miércoles, 9 de diciembre de 2009

Los intelectuales y los primeros periódicos dominicanos

Resumen de la conferencia dictada por el Lic. Rafael Darío Herrera en Cuesta Centro del Libro, titulada Los intelectuales y los primeros periódicos, la cual formó parte del programa del Corredor Cultural de la Secretaría de Estado de Cultura. Como parte de ese Corredor, el Lic. Herrera también impartió otras dos conferencias: Papel geopolítico de la Línea Noroeste en la Guerra Restauradora, en el Monumento de Santiago, y Pensadores antiimperialistas dominicanos (A. Lugo, Fabio Fiallo, Max Henríquez Ureña, Emiliano Tejera, etc.), en UNIBE. El Lic. Rafael Darío Herrera es miembro de la Academia de la Historia, profesor de la UASD y sub director del Archivo General de la Nación.

En general se puede afirmar que la prensa fue un fenómeno tardío de fines de siglo XIX. El periodismo fue el medio de expresión fundamental de los intelectuales. En las páginas de los periódicos dominicanos quedaron plasmadas las interpretaciones de nuestros intelectuales sobre la sociedad dominicana.

Por el exiguo desarrollo económico, social y cultural de la sociedad dominicana de fines del siglo XIX estos primeros periódicos tuvieron una existencia efímera. Los dos primeros periódicos fundados fueron EL TELÉGRAFO CONSTITUCIONAL y EL DUENDE en 1821, pero desaparecieron con la ocupación haitiana (1822-1844)

Durante el período de la ocupación haitiana la imprenta de Santo Domingo se limitó a imprimir documentos oficiales. No se imprimieron folletos, libros, periódicos o revistas. Con la proclamación de la República la imprenta nacional, la única con que se contaba entonces, tuvo intensa actividad editorial. Sus prensas, en continuo movimiento, resultaban insuficientes para imprimir los partes de la guerra domínico-haitiana. También publicaba las proclamas militares y las resoluciones de la Junta Central Gubernativa. Esas publicaciones y las hojas clandestinas, manuscritos o impresos, que circulaban en Santo Domingo desde 1843, no eran suficientes.

El pueblo necesitaba noticias, y al Gobierno le urgía contrarrestar la propaganda haitiana, desatada violentamente en los tremendos días iniciales de la Separación. Los periódicos de Haití, que se recibían por vía de Saint Thomas, venían repletos de falsas y tendenciosas noticias que resultaba perentorio contrarrestar.

Como la necesidad es la madre de todas las ciencias, el 19 de septiembre de 1845 se fundó el primer periódico dominicano, al cual se le asignó el sugestivo título de EL DOMINICANO. Fueron sus fundadores los intelectuales Manuel María Valencia, Félix María del Monte, Pedro Antonio Bobea y José María Serra. Este periódico tenía el lema: “Aquí no se escribe porque nadie lee y no se lee porque nadie escribe”, revelador de la indigencia cultural de la época. En EL DOMINICANO se publicaban las noticias de la guerra domínico-haitiana, y se discutían los innumerables problemas que confrontaba la República. Alcanzó 36 ediciones.

Junto con EL DOMINICANO circularon EL OASIS y la GACETA DEL GOBIERNO de Santo Domingo y EL CORREO DEL CIBAO de Santiago.

A partir de la década de 1880, con la llegada al país del sabio puertorriqueño Eugenio María de Hostos, en el país se produjo una verdadera revolución cultural, pues el Maestro introdujo métodos razonados de enseñanza que superaba la educación religioso y memorística que predominaba en las escuelas, y sobre todo se entregó a la formación de maestros.

Fue a partir de la labor educativa y cultural de Hostos cuando surgió en nuestro país una intelectualidad como cuerpo, aunque sometida a precariedades materiales. Antes de Hostos en el país no se publicaban libros, lo cual depara una idea del estado de abatimiento cultural de la sociedad.

Entre los intelectuales dominicanos que sobresalieron exponiendo sus ideas críticas se encuentra: César Nicolás Penson, sobresaliente escritor, poeta, tradicionalista y periodista dominicano quien fundó el primer diario dominicano: EL TELEGRAMA, el l7 de agosto de 1882. En este periódico, que apenas duró cinco meses, escribían intelectuales como Francisco Henríquez y Carvajal y Pablo Pumarol y tuvo 122 ediciones. EL TELEGRAMA abogaba por el progreso moral, intelectual y material del país.

Con la creación de esos dos periódicos, gracias al inusitado esfuerzo de Penson, se establecieron las bases del diarismo en la República. En los primeros diez años del siglo XX aparecieron 242 periódicos aunque ninguno de ellos circuló diariamente. El periodismo de esta época fue un periodismo de combate, crítico y de oposición a las tiranías.

Pero el Estado no se mantuvo al margen de la dinámica de los primeros periódicos. En 1851 se fundó el primer periódico oficial del Estado dominicano: la GACETA DEL GOBIERNO, dirigida por el venezolano Manuel María Martín. La GACETA DEL GOBIERNO incluía leyes, decretos, resoluciones del Congreso, etc. Posteriormente, pasó a denominarse la GACETA OFICIAL bajo la dirección de Manuel de Js. Galván.

En 1865 la GACETA OFICIAL pasó a denominarse EL MONITOR y en 1868, BOLETÍN OFICIAL. Durante los Seis Años de Báez este último medio, dirigido por Francisco Javier Angulo Guridi, se dedicó a combatir a los opositores. Contra los disidentes del régimen EL BOLETÍN empleaba términos denigrativos.

