Cosas de Mao
Por Isaías Medina Ferreira
Uno de sus dichos memorables se lo oímos después de un viaje que dio a Santiago. En esa oportunidad dijo: “Jesú, maria santísima, a mi si no me guta i a Santiago... eso ‘mamifero’ paran a uno en cada equina”, lo cual repetía cada vez que podía, aprovechando que hubiera alguien que lo oyera, y que dicho sea de paso, se extendió por el territorio nacional como fuego en yerba seca, pues hasta en San Cristóbal y Dajabón oí a los choferes de guagua comentar, “como dice el señor de Mao, estos mamíferos están imposibles”.
Nuestro Sr., que era un arrocero próspero, parecía gozar al saber que nos hacía creer a la muchachada que era un patán.
Una vez, en Santiago, en el Hotel Matum, al ver a alguien que se lanzaba en picada del trampolín de la piscina, vino el “yo me asuto como ei diablo cuando veo a eso muchacho tiraise dei ‘tribilín’ ese; de momento se rompen la ‘crijma’”. Debido a que nos quería a todos los amigos de sus hijos como a los suyos propios, a menudo nos daba buenos consejos: “no corran mucho en esa pita, muchacho, principaimente cuando ei ‘batimento’ etá mojao”, decía.
Demás está decir que nos reíamos sin parar cada vez que lo oíamos hablar, siempre a sus espaldas, por supuesto, pero creo que la buena risa la cosechaba él a costa nuestra. Es muy posible que ahora mismo, donde esté, se esté meando de la risa al ver que al pasar por esta tierra dejó marcas imborrables que un “sandolón” sin oficio trata de atrapar en papel.
Glosario:
Mamífero = Semáforo
Tribilín = Trampolín
Crijma = Cabeza
Batimento = Pavimento
Sandolón = Tonto
El padrote, como dice Isa, era un hombre muy trabajador y también le conocí una de las principales sucursales que vivía en Jaibón. Cuando compró una finca por Cana Chapetón, me llevó a ver como podía instalar una bomba de agua para irrigar tomates y me dijo ¨no tengo cuaitos, pero si me la intala, te voy a pagai con mi traitoi, te voy a arai la finquita que te pretó don Eduaido¨. Así lo hice y desde entonces me trató como a uno de hijos, esa amistad me granjeó el cariño de sus hijos que aún recuerdo con cariños. Ya esa estirpe llena de bondad casi ha desaparecido, pero sus recuerdos son imperecederos. paz a sus restos donde quiera que se encuentren. Saludos
ResponderBorrarPablo