en sus estudios y su vocación de maestra, elementos determinantes para que fuera elegida como docente de ese alto centro de estudios, en el cual laboró durante trece años de manera ininterrumpida.
Ya convertida en maestra y su amor a la lectura la llevan estudiar la carrera de Educación, Mención Filosofía y Letras, en la Universidad Católica Madre y Maestra.
Se une en el sagrado vínculo del matrimonio, con el joven Víctor Rafael Ventura Tejada, Maestro de profesión, quienes procrean tres tesoros de hijos: Victoria, Víctor Rafael y Víctor Samuel, profesionales los tres que hoy sirven a la patria desde sus profesiones de Contadora Pública Autorizada, Ingeniero Electrónico y Abogado, respectivamente.
La experiencia adquirida bajo el formato de la filosofía salesiana del sistema preventivo de Don Bosco: “Amor, razón y religión”, fue la máxima inspiración para que junto a su esposo fundaran, el 27 de Julio del año 1992, el “Jardín Infantil Domingo Savio”, centro de enseñanza de la educación inicial que nace para dar una educación integral y de calidad a los niños de nuestro pueblo. Esta situación de ser Directora del centro recién fundado y, sin obtemperar en los roles que debe desarrollar como esposa y madre, decide estudiar la carrera de Dirección y Administración Escolar en la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA) Recinto Mao, adquiriendo el grado de Licenciada en esa rama, obteniendo de paso la satisfacción de graduarse con honores, con la mención de ¡Cum Laude!
Como maestra de Lengua Española se destacó en los siguientes centros: Colegio Manuel de Jesús Galván, Centro Educativo Ana Delia Jorge, Liceo Juan de Jesús Reyes Aranda y en la Universidad Tecnológica de Santiago, recinto Mao, en el área de Ciencias Secretariales.
Sus 41 años académicos, los ha ejercido en la educación privada. Ha sido objeto de varios reconocimientos por diferentes instituciones, entre las que se citan: el Distrito Educativo 09-01 de Mao, el Club de Leones Mao, Inc., el Instituto Comercial Prof. Cuello, el Colegio Ana Delia Jorge, el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, el Oratorio y Centro Juvenil Don Bosco, el Premio “Estrella Maeña”, la Asociación de Mujeres Empresarias y el Patronato Maeño de Rehabilitación, como madre destacada del año, así como por varias familias de esta comunidad maeña, entre otros reconocimientos.
Con toda la humildad que la caracterizan, ha hecho suya la frase de San Juan Bosco: “Hasta mi último aliento será para mis queridos niños.”
Señoras y señores, nos referimos a una persona que tan sólo estar a su alrededor hace recuperar a cualquiera que se sienta decaído por cualquier situación. Nos referimos a la esposa admirable, a la madre abnegada, a la maestra ejemplar y a la amiga sin igual…
El Comité de Historia de Mao, Inc., se siente complacido en haber sustentado la sugerencia para reconocer a: Doña Dominga Morel de Ventura.
cuanta verguenza en una sola mujer, mi compañera de estudios primarios, mil saludos Dominga; siempre te recuerdo.
ResponderBorrarAngel Berto Almonte
que bien merecido ese homenaje a mi querida profesora de siempre,con la cual aprendi y cultive mi amor por la lectura y sus palabras sabias que solo una madre con su ternura puede decir gracias mi profesora de siempre,que aunque hayan pasado mucho tiempo parece que fue ayer muchas felicidades mi profesora de siempre la admiro y la respeto mucho.su alumna de siempre CRISTIAN TINEO LA ADORO Y FELICIDADES
ResponderBorrarvaya vaaya era mi directora cuando estaba en el colegio jardin infantil domingo savio cuando era pequeña ...aunque lo siguo siendo
ResponderBorraratt genesis maria tineo cabrera su kerida alumna