Este último medio fue dirigido por toda una pléyade de intelectuales de la talla de Nicolás Ureña, Pedro A. Bobea y Fabio Fiallo. También Emiliano Tejera, Félix Evaristo Mejía, Francisco Henríquez y Carvajal, etc. La participación de estos intelectuales no era casual, pues en esa época (1880-1930) el Estado representaba el único mecanismo de reproducción material.

Entre los intelectuales que fundaron periódicos y revistas a fines del siglo XIX se destacaron: Francisco Gregorio Billini (EL ECO DE LA OPINIÓN), Rafael Abreu Licairac (LA CUNA DE AMÉRICA) y Manuel de Jesús Galván (EL OASIS). Pero también Rafael Justino Castillo (EL NUEVO RÉGIMEN), Eugenio Deschamps (LA REPÚBLICA, ALBORADA y LAS BRISAS).

El periódico más relevante del siglo XIX fue EL ECO DE LA OPINIÓN (1879-1897), que circuló durante 20 años y tuvo más de mil ediciones. En este medio publicaron sus escritos Hostos, José Gabriel García, Américo Lugo, Miguel Ángel Garrido, Federico García Godoy y otros. Este medio representó un paradigma de periodismo reflexivo que logró aprehender los fenómenos sociales de la República Dominicana.

Entre 1886 y 1887 Francisco Gregorio Billini escribió una larga serie de artículos sobre el Hábeas Corpus, ponderados por A. Lugo como lo mejor que se ha escrito sobre la materia. En 1886 Heureaux apresó a Billini y en agosto de ese año tuvo que cambiarle el nombre a su periódico por el de EL SEMANARIO.

La dictadura de Ulises Heureaux fue combatida desde las páginas de LA ALBORADA (29-4-1883) y LA REPÚBLICA (24-6-1885) por Eugenio Deschamps. El contenido de ambos periódicos se ubicaba entre la sociología y la historia. LA REPÚBLICA abogaba por la democracia, la soberanía, los principios de la libertad, los derechos ciudadanos, etc.

Otro intelectual que expuso en los periódicos interpretaciones originales sobre la sociedad dominicana fue José Ramón López (1866-1922). López escribió en: LISTÍN DIARIO, PLUMA Y ESPADA, EL DOMINICANO, EL TELÉFONO, EL NACIONAL, EL PROGRESO, LA CUNA DE AMÉRICA, BLANCO Y NEGRO, RENACIMIENTO, ECOS DEL VALLE y otros.

Influenciado por el positivismo hostosiano, López atribuyó la degeneración del campesino dominicano a la deficiente alimentación. López lanzó una serie de diatribas contra el campesino a quien acusó de violento, haragán, vicioso, inmoral, ignorante.

Estas reflexiones de López fueron refutadas por un intelectual prácticamente desconocido en nuestro país: Rafael Justino Castillo (1861-1933). Castillo no llegó a publicar sus ideas en un libro sino a través de los periódicos de la época: EL TELÉFONO, EL NUEVO RÉGIMEN, LA BANDERA LIBRE, LETRAS y CIENCIAS y otros.

A la tesis de López de que “la imprevisión, la violencia y la doblez son los rasgos que la degeneración ha impreso en el carácter de los campesinos” Castillo respondió: “¿Solo en los campesinos mal comidos es en quienes se encuentran estos defectos? ¿No hay habitantes de las ciudades que comen bien y son imprevisores, violentos, dobles y aun algo peor que eso?”

Desde las páginas de EL TELÉFONO y EL NUEVO RÉGIMEN, Castillo planteó ideas avanzadas. Por ejemplo, en 1899 Castillo abogó por la absoluta libertad de conciencia y la separación entre la iglesia y el Estado. Criticaba a la Iglesia debido a que esta condena el dogma de la soberanía del pueblo en el que se funda el sistema político dominicano, proscribe la tolerancia de cultos, el reconocimiento de otra religión, contrario a lo que establecía la Constitución dominicana.

Además, la iglesia anatemiza el matrimonio civil y el carácter indisoluble de la unión matrimonial, en contraposición a la Constitución, que sólo reconoce el matrimonio civil.

Para Castillo el dominio de la conciencia está fuera del poder del Estado. Por consiguiente el Estado no debe obligar ni a un solo individuo a contribuir al sostenimiento de un culto que no profesa. En fin, una república democrática no puede tener por religión oficial la católica.



3 comentarios:

  1. Rafael Dario, no tengo nada que decirte que no sea, Genial trabajo, como lo es propio de ti. Me honras ser complueblano de un tremendo historiador como lo eres. Abrazos y no pares de brindar estos manjares de orientacion y conciencia.
    Juan Colon

    ResponderBorrar
  2. Despues de leer este excelente trabajo, me siento más orgulloso aún de ser Dominicano y Maeño.
    Mis felicitaciones al Lic. Rafael Darío Herrera.

    Atte. JOSE RAMON RODRIGUEZ (MOMON O MON, como quieran).

    ResponderBorrar
  3. Excelente publicación yo estoy recopilando poco a poco los periódicos digitales dominicanos en esta página www.periodicosdominicanos.info

    ResponderBorrar

Haga su comentario bajo la etiqueta de Anónimo, pero ponga su nombre y su dirección de email al final del mismo: NO SE PUBLICARÁN COMENTARIOS SIN NOMBRE Y SIN DIRECCIÓN DE EMAIL. Los comentarios ofensivos y que se consideren inapropiados, tampoco serán publicados.
El administrador